Partida Rol por web

-Tienes razón -admitió Boudicca- además, si los acompaño a ese lugar con estas pintas lo más probable es que los labios se sellen y los ojos no vean -no era que la eskatonica tuviera reparos en visitar un antro de los bajos fondos, pero para esas ocasiones solía "camuflarse".

Dejó la jarra de cerveza sin tocar en la barra y se acercó a Kris y Sammala.

-Voy con ustedes, creo que conozco a una prima de un cuñado de la hermana de la Hazat. Al menos si se trata de la misma Ana Granados Hazat que recuerdo de mi adolescencia.

El tipo todavía miraba la mesa tumbada en el suelo, estupefacto. Los demás parecían haberse olvidado por completo de él y estaban haciendo planes para su siguiente movimiento. Vernet había pillado al vuelo el comunicador que le pasaba 'Sparky'^[1] y por eso no lo vio venir.

Pero Sammala sí. Sammala estaba lo suficientemente alerta para ver como al individuo se le hinchaban las venas y flexionaba todos sus músculos. 

- ¡ROOOOAOARRRRGHHH!- aulló como un demente mientras se abalanzaba sobre la Hermana de Batalla con las manos hacia su cuello.

Kris miró hacia atrás sólo para ver a ese loco cargar contra la hermana de batalla.

—¡Maldito tarado! —dijo mientras se abalanzaba hacia él para sujetarlo—. Para quieto o lograrás que te pongan los dientes en una vitrina.

El marine trataba de sujetar por los brazos al grandullón mientras pedía ayuda.

—Sujetadlo, no entréis en su juego —ordenó.

Ante las palabras de Kris, Sammala se limitó a detenerlo con un gesto de la mano. Aquello era entre ellos dos. La hermana dejó que su enemigo se precipitara y se abalanzara contra ella con todo su peso. Se le pasaron varias ideas por la cabeza pero al final optó por reducirlo e inmovilizarlo rápidamente. El primer paso para ello era derribarlo, asi que utilizó una proyección de Judo. Se agacho y adelantó la pierna para hacer palanca cuando él se echara encima suyo y acto seguido se coordinó para agarrarle del brazo y usar su espalda para proyectarlo por los aires, de manera que aterrizara boca arriba en el suelo.

Tras suspirar, Orlop no pensaba intervenir en la pelea. Sammala se habia metido alli sola y querria salir de ella sola...

Le hizo un gesto a Sparky para que se acabara la bebida indicándole la puerta, si se daban prisa podían cnseguir información antes de que la situación terminara de calmarse. Asi, el nativo encaminó la marcha. El mercado estaba a no demasiado andando a paso rápido, esperaba alli poder encontrar a Khrone.

Khrone era un mercader de especias, antimilitarista y ecologista. Era uno de esos "fichajes no confirmados" que Orlop tenia en la cabeza para cuando se decidiera a dar el paso e iniciar la revuelta en Estigma. Era un hombre duro, de firmes convicciones, pero sobre todo era una de esas personas que manejan información. Uno de esos hombres con los oidos tan abiertos que era capaz de enterarse de cualquier tipo de rumor. Y una de esas personas a las que la gente que tenia algo en contra de los militares y de la jerarquia gubernamental acudía en busca de ayuda. Si alguien estaba intentando salir del planeta de manera discreta, seguramente habría pasado por Khrone para preguntar el mejor método para hacerlo.

Apenas había dado dos pasos hacia la salida cuando se desató la pelea.

Sus reflejos entrenados la hicieron saltar a un lado. Sus dos compañeros eran más que suficientes para acabar con aquel matón de poca monta, por lo que intentar ayudar sólo entorpecería la resolución del conflicto de su parte. Con su mano, le hizo señas a Sparky y Orlop para que se fueran, no tenía sentido perder el tiempo en aquel altercado.

-Cuando decidan terminar, yo estoy lista -les dijo con un asomo de sonrisa a Sammala y Kris. Dejaría que se divirtieran antes de salir.

Ver a aquella enorme mujer mantener la cabeza fría ante la embestida del gorila hizo que a Sparky se le quitaran las ganas de intervenir... además, no era precísamente un lince en lo que a peleas se refería. En todo caso, peleas sucias en las que la astucia era más importante que la fuerza bruta.

Cuando Orlop le indicó que se fueran Sparky asintió. Iba a apurar la infusión... pensó en pasarsela a Vernet para que se la lanzara a los ojos del gorila -él lo habría hecho así- pero pensó que no sería su estilo. Además, el tabernero se había portado bien con ellos y ya le habían destrozado una mesa. No era necesario sumarle una taza.

"Muchas gracias por todo buen hombre" -le dijo entre el estruendo- "Espero volver por aqui" -añadió guiñando un ojo de forma simpática.

Dicho aquello, esquivó con gracia la zona de conflicto y llegó a la altura de Orlop sin perder detalle de la pelea componiendo caras.

