Partida Rol por web

Escuchaba las preguntas que se sucedían una tras otra, como un murmullo insoportable. Ese hombre era el líder de esta tribu, como se dirigían a él de ese modo? Nadie osaba preguntarle algo a un líder del desierto, o seguramente su lengua caería en la arena pocos segundos después, allí se acataba la voluntad del mas fuerte, y el premio no era oro, sino volver de la misión con vida. Tomó el alma de Yabreth , que aún estaba enfundada, y la dejó caer sobre la mesa, haciendo un eco en toda la habitación.

- Su filo esta a vuestro servicio, señor del hielo, volveré con lo que ha pedido- dijo con seriedad y orgullo, la espada de sus ancestros era testigo de su promesa.

-Hemos enviado ya exploradores y no han vuelto. Al castillo no le ha ocurrido nada sólo que está preparado para alojar a toda la población de las Cinco Villas si fuese necesario. Respecto a lo de pedir ayuda, en caso de necesidad la pediríamos a los enanos de La Puerta del Oso.

Sidoc supuso que no usaban aves mensajeras ni otro medio que mensajeros en monturas rápidas. Las aves en el frío eran poco abundantes, aunque desconocía si habría alguna especie adaptada. 

Mi señor, partiremos lo antes posible. No podemos demorarnos. 

Miró al resto de sus compañeros para ver si estaban de acuerdo y organizarse lo antes posible. Sólo esperaba que les dejasen monturas. 

Logen seguía la conversación con el ceño fruncido, para variar.

Aunque sus compañeros habían advertido que era una persona agradable e incluso divertida, se necesitaba tiempo para ver aquella faceta de su personalidad. Bastante tiempo. Con lo cual, ahora, presentado ante el señor del castillo que nada más dirigirse a ellos ya les daba órdenes, normal que no le gustara. El terrible frío tampoco ayudaba a mejorar el ánimo.

- La paga está bien, pero no me interesan las guerras de los hombres.- Comenzó, con diplomacia. - Tampoco somos lo que se llama un grupo de exploradores expertos, salta a simple vista.- continúa abarcando al resto del grupo.- Quién nos pide que arriesguemos la vida por su causa, debería ser sincero con nosotros, y ser claro con lo que nos enfrentamos. Está claro que no deben de quedar muchos exploradores por la zona, y tampoco es normal confiar una misión así a unos recién llegados- Finaliza, cruzándose de brazos mientras espera una respuesta

Comprendía perfectamente el recelo de Logen. Había una conclusión lógica.

Estaba esperándonos. Pensó el elfo.

Así que quedaban por sacar algunas conclusiones. Probablemente Voriig le había avisado. La situación era desesperada si Dineval había confiado en los planes de Voriig para defender la zona. El castillo estaba demasiado vacío, probablemente no había tropas suficientes. Esto sólo se solucionaba matando al líder de los enemigos como si cortases la cabeza de un ogro. Suspiró. ¿Dónde se había metido? Casi prefería seguir bajo el yugo de su propia familia. En su ciudad probablemente viviría más tiempo.

Esperó a que Dineval respondiese a Logen.

Iremos con premura, mi señor.

Za Harvaya observaba a Logen asintiendo con la cabeza. Sus palabras eran muy sensatas, y al erudito también le preocupaba el asunto. Algo no marchaba bien. Si el castillo es para que se refugien los de la aldea, y hay un ejército tan cerca, ¿por qué no han evacuado aún?

Lo de confiar en unos recién llegados también era una señal de la desesperación. Pero todo eso ya daba igual. La paga estaba bien, y en juego también estaba la propia supervivencia del grupo. Y la misión de Voriig. Lo que le molestaba a Za Harvaya era la sensación de que les ocultaban información.

-Entiendo que el tiempo apremia, y de mi parte creo también que debemos partir cuanto antes. Señor Dineval, le ruego, si tiene alguna información más acerca de ese ejército, que la comparta con nosotros. La supervivencia de las Cinco Villas puede depender de ello. ¿Cómo llegaron sin ser vistos? ¿Avanzan marchando o en monturas? ¿Qué tipo de criaturas son?

