¿Jessie, qué tal estás? ¿Te encuentras bien?
Corro hacia Jessie.
Corro hacia Jessie, ejem, ejem :D
-Me duele mucho James, creo que tenemos que buscar a Konkonator, así no puedo ir a ningún lado-dice con voz lastimosa. De repente aparece un pokemon que parece un perro detrás de ella-Ah, este es un pokemon nuevo que he capturado. Él me ha estado haciendo compañía todo este rato.
Sí, tenemos que encontrar pronto a Konkonator, tú no puedes caminar, y tienes que ser atendida rápidamente, por cierto ¿Cómo te lo has hecho?
Ese pokemon parece legendario, debe ser muy fuerte.
-Pisé una rama de mierda y me resbalé. Y ahora maldita sea, tengo el pie que me duele muchísimo-Está enfadada a la vez que triste por lo que le ha pasado-Al menos despistamos a la policía James...Hemos tenido suerte.
Sí, al menos lo conseguimos. ¿Jessie quieres que intente buscar a Konkonator, o prefieres que me quede aquí?
-Deberías buscarlo James, sería mucho mejor-Señala a Meowth con un ligero movimiento de cabeza-Meowth ya se puede quedar conmigo por si necesito algo. Luego iremos a un centro médico en el que no haya mucha presencia policial. Cómo tenga una rotura estamos perdidos James-te dice resignada.
Pues voy a intentar encontrarlo.
Me alejo lentamente de Jessie, pensando en dónde estará Konkonator.
Llevas un rato andando, dirigiéndote a la carretera en busca de Konkonator, cuando te encuentras a un anciano que se dirige hacia tí a través de un sendero. Se apoya en un bastón y camina con pausa. Hace un gesto para que te detengas mientras avanza hacia tí.
-¿Has visto el follón que has montado? Porque tú eres ese chico, ¿verdad?-te dice con una voz algo cascada por el paso de los años.
Yo solo combatía, solo entrenaba a mis pokemon para intentar luchar con el líder del gimnasio, nada más, disculpe si le he molestado, por cierto, ¿Quién es usted?
Maldito viejo.
-Eso no es lo que importa ahora mismo, muchacho. No está nada bien eso de ir robando al resto de la gente, ¿sabes?-Mueve el bastón apuntándote de forma acusatoria- Las cosas se consiguen por el trabajo de uno mismo y la verdad es que molesta bastante que otro llegue y te las arrebate. Podrías ser un buen chico, ¿lo sabías?, sé que en el fondo tienes buen corazón.
Yo no he robado nada, debió haber sido mi hermano gemelo James, que es un cabeza perdida, en la familia ya no sabemos que hacer con él, cuando mis padres murieron, mis abuelos nos criaron, y ya eran mayores para poder detenerlo en sus pillerías, aunque en el fondo tiene buen corazón.
Bueno, señor, tengo que marcharme, tengo mucha prisa, siento dejarle así tan de repente, pero tengo que partir presto.
El anciano se queda con la palabra en la boca cuando te marchas. Al parecer quería decirte algo importante. Al llegar a la ciudad ves cómo se está desarrollando un combate pokemon en una de las zonas habilitadas para ello. De momento no hay rastro de la policía.
Esperas durante una media hora. Konkonator sigue sin dar señales de vida. No tienes ni idea de dónde puede estar.
Estoy cansado de esperar... Seguiré caminando a ver si con suerte veo Konkonartor...
Sigues caminando por la ciudad. Empieza a llover. El día estaba nublado desde el principio pero te ha pillado de sorpresa la lluvia. Ves que la gente se reguarda en sus casas, en alguna que otra tienda. A lo lejos ves al chico que conociste que no ha reparado en tí.
Maldita lluvia...
Chico, chico!! Soy yo!!
Me acerco hacia él y pregunto.
¿Has visto por aquí una furgoneta con cristales tintados?
De tanto esperar, me estoy empapando, no sé porqué el chico no me contesta, quizás es una estatua...
Mario no nos amas!
El chico se da la vuelta al verte llegar.
-¡Anda, estás aquí! Te vas a poner empapado, pasa anda-dice obviando tu pregunta.
¡Gracias, chico!
Paso con él intentando resguardarme de la lluvia.