Partida Rol por web

Gato! Despega!Sacanos de aqui ¡Ya! ordene presionada por los que me acompañaban allí abajo. Subir a Zug a una cama! Vosotros dos! Si teneis algo que sirva para ayudar a curar a Zug, ya estais dandoselo a los aslan. Corri hacia el puente de mando, queria saber quien nos atacaba y por que.

La nave empieza a moverse y enseguida notáis los impactos de armas ligeras bajo vuestros pies. No tienen capacidad los tanques para disparar hacia arriba, por lo menos tan en vertical, pero armas más pequeñas, manejadas por personas si.

La mayoría salta de la plancha que os soporta, y vosotros dos también. Los del tanquichuelo os lanzan un botiquín, que se ve que tienen dentro de la torre, pero ... nadie tiene conocimientos suficientes.

Tenemos una llamada entrante.

Vamos Gato! Sacanos! Y pasame esa llamada al intercomunicador, mientras llego al puente de mando le dije mientras continuaba con mi carrera.

Tenemos comunicación de que ha entrado en combate. ¿Precisa nuestra ayuda?

Parece que dimos con un grupo de rebeldes en la zona, simpatizantes sin duda del anterior mandato. Supongo que en cuanto nos elevemos mas sus armas no nos alcanzarán. Sin duda el T.I. tendra ganas de bajarle los humos. Lo que necesito con urgencia es asistencia medica. Llevo a varios aliados refugiados y.... Uno de ellos esta gravemente herido.

Muchos miran sorprendidos a la mujer por escucharla hablar sola. Los aslan no tienen claro, al no entender nada la mayoría, pero los carristas, Aven y el viejo aslan si miran con preocupación y curiosidad.

Al poco tiempo se deja de escuchar el repiqueteo de las armas automáticas.

¿Rumbo mi capitán?

Era una curiosidad, pero ... podrían sentir las máquinas esa sensación. Ese sentimiento. Curiosidad. La voz de Gato Amarillo así lo hacía entender

Ascendemos en vertical.

Esta nave dispone de un hospital de campaña bastante limitado, pero supongo que para un herido si podría atenderse. Raro, parece que el hombre se compromete en el tema. Voy a preguntarlo.

Mi intercomunicador no paraba. Si no era uno, era otro. Gracias. Permanezco a la espera. le indiqué al oficial de enlace.
Gato. De momento al espacio. A nuestro punto de partida original.

Todo sucedió muy rápido y por unos minutos me sentí bloqueado.

La Capitana gritaba ordenes sin parar mientras corría de un lado para otro.
Los Aslan murmuraban inquietos. Podía leer el miedo en sus velludas caras.

Cuando me recompuse, seguí un rato a Zhiva con la mirada.
Las noticias no eran muy buenas...su otro amigo, el K´kree estaba todavía en algún lugar allí abajo, no podíamos tardar mucho en volver a por el.

Y para colmo, ninguno de los que allí estábamos ahora, tenía conocimientos médicos como para tratar a Zug...no me gustaba el cariz que estaba tomando la situación.

Mis conocimientos de medicina eran en realidad bastante básicos, pero el mero hecho de tenerlos, parecía convertirme en la mejor opción del Aslan en toda la nave...
Tener en mis manos la vida del mejor amigo de Zhiva no me gustaba nada...tal y como yo lo veía, aquello solo me traería problemas.

De todas formas no había mucho tiempo para pensar...

Zhiva, ¿instalaciones medicas?

¿¡¡Hay alguien con alguna noción de medicina en la Nave!!? ¿Enfermeros, curanderos? Grité en un último y desesperado intento de librarme de aquella responsabilidad. Mientras hablaba señalaba el botiquín que la insólita pareja del tanquichuelo me habían dado.

