Partida Rol por web

La agente consiguió recordar las claves que necesita, por suerte, y se puso a sacar todas las armas y enseres que pudo. Michael la ayudó a rapiñar lo que pudieran de los armeros.

Ehh, sé manejar pistolas convencionales, pero nada más. De todas formas hace mucho que no voy a la galería de tiro... ¿Para qué quiere que me quite la camisa? -preguntó extrañado.

No obstante, Michael comenzó a desabotonarse. Suponía que formaría parte de algún plan de la joven.

Al escuchar a Dave  te responde:

- Joder, tío. Vaya putada.

- ¡Vale, coño! - se rinde Chema, abriendo la puerta de par en par. Si me dices que no te han mordido, te creo, tío. Anda, pasa. ¡Ey ey! Esa sierra no, pasa tío si eres colega de David lo eres mío.

Después de comer y beber algo, os ponéis al día viendo la tele. Da igual un canal que otro, en todos sale lo mismo: muertos volviendo a la vida y atacando a todo lo que se mueve.

Ocurre en todos los sitios. Hasta en China - te informa tu amigo-. Es el puto fin del mundo. Y nosotros tendremos la puta suerte de verlo en mi supertele de 80 pulgadas y con calidad HD. ¿Hace unas birras?- Asentís, y os pasa unas latas-. Eres el único colega que ha venido a mi fiesta de cumpleaños. Todo un detalle, viendo cómo está el patio.

¿Qué quieres, tío? dice uno, mostrando la barra de hierro que lleva en la mano.

- ¡Vaya pinta traes! Se ríe otro, echándote un vistazo.

No eres el primero que pregunta ya ha pasado otro por aquí que se fue hacia aquella dirección te dice otra vez el primero, ni sé qué está pasando pero si necesitas algo entra dentro y sírvete. Tienes Samsungs... muy bien de precio... dice irónico.

Todos ríen la broma.

Se puede decir que las putas navidades se ha adelantado este año. Mira añade, enseñando su botín-, a mí el "gordo de rojo" me ha traído una tablet.

El grupo se dirige a la siguiente tienda para continuar robando.

- Sí señor, sí señor - Te dice el conductor entre sudores. 

Los demás que están en el vehículo guardan silencio, parece raro pero en situaciones de peligro nadie se atrevía a ayudar. 

Echas un vistazo al interior de la autocaravana, más amplia y confortable de lo que parecía por fuera, y descubres que hay otro miembro de la familia: su hija, una joven que lleva un piercing en la nariz y que no aparta sus ojos de ti. Ella es la única que te responde y te explica que sus padres no conocen la lengua de Shakespeare. Te enteras por su hija que ella se llama Inga, su madre, Karen, y su padre, Soren. La joven te dice que la autocaravana lleva radio incorporada, y que han escuchado por el canal de noticias: - hay varios muertos que regresan a la vida y se ponen a atacar a los vivos. Si no hubieras vivido lo que has vivido hoy, creerías que se trata de una broma radiofónica, pero sabes que, por esta vez, la cosa va en serio. La familia danesa decide que, visto lo visto, lo mejor será interrumpir sus vacaciones y regresar a su país de origen. Tú lo entiendes, y te dice su hija que si quieres puedes ir con ellos. 

Tu representante te ayuda con la cama para asegurar la puerta cerrada, ¡Oh bárbara nunca me escuchas! ¿Para qué quieres pertrecharte en un sitio como éste? ¿Acaso quieres que nos acorralen? Esas cosas dan asco pero son lentas si sabemos ir con precaución no tienen porque alcanzarnos.

¿Un amigo tuyo? se queda pensativo ¿Sí? Un mensaje en el móvil, pues no sé te habrá llegado tarde, ya que es imposible ir en coche, te encuentras los coches en mitad de la calle, pero andando tenemos una oportunidad. Si lográramos salir a la periferia nos podíamos hacer con un coche y entonces ir a ese lugar ¿Qué opinas?

Cuando ve que te acercas a la ventana está bien muerto, creo que lo has incinerado sonríe buena ha sido ésa Bárbara.