-Os quiero contratar porque todos los exploradores que he enviado, como os he dicho, no han vuelto. Sólo tenemos indicios, no certeza. No puedo permitirme perder más hombres por eso pago bien. Por favor, no tengo respuestas a todas las preguntas. Quien quiera puede quedarse en la ciudad como uno más, los que acepten como he dicho les pagaré.

Lo que sabes de las Cinco Villas es que cuatro de ellas, esta no, están alrededor de un lago y viven de la pesca y suelen tener disputas por la zona de pesca que les corresponde a cada una de ellas.

Ves a Dineval hablando con su guardia personal, se le ve preocupado -Sólo nos queda Edio, pero no lo podemos enviar solo.

Presentadnos a tu explorador Lord Dineval! Yo Irinade cumpliré esta misión como mejor pueda, El señor de la luz será nuestra guía.

Levantándose a continuación, con una rapidez asombrosa, en clara muestra de iniciar la partida. 

Que decís compañeros, partamos cuanto antes, el tiempo apremia.

Tenemos que acabar con esto de una manera rápida.

Logen sonrió sombrío.- Igual de rápido que si nos cayésemos encima de nuestras espadas.- dijo con una mueca.- Supongo que soy un romántico y no puedo esperar el momento de abrazar la fría noche del Glaciar Eterno.- Finalizó, dando por zanjada la situación.

Dineval da por terminada la conversación y suelta una pequeña bolsa con seis monedas de oro en la mesa -Os presentaré al explorador que os acompañará. Hace una señal y uno de los guardias sale de la habitación, al poco entra un semi-elfo. -Su nombre es Edio. Él os guiará hasta las montañas del noreste de las Cinco Villas, donde se supone que está el ejército escondido. Espero traigáis buenas noticias. Se levanta y sale de la habitación junto con su guardia.

-Si necesitáis algo antes de partir este es el momento. Si no pues partamos ya, el tiempo apremia.

Gracias, señor Dineval. Así lo espero. 

Se despidió del amo del castillo y señor de las Cinco Villas. 

Edio, gracias por el ofrecimiento. Si no es inconveniente, estaría bien emplear monturas adecuadas y, a ser posible, rápidas. Nosotros no hemos traído por el frío de la región. Pero la misión lo requiere, como puedes suponer. Además, no sé si empleáis algún tipo de mensajería con aves voladoras. Quizá nuestra aventura requiera avisar con urgencia para que se preparen y protejan a la población.

-Iremos a pie. No tenemos ningún tipo de mensajería como dices.

Logen asiente a modo de saludo. Así que este es el famoso Edio... Y nosotros los guardaespaldas del último explorador... - ¿Aves? ¿En el glaciar eterno? Me gustaría ver como enseñas a volar a los pinguinos. Eso sí que sería un truco útil. - Bromea- Necesitaremos equiparnos para la misión. Nuestro equipo es funcional pero muy pesado y voluminoso, si vamos a intentar pasar desapercibidos y viajar ligeros... Supongo que tendréis equipo especializado para explorar.- Tras meditar unos segundos añadió - Varios espejos nos serían muy útiles también, así como equipo para escalar en hielo, cuerda, crampones... Algo de lectura para mi amigo Za... - Finaliza guiñándole su único ojo

-Esperad aquí. Sale y en 30 minutos vuelve con una cuerda superior de 15 metros, 10 escarpias (+5 trepar), 7 garfios (+10 trepar) y 2 espejos. Para los libros no tenemos tiempo.

Za Harvaya sonríe a sí mismo ante la broma de Logen, y el poco sentido del humor del explorador semielfo. -Partamos, pues. Llevo algunas hojas para anotar los detalles interesantes de las tropas enemigas, aunque me temo que la tinta se ha congelado. Podríamos usar carboncilla o parecido, pero mejor no demorarnos. No necesita más que mis ojos. Puedo recordar bien los detalles...

El erudito cierra los ojos por un segundo y visualiza en su mente lo que hay en su alrededor. Es ya un hábito, un talento innato que durante años ha perfeccionado. Cada detalle, cada gesto, cada palabra se graba en su memoria.