Partida Rol por web

Equipo Gaia

Corientes de Pensamiento - Prologo -

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05/10/2011, 21:07
Las Sombras (Director)

Hacía casi un año desde que habías ingresado en la Organización. Primero dos meses trabajando como mecánico en Lyon, Francia, luego una misión loca para conseguir datos de una empresa de seguridad en Paris.

Desde entonces has estado viviendo como Frederick Hennsel. Un piloto retirado por una lesión, que se dedica a organizar los planes de vuelo de un aeródromo en la zona de los Alpes suizos.

Un trabajo de lo más relajado. Porque a excepción de una o dos avionetas y las clases de vuelo, no hay nada en absoluto que programar.

Además, la “empresa te había procurado una casa en la montaña”, solitario y difícil de llegar a acceder hasta ella. Justo lo que tú necesitabas.

Tu vida transcurría lenta pero segura, algo que agradecías, hasta cierto punto.

No hacía mucho que había amanecido, y la tele hablaba de lo de siempre, crisis económica, vacunas milagrosas y algún escándalo sobre políticos extranjeros.

Ósea, nada de interés. Para el día de hoy tenias pensado coger el todoterreno gris que tenias asignado e ir a gastarte parte de la pasta que te ingresaban en cosas que sencillamente no necesitabas.

Algún cacharro para mantenerte distraído. Cuando lo que te hacía falta era volar. Sin embargo rápidamente cambio la cosa.

El teléfono de pared de la cocina empezó a sonar. Solo tu sabias que era un teléfono por satélite que pertenecía a los espías. Cualquier que lo cogiera vería que se trataba de un teléfono de adorno, y tú mismo habías llegado a pensar que así era en los últimos meses.

Sin embargo allí estaba, sonando. Dándote pie a otra misión, o al menos a que te reubicaran. Porque parecía que se hubieran olvidado de ti en mitad de la nada.

Al descolgar, una voz masculina, con acento francés comenzó a hablar.

Desea usted suscribirse al nuevo testamento para afroamericanos.

Esa era tu entrada, tu código de salida de aquel lugar. Un código tonto, sin duda. Pero estaba claro que no contrataban guionistas de Hollywood para escribirlos. Tu respuesta era aun peor.

No, pero me gustaría tomar los votos Masai.

Sin duda, nadie podría predecir una frase de esas características. Nada podía hacer que alguien por casualidad respondiera por ti. Era virtualmente imposible.  Ahora, la voz al otro lado de la línea esperaba una respuesta. Estabas listo para ser de nuevo un espía.

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14/10/2011, 00:10
Fatboy

Por un momento me sentí tentado de dar una respuesta acorde a la inmensa gilipollez que decía la voz al otro lado del teléfono pero me contuve porque al fin y al cabo estos tíos me pagaban así que antes recité la contestación correcta:

No, pero me gustaría tomar los votos Masai.

Claro que antes que pudiera reaccionar la "voz" podía aprovechar ¿no?

Bueno, en realidad me molan los afroamericanos pero solo los que luchan por algo más que sentarse a ver la televisión por cable ¿sabes? Y si algún día escribieran un nuevo testamento con un Jesucristo negro sería la polla tío, como en la película esa . . . sí, ¿cómo se llamaba? ¡Joder! Puta memoria oye . . .

Bueno, eso da igual porque yo pienso escribir la versión aborigen del advenimiento, con santísima trinidad y todo eso pero será un trío en carne y hueso que conozco y que se lo montan de puta madre oye.

Llegados a este punto empiezo a recordar al trío en cuestión y eso me hace perder el hilo de la chapa que pensaba soltar.

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14/10/2011, 13:43
Las Sombras (Director)

Notas, que la voz al otro lado del teléfono, se atraganta con las palabras que le lanzas. Después de escuchar lo que tienes que decir, carraspea para dejarse oír.

Tiene que estar mañana a las 13:00 horas en Paris, Rue Bottello Nº 37. 2º Derecha. Allí recibirá instrucciones.

Luego, sin decir una sola palabra mas, y casi sin que te dé tiempo de pensar en lo que ha dicho el teléfono al otro lado cuelga.

Sin duda, tu perorata sobre teología indígena se le ha atragantado tanto como para no querer decir una sola palabra más.

Aprovechas el papel de la cocina y un rotulador negro para apuntar la dirección. Aun es temprano, no te costara mucho llegar  a Paris.

La cuestión era elegir como llegar allí, en coche, en avión, corriendo. No, esa opción quedaba descartada.

