Partida Rol por web

En la flor de la vida

Camino a Belmonte

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03/04/2021, 06:43
Alberich de Narok

Tras terminar de armar sus morrales y despedirse de la amable anciana, el grupo salió de la cabaña y nuevamente se puso en marcha, esta vez con rumbo hacia la aldea de Belmonte. Gracias a las indicaciones que Alberich le había pedido a Ysentrud, no les costó demasiado encontrar la bifurcación en cuestión y los dos caminos que llevaban al poblado, ambos claramente en mal estado debido al paso del tiempo y la falta de mantenimiento. Aunque le bastó un solo vistazo para decidir qué vía tomar, el mago se mantuvo en silencio y solo realizó una afirmación con la cabeza al ver que sus compañeros tuvieron el buen criterio de optar por la calzada abandonada en lugar de por el atajo entre las montañas. Un par de horas de retraso eran un precio justo por evitarse todos los problemas que podrían causarles el empinado sendero.
Con una media sonrisa en los labios al escuchar el intercambio de pullas entre el calvo y el enano, lo cual le hacía recordar a su tiempo con los Segadores de Creigiau, el kovirano se limitó a disfrutar del momento y a seguir a sus compañeros en silencio.

A pesar del abandono generalizado, el primer tramo de la calzada se encontraba en un estado aceptable pero a medida que avanzaban, el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y el saqueo que había sufrido el empedrado se hicieron más notorios. Por esa razón, Alberich se ayudaba cada vez más con su bastón, empleándolo para tantear el terreno y como punto de apoyo por si metía el pie en algún hoyo bien disimulado, esos que sentían predilección por torcer tobillos... Además, a medida que rodeaban la montaña y volvían a ingresar en el bosque, el condottieri comenzó a inquietarse a causa de los matorrales y la densa vegetación que crecían a la vera del camino, los cuales no hacían más que reducir demasiado el rango de visión del grupo. Al estar lejos de las vías comerciales y de Belmonte, el mago descartó la posibilidad de que sufrieran una emboscada de bandidos o desertores, pero todavía le preocupaba que fueran atacados por la fauna local, ya sean animales o algún vestigio de la Conjunción.

-Llamadme paranoico, pero os aconsejo que tengáis las armas a mano -le dijo con seriedad a sus compañeros- Este tramo del camino no me inspira confianza, con tanto matorral ambos lados me siento como ganado yendo al matadero. A saber lo que puede haber por los alrededores, tal vez abandonaron este sendero por algo…

Por último, el kovirano se giró hacia el oscuro.

-Y respondiendo a tu pregunta, considerando el abandono y la mugre de la cabaña, yo diría que varios meses, puede que incluso más de un año, todo dependiendo de la cantidad de provisiones que su nieta le llevara en cada visita -dijo mirando a Jezal- Su avanzada edad le impide cuidar adecuadamente de su casa y de sus tierras, pero ten en cuenta que Ysentrud tiene todo lo que necesita: un pozo donde recolectar agua, un huerto de donde conseguir alimento y un cobertizo con leña para el hogar.

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05/04/2021, 18:27
Director

El camino dejó finalmente de ascender y durante un buen trecho mantuvo una irregular variación entre pendientes ascendentes, breves descensos y zonas por las que era considerablemente más llano. La vegetación era muy espesa en aquel punto, los matorrales de ambos lados del camino crecían altos e irregulares, y el bosque inundaba todo el cielo como un mar verde que cubría sus cabezas dejándoles apenas una escueta visión de la bóveda celeste que se alzaba sobre ellos. Los escasos claros del camino les proporcionaban una hermosa vista de los bosques y los valles de los alrededores que se arremolinaban al pie de aquella montaña. A pesar del hartazgo generalizado en el grupo hacia el bosque, después del empacho de los días anteriores, agradecían las sombra que los árboles proporcionaban y que les libraban del intenso calor de aquella veraniega mañana.

Alberich había avisado al grupo de que se mantuvieran alerta por si algún peligro pudiera rondar cerca. Era evidente que aquel camino llevaba tiempo sin ser transitado, como habían apuntado las palabras de Dannar un rato antes, por lo que no se esperaba que hubiera bandidos por las cercanías y mucho menos que las patrullas nilfgaardianas se hubieran aventurado a tomar aquel camino destartalado, pero los animales salvajes y las criaturas que habitaban lugares como aquellos bien podrían darles un buen susto si se despistaban demasiado. Aún así, con el paso de las horas, y la tranquilidad del camino, el relajamiento fue venciendo a la tensión y el grupo se fue acostumbrando a marchar entre aquellos altos setos y los árboles. La única fauna que se escuchaba eran los pájaros que amenizaban el trayecto con su cantar. A excepción de las pendientes producidas por la montaña que cargaban los músculos de sus piernas, no se diferenciaba tanto de los caminos que habían tomado en días previos. Claro que entonces sentían el aliento de la batalla en sus nucas.

