Donde quieres aterrizar, o prefieres flotando?
Gato, manten la posición. Dije entrando en el puente de mando. Envía nuevamente el mensaje que enviaste en el espacio a la roca aquella. El que nos devolvió estas coordenadas. Luego busca un buen lugar para descender, no quiero darme paseos innecesarios con el aircraft.
Aterrizar con la nave. Prefiero que bajemos los 9 aslan y yo andando, que ir bajando uno a uno en esos cacharros mortales.
La nave está aterrizando y Zug va al puente con una sonrisa, la mano en el vientre, y una mueca de dolor. - Quedo aquí para traducirte lo de mis hermanos. Su voz es arrastrada desde la mitad del pasillo. Como si aún llegase por este, aunque ya se ha sentado en tu puesto.
Se abre la rampa y los "gatitos" te acompañan.
Los agentes están en el tanquichuelillo. Está arrancado, listo para ir donde digas. No tiene mucho espacio de carga, pero alguno puede ir dentro. Encima ... muchos. Te recuerdan que el arma principal no funciona.
La cima de la colina entonces.
Supuse que Gato lanzó la señal y no recibió nada cuando nos dejó salir tan alegremente. Las ruinas habían quedado un poco retiradas de nuestra posición y el terreno no era fiable después de toda el agua caida en los días de atrás. Antes de salir de la nave me aseguré de llevarlo todo puesto, armas, comunicador, la libreta de Aven, llevaba un pequeño respirador en un bolsillo por si necesitaba sumergirme bajo el agua. Mi mini ejercito de aslan estaban listos. Me giré hacia los dos agentes.
Señores, me temo que el terreno no parece estar en condiciones como para que useis vuestro juguete en él. Se podría quedar atascado. Sigo pensando que sería buena idea la de que siguierais tratando de reparar el arma principal o tratar de ponerle otro tipo de armamento, para cuando debais acudir a nuestro rescate. Sois mis únicos refuerzos si todo esto sale mal. Les sonreí. Les necesitaba, si... pero de momento allí.
Luego conecté el comunicador. Gato, es primordial tu seguridad y la de tus tripulantes. Ante cualquier anomalia o peligro inminente, despega y aléjate de la zona. Ya volvereis a buscarnos.
Zug. Ahora eres el capitán en funciones en la nave y mi traductor personal. Le sonreí. Diles a tus hermanos que estoy lista para empezar.
- Están listos, dice Zug por tu intercomunicador, tras escuchar una gruñido en los de su raza.
La rampa está abierta, los chicos perparados. Los agentes están trabajando en el arma, pero ... en repararla, ya que no parece que puedan sustituirla o cambiarla por otra. Cuando empiezas a andar te saludan como honores a los que marchan al combate.
Devolví el saludo a los agentes y arranqué la marcha junto los aslan, de camino a las ruinas, pisando con cuidado pues aun quedaba bastante barro en el lugar. Las ruinas no debían quedar muy lejos, si es que el agua no se las llevó consigo. Sólo esperaba que a los aslan les gustase tanto el agua como a Zug. Sino, mal íbamos.
Las aguas se retiraban poco a poco. Demasiado poco a poco. Donde había llegado, todo era un destrozo. Arboredas arrancadas enteras, restos de plantas en diferentes estados, barros y limos ... y tras un rato se empezó a vislumbrar el techo de la "Autorcarabana" que tenía el Doctoricito en "historia y huesos viejos". Está totalmente destrozada, con daños por fuego y por impacto. Eso te hace recordar lo fácil que es estrellarse. No es recuperabel, pero ... piensas en él.
Los "cachorrillos" de dos mentros te escoltan en abanico con el repertorio armamentístico que disponen. Alguna pistola, herramientas de tu nave ... e incluso algunas ramas que ya portaban cuando escapásteis de la ciudad. Todo un elenco de trastos.
Ver la nave estrellada me hizo recordar a Aven. Que hubiese sido de él si no hubiese venido a rescatarle. ¿Acaso alguien más lo hubiese hecho? Abrí mi comunicador.
Gato, guíame. Con tanto destrozo natural no logro identificar el camino hacia las ruinas.
Era todo un caos, ya no serviría eso de el tercer arbol a la derecha... ya no había tercer árbol.... Y las rocas se habían desplazado incluso varios metros. Me temía que las notas de Aven me iban a servir de poco, al menos aqueí fuera.