Vivías en mitad de la nada en una montaña perdida de la mano de dios. Así que no te importaba mucho.

Cogiste el 4x4 que te había dado la empresa, y te lanzaste a la carretera, tras surtirte de comida de sobra para el viaje.
Conocías todos los aeródromos cercanos. Si te hacía falta podías enganchar una avioneta si te aburrías de conducir.

Al poco de salir, y bajar por la única carretera que subía hasta tu casa franca, te cruzaste con un coche cargado con cuatro tíos vestidos de negro, y con cara de pocos amigos.

Te dejo extrañado, y viste por el espejo retrovisor como seguían, sin duda, hasta tú casa. Quien era esa gente, y que querían. Decidiste, que era mejor no averiguarlo. Y te entro la duda de si estaban buscándote. Si era así, no tardarían en darse cuenta de que tú eras tú, porque nadie más podría salir de aquel lugar.

La trama se complicaba. Debías decidir qué hacer, y hacerlo rápido.

La frontera con Alemania no estaba muy lejos, en menos de 40 minutos podías pasar la frontera, y luego había más de un sitio a donde ir. Ellos aun tardarían media hora en darse cuenta de que te habías marchado.

Y no serian tan listos para pensar que te hubieras ido del país. O quizás, te lo estabas inventando todo tú, y no fueran más que un grupo de montañeros cabreados.

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14/10/2011, 14:20
Fatboy

¡JODER! Esos eran los "men in black", los putos hombres de negro. Y yo teniendo que marcharme. Se dirigían a mi casa y allí solo vivía yo que supiera. Eso quiere decir que o bien no estaba solo o soy un alienígena de incógnito con la memoria parcialmente borrada para que no pueda delatarme como un príncipe zartano oculto de la maligna Cherlindre o como se llame la tía buena esa que sale en la peli.

La cuestión es que seguro que alguno de esos o todos son tan marcianos como yo así que no confío en que pierdan mucho tiempo buscándome en casa. Si hubiera cogido el maserati ni me molestaría eso, solo pisaría y a disfrutar de las multas. Pero este cacharro no está hecho para correr así que . . . mejor cambiar de medio de transporte.

No me contrataron por ser brillante pero ya me fui de casa por algo como esto, más bien mucho menos. Será mejor evitar el riesgo, tengo una cita así que aprieto moderadamente mientras bajo de la montaña para aprovechar el tramo en que el 4x4 rinde más que el coche de los blacks. Me dirigiré a un aeródromo cercano, pero no el más cercano sino alguno que esté en sentido contrario a ese para hacerles perder tiempo si me buscan ahí.

Y una vez en el aire . . . que me echen un galgo, lo del alemán ese que aterrizó en la "Red square" será una tontería con lo bajo que pienso volar. Les voy a marcar la raya en medio a todos los caracoles de aquí a París.

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16/10/2011, 13:32
Las Sombras (Director)

No eras un GPS, pero sí que habías memorizado ciertos lugares, como los lugares desde donde se podía despegar una pequeña avioneta.

Estaba claro que con seguir los carteles a cierta velocidad con el coche, podías escapar de esos hombres de negro.

El caso es que llegaste justo hasta la zona del aeródromo. En la puerta había como siempre un par de muchachos que comprobaban las licencias. Era una suerte que a ti te conociera ya un buen puñado de personas.

Quizás aquellos dos chavales no, pero seguro que alguien dentro sí. Como por ejemplo Durkhard Drescher, un piloto viejo y suicida, que solía volar por este lugar. Con suerte estaría dentro, y con suerte aquellos dos idiotas te dejarían pasar.

Tras poner el coche en el control de acceso, uno de los dos chavales te pregunto el nombre. Al decir que te llamabas Frederick Hennsel, y ver la pinta que tenías empezaron a dudar de que fueras tu mismo.

Sin embargo, tu documentación personal, mas falsa que un doblón de oro de chocolate, surtió el efecto deseado.

Te pidieron disculpas, y entraron a la cabina a llamar para comprobar si el viejo Durkhard Drescher estaba dentro del aeródromo.

El día se iba volviendo gris por momentos. Si querías salir de allí con una avioneta era preciso que se dieran prisas. Y eso te trajo un recuerdo de tu pasado….

VARIOS AÑOS ANTES – JUNTO AL MAR TIMOR – ZONA DE DARWIN –

Ya era de noche, y sin embargo el calor de la primavera era insoportable a cualquier hora. Allí en la parte norte de Australia, todo era calor y más calor.

