Partida Rol por web

Sean no aguantó más la actitud de Sasha, su respuesta para con Meddeth había sido totalmente injustificada. El cazarrecompensas habló sin gritar, y sin desviar la vista del pasillo. - Puede que hayas visto más acción, pero fue ella la que nos avisó que venían enemigos por tu área. Te guste o no es posible que te haya salvado la vida. La que debería pensar eres tu, estamos en una situación demasiado jodida como para pelearnos entre nosotros. Deja tus problemas personales para cuando volvamos a la base. - La actitud infantil de la piloto lo había saturado, realmente no entendía que se traía contra él, pero no era momento ni lugar de airearlo.

- Mi zona porque tu lo decidiste, a estas alturas tendrias que tener claro que tus ordenes no las escucho, y si ya lo dejare para la base, no pienso volver a trabajar contigo, ni por todos los creditos del universo - Sera capullo, por esto no me gusta trbajar en grupo, uno de toma las libertades de ir de lider y se supone que el resto tenemos que obedecer... una mierda, todo era mas facil cuando apostaba mi culo en un carrera...

Me quedaban dos segundo para ser yo la que le volara la tapa d elos sesos....

Sean bufó fastidiadp - Sentido común señorita Mill, es todo lo que le pido que tenga hasta que salgamos. Mi trabajo aqui es manteneros a todos con vida, porque de los que estamos aqui soy el que mejor sabe cómo hacerlo. Yo no le digo como pilotar una nave, ni le doy consejos a Mike sobre como arreglar una máquina, por lo mismo pretendo que se me escuche cuando se trata de nuestra seguridad. - Sean se acercó a mirar lo que había en la consola - De los seis, Yensal, usted y yo somos los únicos con entrenamiento de combate, si le pido algo es porque sé que puede hacerlo y confío en que lo hará por el bien del grupo. No le gusta mi cara y a mi no me gusta la suya, pero ahora se trata de salir vivos de aqui, y de rescatar a Blissex. - dijo señalando la celda en la pantalla. - Iré en punta, Yensal cúbreme, el resto esté preparado para disparar.

No quería discutir más, ya bastante tiempo habían perdido y por lo que sabían Blissex podía estar en peligro. Con cuidado avanzó por el pasillo, con la vara luminosa envuelta en una mano para que la luz no se esparciera y poder proyectar un haz fino de luz con el que ver el camino. Cuando llegó a mitad del pasillo hizo señas a Yensal para que avanzara y se movió sigilosamente hacia la puerta de la celda indicada en el mapa.

Yensal siguió a Sean lo más sigilosamente que pudo, preparado a disparar en cuanto viera a un Imperial. Mientras avanzaba, pensaba en las discusiones que tenían Sean y Sasha, temía que si seguían así las misión podría acabar de forma catastrófica, al igual que sus vidas Alguien tiene que poner paz y creo que el Senador Valorum sería el más indicado

Meddeth miró a la piloto con indiferencia mientras ella se exasperaba con su comentario. Una réplica habría bastado para callar algo tan simple como aquello, sin embargo, el mercenario fue más rápido que la senadora y atajó sus palabras con un discurso más acorde. Meddeth se encogió de hombros y decidió no añadir más leña al fuego, todo el mundo sabía que de no ser por ella los Imperiales tal vez se habría cobrado alguna de sus vidas y Sasha también lo sabía, pero eso estaba molesta, por haber quedado en evidencia.

Volvieron a ponerse en marcha, Meddeth ocupó su puesto sujetando el bláster con ambas manos y decisión.

- Senador, detrás de mi - sugirió a Valorum mientras apuntaba hacia delante, viendo como Sean y Yensal se encargaban de atravesar el pasillo.

Cuando la terminal de información volvió a funcionar merced a una especie de milagro obrado por Mike el senador sonrió y murmuró el viejo adagio:
-Enciende una pequeña luz y las respuestas aparecerán ante ti.

Al presentarles Sean las armas se horrorizó por un instante y agradeció para sí que Meddeth la tomara. Entonces las palabras se tornaron agrias; Valorum arqueó una ceja sin cambiar el gesto, en señal de cortés desconcierto o tal vez advertencia. Sin decantarse abiertamente a favor de un lado de la discusión se irguió (incluso pareció crecer un poco) y carraspeó levemente.

-Señores, nos enfrentamos a un Destructor Estelar Victoria, una de las naves de combate más formidables que ha visto la galaxia. Su tripulación y tropas están bien entrenadas y no dudarán en cumplir sus órdenes. Somos seis contra esta maquinaria de guerra: debemos estar bien coordinados y aprovechar hasta nuestra última brizna de habilidad, ingenio y coraje para salir de este embrollo. Pero no dudo de sus capacidades, con la colaboración de todos triunfaremos. Tenemos una cita con el señor Blissex... y no pienso llegar tarde.

