Partida Rol por web

No se lo creía todavía, pero Bill estaba allí, había ido a buscarles, y la había encontrado.

Casi se desplomó de la emoción; no, no de la emoción, sino de todo el sufrimiento que tenía acumulado. A veces la esperanza tenía ese efecto, el de hacer que ante ella muchos se arrodillaran, dando gracias al destino, y Rose había sucumbido debido a ello.

Después se agarró a él y caminó; sus pies le dolían; sus piernas parecían de plomo; estaba deshidratada y desnutrida, y hacía días que tenía un intenso dolor en el pecho que apenas le dejaba respirar. Pero no se quejó ni dudó; solo siguió caminando, hasta llegar a la pared.

Vio como Andrés se sumergía y después, oyó los sonidos a su espalda.

Entonces, se temió lo peor.

-B-bil. Yo... no dejes que me atrapen otra vez. ¿Me lo prometes? Prométeme que pase lo que pase, no dejarás que me atrapen -le pidió, abrazándose a él entre sollozos.

-Te lo prometo, amor. Vamos, sumérgete, voy justo detrás de ti. Ya falta poco, no creerás lo hermoso que es el lugar hacia donde vamos, seremos felices.- Dijo Bill y se giró sobre su hombro, oía algo a sus espaldas cada vez más cerca.

Freak avanzaba pocos pasos detrás de Lilly y su familia.

¿Cómo hará Margaret para sumergirse? Se preguntaba, todos los esclavos se veían débiles y cansados, pero la mujer era un caso particularmente peor.

Con solo una señal de la pelirroja, Freak tomaría a la anciana y nadaría tan rápido como pudiese, pero le preocupaba que aún ni así lo consiguiese.

Sintió unas cuantas vibraciones a sus espaldas y se giró mientras el resto de esclavos se sumergían.

-¡¡KAAAAAAHHHHH!!- Gritó guturalmente a todo pulmón mientras sostenía la cuchilla del supervisor en una mano y el bate de béisbol en la otra.

El túnel que seguía el curso de agua parecía haber llegado a su fin y, aunque era de agradecer la parada, no tenía muy claro la pelirroja de por donde iban a escapar, mirando en todas las direcciones posibles. Fue entonces cuando Andrés cuestionó precisamente lo que pensaba, que quizás no hubiera vía de escape, pero el mecánico se metió en las aguas del estanque que debían estar frías como témpanos de hielo, pues era un fluido que partía desde la misma roca, aguas subterráneas que no se calentaban por el sol.

- Se acercan cada vez más, quizás deberíamos seguir a Andrés - Sugirió Lily mirando principalmente a sus padres. Su madre estaba muy débil, quizás no lo soportara - Mamá, ¿podrás hacerlo? - La mirada verde de la camarera era implorante, mientras que, muy cerca de ella, Bill cuidaba de Rose, la pobre muchacha rogaba por no ser atrapada de nuevo, Lily sintió un nudo en la garganta, cuantas penurias habían sufrido sus amigos y familiares, eso era imperdonable.

La pelirroja se posicionó al lado de Freak sacando su arco y flechas, elementos que le cedieron en el poblado de Organa, mientras daba tiempo a los demás para escapar.

- Papá, llévate a mamá... Me reuniré con vosotros al otro lado... - Aunque no tenía claro si existía un "otro lado" que no implicase la muerte.

Fue entonces cuando Lucke chilló agresivamente y a todo pulmón. Lily le imitó, aunque su voz sonó más femenina y para qué engañarnos, no daba miedo. Se puso a su lado, ambos formaban buen equipo.

-Vamos, Rose, ve ya.- Le dijo a su prometida para que se sumerja en las frías aguas. Él estaba a punto de hacer lo propio cuando escuchó el "grito de guerra" de Lilly y Freak.

Muchachos... Ustedes...