No tenía tiempo que perder con esos ladronzuelos había algo más importante que me esperaba, además podría ser que aquellos chicos decidieran que yo era también un objetivo.

Bueno gracias igual me paso luego. Dije mientras arrancaba para ponerme en camino hacia mi destino en busca de ese chico “Siempre hay gente que quiere aprovecharse de las situaciones” Pensé mientras veía aquellos chicos robando esas televisiones.

Pero lo preocupante era que no acudiera la policía, y que nada ocurriera con ellos, eso era malo, muy malo. Ocurría algo gordo la primera idea fue la de algún ataque al país, pero era ridículo. Borre todo aquello para centrarme en la carretera.

El joven Dave se serenó un poco al ver que su amigo cambiaba rápidamente de parecer, se sintió un poco culpable por todo lo que le había dicho, por lo que en cuanto se relajaron en su sofá le dijo:

- Siento lo que te dije Chema, pero me has cogido en un mal momento, tú sabes que no soy así, pero tenía los nervios por las nubes, perdón tío.

Y respondiendo a su comentario contestó:

- La verdad es que venía para acá cuando tuve el accidente - dijo mientras su rostro se ensombrecía - así que me pillaba más cerca tu casa que la mía, el regalo me lo dejé en el coche - dijo con una sonrisa irónica, recuperando algo de su buen humor.

Luego al ver que el bueno de su amigo parecía estar disfrutando del apocalipsis mundial, sonrió y le dijo:

- No presumas tanto, que dentro de poco tu super tele sólo servirá para decorar, en cuanto corten la luz en toda la zona. ¿Sabes si han dicho algo de algún recinto seguro?¿están haciendo algo las autoridades?

Reizan suspiro relajado al ver, que había alguien en la autocaravana, que entendía su idioma. Aquella pobre familia necesitaba su ayuda. Encontrarse con esa amenaza infernal fuera de su país y sin conocer bien el lenguaje, disminuía sus posibilidades de supervivencia enormemente. Querer volver a su nación era una intención más que comprensible en su estado, pero con apenas posibilidades de éxito.

El nerviosismo de esa familia era palpable.

- Hola Inga. Yo me llamo Reizan y soy pastor de la Iglesia del Santo Señor. Encantado de conoceros. - dijo a la joven, que era la que le entendía, pero mirando también a sus padres, para dirigirse en realidad a todos ellos. - Me encontraba de excursión con un grupo de mi comunidad, cuando oímos las mismas inquietantes noticias. Ahora nos dirigimos a un sitio seguro, donde poder meditar sobre nuestra situación y el futuro, que nos espera. - Como párroco de Iglesia y entrenado en mil sermones, Reizan dio la seguridad y fuerza necesarias a su voz, antes de continuar. - ¿Porque no vienen con nosotros y, cuando estemos en lugar seguro, pensamos como hacer, para que regresen a su país? Sólo tienen que seguirnos.

- Tienes razón Marcel...tienes razón, pero...Michael me pidió que le esperara aquí, tengo que avisarle para que no venga....pero esta mierda de móvil...- exclamó Bárbara llena de nerviosismo - nada...me da que está fuera de cobertura...

- ¿Qué hacemos Marcel? estoy desesperada, esto es terrible.... - la actitud de Bárbara delataba gran nerviosismo e intranquilidad.

Volvió a coger el móvil con nerviosismo mirándolo como si este tuviera la respuesta...finalmente se decidió, a pesar del miedo y la tristeza, Marcel tenía razón, era preciso ponerse en marcha. Si cuanto decía su acompañante era cierto, entonces Michael no iba a poder llegar y quedarse esperándole era una insensatez, ciertamente debía al menos intentar avisarle del peligro en la medida de lo posible, pero se dio cuenta de que quedarse a esperarlo no mejoraría en nada las esperanzas de supervivencia de su amigo.

Mirando el móvil tecleó un sms escueto y sencillo: "Crtras bloqds-pligrsas. Ve hacia refugio. No stoy sola". Suspiró al mandarlo deseando que Michael lo entendiera bien. Detestaba el lenguaje de los mensajes de texto, pero era imprescindible transmitir lo básico de la información en el corto espacio disponible.