Habían pasado unas cuatro horas desde que abandonaran la cabaña de Ysentrud cuando el camino viró hacia el norte terminando de bordear la montaña y comenzó un ligero descenso que aliviaba tanto piernas como pulmones. El lobo del enano había desaparecido un rato antes internándose en la vegetación tras alzar las orejas y olisquear el aire, algo que no era tampoco extraño ya que el animal iba y venía a su antojo, especialmente cuando olía conejos cerca. Aquello les recordó que pronto deberían buscar un buen lugar donde detenerse para comer y aliviar sus propias tripas.

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05/04/2021, 21:59
Martem de Bremervoord

El sol brillaba bien alto en el cielo, aunque su luz quedaba obstruida por las densas y verdes copas de los árboles, cuyas ramas alzaban sus retorcidas manos lo bastante alto como para alcanzarlo y ocultarlo en su práctica totalidad. A medida que la vegetación se iba volviendo más hirsuta y lo que había a la vuelta de la esquina más imprevisible, Martem había visto su paso tornarse más y más cauteloso. No podía evitarlo. Desde que abandonase Cidaris, a menudo sentía cómo su mente empezaba a pensar en toda clase de posibles acontecimientos futuros, ninguno próspero, como una irritante manera de prepararse para cualquier peligro que pudiese surgir. Y aunque intentaba que aquella tensión no lo abrumase, casi podía notar cómo se le erizaban los vellos de la nuca y se le acentuaban las pulsaciones cada vez que imaginaba que alguien, o algo, se lanzaba gritando sobre ellos desde el recodo más insospechado. La amenaza no tenía una forma definida, pero esa incertidumbre era si cabe aún peor, esa sensación de estar al borde mismo de un precipicio y que algo terrible estaba a punto de ocurrir, sin que fuese posible deducir exactamente cómo ni cuándo. Los ojos del cidario atisbaban en todas direcciones, y su boca estaba tan seca como si fuese de corcho. Y es que, a pesar que trataba de ignorar aquella especie de rata royendo silenciosamente su cerebro, solo era capaz de pensar una cosa:

Aquel era el lugar perfecto para una emboscada.

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06/04/2021, 11:20
Director

Efectivamente, los temores del cidario eran fundados. Algo se estaba aproximando a ellos con no buenas intenciones, agazapado entre la maleza y preparándose para saltar sobre ellos en cualquier momento. Era el lugar perfecto para una emboscada, y Martem no podía evitar sentir que el lazo se iba estrechando sobre ellos, pues no solo se aproximaban por uno de los flancos, sino también por el contrario. Algo, fuera lo que fuera, estaba rodeando al grupo. Martem sentía como la tensión se iba incrementando, y aunque no había podido escuchar los sonidos que le confirmaran que las cosas eran como se estaba imaginando, había vivido demasiadas veces situaciones parecidas, normalmente en la otra cara de la moneda, como para saber que si alguien quisiera atacarles lo haría por ambos lados del camino, y que aquel lugar era el más indicado para ello.

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06/04/2021, 12:12
Martem de Bremervoord

De repente, Martem se detuvo como una estaca que alguien hubiese clavado en tierra. Sus manos se dirigieron lentamente a su cinto, desenvainando sus dos cuchillos lo más discretamente que fueron capaces, mientras sus ojos miraban a un lado del camino primero y al otro inmediatamente después. Eso que había oído no era el viento moviendo los arbustos, estaba completamente seguro de ello. Se les estaban acercando desde los dos flancos, y Martem llevaba demasiado tiempo en aquel mundo como para tratar de engañarse a sí mismo: quienquiera que estuviese a punto de aparecer de entre el follaje, sus intenciones no podían ser buenas. Porque, ¿quién se acerca sigilosamente a un grupo de viajeros, desde ambos lados del camino, en una zona que parece especialmente diseñada para tender emboscadas? Bandidos. Bandidos, o algo aún peor.

Tenemos compañía —murmuró con voz cortante, lo bastante fuerte como para que sus compañeros de viaje lo escuchasen, pero guardando la esperanza de que los asaltadores no alcanzasen a oír sus palabras—. Nos rodean desde los dos lados.

No dijo nada más. Su mirada gélida continuaba barriendo la maleza que se cerraba en torno a ellos, con la esperanza de advertir algo, cualquier cosa, que le dijese a qué estaba a punto de enfrentarse.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues parece que se acabó la tranquilidad. Tiro Advertir/Notar, en oculto, para ver si tengo la oportunidad de descubrir quién viene antes de que se nos eche encima.

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06/04/2021, 20:28
Dannar

Dannar había comenzado a relajarse, aunque nunca del todo, jamás por completo. Su entrenamiento la hacía vivir con una tensión casi constante, lo cual la había salvado la vida más de una vez. Ya fuera en medio de la salvaje naturaleza, en una transitada calle de la ciudad o en un pueblucho de mala muerte, una bruja siempre estaba en peligro, y no era de las que se dejaban sorprender. Por eso, cuando Martem se detuvo, ella hizo lo propio sin sorprenderse, y al contrario que el barbirrojo, no se molestó en pasar desapercibida cuando desenvainó su espada de acero, avecinando problemas. Mucho habían tardado en tener compañía desagradable.

