Cayó de rodillas, en el suelo, soltando su espada. Lágrimas amargas comenzaron a descender por los ojos de Lyla. No eran lágrimas de tristeza, ni tampoco de alegría, eran una mezcla entre el shock y la presión en la que se había vuelto envuelta en las últimas horas. Pero había pasado todo. Sí. Era un nuevo día. Limpiándose los ojos, se levantó, lentamente
Podría devolverlos a la vida...
Por primera vez desde que Delenis había vuelto a resurgir, reconsideró sus palabras. Hacía tiempo, escuchó un relato sobre unos niños que se internaban en el bosque, y al llegar a una cueva perdida entre el follaje, encontraban una extraña piedra con forma de huevo, negra y pulida. Al tocarla, el espíritu de un hombre anciano aparecía sentado sobre una rama cercana, y les contaba a los dos niños que era un antiguo mago blanco que había sido encerrado en aquel lugar por un demonio. Luego les aseguraba que, al encontrar la piedra, le habían rescatado de su cautiverio, y que por ello, les ofrecía convertirse en sus aprendices
Los niños, emocionados, asentían enérgicamente, y entonces el espíritu les hacía sellar el pacto. Luego se mostraba en su verdadera forma: Un demonio monstruoso con varias bocas repletas de afilados dientes, y un solo ojo en su parte frontal. Riendo, les explicaba lo que realmente había ocurrido: Engañándoles con promesas de poder y bonanza, había conseguido atar sus almas a la suya, y ahora eran sus esclavos. El cuento terminaba cuando los niños, llorando, eran engullidos por el ser, convirtiéndose automáticamente en seres deformes y monstruosos destinados a servir por toda la eternidad a aquel ser horrible
Sabía que solo era un cuento de brujas para asustar a los niños pequeños, y siempre había odiado ese tipo de historias, con una moraleja tan clara y directa. Pero ese cuento, en especial, nunca le había gustado. Le parecía triste, horrible, demasiado... Demasiado real. Los cuentos deberían tener finales felices. Y, de alguna manera, aquella oferta que les había propuesto Delenis le recordaba de forma directa al cuento del huevo negro
Pactar con el diablo
No. Había tenido suficiente. No sabía quién o qué era Delenis, pero, aunque no acabara de caerle mal, no podía confiar en ella. Al fin y al cabo, les había utilizado. Y relegarse a servirla supondría dejar atrás muchas cosas
Pero podrías volver a verles...
La niña volvía a mirarla, seria, sus ojos cargados de tristeza. Lyla no quería escucharla. Era fácil enfrentarse a otros enemigos; Pero la batalla más dura consistía en enfrentarse con uno mismo
¿De verdad crees que serán reales?
Lyla negó con la cabeza
No lo sé. Pero serán reales para mí
Lyla-niña ladeó la cabeza
¿Vivirías un engaño?
Lyla sostuvo la mirada de aquella mocosa, algo iracunda
Sí. No sería un engaño. Sería tan real como yo lo creyera
¿Y eso te ayudaría? La culpa no fue tuya. No fue nuestra
Déjame
¿Otra vez?
La niña negó una, dos, tres veces, mirando al suelo, derrotada
¿Por qué no te atreves a enfrentarte a mí?
Lyla tardó unos segundos en responder
Yo... Te tengo miedo
Las dos se miraron durante unos segundos. Lyla mirando en su alma, por primera vez en muchos años. Sincerándose
Todos tenemos miedo. Eso nos hace humanos
No quiero tener miedo
No puedes evitarlo. La pregunta es: ¿Vas a dejar que te domine, o vas a luchar contra él?
Extendió su pequeña mano hacia la imagen de Lyla-adulta, y se quedó en esa postura
¿Vas a vivir una ilusión, o enfrentarte a la realidad?