Bárbara se sentía casi como si estuviera traicionando a su amigo, pero no le quedaba más remedio, así que le dijo a Marcel:

- Está bien, marchémonos ¿a ti te llegó también el mensaje? ¿sabes dónde está esa cárcel? dicen que allí podremos estar seguros.

A continuación empezó a destrancar la puerta, luego miró por la mirilla y, finalmente se decidió a asomarse al pasillo abriendo ligeramente la puerta.

- En marcha - dijo intentando mostrar seguridad - al fondo del pasillo debería haber un hacha de las que usan los bomberos para derribar puertas, se supone que todos los efificios tienen que tener de esas repartidas por los pisos por normativa. Será demasiado pesada para mi, pero tú creo que podrías usarla por si nos sale un cabrón de esos....yo intentaré coger una fregona o una escoba, si le pego un cuchillo de carnicero con cinta aislante podría al menos defenderme, no se...como con una bayoneta.

Ya estás muy cerca de encontrar a aquel hombre es lo primero que se te viene a la mente, mientras te diriges hacia allí y vas contemplando el caos a tu alrededor, piensas que, decididamente el fin del mundo se ha adelantado este año.

Para después ver el coche de Jeff aparcado en la cera en la que se encuentra uno de los diversos chalet, te percatas de un videoportero en el caso que quieras llamar y hablar con alguien a través de él.

La policía y el ejército solucionarán esta situación. Ya sabes, pondrán a los infectados en cuarentena en algún lugar apartado, tipo estadio de fútbol o algo así, hasta que desarrollen una cura. Seguro que el ejército ya tiene una. Puede ser cosa de unos días, quizá una o dos semanas.

Justo ayer fui en el coche e hice la compra para todo el mes. Verás como todo va a ir bien. Seguiremos viendo los telediarios para ver cómo evoluciona todo. 

No creo que corten la luz, esto no irá para mucho más tienes que ser optimista Dave.

La muchacha te lo agradece y se lo comenta a sus padres en su idioma, ellos se quedan pensativos para después afirmar con la cabeza. Sí padre te dice quitándose el chicle de la boca perdone dicen que es bueno para quitar los nervios, ¿irá usted en el autobús o prefiere venir con nosotros?  Te comenta expectante esperando más ayuda, aunque su forma de vestir es bastante al estilo punk no dejas de ver cierta astucia en su pensamiento.

La pareja habla entre ellos mientras las noticias de la radio se van transmitiendo, siguen hablando de lo mismo, parece ser que hay un colapso en la carretera principal, y que en la ciudad reina el desorden y con ellos los robos.

Tu representante coge el móvil, a ver voy a examinarlo, sí tiene cobertura quien no tendrá es tu amigo.

Qué carcel qué mensaje, no ningún mensaje he recibido. 

No encontráis hacha solo un extintor en el pasillo, cuando pasáis por el aseo de señoras escucháis a una niña sollozando, Marcell abre la puerta muy despacio y echa una ojeada a su interior. La escena es la siguiente: en el suelo del servicio yace el cuerpo de un guardia jurado, desarmado; al fondo, sentada en el suelo y con la espalda apoyada contra la pared, hay una jovencita que empuña un arma. Es ella quien solloza.

- ¿Te encuentras bien? Sí...- le responde, aunque sus gimoteos te impiden entenderla del todo-. Él... él se ha... y me quería...

- Te entiendo. ¿Has usado tú la pistola con él? Dice en un tono tranquilo para calmarla.

- Yo no quería... pero él... ¡ya no era él...!

- Lo sé, tranquila.

Se echa a llorar. Marcell hace ademán de acercarse con ánimo consolador, pero ella le encañona con el arma.

- No... no... te acerques más..., ¿vale?

- Vale - le responde Marcell, quedándose más quieto que un hombre estatua.

Comprendes que la chica está trastornada por haber matado a su compañero de trabajo. Pero no te olvides del detalle de que ella tiene un arma cargada.

Todo aquello no tenía sentido, al menos para mí me faltaba mucha información, pero desde luego había visto cosas similares en conflictos armados, pero realmente jamás pensé ver mi hogar en vuelto en aquello.