Atenta a su alrededor, puso todos sus sentidos a trabajar, vista, oído y olfato, dispuesta a que no la pillaran desprevenida y, a ser posible, ser ella quien hiciera sangrar primero al enemigo, el que fuera.

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08/04/2021, 11:49
Jezal

La explicación de Alberich pareció satisfacer a Jezal, que asintió lentamente. La anciana no había hecho otra cosa que sobrevivir, y suponía que nunca sabría con certeza cuánto tiempo habría pasado sola, ni cuanto tiempo aguantaría desde ese día. Sin embargo, no pudo evitar preguntarse: ¿Era la demencia una dolencia de antes, o había sido la propia soledad y la desesperación de una nieta que nunca llegaba la que había acelerado el ritmo con el que corrompía su cabeza? Por trágico resultara el pensamiento, no era más que uno más en un mar de tragedias. Jezal estaba aprendiendo que el mundo era un lugar mucho más cruel y despiadado que lo que él había llegado a ver durante su vida.

En cualquier caso, no volvió a abrir el pico durante el resto del camino. Cuando empezó a confiar en que nadie había recorrido esos caminos en mucho tiempo, supuso que ningún bandido se preocuparía en apostarse en ellos, y dejó de estar tan alerta, en su lugar disfrutando tanto como podía de los paisajes. Por desgracia, todo lo que podía disfrutarse en aquel lugar parecía ser puramente pasajero, como confirmó la alerta de Martem. No debería haberse sorprendido, y si acaso, lo que le debería haber sorprendido es que no hubiera ocurrido antes.

Silenciosamente, Jezal se acercó a su montura y retiró con cuidado el hacha que colgaba de las alforjas. Entonces, asió la empuñadura con ambas manos y apretó con fuerza los dedos, buscando calmar el temblor que agitaba sus brazos. «No hay nada más estúpido que no tener miedo antes de un combate», se dijo a sí mismo. «El miedo puede salvarte la vida». Tomó aire por la nariz y lo soltó por la boca, sin separar apenas los labios, acercándose un poco más a su montura para tener la espalda cubierta.

Por La Llama Blanca, que no tengan putos arqueros. No quiero morir atravesado por una jodida flecha.

- Tiradas (1)
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08/04/2021, 21:22
Rion Aedryn

Rion estuvo bastante despistado desde que avanzaron por el irregular tramo cubierto de vegetación. Era como si algo turbara su mente, desconcentrándolo. Sus ojos seguían, de un modo inconsciente a la bruja, embobado, hasta el punto de que en más de una ocasión estaba cercano a tropezar con algún guijarro del suelo o se golpeaba con alguna rama, sin inmutarse de si se hacía algún rasguño. Caminaba con lentitud, a la espera de hallar un buen lugar en el que descansar y disfrutar de un trago de su odre de vino. El repentino aviso de Martem le sacó de aquel trance, parando en seco mientras oteaba el horizonte y acto seguido la retaguardia. ¿Cómo demonios los habría detectado él?

¿Nos han visto? —preguntó en un susurro, tragando saliva. No era la persona más valiente ni el más ducho en el arte del combate. Prefería evitarlos o aprovecharse de ello con alguna artimaña que le permitiera salir ileso.

Luego cayó en la cuenta de que era una obviedad que les habrían estado observando si les intentaban emboscar desde dos frentes. Era lo peor que les podía suceder: entrar en combate en un entorno desconocido y que a buen seguro los asaltantes se conocerían como la palma de su mano. Maldita guerra. Y maldita la certeza de que aquel camino les iba a traer al final problemas.

Geas...1 —murmuró, en el dialecto antiguo. A veces le daba por insultar o maldecir en otra lengua que no fuera la común. Se preparó, cargando la ballesta con un virote, mientras trataba de aguzar el oído para discernir si entre los sonidos que arrastraba el viento escuchaba algo similar a voces, respiraciones o pasos. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Maldición.

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12/04/2021, 20:09
Morkam

La suerte del grupo finalmente se vio quebrada por lo que creían eran unos malhechores que se acercaban a ellos aprovechando el subterfugio. Morkam trago saliva de pensar en el posible combate que podría transcurrir en los próximos segundos. Tenía miedo. 

Sin ningún tipo de arma a la que recurrir y con su lobo lejos de él se sintió desnudo. Se maldijo a si mismo por no haber conseguido un cuchillo mientras se agachaba y tomaba alguna piedra del suelo. Un buen pedrusco siempre daba cierta confianza, aunque de nada valía contra el filo de una espada o la mortalidad de una pesada clava. Con paso lento trató de situarse entre todos sus compañeros mientras miraba a su alrededor tratando de anticiparse al peligro. Sin duda aquel acto era cobarde; sin embargo prefería serlo y tener más posibilidades de vivir. 

Sus gruesas manos apretaban con fuerza los guijarros hasta que estos se tornaron pálidos y doloridos. No quería morir y menos aún en mitad del camino con las tripas por fuera.

