Partida Rol por web

EN UN MUNDO NUEVO. Parte - 1.

UN MUNDO NUEVO

Cargando editor
Cargando editor
09/06/2015, 13:43
Narrador

                                                                            INTRODUCCIÓN

Solía ser un lugar de castigo y encarcelamiento. Ahora, la cárcel de Cranston es un pequeño baluarte de supervivencia y esperanza frente a los horribles acontecimientos que han petrificado al mundo. Por una combinación casual de suerte, ingenio y coincidencia, la cárcel de Cranston se ha convertido en el refugio de una comunidad de supervivientes. Algunos de los residentes actuales han renombrado el lugar como Sunset Falls. Ambos nombres se usan indistintamente. Os encontráis entre los primeros supervivientes que se abren paso hasta la prisión tras el levantamiento  zombie. 

HISTORIA

Antes de los acontecimientos que condujeron a la caída de la civilización, la ciudad de Oaktown ostentaba una población de 1,2 millones de habitantes. Oculta en un valle rodeado de colinas y arboledas, su bullicioso núcleo urbano dejaba paso a opulentas casas suburbanas desde las que se podían contemplar las parpadeantes luces de la ciudad, y luego a bosques viejos y granjas. El río que abastecía a la industria y la agricultura de la ciudad fue sustituido por una moderna autopista de cuatro carriles que serpentea por todo el valle. Tomando la salida 12, una carretera de dos carriles llena de curvas se abre camino a través del espeso bosque, hasta las puertas de la cárcel de Granston. Al estar tan retirado, lejos del centro de la ciudad y del estallido zombie, se ha convertido en el sitio ideal para un pequeño grupo de supervivientes. Inaugurada en 1919, la cárcel de Cranston era una pequeña penitenciaría para encerrar a delincuentes psicóticos, o a aquellos cuyos crímenes eran tan atroces que había que separarlos de los demás reclusos. Como ocurría con otras prisiones de la época, Cranston fue construida para alojar criminales sin tener en cuenta consideraciones modernas como la salud mental y el bienestar del prisionero. Sus bloques de celdas de dos pisos albergaban a los prisioneros en celdas pequeñas y sin ventanas; su antaño moderno sistema de puertas funcionaba con control remoto; su estructura era robusta y ominosa, toda la operación fue diseñada exclusivamente para mantener a los prisioneros en el interior, controlados y atemorizados. En su momento más álgido alojó a poco más de 400 presos. Un disturbio provocado por tres prisioneros costó la vida a cuatro guardas, dos reclusos y una enfermera, demostrando así que Cranston carecía de las instalaciones disponibles en otras prisiones más recientes y de mayor capacidad. Los últimos presos fueron trasladados a penitenciarías estatales más modernas en otoño de 1965, y Cranston fue clausurada a la espera de que le asignaran una nueva utilidad. Esto nunca ocurrió, a pesar de los esfuerzos de los funcionarios locales, y la prisión ha permanecido abandonada hasta el apocalipsis zombie.

Cuando llegó el fin, lo hizo rápidamente. En los medios de comunicación, las noticias sobre extraños asesinatos (en los que las víctimas aparecían con la garganta destrozada) se convirtieron en informes de comunidades enteras sometidas a cuarentenas misteriosas, que a su vez dieron paso a emisiones de emergencia que instaban a la gente a permanecer en sus casas; todo ello en cuestión de semanas.

La gente no podía comprender lo que ocurría, el hecho de que los muertos estuvieran resucitando era demasiado fantástico para creerlo. Para cuando se pudo empezar a formular una respuesta, era demasiado tarde. La última transmisión televisiva que se emitió por la cadena local TV-6 mostraba unas borrosas imágenes de los zombies sedientos de sangre arrasando la sala de redacción.

