Partida Rol por web

En la flor de la vida

El cuento del lobo

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08/03/2022, 21:46
Dannar

Dannar no dijo nada, no comentó. El viaje, herida y con la anciana olvidándose cada poco rato de lo que estaban haciendo, había acabado por resultar cargante, y ni su empatía ni su paciencia eran tan holgadas como las de otros; estaba deseando que aquello llegara a su fin, cobrar y marcharse por fin.

Vamos ya, si —gruñó, echando a andar con dificultad.

Notas de juego

Disculpad la tardanza y el escueto post. Me estoy poniendo al día a saco y no doy. Además, bueno, le pega esta reacción jajaja.

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09/03/2022, 18:53
Ysentrud

—Pues sí está cambiao, sí. Paíce otro pueblo —la mirada de Ysentrud no parecía reconocer Belmonte. Se sorprendió especialmente por la gran cantidad de terreno que los leñadores le habían ganado al bosque, y por las nuevas casas que se habían construido en la villa.

—¡Ah, esta calle sí la recuerdo! —dijo cuando tomaron la vía que conectaba la posada de Gunter con la casa de Uli, los ojos de Ysentrud brillaron y una sonrisa se dibujó en su rostro al reconocer el lugar—. Aquí cerca vive mi nieta Pyrrha, una moceta mu guapa, ¿les he hablaó ya de ella? —la visión de la casa derruida de la familia de Ysentrud asomó de modo alarmante a sus mentes en cuanto la anciana la mencionó. ¿Qué pasaría si la viera? Seguramente le provocase un infarto.

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09/03/2022, 19:08
Karl

Pero entonces ocurrió algo que ninguno de ellos había previsto. Al pasar frente a la puerta de la posada alguien les reconoció y señalándolos con un dedo avisó al resto de que el grupo había regresado al pueblo. Ya se temían algún tipo de conflicto cuando varios lugareños salieron de la posada aplaudiéndoles y felicitándoles por sus hazañas. Más gente, alarmada por los gritos de sus paisanos, se sumaban a la ovación y los vítores para el grupo. Entre el bullicio escucharon a alguien decir que eran unos héroes. Karl, el antiguo peletero del pueblo, se encontraba entre los presentes y fue el primero en reconocer a Ysentrud.

—¡Y además han traído a Ysentrud! ¡Bravo! —los elogios se redoblaron desde ese momento, y por un momento temieron que incluso les fueran a lanzar pétalos en su camino hacia la casa de Uli.

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10/03/2022, 00:21
Martem de Bremervoord

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Martem al comprobar que la señora Ysentrud reconocía su pueblo natal, aunque era evidente que este había cambiado mucho desde la última vez que lo vio. Pensó entonces una idea absurda: ya que la anciana recordaba a su nieta como una muchacha joven cuya última visita aún esperaba, ¿era posible que hubiese sido la desaparición de Pyrrha la que le hubiese desencadenado su demencia? ¿Cabía la esperanza de que, al enfrentarse a la realidad y saber de modo incontestable que su querida nieta había muerto hacía décadas, Ysentrud recuperase la noción del tiempo, al menos en cierta manera?

El jaleo que la gente del pueblo empezó a montar a su paso distrajo al cidario de sus pensamientos. Torció la boca en una mueca de disgusto. En aquellos momentos, no le parecía que exponer a la señora a sobresaltos emocionales fuese lo mejor de cara a lo que le esperaba. A punto estuvo de no decir nada y de limitarse a seguir andando con mala cara, pero finalmente decidió ponerse una sonrisa en el rostro y hablar a la multitud:

Muchas gracias, señoras y señores. Ahora, por favor, les pido calma. Ysentrud está cansada del viaje, y como sabéis, el alcalde espera verla. Luego tendremos tiempo de celebrarlo.

No tenía muy claro que hubiese muchas ganas de celebrar nada una vez todo quedase dicho, pero no se le ocurrió nada mejor que decir para disolver la congregación.

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10/03/2022, 22:35
Morkam

A pesar de que el sabor y la textura de la sopa no era nada apetecible, el enano arrugo la nariz y se la tomó con avidez. A lo largo de su vida había pasado varias veces hambre y no estaba dispuesto a desperdiciar una comida, menos aún dada su situación. Sin duda aquella noche sería dura, plagada de dolor, sudores fríos, escalofríos y fiebre. Necesitaba estar fuerte.