Silencio. Y, entonces, la mano de Lyla apretó con fuerza aquella que le tendía la niña. Su alma
Esta sonrió
Es un buen comienzo
Tablas. Por primera vez en muchos años, su conciencia había logrado imponerse. Y esta vez, había aceptado ceder. Aún quedaba mucho camino, pero, por unos instantes, la cazarrecompensas respiró, sintiendo como la calma inundaba su alma. Quizás tardaría años en aceptar que ella no había tenido la culpa de la muerte de sus padres. Quizás tardaría años en volver a estar en paz con su propia conciencia. Pero, de alguna manera, sentía que el camino se hacía más corto. Al menos, había dado el primer paso
Alzó los ojos, y miró a Delenis, seria y tranquila. Luego se giró a Alexander
No sé quienes son esas personas, pero si te quedas aquí, no estarías viviendo más que en una ilusión. Sería un reflejo de tu pasado, un mero recuerdo sin vida. Sin alma
Se acercó al mago, lentamente, sin apenas pararse a recoger su espada
Tampoco sé que hiciste, ni porque esas personas ya no están contigo. Es tu historia, la historia de tu vida. Pero si puedo prometerte una cosa
Llegó a su lado, y, súbitamente, le abrazó
Ven conmigo. Da igual lo que venga; Podremos hacerle frente Miro a Anger, y sonrió Juntos Volvió a girarse hacia Alex Yo también tengo algunos asuntos pendientes. Y tarde o temprano, tendremos que enfrentarnos solos contra nuestros fantasmas
Sonrió por primera vez
Pero al menos será real. Y no estaremos solos
Acto seguido le besó. Lo hizo sin pensar, como si hubiera sido activada por un resorte. El beso no duró más que unos segundos, pero cuando acabó, a Lyla le pareció que hubiera pasado una eternidad
Nos ponemos pastelosos XD
(Esto es lo que pasa por haberse criado con las películas de Disney)
El beso de Lyla fue el estímulo que el chico necesitaba.
Lentamente, se fue levantando. Su cara, marcada por el cansancio, no mostraba expresión alguna, y los músculos apenar le respondían debido al agotamiento.
Dejó que el escudo que le protegía (que había tomado un color dorado) se dispersase en millones de partículas, que brillaban alegremente al recibir la luz del sol.
De manera rápida, y casi inconsciente, se acercó a Lyla, y le devolvió el beso. Un beso que expresaba toda la ternura y el cariño que el muchacho no podía transmitir.
Al terminar, densas lágrimas perlaban la cara del muchacho, que contrastaban ampliamente con la sonrisa cansada que exhibía.
-¿Crees que no querría irme con vosotros? Lo que he vivido en las últimas horas es lo mas intenso que me ha pasado en mucho tiempo, pero yo...-La cara del chico se tornó seria-yo no puedo escapar a mis fantasmas.
Se enjugó la cara con el dorso de la camisa, intentando serenarse.
-Ivan...Yo maté a Ivan, ¡Yo maté a mi hermano!-Alexander sonrió con amargura-Con esto-Añadió, mirándose las manos, dando a entender que se refería a la magia-¿Quien me asegura que contigo no haga lo mismo? Todos a mi alrededor están en peligro, y por eso...
El muchacho acarició con ternura la cara de Lyla
-Por eso debo estar solo.
Se giró, no para observar a Delenis, sino para intentar imprimir la fuerza que no tenía a sus palabras.
Lyla frunció el ceño, y se cruzó de brazos
¿Pero que chorrada es esa? Nadie debe estar solo. Nunca
Iván... El hermano de Alexander ¿Era cierto que le había matado? ¿Un accidente? Quizás, pensó, el mago no era tan diferente a ella. Quizás los dos se culpaban por su pasado, y, al igual que Lyla, quizás a Alexander le costaba conciliar el sueño por las noches
Escucha: No vas a hacernos daño. Creo... Sé que eres una buena persona. Por favor... ¡Si hasta te dio pena quitarle el collar a la niña! ¡Que no era real! ¿Como vas a ser peligroso?
Le cogió de los hombros, y le obligó a mirarla a los ojos
Da igual lo que un hombre puede hacer. Lo importante es que hace con sus habilidades, ¿Entiendes? Y yo sé que no vas a hacerme daño. Con eso basta, ¿No crees? Es algo que yo he decidido, y no puedes hacer nada contra eso
Lyla se apartó un poco, y sonrió con tristeza
Da igual lo que hayas hecho. Los pecados son perdonados, los malos recuerdos se olvidan. No me importa quién es el Alexander de hace años. Me importa el Alexander que está ahora frente a mí. Así que no me digas que quieres estar solo
Su expresión se volvió seria, y, quizás, más madura de lo que había podido ver Alex desde que la conocía
Todos tenemos oscuridad dentro de nosotros. Pero no podemos dejar que esta nos domine
Extendió el brazo hacia Alexander, ofreciéndole un apretón de manos
¿Que dices?