Mi señora, no tengo nada con lo que guiarle.
Te diste cuenta que el pobre "gato" tenía razón. Las notas.
Porqué me contesta Zug... Cuando solicitaba a Gato que me guiase? En fin.. supongo que tendré que guiarme por un libro el cual no se si servirá tras el destrozo.
Busqué entre mi ropa y saqué el diario de Aven, comencé a buscar en sus notas algo que me pudiese guiar por aquel lugar.
Empiezas a leer entre líneas la destrozada, sucia, sudada y doblada libretita. Menos mal que unas tapas de cuero azulado y una gomita mantenían su integridad.
Tras unos minutos de pasar páginas con cuidado empiezas a desesperarte. No hay nada más que pensamientos, divagaciones, referencias a filósofos y otros pensadores ... e incluso chaladuras de un excursionista solitario.
Tirada oculta
Motivo: encontrar¿?
Tirada: 2d6
Resultado: 1, 1 (Suma: 2)
Creo que me he liado yo al contestarte; pero bueno, la respuesta hubiera sido la misma, pero con un estilo mucho más ... peculiar.
Dejé de leer durante un momento. Menos mal que no encontré nada sobre mi aquí escrito.
Descenderemos hacia la nave de Aven, no debe de estar demasiado lejos de las ruinas. O al menos eso espero.
El agua deja vislumbrar el techo de su autocarabana. De ese punto hacia abajo ... es una pantanada.
Comencé a bordear el lago improvisado, dirigiéndome hacia el lugar donde recordaba haber visto las ruinas desde la nave y buscando algún ficus que aun se mantuviese en pie en el lugar.
Esto no va a ser tan fácil como pensaba.
Te das cuenta, que el lago improvisado tiene un defecto. Es una isla improvisada. Una montaña, o mejor dicho, una colina, que tras la subida de las aguas, ha quedado aislada. Los fícus son lo único que ha aguantado. La navecilla está atascada contra uno, y si no fuera por su resistente tronco, el amasijo de metal arrugado estaría muy lejos de allí por la fuerza de la corriente.
Rayos! Desde aquí me resulta imposible ver y saber como está aquella colina saliente... y llegar parece imposible. La corriente es muy fuerte...
Gato, analiza la zona del lago artificial que tenemos delante, en especial la isla que sale en él. Necesito una ruta para llegar allí y los air-craft no son opción.
Podríamos deslizarnos con cuerdas y decender desde la nave a la isla, pero... aunque las ruinas estuviesen ahí, ¿serviría de algo? Quedarían los suficientes restos como para leer algo? Porque no me traje a Aven conmigo?
Cuando le estás dando órdenes salta el propio gato y dice. Una señal ha salido de la roca en la que estábamos estacionados en el espacio, esta ha empezado a descender y es posible que caita sobre el planeta.
Las ondas electromagnéticas han rebotado sobre nuestra posición, como por algo enterrado bajo esta colina y parece ... Me retracto capitán. Espera unos instantes. Una señal ha llegado desde el espacio, ha rebotado en nuestra posición y la roca en la que habíamos tomado ha empezado a descender.
Gato... ¿me estás diciendo que la enorme roca espacial viene hacia aquí?
(En caso de que sea así, que tu mensaje no lo deja muy claro...)
Replegaos, Zug! Diles que se retiren a la nave. Gato, arranca motores y prepárate para despegar en cuanto lleguemos!
- No señora, pero si continúa con las constantes iniciales, no impactará más allá de 50 km de la posición de aterrizaje. ¿Pueden un ordenador parecer estresado? Este ... dirías que si. De todas maneras tiene movimientos erráticos y aceleraciones inconstantes. O tal vez Gato Amarillo tiene ... ¿Miedo?
No lo deja claro. Cierto, y así va a seguir.
Vamoz, vamos! Apresure. Debemos salir de aquí cuanto antes! Corría como podía nerviosa, sobre el barro y restos de bosque dejados por la tormenta. Era consciente de que si no salíamos de allí antes de que aquello descendiese del todo, quedaríamos aplastados y sepultados sin remedio. Y lo cierto es que en ese instante, no me apetecía morir.
No lo dejas claro tu. Que vaya cacao de post quedejaste xD