Al día siguiente Morkam se despertó cansado y débil, testigo de ello era las profundas ojeras que enmarcaban su mirada y la lentitud de sus pasos. Quería llegar cuanto antes a Belmonte, para así poder ser tratado como debía ser y dormir en una confortable cama durante al menos un día entero; sin embargo la vieja Ysentrud no parecía estar por la labor. En multitud de ocasiones su mente demencia da se desorientaba, queriendo regresar a su hogar u olvidando porque caminaba con unos desconocidos. En un comienzo el artesano ayudo a sus compañero a calmarla; sin embargo tras varias ocasiones, decidió guardar silencio por respeto a una mujer tan bella, aquejada por una enfermedad de la mente.

A esa ronda anaden otra mas de miá cuenta— respondió con una ligera sonrisa ante las palabras de Ryon—. Vivih pa contarlo lo merece.

Para sorpresa del enano, los habitantes de Belmonte los recibieron de una manera que jamás había visto. Los de su raza no siempre eran tolerados y menos aun bien recibidos; sin embargo allí estaba, siendo vitoreado por unos humanos. Un torrente de sensación afloro en sus entrañas, una mezcla de incomodidad y orgullo. Al contrario que Martem, el hombre de pequeño tamaño se mantuvo callado, tratando de mantener la compostura.

Mientras caminaban hacia la casa del alcalde, Morkam observó el poblado con otros ojos. Las gentes de allí, humildes y trabajadoras, no se habían mostrado hostiles hacia su persona y ahora se mostraban agradecidos. Aquello le hizo valorar la opción de establecerse allí. Con la recompensa de Uli por los trabajos y su nueva fama, la idea de abrir una tienda con sus productos se antojaba apetecible. Sin duda una pausa en el camino de su vida con un buen final. ¿Sería acaso eso posible?

Notas de juego

Disculpad el retraso, pero no tuve tiempo de sentarme frente al ordenador en condiciones, al menos para escribir un post decente y no uno de cinco líneas 

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11/03/2022, 11:20
Dannar

La respuesta de Dannar ante la repentina euforia de algunos de los pueblerinos fue algo menos delicada que la del cidario. En lugar de palabras dejó escapar un gruñido y, en vez de gestos conciliadores, entrecerró los ojos mirando con fijeza a cualquiera que se cruzaba en su camino.

Y es que, a su entender, aquél ruidoso espectáculo podía hacer que la anciana sufriera algún brote o colapso, y tendrían que empezar otra vez con otro de los episodios en los que les tocaría detenerse a explicar todo de nuevo. Sinceramente, había tenido suficiente y llegaba a su límite.

Además, como le dolía la maldita pierna...

Notas de juego

Todavía nos la matan de un infarto o algo jajajaja.

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13/03/2022, 12:32
Rion Aedryn

"Menos aplaudir y más dejar una propina por ayudar al pueblo..." —se dijo Rion al presenciar a aquel grupo de gente efusiva que se agolpaba cerca de la posada cuando se les ocurrió pasar por allí, coreando y animando a los aventureros. A él le encantaba que le recibieran de esa manera, aunque bien era cierto que preferiría que ese momento llegara una vez cobraran la recompensa y dejaran a la anciana a cargo del alcalde y los demás habitantes de Belmonte. Entonces sí que se regalaría los oídos con cualquier comentario bonito que les hicieran.

Gracias, son ustedes muy amables. Ya les contaremos más tarde todo lo que hemos vivido en este viaje... ¡Les aseguro que merecerá la pena aguardar un poco! —exclamó con entusiasmo, pensando que además eso provocaría que más cerveza corriera por sus venas llegado el momento y tal vez soltaran alguna corona extra por escuchar el relato cargado de detalles.

El bardo dedicó una reverencia a los parroquianos que se congregaban en el lugar, en una especie de escenificación teatral apenas impostada, antes de acompañar a los demás en dirección a la casa de Uli. 