Cada parte de su cuerpo deseaba hundirse en el agua para seguir a Rose por detrás, escapar juntos, casarse y vivir felices aunque eso significase abandonar a su suerte a los demás.

Pero Bill no era esa clase de hombre.

Apretó con fuerzas la lanza del guardia que suplantó y se paró junto a los demás.

Lo siento, Rose. Pensó en cuanto decidió que no la seguiría por detrás como había prometido, aceptando que probablemente moriría con tal de ganar tiempo para los demás. Creo que te dije una mentira sin darme cuenta, pero me aseguraré de que no vuelvan a atraparte.

-¡SEREMOS LIBRES, O NO SEREMOS NADA!- Gritó junto al radiano y la pelirroja mientras otros esclavos continuaban emprendiendo la huída.

Mientras uno tras otro iban entrando en el agua y siguiendo el camino de Andrés, fuera cual fuese, con la incertidumbre que ello conllevaba, pues no sabíais si podrían cruzar por debajo de la roca y llegar con vida a algún otro lado, Bill y Luke se giraron para enfrentarse con el grupo que se iba acercando, seguidos de Lily, que no iba a dejar a sus amigos allí solos.

Los pasos eran cada vez más audibles, hasta el punto de que en un momento dado, no sabíais si había una sola persona con armadura o cientos de ellas, junto con docenas de criaturas contra las cuales seguramente, no habría mucho que hacer.

Los tres estabais dispuestos a todo, así que en cuanto aquella figura enorme apareció delante de vosotros, vuestro primer impulso fue lanzaros contra ella. 

Era un ser envuelto en una gruesa armadura. Nadie sabía lo horrible que sería la criatura que contendría, pero sí que lucharíais encarnizadamente para defender a los vuestros, como no podía ser de otra manera, hasta que una voz familiar resonó debajo del casco.

-Eh, no iréis a luchar también contra mí, ¿no?

Al subir la visera, visteis el rostro de Liam, envuelto en sudor, pero sonriente.

-Bueno, ¿a qué esperáis para ayudarme a quitarme todo esto? Me duelen los pies de todo lo que me he puesto debajo para parecer más alto y los brazos por todo lo que tengo que levantar.

Freak reconoció al hermano se Lilly al instante, no entendía qué estaba pasando, ni qué era esa armadura que tenía puesta, ni qué demonios hacía allí, solo entendió la sonrisa amistosa con la que los miraba y eso le llenó de tranquilidad.

-Kiaahh, kiaahh, kiaaahhh.- Soltó sus armas y empezó a dar pequeños saltitos sobre el lugar en donde estaba mientras aplaudía de la felicidad que sentía.

Bill frunció el ceño. ¿Liam?

-¡Liam! ¿Cómo...?- Sobrevivió, no puedo creerlo.

-¡Qué bueno verte, ni te lo imaginas!- Dijo mientras ayudaba a quitarle la armadura, era un exoesqueleto tán o más grande que el que usaba Leyla.

¿Significa esto que la morfiusa logró bloquear un poco el camino y Liam pasó porque tenía el casco? ¿Cómo demonios se hizo con una servo-armadura? A lo mejor mató a todos los persecutores él mismo. Eran muchas las dudas y las preguntas que quería hacerle, pero no quería interrumpir el reencuentro de Lily con su hermano.

Cuando Bill se puso a ayudar a Liam a quitarse ese armatoste, Freak hizo lo propio lo más rápido que pudo.

Cada unos pocos segundos, Freak miraba sobre su hombro en dirección al túnel por dónde provenían. ¿No hay enemigos? ¿Y por qué corríamos entonces? Asustan a Freak en vano...

Lily abrió mucho los ojos cuando el tipo de la armadura no resultó ser otro que Liam, su hermano. Los ojos verdes de la muchacha se abnegaron en lágrimas y la joven, se abalanzó sobre él para abrazarle, dejando fluir su espontaneidad natural, la que siempre le había caracterizado.