A unos tres kilómetros hacia el sur de la vieja cárcel de Cranston, se encuentra el Instituto de la Comunidad de Oaktown, un pequeño campus suburbano con varios edificios, rodeado de extensiones de césped muy bien arreglado. Entre semestres, este instituto atendía las necesidades de profesionales, amas de casa y ancianos con su programa educativo para adultos. Durante la noche del Día de los Monstruos, había dos guardias de seguridad en la comisaría del campus: Moe Zweiger y Darryl Lamont. Lamont, un estudiante que trabajaba para pagarse los estudios, vio la última emisión de la cadena local en su televisor en blanco y negro. Debido a su pasión por las películas de terror, Lamont no se dejó llevar por el pánico. Zweiger (un funcionario de prisiones jubilado que trabajaba para complementar el dinero de su pensión) se cagó por las patas abajo, hasta que, en su huida, se fijó en la cárcel de Cranston. Lo que hicieron a continuación jugó un papel importantísimo en la supervivencia de unas tres docenas de personas.

Los dos juntos peinaron los pasillos de los edificios del campus, corriendo la voz sobre el ataque de los zombies. con la frase tópica "vengan con nosotros si quieren seguir vivos" Lamont y Zweiger, junto con varios estudiantes de clases nocturnas, profesores, y un par de conserjes, se montaron en sus coches y se dirigieron hacia la cárcel. Por el camino contactaron con todos los amigos y conocidos que pudieron, y se encontraron todos a las puertas de Cranston. Usando unas cizallas para entrar, los miembros del grupo (valientes y asustados al mismo tiempo) entraron en la prisión. Después de todo habían tenido una suerte extrema, ya que no se encontraron a ningún zombie por el camino.

Pero esto no duraría mucho, y si a alguien le quedaba alguna duda sobre la existencia de los zombies, pronto serían disipadas. Al no haber provisiones en la cárcel, varios grupos realizaron incursiones a Oaktown para procurarse comida en lata, sacos de dormir, queroseno y todas esas cosas, y fueron atacados. Una noche, una banda de zombies errantes se acercó a la prisión, demostrando las debilidades de las defensas del grupo. En ambos casos, los supervivientes tuvieron bajas, y comprobaron de primera mano el efecto del mordisco de un zombie. Lo que el grupo inicial de supervivientes pensó que sería una retirada a corto plazo hasta que las autoridades los rescataran se está convirtiendo en una situación más a largo plazo. Ahora, la gente que vive entre los muros de la cárcel se toma muy en serio su supervivencia, y debe empezar a trabajar en equipo para fortificar su emplazamiento, restaurar los servicios vitales y conseguir suministros.

Notas de juego

Los jugadores que quieran pueden ser ciudadanos de Oaktown que fueron con el primer grupo de supervivientes a la cárcel de Granston.

Cargando editor
09/06/2015, 22:46
Narrador

Cuando llegó el fin, lo hizo rápidamente. En los medios de comunicación, las noticias sobre extraños asesinatos (en los que las víctimas aparecían con la garganta destrozada) se convirtieron en informes de comunidades enteras sometidas a cuarentenas misteriosas, que a su vez dieron paso a emisiones de emergencia que instaban a la gente a permanecer en sus casas; todo ello en cuestión de semanas.

La gente no podía comprender lo que ocurría, el hecho de que los muertos estuvieran resucitando era demasiado fantástico para creerlo. Para cuando se pudo empezar a formular una respuesta, era demasiado tarde. La última transmisión televisiva que se emitió por la cadena local TV-6 mostraba unas borrosas imágenes de los zombies sedientos de sangre arrasando la sala de redacción.

Escuchastes los ruídos de la gente gritando... te aíslas del mundo exterior. Pasas de ver la televisión y prefieres ponerte DVD, aunque sean de Sandra Bullock. La realidad no es nada bonita, así que te refugias en un mundo de ilusión. Comes lasañas congeladas, te haces macarrones con tomate de bote, lentejas de lata... Te duchas con agua caliente, bebes cervezas frías... Y te va bien... hasta que un día todo hace... ¡POF! Y se acabó la luz. 

Sabías que tarde o temprano pasaría esto, pero no esperabas que sucediera tan pronto. Se terminaron las películas y la televisión, pero eso no es lo peor. La nevera ya no funciona, y los ultracongelados, con los que contabas para el futuro, pronto estarán Kaput. Así que te das un atracón de comida antes de que se estropee. La copiosa cena te pasa factura y te pasas la noche entera vomitando. Genial.

A la mañana siguiente, ya recuperado, decides retomar tu vida. Tras un café con agua -ya no hay leche-, sales en busca de más comida y de un arma.

Notas de juego

Para los que elijan una ciudad diferente dentro de los Estados Unidos.