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13/03/2022, 16:34
Jezal

¡Sus muertos, ni el mismísimo Emperador Emhyr Var Emreis disfrutaba de tales recibimientos cuando desfilaba por La Ciudad de las Torres de Oro! Aquello, tenía que conesarlo, le gustó más de lo que debería. ¡Qué bien sonaba eso de héroe! Menuda historia de redención para un desertor. Todo el vitoreó consiguió distraerlo, durante un rato, de la realidad de la situación. Podían haber hecho algo bueno, pero eso no hacía que todo lo que la rodeaba fuera menos trágico, o que la situación de Ysentrud no siguiera siendo un problema, incluso ahora que estaba en el pueblo. De hecho, las palabras de Martem le hicieron darse cuenta de que todo aquel barullo seguramente no haría favores a la de por sí confusa mujer.

Ah, sí, bien es cierto que mejor sería guardar las celebraciones para otro momento —admitió—. Mejor sería primero darle algo de tranquilidad a la mujer.

Pero cierto era que, por una vez, el nilfgardiaano tenía ganas de celebrarlo. Como poco, de celebrar que seguía con vida. Le daba la sensación de que las marcas del pecho no desaparecerían mientras tuviera vida, y serían para siempre un claro recordatorio de su mortalidad.

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14/03/2022, 14:03
Gunter

Ysentrud mostraba una salud más fuerte en su físico que en su debilitada mente, la muchedumbre no agobió a la anciana a pesar de estar acostumbrada a una vida ermitaña. Pero, algo confundida con lo que estaba pasando, y al percatarse de que la gente aplaudía al grupo de viajeros, se puso a hacer lo propio olvidando que había llegado con ellos. Con una sincera sonrisa se acercó Martem y le dio las gracias, aunque el cidario estaba seguro que la anciana no tenía ni la más remota idea de por qué se las estaba dando. 

Rion trató de calmar a la cada vez más numerosa afluencia de lugareños que les vitoreaban, recibiéndolos casi como auténticos héroes. Ansioso de que llegara el momento de cobrar la recompensa, el bardo trató de abrir camino entre la multitud. ¡Iban con una anciana y una bruja coja, además de otros heridos, por el amor de Melitele! Y no es que al bardo le desagradara toda esa atención, pero más le gustaba una buena bolsa cargada de coronas. 

—¡Vaya que sí! —respondió a sus palabras uno de los presentes, Gunter, el posadero—. Una historia digna de ser contada y recordada. ¿Hará usted una canción? Me encantaría que la interpretara en mi posada. 

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14/03/2022, 14:13
Uli

Entre los recién llegados que se abrían camino entre la muchedumbre vieron llegar a un sonriente Uli. Si los rumores se extendían en Belmonte más rápido que la peste, una noticia como aquella lo hacía veloz como el rayo. Algún chavalillo había ido corriendo a casa del alcalde a informarle de la llegada de los heroicos viajeros, y de paso lo había pregonado a los cuatro vientos logrando que más gente saliera de sus casas y se sumara a la multitud.

El alcalde llegó hasta ellos y les estrechó las manos con dolorosa efusividad, salvo a Morkam, de quien se percató de su brazo maltrecho y le dio un inesperado abrazo. El enano nunca había visto tales atenciones por parte de un humano hacia los de su raza. También se alegró de ver a Ysentrud, quien cada vez estaba más confusa y trataba de amoldarse a la situación aplaudiendo y mirando todo como una niña pequeña que no sabe muy bien qué ocurre. Eufórico como estaba, el alcalde apenas les dejó hablar y se apresuró en felicitarles.

—¡Sois unos héroes! —Bramó Uli—. ¡Y contra un hombre lobo nada menos! Y esa otra bestia... La dama de no se qué... No sabíamos que hubiera tales criaturas por estos lares, pero ¡qué gran fortuna haber contado con un grupo tan valeroso como vosotros! 

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15/03/2022, 01:06
Martem de Bremervoord

Finalmente, entre el alboroto que se había formado en la calle, el alcalde Uli salió a saludarlos. Martem permaneció atento a cualquier posible reacción que la anciana Ysentrud pudiese tener al ver tan envejecido a quien recordaba como solo un muchacho. Su ceño se frunció al oírlo mencionar a las criaturas con las que se habían batido el día anterior.