Conducía por los chalets, entonces me percate del coche de Jeff parado en uno, dude que hacer pero no podía esperar más aquel chico, por lo que seguí conduciendo llegado el caso volvería después. Aunque mi instinto me decía que era momento de prepararse, comida, agua, medicamentos y armas. Lo prioritario en un entorno como el que se volvía la ciudad.

Dave no coincidía con su amigo por lo que le dijo:

- Lo siento Chema, pero he visto demasiadas pelis de zombies como para pensar que ésto va a salir bien, así que cuanto antes te vuelvas tan pesimista como yo, más probabilidades tendremos de sobrevivir. De momento tu casa parece ser un buen refugio, pero creo que deberíamos meter el coche de Jeff dentro, por si tenemos que escapar. Además he comprobado que para volverte zombie no sólo depende de que te muerdan, sino que si mueres, aunque sea por causa natural, te despiertas al rato como uno de ellos, es lo que le pasó a Susan - dijo cabizbajo, aún no se creía del todo que no la volvería a ver, pero el estar con los amigos le ayudaba a sobreponerse, y continuó diciendo - por lo que si alguno de tus vecinos se muere, tenemos ya un zombie en el interior.

Así si, esto ya es otra cosa...- digo mientras me relajo en el sofá con una cervecita en la mano.

Pues si te preocupan los vecinos Dave, ya sabes que yo vivo más en el bosque que en la ciudad, y tengo alguno más de estos...juguetitos - me reclino y saco el revolver de la espalda, enseñándoselo al resto y volviendo a guardarlo donde estaba.

Me está empezando a cabrear esta situación y no me gusta estarme quieto, pero mientras haya cerveza yo estoy conforme - al finalizar me repachingo sobre el sofá y le doy un nuevo sorbo a la birra.

- Me parece una sabía decisión. - comentó con una sonrisa a la joven. - En cuanto a la oferta de ir con vosotros, te lo agradezco, pero me temo, que no puedo. - Haciendo un gesto hacia el autobús, que seguía esperándole con el motor en marcha, continuó. - Ahí dentro viajan mis feligreses y me necesitan ahora más que nunca. Por eso, sintiéndolo mucho, no puedo ir con vosotros. Supongo, que me comprendes, ¿verdad Inga?

Reizan noto cierta tristeza en la muchacha y quiso animarla un poco.Buscó en sus bolsillos hasta que encontró un paquete de chicles y, ofreciéndole uno, la dijo con un guiño - A mi también me ayudan a tranquilizarme. Son de menta. Espero, que te guste el sabor.

No queriendo perder más tiempo, pues aún les quedaba algo de viaje, se aseguró, de que Inga había entendido sus instrucciones. - Vosotros seguidnos de cerca y todo ira bien.

Quería tranquilizarles, pero no le quedó mas remedio, que terminar con un último consejo. - Y buscad cualquier objeto en la autocaravana, que os pueda servir de arma en el peor de los casos. Un cuchillo, una barra de acero, cualquier cosa parecida. Rezad a Dios, para que no tengamos que usarlos.

Vaya situación...pensó Bárbara paseando su mirada nerviosamente del aseo de señoras a los extremos del pasillo sin poder decidirse que le causaba más zozobra, si la posibilidad latente de que uno de aquellos monstruos apareciera o el peligro real y efectivo del arma que empuñaba la muchacha.

La persona que tenían enfrente parecía sufrir un cuadro de lo que los psicólogos llaman "estress post-traumático", pero la verdad es que Bárbara nunca había tenido la psicología en muy alta estima, tampoco tenía demasiada paciencia en las actuales circunstancias y no deseaba otra cosa que ver a Marcel reducir a la muchahca quitándole el arma y quizá soltándole un sonoro bofetón en el proceso...el miedo me está volviendo mezquina y miserable...este pensamiento se cruzó por su mente que luchaba por mantener el control.