- Tiradas (1)
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14/04/2021, 17:20
Director

La advertencia de Martem les previno, y gracias a ello aguzaron los oídos, desenvainaron las armas y se prepararon para lo peor. No sabían quién les estaba tendiendo la emboscada, pero gracias a la alerta del cidario no les iban a pillar desarmados paseando plácidamente como unos ilusos. En un suspiro todos estuvieron preparados, incluso el enano se hizo con unos guijarros para defenderse y el bardo cargó una flecha en su ballesta. Martem les había dicho que venían por ambos flancos, por lo que se distribuyeron para defender las posiciones de la mejor manera posible.

Sintieron que de pronto el silencio dominaba el ambiente de aquella zona del camino. Los pájaros habían dejado de cantar y tan solo se escuchaban sus agitadas respiraciones, el tintineo de las correas de los animales y el rozar del cuero de sus armaduras y ropajes. La tensión fue en aumento hasta que por fin escucharon que algo se movía en los matorrales. Martem tenía razón, pues escucharon las ramas de los arbustos agitarse en los dos lados del camino. Unos ojos amarillentos y amenazadores avanzaron hacia el camino surgiendo de entre los matorrales, un feroz y constante gruñido acompañaban a la mirada asesina de las criaturas que surgieron por los dos lados. Pero no fueron bandidos quienes surgieron, tampoco soldados nilfgaardianos, ni ninguno de los monstruos que aparecían en los bestiarios de los brujos. Se trataba de lobos, hambrientos hasta el punto de hacer frente a aquel numeroso grupo a pesar de que sus cicatrices reflejaban que conocían la feroz lamida del acero de las armas de los hombres. Una manada de ocho lobos, cuatro desde cada flanco, con las patas flexionadas, listos para saltar sobre ellos en cualquier momento con sus poderosas fauces.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Superasteis todos a los lobos en la tirada de la emboscada, por lo que a nadie le pilla por sorpresa el ataque de los lobos. Por tanto es hora de las Iniciativas, 1d10 + REF. Y si superáis el 6 de los lobos dejad la tirada de ataque hecha también y así adelantamos.

He hecho un mapa rápido (ya que los tableros no me van bien) solo para situarnos. He nombrado los lobos para que podías decir a cuáles atacáis.

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14/04/2021, 19:49
Martem de Bremervoord

Un gruñido bestial resonó por todo el tramo del camino, como si las voces de varias fieras se hubiesen coordinado en un coro salvaje y primordial. Por el rabillo del ojo, Martem vio cómo aquellas sombras salieron al fin de sus escondrijos con un susurro de hojarasca. Eran lobos. Hasta ocho, llegó a contar, y a juzgar por el estado que presentaban, estaban más que dispuestos a poner el riesgo sus vidas con tan de probar un bocado de carne caliente y sanguinolenta.

No sería la suya si podía evitarlo.

Lanzándose a la carrera con un fuerte bramido, Martem dio un poderoso salto sobre uno de los lobos, el que se encontraba más cerca, tratando de amedrentarlo con su agresiva conducta. Sus cuchillos brillaron bajo los escasos rayos del sol, trazando eses sinuosas en el aire. El cidario sabía que no debía dejar de moverse si quería tener alguna posibilidad, de modo que intentó asestar un par de golpes a la bestia antes de dar otro salto a alguna posición segura.

No había llegado hasta ahí solo para caer frente a un puñado de alimañas salvajes…

- Tiradas (8)

Notas de juego

OK. Post en construcción. No me piséis, porfa...

De acuerdo. Creo que lo he hecho todo bien. El resumen de mi turno es:

1. Ataco con ambas armas al lobo 1. Mi puñal (si da; 15) impacta en su pata delantera derecha por 13 puntos de daño. El estilete (también si da; 21) impacta en la pata trasera derecha por 3 míseros puntos de daño.

2. Hago una tirada de reposicionarse (Atletismo) por si hiciera falta. Saco un 18 en la tirada.

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14/04/2021, 21:59
Dannar

El olor no era de hombres, tampoco los gruñidos que surgieron del bosque. Lobos. Las bestias les rodearon, dispuestos a devorar sus cadáveres o morir en el intento; estaban famélicos, pero eso les hacía, si cabía, más peligrosos. Y ya habían probado el mordisco del acero, no huirían. Que así sea. Habían elegido la presa equivocada.

Con un movimiento diestro, descargó su espada de acero meteórico sobre uno de los animales, decapitándole en el acto. Luego, sin detener el movimiento, giró las muñecas y desvió el arco que hacía el arma, sajando la pata trasera de otra de las rabiosas y hambrientas criaturas.

- Tiradas (9)

Notas de juego

1. Ataque rápido:
Ataque 1 vs L4 en la cabeza (si doy; 23) le hago 22 de daño x3 = 66 de daño.
Ataque 2 vs L2 en una pata trasera derecha (si doy; 24) le hago 7 de daño.

**Una duda, en la ficha tengo que el arma hace "4d6+2 (+6)". No me acuerdo del porqué de ese +6 entre paréntesis, y no lo he contado. ^^'

2. Reposicionarse: sacaría un 17, pero como es una pifia, creo que resto 1d10 (9), así que se queda en 8. Aunque no tengo claro si las pifias solo son con armas, y al reposicionarse no cuenta.

