Partida Rol por web

Interesados anotarse aquí mismo con un post de escenario a su elección... si es entre ustedes, organicen entre ustedes. Si es contra el Narrador, entonces no pongan enemigo/s... yo lo haré... muajajja

El legionario salió de la taberna de Eianil con paso errático. No estaba borracho, faltaba mucho para eso... y lo agradecería segundos más tarde. 

-Vamos hombre, alivianando la bolsa- dijo un matón que se le interpuso en el camino con la mano en su espada de bandido al cinto. Parecía un hombre corpulento, rapado y con una pequeña cicatriz en el pómulo.

Grind escuchó sonidos de pasos detrás suyo... lo habían rodeado. Y estaban en un callejón alejado del centro... nadie los molestaría.

Un gunear se hubiera deshecho del mequetrefe de un solo hachazo partiendole el cráneo rápidamente. El idiota no tendría tanta suerte conmigo...

-¿Seguro que quieres hacer esto pequeñin?- Dije irguiéndome lo mejor que puede por la borrachera, mientras daba fuerza a mis palabras sacando la espada gastada por el uso de su vaina. -Podrías pasar un muy mal día.- Sentir su gastada empuñadura de cuero bajo mis dedos me daba aún más confianza que la cerveza que aún no había meado. Tantee con la zurda buscando el escudo y lo empuñe sin problemas, listo para la gresca ya. 

-Bah, que demonios... Ya me enoje asi que nada de retractarse mejor. Muere escoria.- Lance un golpe de mi acero a gran velocidad.

El matón que tenía en frente ya tenía la espada de bandido en la mano cuando el legionario tuvo sus armas en las suyas.

-¡Maldito! ¡Te arrepentirás!- gritó el matón que tenía en frente.

Tenía un peto de cuero y parecía un hombre más robusto que los otros dos, que sólo llevaban porras de madera y ningún tipo de armadura...

El matón traspasó las protecciones del hombretón, pero apenas pasó la punta por una de las anillas de la cota de mallas.

Cuando termino su golpe, que paso bajo mi escudo sentí la molestia. La punta de su espada había encontrado camino hasta la armadura. -Oh creeme, vas a lamentar eso bastardo.-

Lance una estocada parecida a la suya. Iba a demostrarle como un hombre de las legiones del sur laza una verdadera estocada y sus tripas me darían su opinión.

La espada de Grind golpeó con fuerza en el costado del matón, a quien se le escapó el aire de los pulmones. Apenas pudo mantener su arma en sus manos... estaba fuera de combate por ahora.

Mientras tanto, al ver a su líder en peligro, los otros dos se lanzaron contra el legionario...

El criminal atacó desde la derecha golpeando el escudo del legionario el cual soltó una maldición al sentir como la madera del escudo se partía con el golpe de la maciza porra de madera.

Otro, con otra porra, atacó desde la izquierda, por donde no había escudo... pero había una buena cota de malla de la legión, que absorvió el golpe de la porra.

Justo en ese momento, Grind escuchó gritos... eran refuerzos para los matones. Dos hombres más aparecían por el recodo de la callejuela.

Anton, volviendo de uno de sus encuentros amorosos, estaba de muy buen humor. Caminaba tranquilo por las calles de Ávanil cuando escuchó gritos... y sonido de espadas danzando. (En el próximo turno aparecés, junto a los dos nuevos matones)

Al haber escuchado gritos y choque de acero más adelante, aligeré el paso, desenvainado la espada, todavía con la sonrisa en la cara, con esa seguridad de quien tiene la certeza de un combate ganado.

Viendo ya la escena toda, y como varios bandidos estaban yendo contra aquel Alto hombre, corrí en su ayuda, no sabía quien era, pero tampoco es que importase, por algo lo estaban atacando tantos malvivientes, algo debía de tener que sirviese a modo de recompensa. A lo mejor, más tarde, iba a comer algo más que pan y resina de cerdo.

Me dirigí entonces rápidamente hacia la espalda del primer bandido, para atacarlo, como se debe, y como dictan los códigos de la Calle, a traición. Después de todo no valía ni dos lábregas.
 

El pobre diablo estaba lastimado. La sádica sonrisa que se formo en mis labios quedo bien disimulada tras la espesa barba. -Te lo dije muchachito.- Dije mientras con furia redoblada arremetía con un golpe al pecho de su armadura para volver a castigar su torso con un poderoso arco de mi espada.

El matón, apenas con aire en los pulmones dio un salto atrás con un esfuerzo que le hizo doler los pulmones, pero se había salvado por los pelos del acero del otro guerrero. Estaba demasiado mareado para el contraataque pero al menos había salvado el pellejo.

Los dos matones restantes atacaron con fuerza, buscando mejorar sus primeros golpes confiados de que los números les daría la victoria. Levantaron sus porras para golpearme. Acertaron, pero se encontraron con un escudo firme y una cota de malla sostenida por los firmes músculos forjados en campaña. Roces sin importancia.

Sonreí maliciosamente tratando de ocultar el cansancio mientras el sudor resbalaba por mi rostro y se perdía entre la tupida barba. Las cosas no se estaban viendo bien para mi. Estaba consumiendo mis energías demasiado rápido. A este paso me quedaría sin aliento a la mitad. "Que día de mierda."

El cabecilla apenas había logrado salvarse de un nuevo espadazo... y al ver que venían refuerzos, decidió arriesgarse una vez más... pero estaría atento a lo que fuera a hacer el legionario, no quería perder su vida tan rápido.

Lanzó una estocada profunda que penetró a través del escudo de Grind, destrozándolo y lastimando apenas el brazo que lo embrazaba. La punzante hoja hizo retroceder al legionario para poder cubrirse de que penetrara más hondo... pero lo dejó mal parado.

-Ja ja- gritó el matón al ver cómo el escudo se partía en dos -¡Estás muerto! Mátenlo muchachos...-

Aun sujetaba la manopla del escudo, que apenas si sostenía un par de tablas y el reto bailaba, completamente desfasadas por la hoja del maton. "No sirve para una mierda." El escudo no serviría para parar, pero sostenerlo aún me daba seguridad y era la fuerza de la costumbre.

El golpe había sido fuerte y sin escudo hubiera hecho mucho daño. "El próximo seguro lo hará." No iba a darle la oportunidad de golpearme. Lo embestí con toda la fuerza que tenía mientras lanzaba un fuerte tajo con la espada, directo al pecho.

El matón lo estaba esperando... y esquivó con un movimiento rápido la embestida del legionario. La mirada del hombre era de suficiencia, como quien sabe que el final está cerca.

El legionario estaba rodeado, pero luchaba como un león arrinconado. Un matón aprovechó a que estaba distraído y golpeó con fuerza la espalda de su víctima. Justo al mismo tiempo, Grind esquivó como pudo a otro que se había acercado de frente, mientras que el último de ellos apenas rozó la cota de malla.

El tiempo le jugaba en contra al veterano y pronto la cantidad de enemigos se haría notar...

Jugadores combatientes... ¿desean practicar entre ustedes? Es decir, Anton contra Arnald por ejemplo, Rarkan contra Eduard, cosas así. Si quieren, pueden desafiar directamente acá o hablarlo en el Offtopic.

Arnald, ¿qué te parece si combatimos? Como para probar...

Y yo como master propongo una lucha para el que se anime contra Tádeok "el colo". muajaja

(Justo estaba por postear jaja)

Que gano si talo al grandote?