Fue ese el motivo, para que decidieras que tras salir del taller había que comer algo frio. Así que hasta el McAuto de las afueras condujiste la camioneta que tenias. Un buen helado, o quizás dos…, pero acompañados por un par de McMenus Gigantes, porque si no, te ibas a quedar con hambre.

Mientras el chaval de la cabina cursaba tu pedido pudiste ver con claridad como otro coche se coloco detrás de ti. Y empezó a darte luces largas. Tu aun no habías recogido tu pedido, así que tocaste la pita he hiciste un corte de mangas.
Fuera quien fuera, seria gilipoyas.

Sin embargo, había algo en el calor que te hacía no solo estar de mal humor, sino estar alerta. Un par de tipos, con cara de malas pulgas se bajaron del coche de atrás, una furgoneta negra con los cristales tintados, que cantaba en la zona más un marica fuera de Sídney.

Sin embargo, aunque sabias que podías darles una paliza, tus ojos te mostraron que llevaban armas automáticas. Aquello no te gustaba.

Justo en ese momento, te dieron el pedido, que como ya habías pagado, recogiste sin miramientos y echaste al asiento del conductor justo a tiempo para arrancar el coche cuando los tipos llegaban a la altura de las ventanillas.

Así fue como todo se torcía. No sabias porque, no sabias como, pero ahora te perseguían unos hijos de puta armados. Que ibas a hacer.

Notas de juego

Es un flashback. Ahi que jugarlo en primera persona. Es un recuerdo, pero tienes que mantenerte a salvo tu solo, no te voy a salvar yo.

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17/10/2011, 15:05
Fatboy

La radio de mi vieja F-100 suena a todo trapo en la cabina atronando ante la ventanilla de servicio del mac de turno. Afortunadamente funciona a diferencia del aire acondicionado que brilla por su ausencia. Mientras golpeo el volante al ritmo de Hoodoo Gurus una luz me deslumbra desde los retrovisores. Automáticamente me sale un murmullo protestón, acorde con el molesto calor y las gotas de sudor que perlan mi frente.

Putos impacientes, siempre queriendo pasar delante sus cochazos.

Hago sonar la bocina y saco un dedo índice a pasear por la abierta ventanilla. Pero algo, quizá un oscuro instinto me hace fijar la vista atrás. Justo cuando recojo el pedido puedo ver por el retrovisor como ambos tipos se bajan y se dirigen hacia mi. En sus sobaqueras lucen unos bonitos hierros del número 38 o 45.

Esto no me gusta nada. Ahí os quedáis, apiolad al que toma las notas que yo me largo.

Piso a fondo justo a tiempo, antes que puedan agarrarme y en cuanto salgo del Mac enfilo la avenida en dirección al barrio donde vive Mickey. El buen Mickey tiene un amplio garaje donde meter a la vieja Efe si se tercia. Y si la cosa pinta mal por su barrio hay un camino al sur que se pierde en el desierto. Un camino que conozco y en el que puedes reventar fácilmente un neumático si no sabes donde pisar y donde frenar.

Tal como llego al desvío voy mirando atrás por si veo acercarse a los tipos armados en su negro buga.

¿Y qué coño les he hecho yo a esos? Por el dedo "de medir el viento" no habrá sido solo ... ¿o sí?

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21/10/2011, 15:28
Las Sombras (Director)

Tus instintos de supervivencia, acostumbrados como estaban a que dependieras de ellos en más de una ocasión, habían hecho que siguieras pendiente.

Según arrancaste los tipos se subieron al auto y empezaron a seguirte. Sabias hacia donde ibas, y ellos hacían los mismos cruces que tu, corrían las mismas calles,  y te iban pegaditos al culo.

No sabias como quitártelos de encima. La casa de Mickey era una buena idea, pero no querías joderlo y meterlo en problemas con los que quiera que fueran aquellos. Y estabas seguro de que no eran tan subnormales para seguirte por haberles hecho un corte de mangas.

No, tenía que ser otra cosa, y tu mente viajaba tan rápido como el coche, dándote todas las malas ideas que habías llevado a cabo en los últimos tiempos, y que podrían haber provocado que unos hijos de puta te estuvieran siguiendo en ese momento.

Enfilaste todo lo rápido que daba tu maquina por la carretera del desierto, que para ser sinceros, estaba a oscuras. Menos mal que conocías el camino. Sin embargo, los de detrás no tenían pensamiento de dejarte escapar, e iban a por tu coche, a embestirlo.