Cargando editor
23/06/2015, 20:50
Narrador

Llegas a la cocina, abres el grifo y sacias tu sed. No hay nada de comer; afortunadamente, hay unas chocolatinas, así que coges una y te la llevas al salón. Te sientas en el sofá y enciendes el ordenador. Buscando por google ves una misma noticia, una y otra vez junto con un vídeo. En el contemplas con horror a una reportera atacada por un recién atropellado mientras trataba de cubrir la noticia en directo.

Después escuchaste los gritos en las calles, disparos y una gran confusión poco más te puedes creer...Todo parece ser un espejismo o un sueño de terror. Estas desorientada recibes antes de nada la llamada de tu compañero no vivís muy lejos y es posible que las calles estén todavía desérticas para poder encontraros.

Recibís un mensaje en el móvil parece ser de supervivientes, el mensaje en cuestión dice - "vamos un grupo a la cárcel de Cranston parece que es el único lugar seguro donde poder esconderse. Y si estáis más cerca del campus, entonces id ahora estamos agrupando a la gente para salir en los coches hacia la cárcel. Quedarse en la ciudad supondría la muerte..." Fin del mensaje.

Notas de juego

- Estáis al teléfono os conocéis sois amigos, hablad entre vosotros y llegad a un acuerdo o no. Los dos habéis leído el mensaje de los supervivientes.

Cargando editor
23/06/2015, 21:14
Narrador

Posees una pistola una simple pistola es todo lo que conseguiste coger, y menos mal que la dejaste en el coche sino tampoco hubieses podido obtenerla. Sigues conduciendo desde que encendiste la radio y, tras sortear los canales musicales habituales, encontraste un canal de noticias. Te enteraste de lo que pasaba en el resto del país. El gobierno había decretado el estado de emergencia. Recomendaban permanecer en el interior de las casas y no salir a las calles.

Te llega un mensaje a tu móvil... Éste dice algo de una cárcel en Cranston, el único lugar seguro para los supervivientes. Quemas ruedas para ir más rápido mientras lo haces se te ocurre llamar a la policía de Oaktown.

                                                                Seras Victoria

(En la tele de la comisaría) Da igual el canal que pongas, en todos retransmiten lo mismo: el apocalipsis. La hecatombe. Los muertos vuelven a la vida al poco de morir. Hay un debate sobre el tema entre un sacerdote y un médico en uno de los canales. El presidente del gobierno recomienda no salir a la calle hasta que todo se calme. Después te enteras, zapeando, de que después de emitir ese comunicado cogió un avión y se largó del país. Pero huir... ¿adónde? Las imágenes muestran a caminantes en París, en Roma, en Japón, en Túnez, en todos los rincones del planeta, hasta en los más perdidos. Sí que parece el final de los tiempos. Al final los mayas se equivocaron por muy poco, piensas.

Las horas pasan en tu turno de vigilancia permaneces, despierta bebiendo coca-cola y ojeando una revista. Comprendes que ya no habrá más números de ésa, ni de ninguna revista; tampoco habrá nuevas pelis, ni episodios de tus series favoritas, ni nuevos discos. Es el fin de la civilización occidental. El fin del capitalismo. Es la hora de la supervivencia pura y dura. La ley del más fuerte. O ellos, los caminantes, o nosotros. La única meta, a partir de ahora, será sobrevivir a pesar de todo. Sólo los tipos que estén armados y bien entrenados podrán salir adelante. Piensas en ésas y en muchas cosas más durante tu turno de guardia. 

Notas de juego

Posteo para interaccionar entre vosotros has llamado a la policía y Seras está en la comisaría.

Cargando editor
23/06/2015, 21:27
Narrador

(Para Dave) Abres los ojos. Estás desorientado. Poco a poco, tus neuronas se encienden como un árbol de navidad, y recuerdas lo sucedido: tu novia conducía cuando un tipo que andaba de manera extraña se os cruzó en mitad de la carretera. Ella se vio obligada a dar un volantazo para no atropellarlo y, a causa de ello, vuestro vehículo se precipitó hacia el arcén. Caísteis por un terraplén y acabasteis estampados contra un árbol. Menos mal que llevabas puesto el cinturón. Miras a tu novia, sentada a tu lado; está inconsciente, con la cabeza sobre el volante. Alargas el brazo y tocas su cuello. No tiene pulso. Al levantarle la cabeza para comprobar que está bien, ves que un hueso le atraviesa la piel. ¡Dios, esto no debería estar pasando! ¿Se habrá roto el cuello? ¿Seguirá viva?