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16/04/2021, 14:33
Jezal

La tensión del momento dio paso a la verdadera cara de su enemigo.

Lobos.

Quiso reirse. Los lobos, después de todo, no tenían arcos ni tampoco espadas. Pero no se rió, porque los lobos tenían hambre y colmillos, y eso tampoco pintaba un cuadro especialmente prometedor.

Apretó con más fuerza la empuñadura de su hacha de guerra y separó las piernas preparándose para el combate. Resultó que Jezal no era tan callado combatiendo como lo había sido durante los últimos días, porque bramó al tiempo que alzaba el arma, lanzando el primer golpe contra el lobo que quedaba justo frente a él, y aprovechando el propio impulso del golpe para después lanzar otro contra el que quedaba algo más a su derecha. Tenía la esperanza de que las heridas, si no eran mortales, al menos fueran lo suficiente graves como para espantar a las criaturas.

- Tiradas (8)

Notas de juego

1.
Ataque rápido vs L5 (22), en el torso, por lo que en caso de impactar el daño se mantiene en 22.
Ataque rápido vs L3 (19), en el torso, por lo que en caso de impactar el daño se mantiene en 18.

2. Tirada de esquivar/zafarse contra el L5, en caso de que yo no ataque primero/sobreviva. (19)

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17/04/2021, 12:32
Rion Aedryn

“No puede ser cierto” —casi prefería que se hubiesen encontrado a una partida de bandidos, antes que a una manada de lobos que a buen seguro no saldrían huyendo despavoridos si estaban tan hambrientos como para acercarse a un grupo medianamente numeroso como el que formaban. Aquello no le gustaba para nada, porque se iba a tener que enfrentar como mínimo él solo contra uno de ellos y no era precisamente alguien que pudiera desenvolverse con tanta soltura en el combate como alguno de los demás.

Rion desenvainó con la mano que no sujetaba la ballesta su daga, para estar mejor protegido en caso de que uno de aquellos animales se abalanzara sobre él y alzó la ballesta, apuntando durante un segundo al lobo que tenía más cercano para calibrar el disparo y activó el mecanismo que permitía al virote salir disparado en aquella dirección. Confiaba en acertar. Si no... la opción de escabullirse no tardaría en cruzar su mente.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Bueno, en caso de impactar, haría un tristísimo daño de 6 puntos. 

Como acción extra me reposicionaría por si el lobo se lanza directo a por mí.

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19/04/2021, 08:59
Alberich de Narok

Las sospechas del kovirano no tardaron en volverse realidad aunque por desgracia, lo hicieron un poco más tarde de lo que había previsto y eso permitió que se relajaran y no descubrieran la emboscada hasta casi el último momento. Apenas teniendo tiempo suficiente para organizarse y desenfundar sus armas, de ambos márgenes del camino surgieron un buen numero de lobos, todos famélicos y con cicatrices que demostraban que este no era su primer enfrentamiento contra humanos. Ya era peligroso enfrentarse a animales hambrientos pero que estos conocieran el filo del frío acero los convertían en una amenaza aún mayor.

Con su bastón firmemente sujeto en su mano izquierda y con su espada ya desenfundada en la derecha, Alberich se dispuso a cargar contra el lobo más cercano, pero antes de que pudiera dar el primer paso alcanzó a ver desde el rabillo del ojo que Morkam no contaba con más armas que un puñado de piedras que acababa de recoger del suelo... puede que los enanos sean duros de roer pero sin un arma con la cual defenderse estaba claro que su compañero terminaría siendo tarde o temprano almuerzo de lobo. Por esa razón, el mago se colocó junto a él para cubrirle y descargó una lluvia de golpes contra los animales que tenía al alcance.

- Tiradas (9)

Notas de juego

Movimiento:
-Me desplazo junto a Morkam para así tener a los dos lobos (L6 y L8) al alcance.

Ataque:
-Ataque rápido 1 a L6: Resultado: 13 // Pifia: 3 (Sin efectos) // Localización: Apuntado a torso // Daño: 21
-Ataque rápido 2 a L6/L8: Resultado: 22 // Localización: Apuntado a torso // Daño: 26
-Ataque adicional a L6/L8: Resultado: 20 // Localización: Apuntado a torso // Daño: 21
Aclaraciones: Mi prioridad es acabar con L6 así que todos los ataques van dirigidos contra él, si le elimino en el primer o el segundo golpe todos los demás ataques irán contra L8. Los ataques están apuntados contra el torso y el -1 de penalizador ya está aplicado a las tiradas. Gasto 3 puntos de Aguante para realizar un ataque adicional, si ambos lobos ya están muertos pues me los ahorro xDD.

Defensa:
-Esquivar: Resultado: 21

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20/04/2021, 18:59
Morkam

La presencia de aquellos animales salvajes provocó un incremento abrupto de adrenalina en su sangre. Aunque estaba acostumbrado a la presencia de su lobo, estos no le observaban con amor y lealtad, en su lugar sus miradas eran fieras y sus colmillos profetizaban un final turbio para el enano. 