No podías quitar los ojos de la carretera. Aunque por un momento viste una luz fuerte a unos kilómetros, quizás fuera otro coche en sentido contrario. Joder, eso sería un puraco. Porque si no tenias cuidado podías salirte del terreno conocido y joderte vivo.

Así que tenias que aplicarte, y encontrar una manera de conseguir tiempo para ti y tu trasto.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Haz una tirada de Conducir Coche a Dif: Muy Dificil.
Ellos no han superado la tirada para sacarte fuera, pero no dejan de intentarlo.
 

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22/10/2011, 00:52
Fatboy

Como raya marrón en calzoncillo, así de pegaditos vienen. ¿Pero qué coño les he hecho a estos para que me anden buscando? No se la he jugado a nadie últimamente, no he roto ningún coche desde lo de la juerga con Tommy ni he vuelto a "levantar" bugas.

Conduzco deprisa, tentado de si me encuentro una patrulla echarme en sus brazos pero eso no sería digno . . . todavía. Paso por la avenida dejando el local de Mickey en un callejón a la derecha, no puedo ir ahí con este marrón a cuestas. Sin lograr perderlos enfilo la carretera del desierto y entonces todos pisamos. No les basta con asustarme, estos quieren algo más.

Quizá sean los nervios pero no consigo quitármelos de encima. Tengo que pensar algo y rápido, si esas luces son otro coche podemos tocarnos y a esta velocidad saldremos despedidos de la carretera. 

Dando bandazos para evitar que puedan pillarme de lado la rueda trasera y acelerones para que no me embistan con fuerza trato infructuosamente de deshacerme de los perseguidores. Miro angustiado la aguja de la gasolina, medio depósito. Bien, eso no será problema, o me mato antes o me echan ellos así que pensemos otra cosa.

¡La cantera! Puedo intentar perderlos ahí, en la vieja cantera abandonada. Pocos saben que hay otra salida y si piensan que me tienen les sacaría algo de ventaja en el peor de los casos.

- Tiradas (1)
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22/10/2011, 19:18
Las Sombras (Director)

Buscas una salida, estas pensando en positivo, pero te tienes que joder. Tu cerebro de repente se encuentra inmerso en la única cosa que puede hacer.

Volver a meter el coche en la carretera. Pues aquellos imbéciles estaban literalmente intentando matarte.

Durante más de un kilometro toda tu concentración se centro en salir vivo de aquella estúpida conversación. Tu coche culeaba demasiado y luego aprovechaban para embestirte.

Ellos no lo sabían, pero más de una vez, y de dos veces también. Fueron sus embestidas las que te mantuvieron dentro de la carretera.

En un momento, justo tras una curva peligrosa, les sacaste otra vez un par de segundos de ventaja. Era todo cuanto necesitabas. O no…

Delante de ti, a unos cuantos metros apareció un chico, un chaval rubito que estaba a oscuras en mitad de la mano.

Tenía un brazo levantado, y el otro te hacia un gesto para que giraras a la derecha. Joder, si no girabas lo ibas a matar.
Y si no te mataban a ti.

Sudando por cada poro de tu cuerpo, frenaste y giraste el coche justo a tiempo de que tus perseguidores pasaran de largo.

Desde el espejo retrovisor lateral, pudiste ver como el brazo del chico se convirtió en luz, que dado que estaba ya oscuro, hizo que no pudieras ver en unos segundos. Al menos tu coche se había parado. Aunque no supieras como.

Tu cerebro analizaba a la velocidad del sonido lo que acababa de ocurrir. El chico tenía que haber muerto. No podía esquivar el coche, y detrás de el había una roca enorme.

Escuchaste una explosión, y te bajaste del vehículo como pudiste. Los ojos te dolían, pero no podías dejar de ver como el coche que te seguía para matarte hacia solo un par de segundos estaba envuelto en llamas.

De repente, alguien se puso a tu lado. A una velocidad endiablada, podías asegurar. Era un chico joven, muy joven. Casi un adolescente. Te sonreía.

Oye Tower, crees que lo he hecho bien. Este tipo está a salvo. Lo hemos bordado.

Hablaba con alguien. Un hombre, alto y fuerte, que además iba elegantemente vestido se acerco. Que el chico lo llamara Torre no te sorprendió. Podía haber sido jugador de Rugby sin duda.

De repente, un disparo surco el aire e impacto ante tus ojos atónitos justo en el pecho del tipo musculoso. Sin que este se inmutara. Tower, levanto una pistola y abrió fuego.