Señor, no creo que sea buena idea hablar de estas cosas delante de ella, ya sabe —dijo con discreción, haciendo un gesto con la cabeza en dirección a Ysentrud—. Me parece que lo mejor será que vayamos a su casa y comentemos tranquilamente el final de la historia. Prepárese, porque no será fácil de asimilar. Pero pienso que a ella puede hacerle bien saber cómo terminó todo, al igual que a usted.

El cidario tenía la esperanza, quizá vana, de que el relato dejase la suficiente huella como para arrancar a la pobre anciana del pasado en el que vivía atrapada, aunque solo fuese para que tuviese la oportunidad de llevar a cabo un duelo que le había sido negado durante tanto tiempo.

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15/03/2022, 10:38
Morkam

El torrente de emociones que sacudía al artesano no hizo mas que enturbiarse al escuchar las palabras del alcalde. Su sonrisa se hizo amarga y sus pensamientos se tornaron desconfiados. Ninguno del grupo había compartido la existencia de La Dama del mediodía. Uli tan solo sabía que un hombre lobo rondaba por los alrededores del poblado o al menos era lo que parecía. Ademas, Morkam, no olvidaba la verdadera incógnita que les había adentrado en aquella vorágine de investigación y conflicto: Las causas de la muerte de Pyrrha.

¿Por que había obviado la presencia de aquella criatura? ¿Tenían miedo de que no aceptaran el encargo si se trataba de dos criaturas a las que enfrentar? ¿O por el contrario era una vil estratagema para deshacerse de ellos por encontrar el cuerpo de su antigua prometida? Aunque esa ultima conjetura resonaba con fuerza en los pasillos de su mente, no encajaba en absoluto con el dolor y las lagrimas de aquel hombre. A no ser que fuera su actual mujer quien matara a la pobre muchacha o que el alcalde en un arrebato de ira la matara.

Cansado y extenuado, dudaba sobre si debía pasarlo por alto o simplemente cobrar su recompensa y quizás marcharse. Sin lugar a dudas, sabiendo que Uli les había mentido, le hacia replantearse sobre su impulso de quedarse o no en Belmonte.

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16/03/2022, 15:39
Dannar

Todo aquello estaba muy bien, pero era hora de terminar y recibir el pago por... Miró al alcalde. ¿Por qué sabía lo de la dama? Había mencionado al hombre lobo, pero nada más. De hecho, ni siquiera ese tema lo había confirmado, solo habían sido suposiciones antes de partir, el día anterior. Entrecerró los ojos. Algo no cuadraba allí. ¿Había mentido? Y si les había engañado con eso, ¿con qué otra cosa lo habría hecho? Pronto lo averiguarían.

Será mejor que hablemos en su casa, si —corroboró Dannar—. En privado.

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17/03/2022, 13:06
Rion Aedryn

Rion alzó las palmas de las manos para apaciguar la creciente algarabía del respetable y de paso atendió la petición del posadero.

Todo a su debido tiempo, estimado... —dijo, a modo de respuesta—. Además, mi laúd se ha roto por el camino... Y sin él, mi música no suena igual —añadió, hundiendo ligeramente los hombros con pesar, al recordar el triste destino de su preciado instrumento—. Es como quitarle a un leñador su hacha para cortar troncos, le conviertes en un patán inservible.

La repentina aparición de Uli le distrajo, alegrándose en parte de que ya estuviera allí, porque eso significaba que cobraría antes su merecida recompensa y podría comenzar a beber cerveza o llenar el buche. Pero algo de lo que comentó el alcalde le pareció extraño, haciéndole enarcar una ceja con escepticismo. ¿Por qué mencionar eso? ¿Cómo sabía con certeza las criaturas que había en el bosque? Tal vez fuese solo cosa de los rumores entre los parroquianos... O quizá era que les habían utilizado para limpiar los males que asolaban el lugar, por considerarles prescindibles; no dejaban de ser un grupo de forasteros en territorio desconocido. Vaya uno a saber...

Un trago de su aguardiente entraría ahora mismo muy bien. Habrá que celebrarlo, ¿no? —murmuró, haciendo ademán de caminar en dirección a su casa. 

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17/03/2022, 18:25
Uli

—Ah, sí, sí, cierto. Ysentrud...

