Partida Rol por web

Los guardias se acercan corriendo prevenidos contra un posible ataque de Sean, pero de nada les sirve intentar zigzaguear ante la pericia del caza-recompensas. Los dos guardias que van a la cabeza caen inmóviles bajo los certeros disparos de Sean y el hombre restante, impelido por la inercia de la carrera, llega a la intersección y se dispone a disparar al rebelde que acaba de eliminar a todo su grupo. A la luz de los rayos mortales que cruzan el pasillo su expresión no revela miedo, sino ira y frustración.

Sean sonrió para sus adentros cuando vio los impactos en sus dos blancos, había acabado aunque el ultimo disparo no hubiera sido hecho, y ambos lo sabían. Tomó aire mientras los cuerpos comenzaban a caer, el dedo soltó el gatillo lo justo mientras su brazo se movía lo para tener el pecho del superviviente en la mira. La sonrisa irónica y salvaje que se dibujó en su rostro se iluminó desde abajo cuando el haz de laser salió del cañón del blaster, una mascara de muerte. 

El disparo de Sean se aloja en la cavidad ocular del Guardia, el cual cae al suelo moribundo antes de tener tiempo siquiera de tensar los músculos de su mano para efectuar un disparo.

De no ser por la insoportable alarma, Sean podría sentir la paz que sigue a un combate. El pasillo está sembrado con los cuerpos de los guardias, sus armas y las varas de luz que portaban.

Tras unos segundos los sonidos del combate y los fulgores provenientes del pasillo que acaban de abandonar se alejan un poco y finalmente cesan. Con el sonido de las armas silenciado tan sólo queda el inaguantable ruido de la alarma que no hace más que taladrarles la cabeza.

Corro por el pasillo sin mirar atras, sin preocuparme por el cazarecompensas, si es bueno en su trabajo sobrevivira, analizaba los pasillos, las distribuciones de estas naves apra dirijirme a un angar, algun lugar donde haya algo que pueda pilotar para salir de alli o mas ien sacarnos de aqui, me apresure pues si lo localizaba necesitaria uan pequeña ventaja para poner los motores y todo en marcha, y la verdad e suqe no aprecia que nos quedara mucho tiempo.

Escoria imperial, valientes en grandes números y detrás de sus armas, los muy cobardes los habían torturado sin piedad y seguramente traían ordenes de matarlos en la celda. Ninguno causaría problemas ahora, pero aún así debía hacer lo que Jaleena le había inculcado, no dejes enemigos a tus espaldas. Acabar con un enemigo en combate es sencillo, debes hacerlo o tu morirás, matar a un enemigo que no se defiende, aún cuando sabes que de todos modos morirá, es dificil de digerir. 

Tomó las armas y las varas de luz, revisó los cargadores y se quedó con la que mas disparos tenía, y luego acomodó los cuerpos en la celda que ellos habían dejado. Jaleena lo despreciaría por dejarlos vivos, pero al menos él sabría que no había matado a nadie indefenso. Con el pasillo asegurado y armas para sus compañeros, se dirigió al lugar por el que se habían ido, no podían estar demasiado lejos.

Cita:

-No hagas ninguna tontería, O'Leannan... como dejar que te maten.
A pesar de sus palabras Altis admiró el valor del cazarrecompensas, uno de la supuesta "escoria de la galaxia". Se dejó guiar, consciente de su escasa utilidad desarmado y en una pelea y trató de seguir el paso de los jóvenes.

Cita:

-Joven Meddeth, la Honorable Delegación Bláster tiene la palabra; hemos de dejar que complete su alegato -dijo aludiendo a la vieja broma senatorial cuando se aprobaban acciones bélicas-. Nuestro cometido ahora es dar con Walex, y ese soldado nos está proporcionando el tiempo para ello. Donovan, ¿alguna idea de dónde acceder al registro de prisioneros?

Estuvo a punto de utilizar el medpac para curar al moribundo, pero se llamó estúpido por sólo pensarlo, sus compañeros lo necesitarían más adelante, si no el mismo.

Mike no redujó el paso, tenía claro a dónde dirigirse, aunque claro en aquella oscuridad era difícil poder moverse lo suficientemente rápido debían hacerlo.

- No, no nos separaremos más, sigamos, si llegamos al control quizás tengamos alguna oportunidad de encontrar a Walex.

Murmuró en apenas un susurro el ingeniero manteniendo una mano apoyada en la pered y avanzando sin detenerse. No sabía lo que podía haber ocurrido tras de ellos, pero tampoco podían darse la vuelta a investigar, habían conseguido algo más de tiempo y debían aprovecharlo, aquella era la única idea que rondaba su cabeza, a parte de alguna duda relacionada con la energía.

Yensal vió que Mike tenía las ideas muy claras de a donde tenian que dirigirse, asi que no aminoró la marcha para no quedarse atrás. No le parecía una buena idea quedarse a esperar si Sean había conseguido reducir a los soldados imperiales.

- Será mejor seguir al ingeniero. Susurró al resto del grupo.

Mike avanza a tientas intentando mantener como referencia el débil fulgor que alcanza la intersección de lo que sea que está iluminando el pasillo en el que está su celda. Se da varios dolorosos golpes en las espinillas y en la cabeza antes de darse cuenta de que no escucha a sus compañeros y, lo que es peor, que parece haber llegado a algún lugar sin salida y que ha perdido la referencia del fulgor y a su alrededor sólo hay oscuridad.

Se ha perdido y la oscuridad y la alarma le hacen sentirse como si estuviera ciego y sordo.