¿Susan? - la llamas. Pero no te responde. Te acercas para escuchar su respiración pero sólo oyes las pulsaciones de tu corazón, a cien por hora. Intentas mantener la calma, pero no resulta fácil, dada la situación. Además, los oídos no dejan de pitarte y te sientes como si una manada de elefantes te hubiese pisoteado entonces suena el móvil...

Te habías hecho amigo de ese jodido vendedor de ordenadores, eras un boy scouts pero en grande. Algo de comunicación no te vendría mal, así conociste a Dave. Os caísteis bien o sería que nadie os aguantaba, entonces siempre quedasteis con la excusa del ordenador para tomaros vuestras jarras y discutir de lo puta que era la vida... Cuando entonces todo se vuelve negro a causa de la noticia, lo primero es salvaros y escucháis un mensaje que habla de ir a la cárcel de Cranston. Y si vives cerca entonces pasarte por el Instituto del campus. No sabes qué hacer y lo primero es coger tu camioneta y llamar a Dave, si todavía estaba en su casa sería un buen acompañante en tu camino, no querías terminar tú solo con esos zombis.

Notas de juego

Cargando editor
23/06/2015, 21:35
Narrador

Los caminos del señor eran inescrutables, y así es lo que sucedió cuando te encuentras ante la nueva noticia que es comunicada en el autobús donde vas con tus fieles. Es un autobús escolar, y tu pensamiento religioso hace evidente que se acerca el sonido de las trompetas celestiales y el juicio del Todopoderoso. 

Otro mensaje llega pero esta vez a tu móvil, es un grupo de supervivientes que se dirigen a la cárcel de  Cranston, parece ser que es el único lugar seguro para sobrevivir. Además en el mensaje también dice que si estás cerca del instituto del campus entonces vayas allí con ellos para ser acompañado a dicho lugar. 

Cargando editor
24/06/2015, 11:57
Dave O´Connor

¿Susan?¿Susan estás bien?¿Susan? NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!  Salgo a trompicones del coche y rompo a llorar, estoy paralizado, como en estado de shock. Entónces suena el teléfono,lo cojo por acto reflejo, es Jeff hablando de no sé que cosa zombi. Está.....muerta,hemos tenido un accidente. Susan está muerta.

Cargando editor
24/06/2015, 17:49
Michael Savage

Con el corazón acelerado debido a la adrenalina que genera mi sistema al ver, con impresión, cómo algunas personas eran literalmente destrozadas y devoradas por lo que otrora parecian ser personas, me dirijo hacia la carcel de Cranston. Pero primero debo saber dónde está y cómo se llega.

Eso es, la policía... Espero que haya alguien disponible en la comisaría, una llamada y lo comprobaremos.

...

Ha habido suerte, contestan... Agente, son Michael Savage. Qué está pasando, la gente se ha vuelto loca. He visto cómo mataban a otras personas. Necesito llegar a la Carcel de Cranston, ¿por dónde debería ir?

Notas de juego

Master, qué ¿tipo de pistola tengo? las hay desde calibre .22 a .45 más los tipos de pistola de alta velocidad calibres .357 y .44 Magnum. Si puedo elegir, me quedo con una 9mm Parabellum.

D.M: Vale no hay ningún problema en que seas tú el que elijas el arma.

Cargando editor
25/06/2015, 09:46
Barbara Schmidt

Barbara se sentó sobre el sofá deshilachado del hotel, con la chocolatina sujetada con la boca, y agarró su portátil. Ese sabor a avellanas y chocolate era una de las cosas que más echaba de menos cuando se iba lejos. En la pantalla del ordenador estaba abierta la versión web de The Onion. Estaba tan desligada al mundo occidental que poco le importaba lo que realmente pasaba en él. Bajo con el touchpad, ojeando todo. Haciendo algo de tiempo. «Disney Worl aplica la eutanasia a un personaje que atacó a un visitante», sonrió. Tan absurdo. 