Cuando aquellas criaturas se abalanzaron sobre ellos, Morkam lanzó uno de los guijarros sin apuntar en exceso. No le importaba dónde impactará, lo deseaba que el golpe lo ralentizará lo suficiente como para que sus compañeros le auxiliaran o para que huyera sin más. Mientras tanto su mente trató de encontrar alguna información popular sobre la actuación mas sensata ante aquella situación.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Iniciativa: 13

Acertar: 16

Daño: 1

Localización: 10 (pierna izquierda)

No se que habilidad debería tirar, pero como tengo lo mismo en Cultura o Supervivencia no importa mucho. Si es otra habilidad dime y tiro jeje. Resultado: 20

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21/04/2021, 10:39
Director

Gracias al aviso de Martem, el grupo de viajeros no se dejó pillar por sorpresa a pesar de que la manada de lobos se había movido en silencio en torno a ellos, rodeándoles y preparando un ataque sincronizado por ambos flancos del camino. Pero cuando el primer hocico lobuno asomó por entre los matorrales, todos se encontraban ya preparados para defenderse, y no solo eso, sino que incluso se movieron más rápido que los cánidos y atacaron primero.

La bruja fue la primera en moverse. Ninguno de los allí presentes la había visto en acción antes, pero iban a comprobar en primera persona todo lo que se decía sobre los brujos y su legendaria habilidad para el combate que consistía en brutales golpes de espada y piruetas de esquiva tan ágiles como extraordinarias. Dannar se movió como un rayo, descargando la espada contra el primero de los lobos en un movimiento circular que hizo saltar por los aires media cabeza del animal, aprovechándo el impulso del ataque y sin perder ni una centésima de segundo, Dannar dirigió su afilada espada ensangrentada contra el lobo que tenía justo al lado, pero la criatura vio venir el golpe y se movió con una tremenda agilidad para esquivarlo mostrando los dientes a la bruja para advertirle de que no le resultaría tan sencillo. El lobo se lanzó a por Dannar y la bruja hizo uno de los famosos movimientos de los brujos para esquivar los ataques rivales adquirido a base de sacrificados años recibiendo el golpe del infame péndulo. Pero la bruja no contaba con que aquel camino del Diablo estaba en tan malas condiciones, pisó un guijarro suelto, resbaló y cayó al suelo golpeándose en la cabeza duramente. Por si eso fuera poco, el lobo ya se encontraba sobre ella mordiéndole con furia y zarandeando su pierna izquierda. Un dolor agudo nació en su rodilla y le recorrió el muslo como una cuchillada, el lobo había conseguido dislocársela con sus violentas sacudidas.

Justo detrás de Dannar se encontraba Alberich, quien al mismo tiempo que la bruja destrozaba la cabeza de uno de los lobos se movió hacia atrás para proteger al enano. Las prisas casi le provocan lanzar un mal golpe, pero aquel movimiento debió pillar con el pie cambiado al lobo que apenas sí se movió para reaccionar y recibió la estocada en el lomo. La espada de Alberich atravesó el pelaje del animal y cortó profundamente hasta alcanzar algún órgano vital, el lobo solo pudo lanzar un agudo quejido antes de morir por el impacto. El kovirano no respiró siquiera antes de lanzar otro golpe contra el otro de los lobos que amenazaban al enano, el tajo de la espada iba ya bien dirigido, pero además contó con la fortuna de que el lobo resbaló y se golpeó la cabeza contra el suelo, dejándole todo el costado a Alberich para que le propinara la estocada a placer. El kovirano no dudó y su espada sajó las tripas del lobo y esparció sus intestinos por el suelo.

El enano mientras tomaba una piedra del camino y la lanzaba al lobo que había aparecido por su izquierda, junto al bardo, puesto que Alberich ya se había cargado de un plumazo a los lobos que le amenazaban a él directamente. La piedra voló e impactó en una de las patas delanteras del lobo, produciendo un terrible y feo chasquido. Entonces, un nuevo lobo al que no habían visto hasta entonces apareció por la espalda del enano antes de que Alberich tuviera tiempo de realizar un nuevo ataque para protegerle. Pero el lobo no atacó a Morkam, sino que se colocó frente a él defendiéndolo, mostrando los colmillos y erizando su pelaje negro frente a los lobos grises que asaltaban al grupo.

En el otro extremo, Martem se enfrentaba a uno de los lobos que habían aparecido por el flanco contrario a donde luchaban sus compañeros. El cidario clavó su puñal en el lomo del lobo, justo sobre la pata derecha, produciendo un profundo corte, el lobo chilló y gruñó, pero antes de que pudiera responder, el estilete que Martem sujetaba en la otra mano le producía un leve corte en la pata derecha. El lobo, no muy contento con las puñaladas recibidas, mostró los colmillos y gruño preparándose para saltar sobre el cidario, pero su mordisco pasó bastante lejos de Martem, que logró esquivarlo con un movimiento lateral bastante amplio que le alejaba del peligro de sus fauces.

