Partida Rol por web

 "Wow wow wow... parezze que esssto ssse essta llendo de lasss manosss... bien, me voy, loss dejo ssoloss ya que ninguno tiene ganasss de hablar conmigo... pero dessspuess tendremosss una charla, Vortex..." Shadowmancer da un paso como llendose y se da vuelta de repente "ah, y no sssoy nigún ssoplon". Entonces se va.

Al ver que todos se alejaban de Tank y Vortex, la situación volvía a normalizarse.

Veamos, tengo un plan para salir de aqui, y seguramente necesite la fuerza bruta y la resistencia que alguien cómo tu puede proporcionarme. He descubierto cierta información util en el poco tiempo que llevo sin estar drogado, y parece que eso va a seguir asi durante un tiempo. Supongo que cómo todos los de aqui tienes ganas de salir ahí fuera y seguir con tu vida, o destruir lo que sea, no es asunto mio, cuándo estemos fuera cada uno irá por su cuenta, pero para salir, debemos colaborar. Sólo hay que ceñirse al plan. Que me dices?

la gente va pasando por donde yo estoy e incluso se enfrentan en su prisa por hablar conmigo. Esto es hilarante, ya que he pasado meses en la trena sin que nadie se fijara en mi.

Tienes un plan...y el también, señalo a Shadow, y el también. Señalo a supermostahos. Creo que incluso la pelirroja chalada tiene un plan.Creo que yo soy el único que no tiene un plan de fuga. Si quieres mi consejo y ayuda, queda con ellos, reunelos a todos como puedas y mirar si vuestros planes se cruzan. Lo mas seguro es que vuestros planes choquen los unos con los otros y todos terminen en fracaso.

Los "tíos" no son los únicos interesados en la mole de hojalata. Todo el mundo parece estar comentando el reciente receso de Trix; incluyendo un grupo de prisioneras femeninas.

De ellas, la pálida Karisma no puede quitarte los ojos de encima, aunque intenta disimularlo cada vez que Tank la mira directamente.

Jin se acerca a Down con una sonrisa, pero Rote se le adelanta, abrazándola y largando un impulsivo ¿Cómo estás? bajo la mirada curiosa de los guardias.

El muchacho mueve la cabeza, sacudiendo la coleta, y le guiña un ojo a Down, señalándole con un gesto de hombros los guardias que la flanquean, aunque sea distancia.

Con un tono tal vez demasiado elevado, dice: Me muero de hambre, mejor no perderme el último turno de almuerzo, y se dirige hacia la otra punta del gimnasio, hacia el comedor, toma una bandeja y comienza a hacer la fila. 

Cuando Down se levanta, un preso de aspecto frágil y avanzada edad te sonríe y comienza a sentarse. Antes de que apoye su trasero en la silla, es apartado de la misma por una mano fuerte. Un hombre flaco, oscuro, a quien no reconoces de tu sector, se sienta en su lugar. A su espalda, un preso musculoso y tatuado se cruza de brazos, mirándote desafiante.

- Alex, Alex... mi nombre es Cuervo. Adelanta la mano para saludarte por sobre el tablero. Por como juguetea con las fichas con la otra, entiendes que no tiene intenciones de presentar partida.

Alan reconoce la voz, de las profundidades de su mente... y del ataque en el gimnasio. Se queda cautelosamente de espaldas, oculto tras varios presos, escuchando atentamente.

- A mi puedes decirme Johnny, acota el hombretón a su espalda. Los demás presos dejan a su alrededor una burbuja de espacio, de respeto.

A Johnny sí lo conoces, por los guardias. Es temperamental, sádico, sin límites. Lo mandarían al Sueño si su tío no fuera dueño de medio New York City. 

El individuo oscuro que antes se acercara a Tank, se sienta frente a Alex y comienza a hablar con él. 

Miro de reojo a la blanca muchacha que me mira de vez en cuando. Trato de percibir si me mira con intenciones amenazadoras o solo como si fuera un juguete curioso.

- Parece que te he limpiado de cigarrillos, Terremoto rie quedamente. Cuando tengas más para perder, ven a verme.

Comienza a levantarse de la silla, y si no lo interrumpes, se aleja con sus compinches.

Terremoto - le digo antes de que se vaya - y dime, ahora que Trix no está ¿Como crees que se podrá conseguir el "material" que el traía?