Una vez alcanzó al nativo, a la que se unió la eskatónica, finalizó diciendo: "Pues ya estamos aqui. Te sigo Orlop... casi que me da pena el pobre gorila..." -elevó los hombros- "Casi..." -Si la monje-guerrera no acababa con él, lo haría Vernet... Había oído de su "reputación".

La cámara para esta escena realiza la toma enfocando la taberna desde la parte exterior de la puerta. Así se percibe la sensación de que control que rodea al grupo de investigadores. Porque dos de ellos salen hablando y esquivando la pelea, sin preocuparse siquiera de mirar a sus espaldas, mientras los otros dos marines inmovilizan[1] al mercenario. Son ese tipo de escenas las que hacen que los espectadores sonrían con la confianza de seguir a unos verdaderos héroes, de esos que parecen amos de su propio destino.

La maniobra de judo de Sammala hizo que el tío se desplomase en el suelo boca arriba pero durante un momento la marine perdió el equilibrio debido a que había calibrado mal el peso total de aquel elefante. Por suerte para ella Kris se encargó de sostenerla para que no cayese de forma aparatosa sobre su oponente^[1]. Lo que sí que cayó en el suelo fue el comunicador que le había pasado Sparky a Vernet^[2]. Un par de pequeñas piezas salieron disparadas en direcciones opuestas.

- Urrrgh....

Los ánimos del mercenario parecían haberse enfriado un poco con su viaje hacia el suelo. Miró a los dos marines calibrando sus posibilidades y finalmente dejó caer su cabeza de forma pesada contra el suelo, quedándose tumbado de espaldas.

- Ooooook... lo he pillado... no estoy en condiciones.- dijo intentando asumir con alguna dignidad su derrota mientras levantaba las manos - Me rindo. ¿Os entrego mis armas y todo eso? Demonios... vaya costalada... Nena, eres bonita pero golpeas como un maldito vorox.

Shammala no varió su expresión un ápice pero ofreció su mano al mercenario. El tipo era asqueroso pero tenía razón. no estaba en condiciones. No merecía la pena. Shammala le sacudió el polvo de la chaqueta y lo sentó de nuevo en un asiento estable.

-Anda, levanta. Tranquilo, no le diré a nadie lo que ha pasado si tú o Granados me contais cualquier cosa sobre el paradero de el comandante Svenson Decados. El Ojo imperial lo busca y no me gustaría que su mirada se fijara en vuestra nave.

Vernet recogió el comunicador del suelo. Estaba completamente destrozado. Afortunadamente esos cacharros no funcionaban nunca demasiado bien, una suerte de ruidos y nieve era lo máximo que se podía sacar de ellos cuando la situación requería de su servicio.

Esta vez sí cogió la documentación que el hombre, ahora controlado, le había ofrecido hacía rato.

—Trigan —dijo tras comprobar el nombre en el documento—, es mucho más fácil si colaboras. Ya nos has dicho mucho, seguro que tu jefa tiene la información que necesitamos así que, a menos que tú quieras añadir algo más, iremos a preguntarle lo mismo. Supongo que imaginas qué pasará si descubrimos que tú sabías algo, ¿verdad?

Acabadas las palabras volvió a darle educadamente la documentación y, con un gesto, dejó el protagonismo de la negociación a Sammala.

La eskatónica seguía manteniéndose al margen. El mercenario había aceptado que seguir por el camino de la violencia no lo llevaría a nada, por lo que solo quedaba esperar que los condujera hasta su jefa para ver si tenía alguna información del Decados que les indicara por donde continuar la búsqueda.

El tipo agarró la mano de Sammala para levantarse del suelo. Todavía se tambaleó un poco al ponerse de pie, pero la sacudida le había devuelto un poco de cordura.

- ¿Un Decados? No tengo ni idea de eso pero sí que sé que alguien estuvo tanteando a la jefa para ocupar un pasaje en nuestra nave. Pero la cosa olía muy mal, demasiado. Anna no es de las que le hace ascos al dinero fácil. En otro sitio un pasajero que paga bien al que no debes hacerle preguntas no sería un problema. Pero esto es Estigma. No nos arriesgaríamos a sacar un puto simbionte del planeta. Y aunque no fuera un simbionte, si era un Decados para Anna sería lo mismo. Odia a esa Casa con toda su alma. No. Rechazamos el pasaje.

Una sonrisa iluminó el rostro de Kris.

—Eso está mejor —dijo dando un golpe en el hombro del hombre.

Acto seguido se dirigió a la barra y dejó unas monedas sobre la misma.

—Que tome lo que quiera, yo invito —se dirigió en voz alta al cantinero—. Le hablaremos bien de ti a tu jefa.

Con una carcajada Kris salió de la cantina haciendo un gesto con la cabeza a Boudicca y Sammala. Hora de ir a ver a esa Hazat.

Cuando hubieron salido al exterior, Shammala consultó con sus compañeros.

-Deberíamos avisar a los otros antes de ir para allá.. El mercado o está lejos. Cojamos el jeep y recojámoslos.