El alcalde miró a la anciana con cierta ternura, apiadándose del estado en que se encontraba su mente y con la culpabilidad de haber olvidado su existencia durante todos esos años. Trató de hablar con ella pero la anciana no le reconoció. Entre tanta gente congregada en torno a ellos y el barullo formado, sería difícil comunicarse en condiciones. Uli se encaminó con el grupo de vuelta a su casa, pero la gente comenzó a seguirlos junto a la algarabía que formaban.

—Será mejor que Ysentrud no vea el estado en que quedó la casa de Elder y Anna —le susurró a Martem, quien caminaba a su vera. Alzó la mano e hizo un gesto a un muchacho, su hijo, que se acercó abriéndose paso entre el gentío que les seguía—. Lleva a la señora Ysentrud a casa dando un rodeo por la forja de Dan, que no vea la casa de su familia. Así también la libramos de esta agobiante muchedumbre.

Martem le aseguró que la historia que tenían que contarles no sería fácil de asimilar, de hecho parte de la insistencia del grupo en hablar a solas con Uli estaba en las palabras que él mismo había pronunciado al respecto de las criaturas que el grupo había enfrentado. ¿Cómo era posible que estuviera al tanto de eso? ¿Es que acaso sabía más de lo que les había contado? ¿Les había mentido? Una vez Pyrrha se alejó junto a su hijo, el alcalde volvió a hablarles siguiendo lo que Martem había comentado anteriormente.

—¡Vaya! ¡Ya lo creo que es una historia increíble! Cuando nos la contó el mago ese amigo de ustedes casi no me la creo. Por cierto, que callado se lo tenía el jodío, apareció así de pronto en medio del corral de la señora Anka soltando rayos y fulminando a tres de sus gallinas. A la pobre Anka casi le da un infarto. Espero que entiendan que tuve que descontar un par de coronas de su recompensa para compensar la pérdida de las gallinas. ¡Pero qué historia! ¿Pyrrha convertida en una criatura vengativa vagando por los caminos todo este tiempo junto a ese hombre lobo? Joder, seguro que vuestro bardo tiene material para una buena historia.

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17/03/2022, 23:06
Martem de Bremervoord

Aunque Martem estaba tan concentrado en escudar a Ysentrud del inoportuno entusiasmo de los belmonteses que al principio no había caído en la cuenta, pronto se percató de algo muy extraño: ¿Cómo es que Uli estaba al corriente del espantoso encuentro que habían tenido el día anterior? Por las caras que estaban poniendo sus compañeros, ellos debían de estar pensando la misma cosa. Por suerte, el alcalde no tardó demasiado en resolver la incógnita: se ve que Alberich, el muy cabronazo, había usado su magia para volver a Belmonte y explicárselo todo a Uli, pero no para pedir ayuda para los camaradas a los que había dejado atrás, ah, no, sino para asegurarse de recibir su parte de la recompensa por… ¿por hacer qué, exactamente? Martem se jugaría el cuello a que ese truhan sin escrúpulos había engañado al alcalde, explicándole con toda suerte de mentiras lo valientemente que había combatido, resistiendo heroicamente junto a los otros hasta que, viendo cómo los estaban masacrando, no le había quedado más remedio que escapar para conservar la vida. Sucio traidor.

Conque recompensa —murmuró el cidario, con una débil mueca de desprecio dibujándose en su roja barba. Martem no se enfadaba casi nunca, siendo como era un hombre acostumbrado a reprimir sus emociones, pero en aquel momento estaba furioso. Con todo y con eso, no varió su tono de voz suave y templado mientras continuaba hablando—. Le diré lo que pasó, señor: ese indeseable hijo de la gran perra se esfumó en mitad de la nada en cuanto vio que se nos echaban encima una bestia negra de tres metros de alto y un espectro fantasmagórico con garras como cuchillas. No esperó ni medio segundo. Abrió ese portal mágico de mierda y nos dejó con el culo al aire. —En su caso, literalmente—. ¿Recompensa? Atarlo del poste más alto que hubiese en el pueblo y pegarle fuego, eso es lo que tendría que haber hecho. Con lo bien que nos habría ido su ayuda, y mire. —Hizo un gesto con el brazo hacia Morkam—. A este le han partido el brazo por cuatro sitios distintos, a saber si podrá volver a usarlo. —Hacia Dannar—. Ella, aunque no lo parezca porque aguanta el dolor como una cabrona, tiene una pierna rota. —Y, por último, hacia Jezal—. Y a él le han hecho una desgracia en el pecho que por poco no lo destripan. —Negó con la cabeza, visiblemente disgustado—. El bardo y yo hemos tenido más suerte, pero igualmente casi nos matan. Y el hijo de puta ese va, desaparece —Martem chasqueó los dedos—, pide su recompensa y se va tan contento. Hay que joderse.

