Partida Rol por web

¡Maldita sea! no me acordaba del vaticinio de la vidente... más vale que Olaf tenga éxito... tener en contra otro augurio ya casi no me sorprende...

... pero esto ya me está tocando la moral... sea como sea se celebrarán los ritos... y os aseguro que serán apropiados, o no me llamo Brunhild Gunnarsdottir...

... bueno, ya que estamos, demos una vuelta por si vemos algo sospechoso... las casas del pueblo lo primero, si os parece.

Ottar sonríe a medias y comienza a caminar junto a la Godi. En realidad es un honor escoltarla y como tal el cazador anda con porte orgulloso ataviado con su manto de piel de alce blanco.

Los augurios, los huesos y todas esas cosa son importantes, pero nunca sond el todo claros. Además me niego a pensar que el destino de un hombre o de un pueblo esten escritos de forma inamovible. Los dioses son sabios y recompensan a los osados y a los valientes, de manera que si un hombre demuestra ser lo suficientemente valiente para enfrentarse a su destino y vencerlo, los dioses aplaudirán y gozarán desde sus moradas divinas.

No se que decirte, si te ganas el respeto de los dioses, bien. Pero las runas y los huesoso nos han dado consejos sabios a lo largo de cientos de años, no me negarás que algun tipo de poder existe y que nos ha guiado a lo largo de nuestra vida. Hay que respetar lo que dicen, es mi opinion. Eso no quita que si te labras tu destino, los dioses lo permitan y aprueben, aunque quiza Loky pueda ser quien te guie en ese camino y caigas en la demencia o su hermano Thor y te de fuerza en el viaje. Es demasiado complicado para mi.

Brunilda da media vuelta y decide ir en busca de Svala...

Voy a buscar a Svala...

Olaf se estremece de vez en cuando de manera angustiosa, intensa. El resto del tiempo esta muy muy quieto...

-Craaak. -Dice Cuervo. -El combate ha comenzado...

Apenas comenzado el combate, Olaf sabe que no puede ganar. El oscuro espíritu le derrota casi inmediatamente, sin que este sufra apenas.

El chamán nota como su conciencia se apaga, de alguna manera, durante unos instantes. De pronto, cuando se veía perdido, el ente ceja en su empeño, dejando libre la mente de su oponente. Por más que lo busca dentro del enfermo caballo, ya no lo encuentra. Sencillamente, ha desaparecido.

Incomprensiblemente, ha tenido éxito. Quizá Odín haya intervenido de algún modo misterioso...

De repente Olaf abre los ojos de par en par.

-Pero qué coñ... -Dice Cuervo, antes de esfumarse.

-¡Victoria! -Olaf parece pletórico, alucinado. Mira sonriente a Thornbjorg. Casi parece a punto de darle un abrazo, pero se contiene. -El animal esta limpio, ha sido duro, ha sido casi imposible, ha sido un combate digno de cantar en los salones del Valhala.

-Me alegro de que estés aqui, Olaf. He aquí, casi debe de estar a punto de llegar la gran Svala, y ya está hecho el trabajo... Craaak, los cueeervos traen siempre noticias, casi nunca buenas, casi...

Mira al cielo.

-Está avanzada la mañana, hay que realizar el ritual y yo tengo demasiadas cosas en las que pensar. Por favor, saludad a Svala de mi parte y pedidla que custodie al animal hasta que sea debidamente sacrificado. -Su gesto se oscurece. -Yo estoy demasiado cansado, cansado... y  Sibarnandan está limpio, y debe ser sacrificado. Nos veremos delante de la piedra, a la hora de los dioses.

Dicho lo cual, Olaf se marcha tal cual vino.

-Ah, por cierto, ya no es necesaria la cerveza. -Dice desde la puerta, antes de marcharse definitivamente.

Brunhild se yergue con donaire, con la escolta que lleva a ambos lados... no pueden evitar los paisanos detenerse un momento, apenas un suspiro, para dedicarles un pensamiento apreciativo.... aunque sin palabras, podría traducirse en "ahí van tres vikingos fuertes y orgullosos"....

¡¡¡Juhuuuuu!!!, ya me estaba dando rabia desperdiciar esta cerveza en una bestia, por muy impresionante y bella que sea, añade Sveim mirando sonriente a Tornbjorg, acto seguido rellena la jarra y levantandola por encima de su cabeza dice -brindo por Olaf y su maestria en chamanismos varios.