Jezal, que iba justo tras Martem, gritó brutalmente mientras descargaba con una brutalidad igualmente feroz su hacha contra uno de los lobos que había aparecido junto a él. El nilfgaardiano no tuvo piedad alguna con la criatura, y el golpe fue tan devastador que cercenó una de las patas delanteras del lobo y se adentró profundamente en su cuerpo hasta atravesar a la alimaña a través de su costado. Aprovechando la fuerza de tan demencial golpe, Jezal cargó contra el otro lobo que tenía cerca e igualmente terminó con su vida de un solo golpe.

El bardo, temeroso de terminar formando parte de la dieta de aquellas criaturas, apuntó con su ballesta a toda prisa y logró clavar una saeta bajo el pelaje del animal, aunque sin hacerle demasiado daño. El lobo, cojeando por culpa de la pedrada del enano, saltó sobre el bardó y agarró su pierna con las fauces y le procuró un doloroso mordisco antes de que Rion lograra despegarse del lobo zarandeando su pierna para librarse.

La manada lobuna había perdido a la mayoría de sus componentes en apenas un momento, por lo que al verse en tan brutal desventaja, los lobos que todavía quedaban en pie decidieron huir de allí con el rabo entre las piernas y los lloriqueos del lobo al que el enano había quebrado la pata.

- Tiradas (25)

Notas de juego

-Dannar (ataque 1) vs L4 (esquivar): 23 vs 17. Daño 28x3 (cabeza). L4 muerto.
-Dannar (ataque 2) vs L2 (esquivar): 24 vs 27. Fallo.
-Alberich (ataque 1) vs L6 (esquivar): 13 vs 12. Daño 21. L6 muerto.
-Alberich (ataque 2) vs L8 (esquivar): 22 vs 0. Daño 26 + 10 Herida crítica letal. L8 muerto.
-Martem (ataque 1) vs L1 (esquivar): 15 vs 13. Daño 13.
-Martem (ataque 2) vs L1 (esquivar): 21 vs 12. Daño 3x0,5 (pata derecha) = 1.
-Jezal (ataque 1) vs L5 (esquivar): 33 vs 17. Daño 26 + 10 Herida crítica letal. L5 muerto (Hiciste crítico en la tirada, lance por ti).
-Jezal (ataque 2) vs L3 (esquivar): 19 vs 17. Daño 22. (tienes un +4 al daño por el TCO) L3 muerto.
-Morkam (ataque) vs L7 (esquivar): 24 vs 13. Daño 1 + 5 Herida crítica moderada. (Lancé el crítico por ti) Pata rota.
-Rion (ataque) vs L7 (esquivar): 9 vs 8. Daño 6.
-L1 (ataque) vs Martem (reposicionar): 12 vs 18. Fallo.
-L2 (ataque) vs Dannar (reposicionar): 14 vs 7. Daño 9x0,5 (pierna izquierda) + 3 Herida crítica leve = 7 y Pierna dislocada.
Dannar, quedas postrada (-2 ataque y defensa), recibes 3 puntos de daño no letal (AGU), debes superar una tirada de salvación contra aturdimiento. La pierna dislocada por el mordisco, además, te penaliza con un -2 al MOV, Esquivar y Atletismo.
-L7 (ataque) vs Rion (reposicionar): 14 vs 12. Daño 5x0,5 (pierna izquierda) =2.

He resuelto el turno en el orden de iniciativa aunque en la narración haya habido algún cambio para hacerla más coherente.

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21/04/2021, 13:33
Director

Morkam sabía que los lobos que vagaban por los bosques y acechaban impunemente a los viajeros viajaban en manadas lideradas en algunas ocasiones por un lobo más grande y marrón que era endemoniadamente más peligroso que los otros. Aquellas manadas actuaban con una increíble coordinación en sus ataques, como si los jodidos bichos pudieran comunicarse de alguna manera y planificar una estrategia para atacar a sus presas. Lo habían comprobado ellos mismos, al ser atacados por ambos flancos. Sin embargo, en la lucha no se apreciaba tanta organización por parte de las bestias, ni tampoco vio la presencia de uno de aquellos gigantescos lobos marrones de los que se hablaba. Era como si actuaran sin la coordinación de su macho alfa, al que probablemente habrían perdido.

La gente hablaba también de que los lobos temían al fuego, que resultaba útil para espantarlos, y que eran criaturas de mal agüero a juzgar por la cantidad de profecías que empezaban con un lobo y que nunca terminaban bien. Pero el enano sabía que aquello eran patochadas. Su propio lobo viajaba con él sin temer fuego alguno y sin haberle dado nunca más mala suerte que la que había gozado el resto de su vida.

Aún así, aquello que se decía del macho alfa bien pudiera ser cierto, puesto que los lobos eran criaturas que iban en organizadas manadas. Un grupo así, sin líder y tan numeroso, tendría que tener una guarida en la que refugiarse y algo le decía que aquel lugar no debería estar demasiado lejos de allí. Guardando probablemente los restos de sus anteriores victimas, bien fueran animales u otros viajeros que no tuvieron tanta habilidad a la hora de defenderse como ellos.