- Te creí muerto. Menos mal que estás vivo, ¡por todos los megatones! - Era un día cargado de emociones. Su hermana a salvo, sus padres saliendo de aquellas cuevas y Liam allí, dándolo todo por la familia. Nada podía ser mejor.

Sus amigos, Bill y Freak se pusieron en activo para ayudar a Liam a desprenderse de la armadura. Seguramente se la hubiera puesto para intentar pasar desapercibido entre los guardianes.

- Papá y mamá ya están saliendo de aquí. Todos están a salvo... - Iba diciéndole mientras intentaba colaborar en desnudarle - Debemos irnos pronto, recuperar nuestro hogar, y evitar que vuelvan a echarnos del refugio 252... - Indicaba la joven con énfasis, organizando el futuro. Se sentía tremendamente fuerte - ¿Has averiguado algo de esta gente, Liam? ¿El por qué el supervisor hizo lo que hizo? ¿Crees que podremos regresar a casa?

El abrazo de Lily casi dejó sin respiración a Liam.

-Eh, tranquila, hermanita. ¡Vas a conseguir ahogarme! -le dijo a Lily, devolviéndole el abrazo, además de una de aquellas sonrisas a las que estaba acostumbrada.

Mientras le ayudabais a quitarse la armadura, Liam siguió hablando.

-Pues... casi casi, hermanita. No sé como pero conseguí salir del refugio. Aparecieron esos cabrones y reunieron a todo el mundo fuera del refugio. Yo me oculté  entre la arena y todavía no entiendo como no pudieron verme -explicó, al mismo tiempo que terminaba de quitarse las últimas partes del pesado metal -. Los seguí durante días, a distancia, y cuando llegaron aquí, dejé fuera de combate a uno que se la había quitado para hacer sus cosas y lo sustituí. Tuve hasta que hacerme unos zancos de madera para poder llevarla.

Liam mostró los pedazos de madera que se había atado a las botas.

-Estaba esperando una oportunidad para huir con todos, y no quería aparecer antes de tiempo, pero ya estaba dispuesto a todo cuando os vi aparecer. Entonces cerré el otro extremo de la cueva con unas cuantas rocas. No creo que tarden mucho en quitarlas, así que será mejor que nos demos prisa. 

Lily le dijo entonces que sus padres estaban huyendo, y empezó a hacer preguntas una detrás de otra.

-Eh... bueno, bueno, pues entonces salgamos de aquí. Las respuestas despues, aunque estoy convencido de que podremos regresar a casa.

Liam os guiñó un ojo y después se acercó al agua. 

-¿Al agua patos?

Freak no podía esconder su felicidad y una enorme risa se le dibujaba en el rostro, aunque claro, con sus malformaciones y la.falta de párpados la imágen que daba podía ser un tanto espeluznante para quien no estuviese acostumbrado a estar con él.

¡Todo ha salido estupendamente bien! Que alegría, hasta Liam está vivo.

Se dirigían a la zona del agua y Freak los siguió hasta mojar sus pies en la orilla. -Kiiihh...- La sonrisa que tenía se le borró en cuanto sintió lo helada que el agua estaba, pero después de todo lo vivido, ese era un detalle menor.

¿Querrán ir de regreso al refugio? La idea no le gustaba. El bosque es tan lindo... Y las raíces que me hacen sentir esa cosa tan extraña, y las casas en los árboles, y los animales, y mis hermanos. El refugio no tiene nada de eso, solo gente mala, y Lily. Luego lo pensó mejor, en cómo lo animaban los esclavos que había ayudado a liberar, en sus nuevos amigos, hasta el tonto botánico le empezó a agradar cuando vió que se besaba con otra mujer, ya no era una amenaza para robarle a Lily el día que le declarase su amor. Hmmm... Quizás el refugio tampoco sea tan mala opción.