Menudo cuento tiene el Olafito, "ha sido casi imposible" dice, je, je, ni de coña,    piensa el poeta mientras vacia la jarra y mira de reojo al huesudo chaman.

Kirk se apresura tras Brunilda -Por todos los dioses!! Brunilda! aguarda! no se puede molestar a Svala antes de la hora fijada!... además Olaf acaba de salir del trance

En el interior de Olaf se agita una rica vida. Su oscura majestad campa por sus respetos y curiosea todo lo que quiere. Olaf se ha resistido hasta el desfallecimiento, pero ya ni protesta...

Su cuerpo agitado por corrientes contradictorias, vaga por el pueblo, evitando ciertos lugares, nada parece distinto en él de otros días, escepto, quizá, que parece mirar mucho de lo que ve con una mirada nueva, como si viera la luz del sol por primera vez, por ejemplo.

-¿Qué es essa cosa, desgraciada mujer ssin nombre?

-...

-Deja, ya lo encuentro yo. Oh, curiosso, ssirve para sacar agua de los sitioss.

El ente oscuro utiliza los recursos de que dispone con agilidad y pregunta con soltura a la gente. Leves signos lo delatan, un ligero seseo, un cierto vacilar de vez en cuando. Nada fácil de descubrir en una persona que todo el mundo considera loca. Acaso... si, cuervo no ha dicho hasta el momento este pico es mío.

Casi inmediatamente después de que Kirk salga y se diriga a Brunilda, un despistado Olaf casi se los lleva por delante.

Olaf mira a Brunilda de hito en hito, luego se vuelve a Kirk.

-Hemos al canzado la victoria... Kirk, oh valerosso. Pero no está todo concluído, ni mucho menos. ¿Verdad, cuervo? Debeis molestarla, por desgracia, sin duda ahora está buscando los dones del poderoso Odín, para brindarselos al pueblo. Pero de nada servirán si Sibarnandan no es conducido al ssacrificio como debe.

-Craaak, malas noticias... -Dice Cuervo.

-¿De qué servirán sus dones, oh... Brunilda... querida mía, si no se lleva adelante el sacrificio y reina Loki el engañoso en el Valhala?

Olaf les mira contristado.

-De nada. -Se responde a si mismo. -Y yo estoy tan cansado. Sabed que el enemigo anida en el interior de este poblado, y que Sibarnandan el grande es vulnerable todavía, Ssvala debe vigilarle pues es más fuerte que yo. Os dejo, debo vigilar, debo encontrar a Brunhild. Debo... -Hace un gesto de dolor y se larga.

Lo primero que notáis es que Uppsala está inusualmente silenciosa, en especial para tratarse de un día festivo tan señalado. Apenas se ve a nadie fuera, los ciudadanos parecen haber optado por realizar sus tareas en el interior de sus casas y el intenso frío, aunque no nieva por el momento, tampoco favorece a que la gente se reuna.

Avanzáis calle abajo, y a vuestros oídos llega una melancólica melodía que recordáis de la noche anterior, pues Sveim la interpretó. Una voz femenina, limpia y triste, la canta.

♫  Guerrero que nos liberaste
     dinos tu nombre verdadero  ♪
♫  por ti un brindis sincero
    ¿en qué lugar tú naciste?  ♪

♫  Nunca supe mi vero nombre
     un brindis acepto a mi salud  ♪
♫  se donde me hice  hombre 
     llamadme el guerrero astur  ♪

Asgerd, la rolliza mujer de Otkel el pescador, teje a la puerta de su casa una cesta de mimbre. Al veros llegar, interrumpe abruptamente su canción, y baja la mirada a su labor nerviosamente.

Olaf escucha la canción, como los demás, pero un tanto impaciente por hablar, mirando a Brunhild con ojos muy abiertos. Cuando termina y baja los ojos la mujer, se arranca, avído de atención.

-Ressuelto el problema, oh Godi, digo resuelto y digo bien. El animal está limpio. Aún así, necesita vigilancia. ¿Verdad, Cuervo? -Palmea la espalda de la godi.

-Craaak, he aqui: los cuervos traen noticias, Godi, casi nunca bueenas!

Dicho lo cual, comienza a largarse con paso firme.