Partida Rol por web

Una vez con los pueblerinos a salvo y el combate ganado, Sir Alexander se afana en salir por la puerta ... si bien primero se asegura que Ot lo siga.

Thoradin observa a su enemigo que muere. Thoradin envaina su maza y avanza como puede entre los restos de la taberna y y el fuego que poco a poco se apodera de todo. ``Me cago en la puta, que calor hace aquí´´..

Mientras el enano avanza hacia la salida se esta riendo aunque es difícil comprender el porque se ríe.

Mientras huyo, oigo los gritos fuera de la taberna, pero creo que por malo que sea lo que hay allí, tenemos más oportunidades de salir con vida que dentro de un horno a punto de derrumbarse. Sigo hacia la puerta norte, con mis compañeros para abandonar este infierno.

Por el rabillo del ojo veo al último hobgoblin salir por la puerta sur, y viendo que Thoradin ha perdido una gran oportunidad para hacer una muesca en su hacha pienso -"vaya, uno que puede traernos problemas en un futuro no muy lejano"-

Pero no me detengo.

Corriendo del edificio, logran salir por fin a fuera, y dan el primer vistazo al caos de la ciudad. El humo y el brillos de los numerosos incendios cercanos no permiten ver muy lejos, pero cerca pueden ver la destrucción. Todo a su alrededor, edifico en llamas, muertos en las calles y las puertas por todos lados. Quedan incrédulos con la muerte y la destrucción a su alrededor.

Pero el asombro dura poco, al norte de ustedes, una criatura de tamaño descomunal atrae su atención. Mide mas de tres metros, una combinación de grasa y músculos, en una dura piel, y usando pedazos de cueros y madera como una armadura improvisada. No les cuesta distinguir al ogro. Pero los que le llama la atención, son los arneses que este posee! Aparentemente, el gigante tiene amarrado un carro atrás de el, abarrotado de barriles y con un par de goblins arriba de este, con arcos cruzados en sus espaldas. Apenas salen, pueden ver a uno de los goblins prendiendo una mecha en la punta de estos barriles, y pasándoselos al ogro, que lo lanza contra un edificio cercano, donde estalla en llamas. Un poco de las bebidas de Ot se caen ante la imagen.

Mientras tanto, adelante de la taberna, Thoradin sale detrás del hobgoblin, y se cruza con la misma escena de destrucción. Y con alguien mas. De algún lado de la ciudad, un elfo viene corriendo, con manchas de hollin y sangre en la ropa, agarrando un bastón en una mano. Casi parece una persona cualquiera en ropaje común. Sin embargo no parece que van a tener tiempo para hablar mucho, al sur de ustedes, el hobgolbin se agrupa rápidamente con un goblin que porta un arco y se da vuelta, preparándose para reanudar el asalto!

Uuuu... Este tiene que valer al menos por cuatro. - Comento de forma jocosa y desafiante(*)

(*) = Que se note que los halfings tienen bonus racial a resistir el miedo.

Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller sale de la taberna y observa pasmado la macabra escena que está delante suyo. Toma aire, agarra una de las jarras de Ot y da un buen trago de leche.

-Daerthe, si puedes conjurar fuego dale al carro.-

-Venga Ot, a por ese saco de pulgas!-

Un enano saliendo de ese edificio en llamas! Parece que estamos en el mismo bando...

Pienso al llegar al cruce jadeando.

¿Qué cojones pasa aquí?. Maldición, tendré que trabajar más, con lo poco que he bebido y ese elfo...¿por qué viene hacia a mí, no esperara que salve ciudadanos?

Thoradin desenvaina desenvaina de nuevo su arma y se coloca en posición,a  la espera.

Cuando salgo fuera de la taberna, me quedo anonadado al ver el escándalo que hay en todas partes. Fuego, gritos, -"Qué está pasando aquí?"- pienso mientras miro a mi alrededor.

Cuando me giro y veo al ogro los ojos se me abren redondos como platos, y durante unos segundos me quedo sin poder reaccionar. Al ver al Ogro lanzar el barril inflamable hacia la puerta de una casa, entiendo las llamas repentinas que han aparecido en la taberna. La voz de un compañero, en estos momentos no puedo decir quien me ha hablado, me dice que conjure fuego en el carro -"No puedo conjurar fuego, pero supongo que un rayo bien dirigido a uno de los barriles podrá hacer algo, o si no al goblin que porta la antorcha, si logramos que caiga encima de estos pues... Una amenaza menos"- estas palabras las digo sin mucho convencimiento, esperando que los dos compañeros que han salido por la misma puerta que yo, den su conformidad o una idea mejor.

Un ogro atado a un carro con barriles de pólvora, es demasiado tentador, pero por el momento habrá que buscar una situación mas favorable. Empieza abriéndome a la derecha, mientras lanzo con fuerza una de mis pequeñas dagas hacia uno de los goblins que se esconden tras el gran ogro.

La daga vuela por el aire, pasando por arriba del hombro de la bruta criatura que empuja el carro, e impacta al goblin en la rodilla. Este, del dolor y el impacto, pierde el equilibrio, cayendo al suelo y siendo pisado por la rueda de la carreta.

El otro goblin rápidamente asume el mando el trabajo de su compañero, enciende con sumo cuidado un pedazo de trapo saliendo del barril de aceite y se lo pasa al ogro, que lo agarra con una sola mano, de la forma en la que uno agarraría un bazo. Mientras el ogro continua empujando el carro, obviamente alentizado por este, busca un lugar donde tirar su proyectil, y elige como blanco al grupo de aventureros al frente suyo.
El barril recorre el aire e impacta al lado de la puerta de la que acaban de salir, estallando y esparciendo fuego al rededor suyo, sobre su compañero Tiflin, pero por suerte, su herencia lo protege de la mayoría del daño.

Mientras tanto, en la parte delantera de la taberna, el hobgoblin se prepara para recibir cualquier ataque del enano, mientras le grita al cercano goblin algo en su sucio idioma. Este ultimo, levanta su arco corto, y caminando para atras, dispara una flecha a Thoradin, logrando acertarle en el hombro.