El encuentro con la muerte...sin duda es una circunstancia suficiente para provocar una "ruptura de nivel"...o algo así...tenía bastante olvidadas las clases de Antropología de la universidad. Tanto Bárbara como Marcel se habían visto en la misma circunstancia pocos momnentos antes y eso tenía que haber engendrado una cierta solidaridad entre las tres personas....pero Bárbara solo sentía miedo y vacío...¿Acaso debía suponer que la muchacha sentía lo mismo?

Miro a la chica a los ojos procurando serenarse y mostrarse afable sin denotar pánico: - Escuche señorita...cálmese, haga el favor...¿podría decirme como se llama? - procuró imprimirle a su voz una cierta calidez relajante, mientras pensaba que dirigirse a ella por el nombre ayudaría a crear un clima de confianza.

- Somos amigos, no tenga miedo - añadió sintiendose esta vez con el ánimo algo más cercano al de su interlocutora - nosotros también hemos visto esas cosas...usted ya sabe...ellos no son humanos, hizo bien en disparar, hace bien en temer a esos caminantes, criaturas sin alma.

A medida que hablaba sentía que ganaba confianza y crecía su nivel de empatía con el resto de seres humanos de alrededor, su mente trabajaba mejor, alerta, pero no dominada por el miedo. Desde el punto de vista antropológico, la experiencia que habían sufrido podía asemejarse en estructura a un ritual iniciático de manual: encuentro con la muerte-lucha-ruptura de nivel....por si fuera poco, esas criaturas formaban parte de los temores atávicos propios de la cultura que todos compartían..era como si sus peores pesadillas tomaran forma, pero enfrentarse a dichas pesadillas y vencerlas tenía que tener un efecto terapeútico.

Bárbara observaba a la muchacha intentando dilucidar como respondía a sus palabras, pero mientras continuaba intentando tranquilizarla se acercaba muy poco a poco a ella....un poco más y tendré la pistola al alcance de la mano...pensó.

- No debes temer ya, lo has abatido..has sido muy valiente - Bárbara sonrió pero a la vez sentía que el corazón le latía a máxima velocidad...la pistola parecía estar tan cerca...siguió observándola confiando en que se relajase un instante para arrebatarle el arma.

Me lo imaginaba...aquí no hay cobertura...

Dijo la pelirroja con un pesado suspiro. Cogió dos bolsas y comenzó a llenarlas de armas y munición. En la primera tres pistolas del calibre 45, dos pistolas de bengalas y dos linternas. En la segunda un subfusil de 9mm y un fusil de asalto de 5,56mm. En cada bolsa metió dos cajas de su munición correspondiente y un botiquín. Después se guardó toda la munición que pudo encima de subfusil de 9mm y metió una porra y dos pares de esposas en su cinturón.

Hmm...no se que más podríamos llevar... ¿Cree que hay suficiente? No he visto del todo a esas cosas asi que deme su opinión. De un modo u otro tendrá que ayudarme a cargar con las bolsas.

Buscó por la sala algún arma blanca de fill. Una navaja o algo similar. Mientras buscaba respondió.

Bueno, entonces va a aprender a disparar estas preciosidades, aunque si me dice que será más útil con un par de pistolas adelante.....Ah..y lo de la camisa es para ponerle el chaleco antibalas. No creo que esas cosas disparen pero mejor eso que nada.

Dave coincidía con su agreste amigo, levantó su cerveza en señal de conformidad y apoyo hacia Jeff, y le dijo:

- Estoy contigo amigo, es bueno saber que podemos contar con tu pequeño arsenal. De momento dediquémonos a gorronearle comida y bebida al bueno de Chema jajaja - dijo riéndose, esperando que su amigo no se tomara a mal la broma - si se complica la cosa ya vemos que hacemos.

Unirse a la pereza del grupo era mucho más cómodo que empezar a planear el próximo movimiento, por lo que se unió a la dinámica general y se sentó a disfrutar de lo que probablemente sería uno de los últimos descansos con los que gozaría. 

Luego se volvió hacia Chema y le dijo:

- Eh tío, ¿tienes aún puesta la Play 3?, voto por echarnos unas partidas al call of duty, así vamos practicando jajaja; o si no ponemos un maratón de pelis de zombies - dijo en un intento de hacer algo divertido, teniendo en cuenta las largas horas de espera que iban a tener que aguantar.