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-Eres un tipo duro, Liam, tienes todo mi respeto.- Le reconoció Bill con admiración, la última vez que había visto al pelirrojo hacía un par días estaba pálido y parecía vomitar sangre por la boca, y así y todo por lo que contaba se las había arreglado para escapar, abatir y reemplazar a un guardia. Todo el ahínco a fuerza de voluntad para salvar a los suyos... a los nuestros.... al refugio.

Miró a sus compañeros, y se dió cuenta de que ellos mismos no se quedaban tampoco atrás. Andrés guiaba a todos en las desconocidas aguas para buscar una salida, Freak y Lily se habían plantado con valentía para luchar a muerte y conseguirles tiempo, sin contar todo lo que ya habíamos luchado todos antes.

Muchachos... Creo que todos nos hemos vuelto un poco más salvajes estos días, ¿No?  El botánico sonreía, sintiéndose orgulloso y afortunado de tener a aquellos guerreros de la vida como amigos. Lamentó que la doctora Irina ni Layla no estuvieran allí, las había dado por fallecidas, pero el hecho de que Liam esté allí le hizo recuperar la fé, aunque las chances de que estuvieran vivas eran pocas, era más lindo creerlo así.

-Si, ¡al agua patos!- Sonreía un poco nostálgico pero feliz, tal parecía que lo habían conseguido, la misión había sido un éxito rotundo. -Amigos vamos, yo voy al último.- 

Uno tras otro fuisteis entrando en las frías aguas de aquel río, y tras coger aire, os sumergisteis en ellas y comenzasteis a nadar siguiendo las sombras de cuantos os habían precedido. Resultaba extraño cambiar las resonantes paredes del interior de la montaña por el cautivador silencio, roto únicamente por vuestras brazadas y alguna burbuja de gas, del interior de las aguas subterráneas, y solo esperabais que la salida no estuviese demasiado lejos.

No tardasteis en acelerar vuestros movimientos al ver que parecía que no llegabais a ninguna parte, tras adentraros en un oscuro túnel de piedra y continuar buceando como si no tuviese fin, hasta que después de unos angustiosos segundos durante los cuales empezasteis a pensar que quizás debíais dar media vuelta, visteis una luz en la superficie.

Sin perder tiempo, os dirigisteis hacia ella, ávidos de poder respirar de nuevo, cerrando los ojos y acelerando los movimientos de vuestros pies, hasta que por fin....

Al elevar la cabeza por encima de la superficie del agua y tomar una primera bocanada de aire, abristeis los ojos de nuevo y pudisteis ver que estabais en un lago. A vuestro alrededor se encontraban todos los demás, nadando para llegar a la orilla o siendo ayudados por los que ya lo habían conseguido.

La montaña se alzaba delante de vosotros, pero parecía que la habíais atravesado sin demasiados problemas. Sin duda alguna, al otro lado estaría la entrada que conocíais, por lo que quizás no tardarían en ir a buscaros, si es que no eran idiotas, porque también podía ocurrir que ni tan siquiera se les ocurriese.

Andrés había sido el primero en echarse al agua y suerte que sus pulmones aguantaron la sorpresa de la inesperada longitud del conducto, porque en caso contrario, quizás no lo habría contado. Cuando llegó al lago, sonrió satisfecho, y esperó a que saliesen todos los demás para hacerle algunas indicaciones.

Una vez todos estuvieron encaminados, se dirigió él también hacia la orilla y empezó a ayudar a quienes iban llegando.

Cuando por fin lo hicieron los demás, sus compañeros de sufrimiento, los miró con un brillo en los ojos.

-En realidad no creía que el conducto tuviese una salida. Me alegra haberme equivocado -comentó.

Entonces, miró a su alrededor.

-¿Qué hacemos ahora? Deberíamos ir hacia el refugio, o hacia tu bosque, Organa, para que vuelvas con los tuyos, pero no tengo ni idea de por dónde se va.