Pero, por muy cabreado que estuviese, así era el mundo, y no es que pudiesen hacer nada al respecto, precisamente. Por eso, el pelirrojo cerró por un instante sus glaucos ojos del color del cielo, haciendo por tranquilizarse.

Lo siento, señor. Claramente usted no tiene culpa de nada. —Martem dejó escapar un liviano suspiro por la nariz. Si en algún momento había llegado a parecer alterado, esa impresión desapareció por completo—. Ahora, en lo que tenemos que centrarnos es en cómo explicarle esto a la abuela de Pyrrha. Su mente está atrapada en el día que su nieta iba a ir a visitarla. Se ha quedado ahí para siempre. Si al menos pudiésemos hacer que se diese cuenta de lo que ha pasado, aunque solo sea durante unos momentos…

No terminó la frase, porque no sabía exactamente qué más decir, ni por qué le importaban Ysentrud y su historia. Pero el caso era que le importaban. Sentía que podría dar un cierre a aquella tragedia y ayudar a la anciana a abrir un capítulo nuevo en la ya corta vida que le quedaba por delante.

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19/03/2022, 09:49
Dannar

Las dudas se disiparon rápidamente, no así el calor que sintió en el estómago, haciéndose eco de la ira del cidario. Ese puto mago había escapado cuando más lo necesitaban, y encima había tenido la desfachatez de presentarse allí como un héroe, el muy cabrón; que se guardara bien las espaldas, pues si alguna vez volvían a encontrarse, le devolvería el favor. Puede que ella no hubiera caído en las prácticas de otros de la escuela del Gato, pero no era ajena a que muchos humanos eran también monstruos de una u otra forma. Lo que le preocupaba ahora, más que la historia que ya había contado Martem con acierto, era el tema de la recompensa; Uli la había mencionado como si ya la hubiera entregado, y esperaba, por su bien, que no hubiera caído en la trampa de darle todo al kovirano.

Pero ese problema ya es suyo y del resto del pueblo —dijo, continuando donde su compañero lo había dejado—. Nosotros solo queremos lo nuestro y poder descansar, curarnos las heridas y seguir nuestro camino cuanto antes. Yo, al menos, he tenido suficiente de Belmonte.

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20/03/2022, 18:35
Rion Aedryn

¿Amigo? —El bardo tuvo que contener una carcajada irónica tras escuchar todo lo que relataba Uli—. A cualquiera se le tilda de amistoso hoy día.

Alberich les había dejado tirados igual que a unos pobres perros callejeros, así que como poco le podían considerar un miserable enemigo y traidor, mas nunca un amigo. En lugar de ayudarles llegado el momento crítico de la aventura, el tipo huyó sin mirar atrás y ni siquiera se le ocurrió utilizar ese portal mágico para llevarlos consigo. Si volvían a encontrarse con él lo mínimo que podía recibir eran un par de golpes bien dados (y esto siendo muy generosos); no suyos, por supuesto, sino de sus compañeros más fuertes. Que le dolieran de verdad.

Es buen material, no le quepa duda. Y probablemente lo utilice en el futuro... —dijo, encogiéndose de hombros con ligereza, en respuesta al alcalde—. Pero tampoco creo que sea bueno remover más de la cuenta el pasado o incluir a entes fantasmales o criaturas maldecidas en mis historias. Algo me dice que eso no me traería buena suerte... No es que vaya sobrado de ella, estimado —matizó, pues habían sobrevivido de milagro al ataque y aún daba gracias por conservar la cabeza junto al resto del cuerpo.

Rion se quedó pensativo unos instantes, abstraído de lo que estuvieran comentando los demás.