Notas de juego

Te doy esta información por la tirada. Normalmente para obtener información sobre algún monstruo es Cultura o Saber de Monstruos si tienes.

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21/04/2021, 14:09
Martem de Bremervoord

El caos dominó el tramo del camino cuando la nutrida manada de lobos se arrojó sobre los viajeros, que por fortuna estaban prevenidos. Con mejor o peor suerte, cada uno de los integrantes del grupo logró sobrevivir al ataque. Algunos de ellos prácticamente destrozaron a las bestias que se enfrentaron a ellos, mientras que otros se limitaron a evitar las fauces de los hambrientos animales con mayor pena que gloria. Pronto el aire se llenó de gañidos y aullidos lastimeros, y los pocos lobos que quedaron ilesos comprendieron que mejor sería dejarlo para una ocasión mejor, huyendo de aquel inesperado matadero con el rabo entre las piernas.

Lo habían conseguido.

Aún con el tambor de su corazón golpeándole fuertemente en el cuello, Martem bajó lentamente los cuchillos con los que se protegía la cara en cuanto entendió que ya no iba a recibir ninguna dentellada inminente. Despacio, miró a su alrededor para comprobar qué tal suerte habían corrido sus compañeros. Se sorprendió al ver que había sido precisamente Dannar, la bruja, la que se había llevado la peor parte: su pierna estaba doblada en un ángulo extraño que sugería que no todos los huesos estaban donde debían. Parecía doloroso. Con todo, los lobos que se le habían puesto delante lo habían pasado peor que ella, y al menos uno tenía la cabeza abierta como un melón, desangrándose en el casi inexistente empedrado. Rion, por su parte, también cojeaba ligeramente, aunque lo suyo más parecía una mordedura superficial. Los demás estaban ilesos, y ya empezaban a bajar de esa extraña nube en la que la batalla sumía los sentidos.

Teniendo en cuenta cómo podían haber ido las cosas, les había salido bien la jugada.

Sin decir palabra, Martem se aproximó a Dannar y le tendió la mano, ofreciendo a la mujer que se ayudase de él para ponerse en pie si lo necesitaba, pero con todo y con eso, la bruja iba a requerir que le volviesen a colocar la pierna en su sitio si quería seguir andando. No le preguntó si estaba bien: sabía que lo estaba. Dannar se habría enfrentado a cosas mucho peores que aquellos lobos esmirriados, así que no insultaría el orgullo de la guerrera con palabras huecas. En vez de eso, giró el rostro hacia el resto de sus compañeros, sin mirar a ninguno en particular.

¿Todo el mundo de una pieza? —preguntó. Sería mejor que así fuese. Cuanto antes reanudasen el camino, menos oportunidades habría de que volviesen a atacarlos.

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21/04/2021, 18:04
Rion Aedryn

Todo sucedió muy rápido. Que el bardo no era un avezado combatiente quedó demostrado después de efectuar su lanzamiento. Si llevaba consigo algún arma era por una simple cuestión de autodefensa, pero ni mucho menos era alguien diestro en el manejo de ellas. Encima, no es que dispusiera de un equipo de gran calidad para defenderse. Él siempre había sabido granjearse la solución a los problemas en su camino mediante la palabra y la música. Por eso, maldijo para sus adentros su escasa puntería. 

Rion apretó los dientes cuando sintió los colmillos del lobo en sus carnes. Por fortuna, estuvo lo bastante rápido para evitar que el animal siguiera cerrando sus fauces en torno a su pierna. De lo contrario, no sabría si podría continuar caminando. Tan solo fueron unos segundos en los que se escuchaban las respiraciones agitadas de todo el grupo después del repentino ataque de la manada, la cual huyó tal y como apareció, al verse superada. Observó que sus compañeros de viaje eran hábiles guerreros, puesto que algunos lobos yacían muertos, con extremidades cercenadas aquí y allá. “No me conviene alejarme demasiado de ellos si quiero seguir vivo” —pensó mientras exhalaba un suspiro. 

Maldita sea... ¿Y este era un sendero seguro? No le vuelvo a hacer caso a una anciana en mi vida —masculló, escupiendo las palabras. Estaba exagerando, claro; si no, no se llamaría Rion Aedryn—. Yo estoy bien —respondió mirando de reojo a Martem.

La herida de su pierna no dejaba de ser superficial; le recorría una ligera punzada de dolor de la que, en principio, no debía preocuparse en exceso. Los miró a todos durante un instante, comprobando su estado, hasta que cayó en la cuenta de que Dannar estaba hace nada tendida en el suelo con algún gesto de dolor y se acercó presto a ella para asegurarse de su integridad física, a pesar de que con el carácter de la mujer lo mismo le caía una reprimenda tonta por el mero hecho de no guardar las distancias. 

¿Cómo estás? ¿Crees que podrás continuar la marcha o necesitas descansar? —preguntó, con rostro inquisitivo, inspeccionándola brevemente. Se había despertado en él un sentimiento de protección, igual que cuando vivía en la granja y su hermana Tarsia sufría algún daño.