Pegó otro mordisco y, sin utilizar las manos, se las arregló para meter un poco más la chocolatina en su boca. «Propietario de campo de maíz habla con un zombi». ¿Quién inventaba aquellos titulares? Hizo esfuerzos por no soltar una risotada, no quería que la chocolatina cayera para luego solo tener que limpiarlo todo. 

Fue entonces cuando oyó el primer grito. 

Mentiría si dijera que le dio importancia. Se había criado en Nueva York. Oír gritos desde la calle era lo más normal del mundo. Otra de las consecuencias inherentes de vivir en la disparatada América.

Los disparos fue otra cosa. El corazón se le paralizó un instante. Primero un sonido aislado, lejos. Luego otro. Y otro. Los disparos fueron replicándose por todas partes. Tragó saliva y dejó el portátil en el suelo, con cuidado. 

Sus pasos eran lentos, con miedo. No quisiera mirar pero, a la vez, no podía quedarse debajo de la cama esperando a que pararan. Se asomó a la ventana, dubitativa, solo para encontrarse con el caos. Había un coche abandonado en mitad de la calle. Gente que corría sin rumbo aparente. ¿Eso eran cá...?

Abrió la boca y la chocolatina calló y golpeó suavemente uno de sus pies descalzos. 

«RIIIIIIIIIING».

El fuerte sonido del teléfono de la habitación hizo que pegara un salto y se girara mirando a todas partes, confusa. Tardó un instante en identificar el sonido y prácticamente se tiró sobre él. 

¿Si, diga? —borbotó sin saber muy bien qué decir. ¿Qué podía decir? ¿Que se estaban matando debajo de su ventana? 

Al otro lado de la habitación, el suave sonido de la vibración de su móvil llamó su atención. Era un teléfono casi prehistórico, de esos con la pantalla verde y un simpático Snake II. Barbara nunca había necesitado más. Agarró el fijo y, tras comprobar que el cable era lo suficientemente largo, empezó a moverse para recuperar el móvil. 

 

Cargando editor
25/06/2015, 16:57
"Jeff" F. D. Spuckler

¿¿Qué dices Dave?? ¡¡¡No me jodas!!! Onde estás que voy p'allá, rápido, el mundo se ha vuelto loco tío- está claro que Jeff no es precisamente un tio sutil, pero la muerte de un ser querido es grave, y se comporta lo mejor que sabe, lo unico en lo que piensa ahora mismo es en ir a por su colega, puede que esté herido y de seguro las está pasando putas. 

Pisa el acelerador de su pick-up por puro instinto, sin tener muy claro aún dónde ha sido el accidente pero está poniendose nervioso, y eso le lleva a ponerse violento.

Joder, que bien me vendría una birra ahora

Cargando editor
26/06/2015, 18:00
Dave O´Connor

Estoy en la 47 con la 85. cuelgo el teléfono, no tengo ganas de hablar, pero se agradece que venga Dave a echar una mano. Ahora tocaba llamar a la policia ,llamar a la familia de Susan, Dios que les iba a decir. Lo primero es lo primero, de modo que cojo el teléfono y marco el 911.

Cargando editor
27/06/2015, 00:30
Michael Rogers

Michael había pasado parte de la noche en vela terminando unos informes sobre un sonado caso. La víctima era alguien bastante importante y la familia tenía contactos, razón por la cual el juez quería los resultados de la investigación sobre su mesa "para ayer".

Fue mientras se tomaba un café para despejarse cuando, al poner la radio, se dio cuenta de que algo iba muy mal. Sólo daban mensajes muy extraños de alerta. Al poner la tele se encontró un panorama parecido en aquellos canales que estaban emitiendo en directo. Estaba cundiendo el caos en la ciudad, la gente informaba de que había cadáveres moviéndose por ahí y atacando a los transeuntes. ¿Pero que cojones? ¿Que era esto, otro intento de "La Guerra de los Mundos"? Cuando lo intentó Orson Welles por la radio funcionó sin mucho problema, pero la población ahora no era tan ingenua por dios...

Recibió un mensaje en el móvil. Número desconocido. Algún tarado le decía que se estaban reuniendo varios "supervivientes" en la vieja cárcel. Pffff...