A tu espalda, un tipo vestido de negro, y con una pinta muy chunga cayó muerto al suelo. No sabías que decir o que hacer. Tu mente daba vueltas.

No. Teniamos que haber sido un poco mas sutiles. Olympo nos regañara. Esto llamara al atención bastante.

Quienes eran los que te perseguían. Y quienes eran los que te habían salvado. Y como podían hacer esas cosas…
 

SUIZA – ZONA DE LOS ALPES – AERÓDROMO PRIVADO

El guarda te dijo que podías pasar. Tu vente se había encargado de transportarte a cuando La Organización te salvo el culo, y cuando viste poderes que no eran tuyos por primera vez. Habían pasado muchas cosas desde entonces.

Tower y tú habíais trabajado juntos hacia ya casi un año, y ahora te llamaban para hacerlo otra vez.

Entraste el coche dentro del aeródromo. Ahora venia la parte complicada o sencilla. Conseguir que te dejaran una avioneta. En momentos como estos era cuando hubieras preferido controlar las mentes o algo así.

Sin embargo, te gustaban tus “dones”, y no los cambiarias por nada del mundo. Era hora de hablar con ese viejo, y conseguir cierto favor.

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22/10/2011, 23:49
Fatboy

Sin perder un minuto aparco en una plaza más bien apartada, donde el 4x4 no sea visible fácilmente. Quito la llave y con unas palmadas afectuosas doy unos pasos hacia el único edificio que demuestra tener vida en el pequeño aeródromo pero antes de alejarme me llevo la mano a la frente en gesto de súbito recuerdo de algo y regreso al auto.

En el asiento de atrás llevo provisiones y no es cuestión de dejarlas ahí tiradas, no. Recojo todo y voy dando un bocado a un pastel de bizcocho alemán que no está nada mal, uno de esos con una parte color chocolate y la otra color vainilla. Se supone que saben a eso y bueno, algo sí se parecen. Así, cuando entro en el edificio llevo la boca llena de bizcocho y las manos cargadas de comida y agua.

¡Empgh! ¡Huogla! ¿Durkthtyaaaaard? ¿Dóndde andgas?

Todo lo que trato de gritar suena deformado así que dedico unos segundos a tragar la comida antes de volver a intentarlo.

Ejem, ¿Durkhard?

Entretanto voy mirando por las ventanas a ver que juguetitos voladores tienen por aquí apostados. Seguro que alguno está en alquiler y con el crédito de la organización puedo conseguirlo. Pero para salir tan precipitadamente me tendré que camelar a Durkhard, a ver con qué le entro.

Este viejo cabrón no es muy mujeriego que sepa, no puedo contarle la historia de la cita con la supermodelo. Y que se esté muriendo mi madre se la traería al pairo, tampoco. Tiene que ser algo que pueda aceptar como urgencia, quizá un negocio. Un negocio en el que me juegue un dinero importante, él podría recibir una compensación por las molestias. Sí, creo que eso podría funcionar.

Notas de juego

Me estoy inventando opciones para negociar con Durkhard pero si no las tengo borramos.

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24/10/2011, 18:30
Las Sombras (Director)

La gestión fue mucho más sencilla de lo que parecía. Entre otras cosas porque aquel viejo quería que de camino a Francia, pasaras por otro aeródromo a dejar unas cajas. Así que sin problemas.

La única pega, era que tenías que devolver la avioneta en dos días. Pero dentro de dos días podías fácilmente estar viviendo en otro país. Así que te importo poco.

El trasto que te dejaron estaba en buenas condiciones, y salir del espacio aéreo Suizo no te costo demasiado.

Una vez dejadas las cajas pusiste rumbo a Francia. No podías aterrizar en la puta torre Eiffel, así que buscaste entre los mapas alguna indicación de donde dejar la avioneta.

Bueno, eso fue más costoso que salir, pero finalmente habías llegado a Francia. Con un buen puñado de horas por en medio entre tú y la misteriosa reunión.

Ya era de noche cuando el taxi te dejo en la puerta de un hotelucho, no querías llamar la atención. Quizás los tipos de negro aun estuvieran buscándote, y no convenía levantar sospechas.

Aun así, la noche era joven, podías disfrutar de una noche de octubre en la ahora fría Paris. La ciudad del amor. O lo que era lo mismo, la ciudad de los chochitos.

Notas de juego

Tu decides. Ruta por Francia, o pasamos al dia siguiente.

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25/10/2011, 10:57
Fatboy

¡Aaahhhhh, París! L'amour. Montmartre.