Organa solo había servido de guía, pero en el fondo sabía que habíais tenido mucha suerte de llegar hasta allí con vida. El regreso quizás no fuese tan sencillo pero no tenía otro remedio que intentarlo, por ella y por todos los que les acompañaban. Ahora no se trataba únicamente de unos pocos, sino de todo un grupo, con hombres, mujeres y niños, personas debilitadas por el trabajo y el hambre.

Andrés le hizo la pregunta clave.

¿Por dónde debían ir?

-Creo que es por allí -dijo, señalando en una dirección -. Vinos por los pantanos pero quizás podamos rodearlos porque no creo que podamos sobrevivir todos si nos metemos en ellos. Será más largo pero también más seguro.

Lily ignoró las quejas de asfixia por parte de su hermano. Había regresado a ella y por eso no le quedaba más remedio que aguantarse y dejarse achuchar. Conocer la historia de Liam era encontrar un reflejo casi idéntico al de su historia, que consistió en huir, esconderse, intentar salvar a su gente y camuflarse entre los enemigos con el fin de regresar a casa y rehacer la vida que los mutantes habían sesgado.

El agua donde debían sumergirse estaba helada y la pelirroja hubiese querido no bañarse, si no fuera porque le podía el miedo que le tenía a los esclavistas. Así que se tiró casi sin pensárselo, notando como alfileres que punzaban su piel, pues los termorreceptores de su superficie se quejaban por el brusco cambio al que estaban sometidos.

Fue así como Lily se sumergió, al igual que el resto de sus amigos y nadó con energías por aquel río subterráneo que desembocaba en un lago situado en el exterior, justo al pie de las montañas. No tardó la fémina en ir hacia la orilla y salir de las gélidas aguas, mientras sus ropas se pegaban a la piel.

- Debemos ir al poblado de Organa porque Kummy está allí - Recordó Lily, escuchando la conversación de Andrés - Y después deberíamos regresar a nuestro refugio y volver a conseguir que sea nuestro hogar - Comentó la camarera, apretando sus ropas para que cayera el exceso de agua - Andrés quiero agradecerte que nos dijeras la clave para salir de las cuevas. Si no llega a ser por ti, estaríamos atrapados - Le sonrió con encanto, valorando la buena disposición de su compañero.

Seguidamente Lily miró a su alrededor, comprobando que nadie de sus seres más queridos se hubieran quedado atrás - Oh Lucke, ya queda menos para regresar a casa - Le tomó de la mano, como siempre hacía, mientras veía salir a Bill de las aguas, era el último en llegar.

No lo lograré, maldita sea, no lo lograré, ¡No puedo morir así! Dios... Bill estaba aterrorizado, sentía que en cualquier momento chocaría con los cadáveres de los esclavos ahogados, y que él sería el siguiente en llenar sus pulmones con agua. Pero comenzó a vislumbrar una luz. ¿Era el más allá? ¿Estarían sus padres, Barry y Eliza, esperándole del otro lado? Finalmente conocería a su abuelo, pensó. Pero ña luz se hacía cada vez más y más grande, era el exterior. 

¡Snaff! 

Dió una poderosa inhalación de aire en cuando sacó su cabeza a la superficie, lo había logrado.

Nadando de forma tosca con el agua al cuello, se acercó a la orilla donde vió a sus compañeros, podía escuchar lo que decían.

¿¡Que demonios!?

-¿¡Cómo que no creías que hubiera una salida!?- Empujó a Andrés con ambas manos. ¡Por poco y no hacemos un suicidio masivo!

Bill chasqueó la lengua y se alejó, al fin de cuentas la cosa había salido bien y no podía enojarse por más molesto que estuviera por el riesgo que corrieron. 

Se sacó la ropa y comenzó a escurrirla.

-Lily, entonces, ¿Planeas regresar al refugio?- El botánico no siquiera lo consideraba una opción. -Pero el bosque... ¡Significa vida! Tenemos que protegerlo, así salvaremos a la especie de la extinción.