Habría que actuar con tacto y cuidado con Ysentrud para no atemorizarla, aunque dudo que consiga asimilar la muerte de su nieta y el tiempo que ha pasado desde que esta desapareció —reconoció con resignación—. Creo que no podremos hacer mucho más por ella que no sea proporcionarle una atención adecuada por parte de los vecinos de Belmonte. Que por lo menos disfrute de sus últimos coletazos de vida en mejores condiciones y sin pasar hambre.

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22/03/2022, 20:21
Morkam

Cuando el alcaide Uli explicó el motivo por el que conocía de la existencia de la Dama y del hombre lobo, Morkam se relajo en gran medida. No era la primera vez que en aquella aventura había imaginado grandes engaños y traiciones. En ocasiones las cosas eran mas simples de las que imaginaba; sin embargo aun quedaba la incógnita que llevaba rondando desde que habían llegado a Belmonte. ¿Por que Pyrrha había muerto y manos de quien había sido asesinada? Esa pregunta le carcomía las entrañas, pero ya había dado demasiado por Belmonte. Solo quería cobrar su ansiada recompensa y recibir los cuidados de un buen sanador.

Por otra parte, el artesano se relajo en gran medida al ver como la vieja Ysentrud era llevada por otro camino, lejos de la muchedumbre y de los ennegrecidos restos del hogar de su antigua nieta. ¿Realmente merecía la pena causar gran dolor a una pobre anciana y contarle la verdad? Aunque una parte de la mente del enano se aferraba a la esperanza de que esto le ofreciera cierta lucidez y con ello descubrieran el ultimo pedazo de aquella historia, su parte lógica lo rechazaba por completo. De nada servía acosar una mente aquejada por la edad, pues solo el dolor precedería al olvido.

Ese cabrón con pelosa en los huevos no merese ni el airre que respita— dijo poco después, uniendose como una voz más al coro de maldiciones—, pero bono, poco metal podemos sancar de esta mena de ferro.

» Con Ysentrud es mejore dejarla tranquela. Que viva el resto de su veda con la elosion de ver a su nenta— replicó con amargura ante las palabras de sus compañeros.

En cualquier caso, tomaran la decisión que tomaran, Morkam no pretendía ser la voz de la moral y la razón en aquel asunto. De nada servía tratar de convencerlos. En las semanas de convivencia con ellos había comprendido que no siempre es fácil convencerlos. De modo que simplemente seguiría la marea que produjeran con sus acciones y palabras.

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23/03/2022, 19:27
Uli

El enfado fue creciendo en el grupo conforme se iban percatando de la jugarreta de Alberich, no solo les había dejado tirados en mitad de la nada con dos criaturas de lo más feroces, sino que además el muy cabrón había ido a cobrar la recompensa por ellos. Uli pareció percibir la animadversión que crecía en ellos, pero no comprendía a qué se debía y pareció muy sorprendido de las palabras que se mencionaron y los gestos hostiles.

Sí, una señora recompensa, todo hay que decirlo —le dijo a Martem—. Consideramos incrementar el precio en quinientas coronas más por el monstruo imprevisto, todo el pueblo colaboró. Algunas familias dieron todo lo que tenían con mucho gusto.

Las palabras de Martem relatando como el mago se había esfumado, literalmente, parecieron horrorizar al alcalde que miró con ojos desorbitados al enojado barbirrojo.

Pero, ¿cómo...? No puede ser. Si nos contó que le lanzó una bola de fuego al hombre lobo y no sé cuántas cosas hechiceriles más. Le dimos tanto dinero que, esta mañana, antes de que llegaran ustedes, aún andaba contándolo. ¡Hasta le dejé dormir en mi mejor cama!

Las gentes del pueblo que iban siguiendo a sus nuevos héroes, permanecían ajenos a aquella conversación, alegres y entusiasmados por verse librados de los peligros que acechaban al pueblo. Mientras se detenían a hablar en la puerta de la casa del alcalde, centrando el tema ya en la cuestión sobre Ysentrud. La anciana y el hijo del alcalde aparecieron por detrás de una casa, caminando juntos.

—Creo que se merece saberlo. Si está tan mal de la memoria como decís dudo que lo recuerde más de cinco minutos, así que para bien o para mal... No sé, por lo menos aliviaremos el sinvivir por su nieta durante un rato. ¿Qué opinan?