Aun así, preocupado, se asomó al porche. Su calle estaba tranquila, no había indicios de ningún altercado. Pero más allá, por el centro de la ciudad, había diversas humaredas, y se oían ruidos de todo tipo como sirenas o disparos. ¡Sí que estaba pasando algo! En ese mismo momento pasó una chica joven corriendo por la calle, fatigada, con el terror en el rostro. Calle abajo, un hombre salió de un callejón tambaleándose. ¿Habría intentado aprovecharse de ella y le había salido el tiro por la culata? Fijándose mejor vio que el hombre no estaba para nada bien. Estaba cubierto de sangre. Detrás suyo apareció otro hombre. Este también parecía bastante perjudicado, pero... andaba extraño. Y de repente, el segundo hombre se abalanzó sobre el primero, desgarrándole la garganta a bocados, a tan sólo 30 metros de la puerta de Michael.

¡Ostia puta! -exclamó Michael apoyándose contra la puerta tras cerrarla- ¿Qué cojones era eso?

Rápidamente se lanzó hacia la mesilla de noche de su dormitorio, donde tenía guardado el viejo revólver de su padre. Cogió la caja, la abrió y comprobó el arma, parecía estar en perfecto estado pese a la antigüedad. En ese momento otro pensamiento cruzó su mente. ¡Bárbara! Su amiga antropóloga estaba de visita en la ciudad para el congreso que se celebraba en dos días. Cogió el móvil y tecleó rápidamente el nº de la habitación de hotel donde se alojaba.

Mientras esperaba al tono y la contestación, Michael empezó a revisar la munición que tenía del revólver. Parecía que gran parte había quedado inservible por el óxido o la humedad.

-¿Sí, diga? -dijo una familiar voz femenina al otro lado de la línea.

¿Bárbara? Gracias a Dios, ¿estás bien?

Notas de juego

Cargando editor
29/06/2015, 09:47
Barbara Schmidt

Pues... no lo sé —respondió débilmente sin apartar la vista de la ventana—. Están quemando cosas.

Barbara volvió a acercarse a la ventana. El cable del teléfono de la habitación se quedó tenso, casi tanto como se encontraba ella misma. Fuera el caos estaba asegurado. Era como verlo a través de la televisión, distante e irreal. Excepto por el olor que llegaba hasta allí.

Un olor profundo y desagradable. 

¿Sabes qué está pasando? —preguntó con voz débil, recordando de golpe el mensaje que había recibido en el móvil. 

Trasteó con el móvil («piiing», «piiing») hasta llegar a él. El contacto era desconocido y las letras grisáceas sobre el fondo verde parecían resaltar más de lo normal. 

—¿Qué...? —farfulló para sí misma. 

Cargando editor
30/06/2015, 16:12
"Jeff" F. D. Spuckler

La 47 con la 85, la 47 con la 85, la 47 con la 85 Cagüen la puta...La pick up aceleraba casi por iniciativa propia, y Jeff tenía que contener sus instintos para no acabar volcando en cualquier curva, tenía que sacar a su colega de allí, la gente en ese pueblo era bastante rara y a Jeff le había costado bastante encontrar un colega cómo para perderlo ahora.

Tengo que ir a echarle un cable, pa eso están los colegas, me necesita ahora mismo.

 

Notas de juego

Cargando editor
01/07/2015, 18:52
Michael Rogers

No tengo ni idea. ¡Acabo de ver a un tío medio muerto empezar a comerse a otro, por amor de Dios! Creo que la ciudad no es segura. Tampoco pienso comprobarlo. Cojo el coche y voy zumbando para allí a recogerte. No salgas de la habitación ni abras a nadie hasta que me veas aparecer mi coche desde la ventana. Recoge tus cosas, lo imprescindible. -dijo Michael considerablemente acelerado.

Mientras conversaba con Barbara, Michael terminó de hacer acopio de la munición. Sólo había encontrado cinco antiguas balas que parecían estar en un estado utilizable. Con el teléfono sujeto entre el hombro y la oreja, con manos temblorosas, llenó el barril del revólver con las balas recuperadas.

Te dejo, Barb, voy a salir. -dijo finalmente antes de colgar, mientras apuntaba a la ventana para comprobar la mirilla de la pistola.