Pero que suavecito hablan estos cochinos franceses, cuando una mujer te dice algo no sabes si te está preguntando el precio de los camarones o mentando a tu padre. Algo habrá que hacer hasta que sea la hora.

Con tranquilidad salgo del hotel buscando algún local cercano y por el momento resisto la tentación de las profesionales que circulan por la zona. Primero quiero tomar unas copas. Pero procedamos con método. Enfrente del hotel me vuelvo y hago una foto al mismo con el móvil para saber donde tengo que volver, no sería la primera vez que se me olvida.

Hotel du Moulin. Fijado.

Ahora algo de cena, unas copas y veamos que plan sale.

 

Notas de juego

Si se cumple el plazo vamos a la escena común, no querría hacer esperar a nadie por tomar unas copas.  XD

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25/10/2011, 12:46
Director

Las calles después de varias copas, son todas iguales. Feas y frías. El tiempo en Paris estaba frio, como si el invierno quisiera llegar un poco antes de tiempo. Era Octubre, finales, y ya estaba dándote asco lo que sentías.

En tu tierra natal, si dejabas de sudar es que hacia mal tiempo. Aquí casi se te helaban los huevos. Menos mal que había alcohol para apaciguar tu espíritu cansado de viajero.

De repente, el ruido de una aspiradora en la planta de arriba, o quizás en la de abajo te despierta.

La cabeza te da dos o tres vueltas antes de que te des cuenta de que estas en una habitación que no es de hotel. No tienes claro donde estas. Cierras los ojos y cuando los abres te pones en marcha.

Con la luz de la mañana recoges tu ropa y te la vas calzando. Fuera lo que fuera, anoche fue algo salvaje, pues tienes un mordisco en la pantorrilla. Como coño te habían mordido la pantorrilla.

Al principio intentas no hacer ruido para no alertar a la dueña del piso. Porque no sabes ni siquiera que aspecto tendrá.

Pero te das cuenta rápido de que estas solo. No hay nadie.

Justo en la entrada encuentras una foto enmarcada, y reconoces a la mujer que sale en ella. 

Menuda sorpresa. La chica rubia de la izquierda. Dos fotos mas colgadas por la casa, te llevan a esa conclusión de manera evidente.

Pero espera, donde está tu móvil, recuerdas que dejaste una foto de refresco para recoger tus cosas.

Al encontrarlo te das cuenta de la hora que es. Ya es media mañana. Son las 12:05, y no tienes ni idea de dónde diablos estos.

Acaso recuerdas la dirección, para al menos coger un taxi. La recuerdas.

Notas de juego

Tranqui, queda otro post tuyo, y el mio para cerra el capitulo. No hay problema. XD

Cargando editor
25/10/2011, 13:12
Fatboy

¡Je, je, je! La puta rubia, que dentadura se gasta la tía.

Aún sorprendido por el inesperado plan me dirijo a la calle pero antes rebusco hasta localizar algo con que escribir y donde escribir. Entonces cierro los ojos rememorando, haciendo un esfuerzo por recordar. El sitio al que tengo que ir era algo como botella, inolvidable. Pero solo parecido, creo que Botello. Y el número, el 37, el que calzaba mi madre.

Apunto en lo que sea que haya encontrado Botello 37 y espero que me sirva con el taxista que pille porque no me da tiempo a más. Por un momento me tienta la idea de llevarme una foto de la chorba ... venga, cojo una y me la echo al bolsillo.

Salgo a la calle aún poniéndome la chaqueta y detestando el frío parisino, es húmedo, se te mete en los huesos. No es como el aire frío pero claro y seco de los Alpes, este es pegajoso, desagradable.

Paro un taxi, me subo y le enseño la dirección.

Cargando editor
25/10/2011, 13:39
Las Sombras (Director)

El taxista te mira un poco raro, pero parece entender a donde tiene que llevarte. Finalmente y tras un par de vueltas a la
ciudad te indica que puedes bajarte.

El número del portal coincide, y la calle está poco transitada por la hora que es. Seguramente en un rato, a la salida de los trabajos se llene bastante.

Pagas la carrera y te bajas. De nuevo, en la brecha a punto de dar otro pasó en tu vida como agente mutante. Solo esperas que el trabajo será interesante, y que no te tengan frito en una identidad de cobertura mucho tiempo.

Miras la hora en el movil. MIERDA, son las 13:04 horas.

Notas de juego

Fin del prologo. Ahora a la escena personal.