Alexander se quedó unos instantes mirando la mano de su compañera.
Las imágenes de la muerte de su hermano se sucedían en su cabeza una y otra vez, sin que pudiese evitarlas o huir de ellas, pues, al fin y al cabo, eran parte de su vida, y eludirlas sería como querer desprenderse de un brazo o un ojo voluntariamente, algo imposible.
Sin embargo, Lyla le ofrecía redención, no podía olvidar su pasado, pero podía construir una nueva vida junto a ella, y junto a Anger.
Pero, ¿sería capaz darle la espalda a sus demonios? ¿De dejar atrás el pasado y centrarse en el futuro?
Cuando el muchacho comenzó su viaje, lo hizo con la idea de encontrar a alguien que le aceptase y le quisiese, pero nunca se había imaginado en ésta situación.
¿Irse con Lyla, o quedarse con algo parecido a su hermano?
Alexander notaba que su cabeza iba a estallar, estaba exhausto y agotado, y aquella situación no mejoraba las cosas.
Y súbitamente, le dio la mano a Lyla, apretón que aprovechó para tirar de ella y abrazarla.
-Espero que tengas razón-Dijo, con emoción contenida-Porque no soportaría perderos a vosotros también.
Después, se apartó y le dedicó una amplia sonrisa a su compañera.
Sabía que el sentimiento de culpabilidad todavía le duraría mucho tiempo, pero esa era una buena forma de ir paliándolo.
-Como gustéis -contestó Delenis.
Poco a poco, la realidad volvió a difuminarse, y Delenis desapareció entre volutas de ceniza. Ellos tres aparecieron en mitad de la plaza, allá donde habían desaparecido la noche anterior. La gente que iba y venía se detuvo al verlos, sorprendida. Una mujer dejó caer una cesta llena de juegos, y alguien gritó aterrorizado.
Era una fresca mañana de marzo y había llovido un poco. El suelo estaba húmedo.
Pero toda la aldea les miraba fijamente.
Me quedo mirando a la gente del pueblo y me giro rapidamente hacia alexander y lyla .
Enamorados , deberiamos irnos ya .
Me giro y empiezo a caminar hacia la posada Si consigo recordar donde demonios esta
¿Vamos a la posada o nos piramos de aqui ?
No se lo podía creer. Esa Delenis les había dejado allí como si nada, en medio de toda esa gente. Lyla contó hasta tres, despacio, intentando calmarse. Y luego, al ver que Anger parecía no darse cuenta de que una masa de gente supersticiosa acababa de presenciar como los tres aparecían de la nada, pronunció una única palabra
Corred
Acto seguido, cogiendo a cada uno de un brazo, salió corriendo hacia la callejuela vacía más cercana. Debían salir de ahí antes de que a alguien se le ocurriera empezar con la caza de brujas
Coñe, se me había olvidado totalmente. Mil disculpas :O
Joder, joder-Exclamó Alexander, a la vez que corría.
Seguramente todo el pueblo les estaría mirando en este momento, pero ¿que otra cosa podían hacer?
Alexander reflexionó un instante. Todavía iban disfrazados.
¡Ya está! Sólo tenemos que desaparecer un instante para cambiarnos, y volveremos a ser personas anónimas.
Temiendo que alguien le escuchase, no dijo nada a sus compañeros, aunque intentó conducirles hasta un lugar vacío (por dificil que eso fuese)
A mi no se me había olvidado, pero es que estoy hasta el cuello de trabajo -.-
La gente estaba demasiado conmocionada como para seguirlos, así que pudieron esconderse tras una de las casas para quitarse los disfraces. Ahora bien, volver a aparecer como tres desconocidos iba a levantar muchas sospechas. Quizás tuvieran que marcharse de otro modo o ir de uno en uno.
Lyla suspiró. No era la primera vez que tenía que salir de un lugar precipitadamente debido a sus poderes. Claro que esta vez la culpa no había sido suya, pero, que demonios, era una situación muy parecida. Miró a sus compañeros, suspirando
En fin ¿Alguna idea? Tengo mis cosas en la posada, exceptuando lo que llevo puesto. Claro que tampoco podemos entretenernos mucho...