Su tono era reposado y firme, casi militar. Tras mirar a los ojos a cada uno de ellos con sus ojos de acero hizo un asentimiento a Sean y tomó su posición en la marcha.

Mike seguía concentrado en el panel de control, obviando las discusiones, eran como críos, siempre con lo mismo, pero él estaba completamente centrado en lo que mejor se le daba. En su mente comenzó a trazar un plan, aunque estaba claro que el objetivo principal y más acuciante era rescatar a Blissex, si pudiera cerrar algunas puertas, localizar algunas salidas. Así podrían organizarse mejor.

Mike intenta exprimir un poco más la consola que acaba de revivir, pero pronto se confirman sus sospechas previas. Está limitado a la información que hubiera guardado el caché de la unidad en sus últimos accesos, y todo se refería exclusivamente a los prisioneros. Al poco las luces de los controles empezaron a perder intensidad... la batería de una vara de luz no permite alimentar una consola durante mucho tiempo.

Mientras Donovan intenta aprovechar los últimos segundos de energía acompañado de Sasha, la cual se ha quedado con él para ayudarle y protegerle, el resto de los rebeldes avanzan con todas las precauciones por el corredor.

El corazón les da un vuelvo a aquellos con un temperamento menos templado cuando, tras una nueva explosión, un trozo de panel se desprende del techo del corredor justo detrás de la comitiva y se estrella contra el suelo con gran estrépito. La comitiva se acerca a la zona donde los altavoces de la alarma aún funcionan y su estridente sonido vuelve a taladrarles los tímpanos. Apenas escuchan algo, por eso lo que ocurre a continuación resulta especialmente espeluznante.

De repente, cuando están llegando a la intersección con el pasillo que comunica los corredores radiales, se escucha un desgarrador gemido. El angustioso sonido retumba por todo el oscuro bloque de detención y de repente, se apaga.

El grito claramente procede de la zona en la que se supone que está la celda de Walex.

Finalmente la batería se quedó sin carga y el panel volvió a oscurecerse llevándose sus secretos y posibilidades, Mike sin poder evitarlo golpeo con fuerza el panel justo en el momento que una nueva detonación hacía temblar el lugar sobresaltándole de tal manera que a punto estuvo de tropezar con Sasha.

- Aquí no hay nada más que hacer, vayamos con el resto no es bueno separarnos.

El ingeniero guiñó los ojos mirando los pasillos y siguió por el que se habían dirigido sus compañeros, una gran plancha del techo había caido y varios cables partidos colgaban inofensivamente privados de la energía eléctrica. Sin embargocuando estaba traspasando el obstáculo volvió a detenerse en seco, aquel gemido, aquel sonido desgarrador terrible surgió repentinamente y de igual modo desapareció dejando helado a Mike murmurando para si mismo.

- ¿Qué ha sido eso?

- Maldición - masculló el cazarrecompensas - Yensal, cúbreme - susurró hacia el pasillo esperando que lo escuchara, pero dispuesto a hacer las cosas solo si debía hacerlo. Se había girado ante el estruendo del metal cayendo y comprobó que todos estaban bien, al menos podía contar todas las cabezas hasta el momento en que la luz se apagó en el centro de comando. La sorpresa era nuevamente su única ventaja, ya que sabía que si había un equipo de torturadores en la celda de Blissex estaría en desventaja. El interrogador sería un oficial, y con el habría al menos dos Stormtroopers.

Tenía dos caminos a seguir, correr hacia la celda y rogar poder tomarlos por sorpresa, esperando que Blissex no cayera en el tiroteo, o intentar atraer a los guardias sfuera y rogar que el capitan no matara a Blissex cuando los viera caer. Algo era seguro, Blissex era escencial en el escape, él podria matar a todos los imperiales en la nave pero eso no les aseguraría que pudieran salir. Walex en cambio había inventado la nave, él podría levar a los supervivientes por caminos que no requirieran de sus habilidades. Sonrió para si mismo, no podía creer que estuviera siquiera pensando en dar su vida por sus compañeros, incluso Sasha sería más importante que él si podían rescatar a Blissex, ya que nadie más podría maniobrar una nave fuera de ese basurero.

Afortunadamente la decisión no era necesaria aún, primero tenía que llegar cerca de la celda, y dudaba que un oficial renunciara a una buena fuente de luz para su interrogatorio. Seguramente podría hacerse una buena idea si se acercaba un poco más, pero debía avanzar en silencio y sin luz. Se le ocurrió una idea y volvió hasta donde estaba Yensal. - Dile al senador que te de la ropa del guardia en el cual sea menos evidente la quemadura del blaster, o el más grande en su defecto, especialmente el casco, puede que la necesite luego. Esperame aqui, y roguemos que Blissex aguante un poco más. - Luego le dejó su barra de luz y fue cautelosamente pasillo arriba, esperando ver recortada la puerta de la celda con la luz y una o dos figuras blancas montando guardia afuera.