- Bueno señores, ¿en que puedo ayudarles? (alex se inclina hacia atras y cruza una pierna sobre la otra y sobre estas entrelaza sus manos)

Karizma te mira como si fuera una quinceañera frente al ídolo pop del día. Hace caídas de ojos, suspira suavemente, te mira de reojo mientras habla con las otras mujeres... pero sabes que no tienes que confiarte.

Una vez, cuando recién llegabas a Aguas Negras, intentaste acercarte a las mujeres. Claro, pensaste, una cárcel mixta tiene que ser muuy divertida. No lo fue ni un poquito. Las mujeres en Aguas Negras conforman una banda peor que la de los latinos, o los negros; son gatas encerradas que odian ser tratadas como objetos sexuales, y sus carceleras... los guardias con peor leche les dejan el paso libre a ellas. Las guardias también son un grupo de temer.

Disgustar a alguien del Pabellón Femenino es la mejor forma de terminar en el Encierro y apaleado. A un par de presos les gusta eso, claro, pero no es tu especialidad.

Cuervo se inclina hacia adelante, con las manos sobre el tablero de ajedrez. Johnny cambia la posición al costado, donde milagrosamente oculta a Alan tras su gran espalda.

Su voz es seca y rasposa, como la de un fumador crónico. Su piel es oscura, increiblemente lisa y seca. Es flaco y sin músculos marcados; en cierta forma parece un muñeco de cera sin terminar donde solo se hallan perfilado los planos principales del cuerpo.

- Primero, las cosas claras... si eres un soplón de los guardias, y les cuentas lo que voy a decirte, Johnny te partirá el cuello. Si no es él, será otro. Tengo muchas, muchas malas amistades entre estos muros.

Sabes que Cuervo ha estado en Aguas Negras desde hace realmente mucho. Probablemente desde el principio de su operación; y por lo que has oido, estuve preso desde mucho antes también.

- Una vez que he aclarado eso... tengo un negocio que realizar, que no puedo concretar. Y me estoy poniendo... nervioso. Tengo 10 millones de dólares allá afuera, para quien tú quieras, a cambio de que alguien salga de Aguas Negras... con los pies por delante, y con una bolsa negra como única prenda.

El limitado Johnny emite una risilla.

Antes de irse, Terremoto se acerca a tí sobre la mesa para susurrarte: Es muy pronto para saberlo, pero si puedes responder esa pregunta por tí mismo, serás muy muy rico.

Su aliento huele a menta, cuando se aleja, deja tras de sí un olor extraño como de tierra húmeda. Varios presos se arremolinan a su alrededor, aunque Terremoto los saluda y demás pasa mayormente de ellos.

- Bueno, ¿a cuanta gente piensas proponerle ese trabajo? (mira hacia Tank, Vortex y Shadowmancer y vuelve a mirar a Cuervo)

- Quiza deberias poner un anuncio pegado al lado del televisor...

- Numero uno: ¿me estas insultando? ¿crees que necesito dinero?

- Numero dos: Si tienes amigos tan profesionales que podrian acabar conmigo (sonrie) ¿porque no le pides a alguno de ellos que haga el trabajo?

- Tercero, digamos que tienes 10 millones de dolares que puedes mover fuera de la prision, largate de aquí, disfrutalos hijo, nadie se va a jugar el cuello por X millones de dolares reales o imaginarios, ahora mismo, aqui dentro, vale mas mi almohada que esos millones.

- Asi que si puedes ofrecerme algo que en mi vida actual sea de valor puede que te escuche muy atentamente, si no, por mi parte acabas de preguntarme de qué está hecho el Haggis.

Su risa es seca, como su voz. No me extraña que desconfíes. Mis amigos no pueden entrar a tu sector sin que sospechen de ellos. Este lugar es... demasiado público. Esos, mira hacia Tank y los demás, rechazaron siquiera oir del tema. 

- Vamos, si no necesitas el dinero, está bien... solo espero que tu reputación no se altere por ello. Su sonrisa es maquiavélica. 

Cada vez presto menos atención a Vortex hasta que al final me levanto y toso un instante.

Bueno Vortex...mucha suerte con lo tuyo...espero que tenas éxito. En este lugar ya tenemos masificacion carcelaria y todo eso. Que pases un buen día y tal. Le hablo en un tono algo ausente, como si mi mente estuviera en otro lugar, antes de caminar hacia el grupo de mujeres que están reunidas al otro lado.