Rápidamente recogió en un par de bolsas algunas provisiones y latas de comida que tenía por casa (si se iba no pensaba morir de hambre tan pronto) y cogió las llaves del coche. Se situó frente a la puerta trasera de la casa y respiró hondo antes de agarrar el pomo, dispuesto a salir...

Cargando editor
01/07/2015, 19:19
Narrador

Sueltas el cinturón de seguridad y tratas de abrir la puerta... pero no lo consigues. El golpe la ha atascado. Buscas otra salida: la ventanilla. Presionas el botón y rezas para que el sistema de apertura funcione. La ventanilla no se abre. Buscas algo con lo que romper el cristal. Abres la guantera y , aparte de algunos CD, sólo hay un mechero. Conque había dejado de fumar, ¿eh, Sandra? Aunque no crees que te sirva de mucho, lo coges. Nunca se sabe; quizá te venga bien más adelante. Entonces recuerdas que, bajo el asiento del copiloto, Sandra siempre lleva un cepo antirrobo. Lo coges y golpeas la ventana con fuerza. El cristal se rompe en pequeños fragmentos cuadriculados. Con cuidado - todavía quedan trozos sueltos- sacas tu cuerpo por la ventanilla. Todavía llevas el cepo en la mano y, por no soltarlo, te haces un pequeño corte en la muñeca. Es un simple rasguño y no le das mayor importancia. Una vez fuera del coche, compruebas que la línea está ocupada, intentas abrir la puerta del lado de Sandra, pero también está atascada. Por fortuna, ella viajaba con la ventanilla abierta. 

Cargando editor
01/07/2015, 19:34
Narrador

(Para Michael) De repente pierdes la comunicación intentas llamar otra vez pero está comunicando, te acuerdas en todas las malditas guerras, el ejército, los polis todos tenían que estar allí cuando más se necesitan pero no es así. 

(Para Michael) Esquivando coches, logras acercarte a uno accidentado. El humo que expulsan los vehículos te impide ver lo que está ocurriendo. Al aproximarte más, oyes unos gruñidos. Una ráfaga de viento despeja tu visión y los ves: una horda de caminantes bloquea la carretera. Ésa ha sido la causa de la colisión múltiple. Ves cómo se abalanzan con sus cuerpos mutilados, babeantes, heridos y sangrante sobre los conductores vivos. Ése arranca una oreja, aquel otro cercena una mano, esa mujer tatuada se abalanza sobre un jubilado y le desgarra el cuello. Es un espectáculo horripilante.

(Para Michael y Jeff) Cuando intentas dar marcha atrás un enorme pick up ha llegado en breve momento tras de ti contemplando la misma escena, y te impide poder mover tu coche para salir aunque sabes que no lo ha hecho aposta.

Notas de juego

Vuestro turno

Cargando editor
04/07/2015, 10:37
Michael Savage

Joder, qué espectáculo más dantesto. No entiendo qué puede haber pasado. La gente está loca, da la impresión que se comen unos a otros. Si no fuera porque es algo imposible, diría que se ha desatado un apocalipsis canival. Hay que salir de aquí corriendo.

¿Eh? Qué pasa, quién coño se ha puesto detrás de mi. Muévete joder...

Sin salir de mi coche, me giro y dirigiendome al conductor del vehículo que me impide moverme le digo mientras gesticulo con los brazos: "Eh, tio. Aparta tu coche, que por ahí no se puede seguir. Date prisa que esto parece peligroso".

Cargando editor
04/07/2015, 13:09
"Jeff" F. D. Spuckler

Me cago en la puta!!! - Jeff no sabría describir lo que está viendo, literalmente - ¿¿!¿!Que ostias es eso?!?!!?

Justo delante suyo había un tipo que le pedia paso, la pick up estaba bloqueando su camino, al escucharle, la ceja derecha de Jeff se arqueó en un gesto que solía preceder a la tormenta, pero este caso no era normal, esa horda de "gente" por la carretera le hizo darse cuenta de lo realmente urgente que era ir a por Dave, quizá ya fuese tarde, pero en el sur uno nunca deja tirado a un amigo.

Sin decir nada (sorprendentemente hasta para el propio Jeff), da marcha atrás y prosigue por una ruta alternativa en dirección a la dichosa 47 con la 85.

Aprovecha para llamar a Dave por teléfono, sé que lo estará pasando mal, pero tiene que saber esto.