Partida Rol por web

Corre el Verano del año 2985 de la Tercera Edad. En un pueblo costero de Gondor ha ocurrido algo extraño, algo que sólo ocurre muy de vez en cuando y que, cuando lo hace, tiene motivos muy importantes, anclados en el futuro más próximo, para decantar la balanza a favor del Bien o del Mal.

El suceso es, ni más ni menos, que la coincidencia, en un mismo lugar y al mismo tiempo, de seres excepcionales en circunstancias excepcionales.

Un Elfo Sinda, una Elfa Silvana, un Hobbit Albo, una Rohir, una Dúnadan y, por extraño que parezca, un Elfo Noldo, han cruzado sus caminos en tan insignificante encrucijada, un pequeño pueblo.

¿Cuál es su misión? ¿De dónde vienen y para qué han llegado al pueblo? Las preguntas de los lugareños les acompañan en su viaje, aunque ellos no se conocen, por el momento. Han llegado el mismo día, y eso aumenta aún más la sorpresa del lugar.

La puerta de la taberna se abrió seis veces, y por ella pasaron nuestros seis extraños. En seis distintas mesas se sentaron, y seis distintas bebidas tomaron. ¿Cuál es el nexo que los une?

El extraño suceso que habrá de pasar a continuación, por supuesto...

Os miraís, no sin cierto recelo, los unos a los otros. No sólo por lo inusual de encontrarse tan extraña clientela en un lugar tan insignificante, sino que también sorprendidos por el inquietante sentimiento de que no os encontráis allí por casualidad. El posadero, sorprendido aunque tránquilo, limpia su vajilla esperando enterarse de algo con lo que amenizar a su clientela más tarde, lo que le garantizará unos ingresos extra en la semana.

La puerta de la taberna se abre, una séptima vez. Un hombre anciano, de ropajes grises, sombrero picudo y larga barba hace su entrada en la taberna. Todos le conocéis, por supuesto, pues es quién organizó vuestro viaje y señaló vuestro destino, Gandalf para unos, Mithrandir para otros.

Sonríe al veros, y se sienta en una amplia mesa, haciendo un ademán con sus manos que interpretáis como un "venid y sentaos".

Al ver entrar a Mithrandir, Lothiniel sonrio, cogio la jarra de hidromiel y con paso decidido y firme se acerco a su mesa, dejo la jarra y sin mediar palabra se sento, esperando al resto de gente que aun estaba por llegar

Al ver que el viejo Gandalf me llama, me siento a unos dos puestos de distancia del mago y de la noldor a la cual miro con cierta esconfianza...

Qué extraño grupo ha escogido... sus motivos tendra. Tranquilamente se levanta para tomar asiento en la mesa indicada.

Mírwen sonríe aliviada al ver a Gandalf, pues empezaba a pensar que el largo viaje que emprendido hace tanto tiempo había sido en vano. Asiente con complicidad y se sienta junto al mago, mientras piensa: desde luego alguno de los presentes necesita un baño, aquí huele a elfo!

Mis saludos vecina...comento a Mirwen cuando le veo sentarse...dinos Gandalf ¿a que nos has convocado?

Tranquilidad, mi valiente Doncella. Esperemos a todos los invitados, pues es de interés de todos lo que habré de relatar a continuación, comenta con una afable sonrisa, mientras hace un nuevo gesto a los que aún no se han sentado.

Sí puedo deciros, sin embargo, que a partir de ahora vuestros destinos se han entrelazado, para bien o para mal, y que vuestra siguiente tarea será peligrosa, pero de gran utilidad para todos.

Saludos a vos, guerrera, y al resto de los presentes. Siempre complacerá a los gondorianos tener cerca a aliados que han probado sobradamente su fidelidad como los rohirrim o los nobles elfos que hoy nos acompañan.
Contadme, ¿Qué noticias hay de la Marca, noble Léowyn? - dice cortesmente, intentando iniciar una conversación civilizada mientras mira con desaprobación las manchas de la desgastada mesa.

son malos tiempos para todos, la oscuridad se cierne alla a donde se mire, y ya ni tan siquiera las llanuras de la marca son del todo seguras...pero creo que resistiremos.