Sí. Sabía perfectamente lo que ocurría cuando alguien veía algo como lo que acababa de pasar. La inquisición era bastante conocida en Gaïa, y no exactamente por sus buenas maneras y actos bondadosos. Con un poco de suerte, no habría ninguno en kilómetros a la redonda, y las noticias tardarían en llegar, con lo que tendrían casi una semana para alejarse todo lo posible. La otra opción, menos positiva, era que no estuvieran muy lejos. En cuyo caso, ya estaban tardando para poner tierra de por medio
Creo que podiamos ir a la salida del pueblo, pasando por la posada , uno a uno y quedar allí les digo tenemos que salir de aqui pronto
Sherei me dijo que debia de tener cuidado de no enseñar mis poderes ... Espero que no me hayan reconocido Me incorporo y asomo un poco la cabeza para ver si nos han seguido . Despues miro a alexander y a lyla esperando respuesta .
Estoy de acuerdo. Pero creo que solo uno debería pasar por la posada. Así no levantaremos demasiadas sospechas. Yo misma puedo cargar con todas vuestras cosas, si me decís donde están
Luego, se queda callada unos segundos, y al final añade
Lo malo es decidir un lugar donde quedar luego, ya que casi no conocemos este pueblo... Así, como idea... ¿Os acordáis de la última curva que tomó el carro en la venida? Había un bosquecillo al lado, si mal no recuerdo. Y me parece un lugar tan bueno como cualquier otro
Sonrió
Quizás me he tomado muchas libertades describiendo lo del bosquecillo. Si lo ves mal o tienes otra cosa en mente, puedes modificar mi post sin problemas ;)
Alexander se mueve de un lado a otro, visiblemente nervioso.
No quería volver a huir, no quería volver a sentirse un paria, y, por encima de todo, no quería volver a quedarse solo.
Dedicó una fugaz mirada a sus compañeros, intentando evitar que sus sentimientos fuesen transmitidos.
-Vale, no me queda demasiada magia...a partir de ahora debo racionalizarla-Comentó, mordiéndose las uñas.
-Lyla-El chico vaciló un instante. No quería que el grupo se separase, pero, por otro lado, si fuesen todos juntos levantarían sospechas-ten cuidado. Anger y yo nos separaremos también. Nos reuniremos en la puerta de la ciudad. Creo que es la mejor opción-Concluyó, a la vez que comenzaba a deshacerse de su identidad actual.
Tened cuidado...los dos-Añadio, sin mirarles a la cara.
Los tres amigos se separaron para hacer efectiva la salida del pueblo.
(Post en ciernes)
Tranquilo. Tenemos un trato, ¿no?
Guiñó un ojo a Alexander, y luego salió de la habitación. Si tenía que pasar por la posada, lo mejor sería salir la primera
Perdón por el pequeño apunte, es para responder a Alexander. Borralo si te molesta
Cuando entró en la posada fue recibida por las miradas curiosas de los parroquianos, pero nadie la detuvo. Subió y recogió el equipo. Al bajar por la escalera descubrió a Mark y Loreta mirándola con tristeza.
-Ah, hola, Lyla. ¿Dónde os metísteis anoche? Pareció que se os tragaba la tierra... -murmuró Mark.
-No hay noticias de nuestra hija -siguió Loreta.
Con tanto trajín, se le había olvidado totalmente que Mark y Loretta aún seguían buscando a Shana. Así que la pregunta le pilló totalmente desprevenida
Eeeem... Creo que será mejor que vengáis conmigo
Fue lo único que se le ocurrió
-¿Contigo? ¿Has encontrado una pista? -preguntó el hombre, emocionado.
Lyla ladea la cabeza levemente, y frunce los labios. Por un momento, se replantea el no decirles nada, y dejarles plantados. Al fin y al cabo, su propio pellejo está en juego, y esa gente ni siquiera va a pagarla. Amén de que es muy poco probable que crean su historia
Pero al final, su conciencia gana. No puede dejarles allí tirados así como así
Algo por el estilo. Pero no hay tiempo para hablar. ¿Venís o no?
Una cosa estaba clara: Por muchas buenas intenciones que tuviera, no iba a permitir que esos dos le pusieran en un aprieto por desconfiados. Si no querían ir con ella, ello se lo perdían. Al fin y al cabo, aún no tenía claro como iba a explicarles...
-Sí, claro -respondieron al unísono, y se prepararon para seguirla.