Estaba visiblemente nerviosa. Hacia unos instantes había tirado la toalla, hasta que se dio cuenta de que habian mas que en ese momento dependian de ella.
No tengo Aven. gruñí. Se ve que al diseñador final no le gustó eso de poner una enfermeria. se me notaba realmente disgustada. Como si la hubiese pedido yo misma y me la hubiesen denegado aun habiendo sitio.
Estoy esperando a que me respondan desde la nave de guerra del T.I. Ellos podrian salvarle.

Zug empezaba a dar signos de mal estar. Vomitó sangre y le burbujeaba por la nariz y la comisura de los labios. Sus hermanos de raza le tumbaron y se pusieron de rodillas a su alrededor.

Los del tanquichuelo miraban desde arriba, más estupefactos e inocentes que interesados en la escena, pero no podía apartar los ojos.

La mujer estaba muy entretenida con las comunicaciones y sólo tu te percataste. Los aslan estaban en su rito ceremonial y no miraban hacia allí.

 Señora T'Karsh, se escuchaba a la jefa de la nave. Anillo de acoplamiento 22. La enfermería está preparada. Adelantenos las lesiones para que el equipo médico se prepare para asistir y esté prevenido.

Aslan. Macho. Inconsciente. Tiene una estaca de madera clavada en el abdomen. Dios! Acaba de vomitar sangre y.... Le sale un poco por la nariz. Aven, ayudame a colocarle en posición fetal! No quiero que se ahogue y es lo mas seguro. pase deprisa entre los aslan. Gracias comandante. Gato. Ve a toda prisa a la nave del T.I. Anillo de acoplamiento 22! Ordené. Aguanta. No me dejes, por favor susurre a Zug mientras le giraba con cuidado.

Al llegar se acopla con precisión y un equipo quirúrgico ya espera nada más abrirse la escotilla. Se llevan al herido.

Sólo dejan pasar a Esmirriao, Gorrinmango y al Doctor Frost.

La comandante te da las gracias por haber rescatado a los agente y su vehículo. Te promete que harán todo lo que esté n su mano y le pide al arqueólogo que le acompañe. - Señora, le mantendré informada de forma puntual, y directamente yo. Nada de intermediarios. Eso te tranquiliza, pero .... lo justo. - Doctor Frost, sígame. Ordena de forma contundente e inmediata antes si quiera soltar las manos de la capitán de Gato Amarillo. Los agentes no hacen amago alguno de salir de la torre de su "montura".

Dr. Frost(?)...espera, como es que saben mi nombre y mi titulación(?)

Tal vez estaba un poco paranoico, pero no entendía el tono autoritario...y mucho menos el porque no dejaban pasar a Zhiva, pero si a aquellos agentes que no tenian ningún conocimiento medico...

¿Que esta pasando aqui? exclamé, haciendo caso omiso de la Comandante...no pensaba moverme de la nave de la Capitana...no hasta tener una buena explicación para todo lo ocurrido.
Ahora mismo el T.I. me despertaba la misma confianza que un Aslan encerrado en un pozo de agua.

No me gustaba nada que no me dejasen ir con Zug, pero quise entender que no era por mi presencia, sino por la de mis invitados que permanecían extrañados de todo en la nave. Lo que si me sorprendió fue el repentino interés por Aven. Pasaron de la llamada de auxilio, cuando les di el nombre por si resultaba ser una amenaza, pasaron de él y ahora... ¿qué tiene ahora que no tuviese antes? ¿información sobre mi?
Me agrado ver que no quisiera ir hasta que no le diesen una explicación. Aunque era más seguro que permaneciese con ellos.
Aven... Ya has visto lo que les ocurre a mis amigos y serrs queridos. Zug esta.....moribundo. Y Yezbel desaparecido. ¿Eso quieres para ti? Y no. No quiero deshacerme de ti. Pero vales demasiado como para perderte en una guerra que no es tuya dije con pesar.
Me giré hacia los aslan. Tranquilos. Volveremos a tierra enseguida. No os voy a dejar aqui

No bajar señora. No bajar. Dice el viejo de los aslan. Quedar tigo.

La Capitán de Navío reitera su orden de una manera amable ¿Me sigue, señor Frost?