Al escuchar la familiar voz de Gandalf el gris, Boffo deja un par de monedas sobre el mostrador y coge su cerveza para dirigirse hacia el lugar donde se encuentra el mago y el extraño grupo que ha reclutado, obsevando con detenimiento a los elfos que estan sentados junto a Gandalf

Al ver a todo el grupo reunido en torno a la mesa, Lólindir evalúa al resto de los presentes, tomando nota de sus impresiones y gestos.

Pausadamente, se acerca a una silla y coloca ambas manos en el respaldo. Mirando a Gandalf dice: ¿Que quereis de mí, Mithrandir?

Todo a su debido momento, mi buen Lólindir, todo a su debido momento... comenta con una afable sonrisa. Pero antes... ¿dónde lo puse?

De entre sus bolsillos, el viejo saca una gastada pipa de madera y algo de hierba para pipa, carga la pipa, y la enciende con una vela.

Bien, ¿por dónde íbamos? pregunta mientras exhala una profunda nube de humo. Ah, sí, claro. Vuestra misión..., comenta sonriendo. Veamos, creo que lo guardé por aquí... dice, sacando de la manga un rollo de pergamino. Lo extiende en la mesa, mostrando un mapa de la Tierra Media. Señala con el dedo una región del mapa situada a la derecha de la zona central del mismo. Aquí, mis jóvenes amigos. Éste será vuestro destino. El Bosque Negro. Bien, ¿qué conocéis de él?

Con tono pedante y afectado, Mírwen, haciendo alguna que otra pausa dramática para recalcar que es ella quien está hablando y hay que prestarle la debida atención, recita:

No es mucho lo que recuerdo de los libros que he leído en Minas Tirith sobre Taur-nu-Fuin, o Bosque Bajo la Noche como creo que lo llaman los elfos. El sindar Thandruil mantiene allí una fortaleza si no estoy mal informada. Aparte de esto, poco más he oído excepto un cuento para niños que menciona un arroyo de aguas negras y encantadas del que no se puede beber.

Tras esta declaración, se recuesta satdisfecha en el respaldo de su silla contemplando complacida el efecto de sus "sabias" palabras

Muy bien dicho, felicita Gandalf a la joven maga. Pero no conoces algunos detalles, que sólo podrías saber si hubieras estado por allí recientemente. Permíteme compartirlos contigo y con nuestros amigos, comenta con una sonrisa.

La sonrisa se torna en un gesto más serio... Hace algunos años, debido a los intensos rumores de que el Señor Oscuro estaba reorganizandose en la parte sur del Bosque Negro, Saruman, Radagast y yo partimos hacia allí con el propósito de expulsarlo. Podríamos decir que tuvimos éxito entonces, pero la sombra de Mordor es larga y parece que no toda su presencia abandonó el bosque. Hasta mí han llegado habladurías de que aún se conservan fortalezas enteras para los oscuros propósitos de Sauron, pero, por ahora, tan sólo son rumores. Iría yo mismo pero hay un asunto que me tiene atado mucho más al noroeste de aquí, y sólo me alejo el máximo tiempo que mi sentido común me permite. Ya que yo no puedo ir... me preguntaba, si vosotros, quizás, estabais interesados en investigar lo que ocurre en tan tenebrosos parajes.

-Si es para eso para lo que nos has reunido Mithrandir que asi sea, ademas, personalmente, no puedo dejar que un bosque este habitado por criaturas malvadas.
¿Que opinais los demas?

Sonrie y mira a sus compañeros, con algo de orgullo

Parece peligroso dice Lólindir mientras se aparta el pelo de la cara. Sí, iré. Podría ser... interesante.

De acuerdo, podeis contar conmigo dice Boffo mientras echa un trago de su jarra y observa a sus compañeros mientras mira a sus compañeros Cuando cuente esto en la comarca voy a ser tan famoso como Bilbo Bolson...

Si el mismo Mithrandir ha decidido que este es un grupo adecuado para llevar a cabo esta tarea, no seré yo quien os contradiga, Maestro - dice dirigiéndose a Gandalf - Vuestra sabiduría en estos asuntos ha demostrado ser incuestionable; al terminar de hablar, inclina la cabeza a modo de reverencia y asentimiento.

Uhm, sin duda considera que en este grupo hace falta un poco de sentido común; iré encantada. Además, quizá sirva a los propósitos de mis propias búsquedas personales. Debería informarme más acerca de ese Bosque Negro, aunque... dudo que nadie sepa lo que es un libro en muchas leguas a la redonda

Si así lo consideras necesario, así lo haré, cuenta conmigo para ésta misión.