Llegáis al final del túnel, la luz os ciega al parecer fuera ya es de día. El olor a rancio os inunda las fosas nasales, el ruido de coches, guaguas y jaleo vario es ensordecedor.
"¡Bieeeeeen! ¡Estamos libreees!"
"Vale, mi plan es el siguiente: Juoaquín, tu eres mi marido. Samuela, tu eres la esposa de Juoaquín, Felipe, tu eres la niñera, Rubi, tu eres la hija de Juoaquín, y Jabba es el trabajo para la clase de geografia que has hecho: Una reproducción 1x1000 de los montes pirineos, Una reproducción tan super-aburrida, y tan muermaca, que has logrado que te den el primer premio en trabajos del instituto"
"Ruben, TU eres el premio"
Rubi asiente animosa, solo para preguntar.
¿Yo le disparo a quién?
Luego le susurra a todos.
¿No deberíamos ir a por la recompensa?
Deberiamos ir… a donde que nos den el dinero… creo o… ¿Nos falta algo?
"Verás, el problema es que me huelo que el Barrabás no querrá pagarnos"
"Al fin y al cabo, los macutes no nacen en las alcantarillas, asi que los que nos atacaron, seguramente los mandarían desde Trucutrú Biolabs"
"Mi plan es simple: Nos llevamos a Jabba, Muy pero que MUY drogado, lo atamos de escándalo, y lo encerramos en una caja"
"Luego buscamos un sitio donde quedar y hacer el intercambio: Un Jabba, por DINERO. Un lugar donde no pueda traer una horda de Macutes, y donde no quiera que lo soltemos"
"Asi pues... ESO Es una negociación"
- ¿En qué te basas para sospechar que aquí el amigo no querrá pagarnos? Por Dick que a mí eso me interesa. Yo no estaría tan seguro que esta gente no disponga de Macutes siguiéndonos los pasos desde ya. Debemos hacerlo de otro modo o nos llenarán de plomo. Debemos hacerle chantaje, amenazarle en contarle la verdad a... digamos... ¿A quién le contamos la verdad? Rediez, no nos creería ni en ese programa de monólogos de risa que echan en la tele hasta en la sopa.
"Claro, pero eso sería si no tuvieramos un Jabba con nosotros"
"Lo de no querer pagarnos es por su extrema negativa a darnos un adelanto, los extaños contratos que nos hizo irmar, o que si tienen macutes... ¿Por que contratar mercenarios? Sin duda, la idea era que nos quemasemos peleando contra Jabba, y luego los macutes nos remataban"
"Ahora tenemos una salida, tenemos lo que el quiere, y podemos pedir el dinero en un lugar neutro"
- Oh, claro... claro... si... tu marido.... si... si... yo... - El pobre Estifen volvía a estar bloqueado. Cosa harto fácil en presencia de mujeres.
- Bueno... esto... lo primero sera llegar a un lugar seguro. Entonces ya podemos plantearnos como presentar la negociación o cualquier otro acuerdo. Aquí somos presa fácil.
El ingeniero miro alrededor en busca de la orilla, comprobando si había algún enemigo cerca o quizás algún curioso, así como algún lugar por donde pudieran moverse y pasar desapercibidos. Lo primero era abandonar aquel viscoso líquido corrosivo y conseguir ocultar su presa comedora de narizones.
Pues si hay alguna orilla que parezca algo... segura remo hacia allí. No sabemos cuanto durara la balsa XD
Rubi trataba de seguir el paso de la conversación, pero era simplemente como si ella compitiese en una carrera, sin pies, ni brazos contra un campeón olímpico, era imposible.
Chicos… -su timidez asoma pero rápidamente la supera. Hagan los planes… pero no me involucren mucho, solo díganme donde disparar, que destrozar o donde correr y lo hare.
al parecer estáis en los suburbios de Barnacity, tierra firme en este barrio de la ciudad es una quimera... así que u os adentráis en algún edificio o os tocará remar hacia la parte alta de la ciudad.
Busco un edificio cercano al que podamos acceder y que parezca en buen estado. O bueno... en mejor estado que los de alrededor.... O un poco más limpio... O que parezca que no se vaya a caer de manera inminente. Si, es posible que con eso valga.
- Rememos hacia... ese edificio. - señalo en lugar escogido. - Espero no tener que combatir por un breve hospedaje pero... quizás es mejor que nos preparemos. - Comento, colocando mi arma cerca por si es necesario hacer uso de ella. Escuchaba a las cobayas ansiosas en el cargador. - Dentro es posible que consigamos algo útil. -
"¡Venga, rememos duro!"
"¡Hormiguitas, Hurra Hurra!"
Rubi remaba sin ton ni son, de haber existido alguna ley en contra de remar como ella lo hacía, probablemente ya estarían siendo perseguidos al más puro estilo San Andres.
No entendía el plan, pero con solo saber que debían remar, era suficiente para ella.
Rema hormiguita sin cesar, por el ancho mar.
Llegáis al acceso a un edificio, ya oís el barullo de dentro y gente asomándose a las ventanas.
¿Con malas intenciones? XD
Rubi se paraliza al ver a tanta gente asomándose, y entre la confusión de su cabeza, sin dejar de remar grita.
Buena gente, venimos navegando desde Rivendel… venimos a visitar la torre eifel y las pirámides… y a… a…
Empieza a decir cada vez más y más tonterías hasta que nerviosa empieza a cargar su arma, lista para arremeter contra cualquiera que realizará un movimiento sospechoso.
Para la gente, solo era una niña remando.
Pero sus compañeros sabían que cuando Rubi se ponía tan nerviosa y hacia eso, podía hacer alguna locura.
no parece que haya malas intenciones, solo curiosidad :P
Teníamos que haber metido menos ruido... Ahora cualquiera puede haber visto a nuestra captura. ¿Habrá espías en este mismo edificio? ¿podemos confiar en que no los haya?
- Entremos cuanto antes.... Ya tenemos demasiados testigos.-
Pues... entramos... que tienen ¿puerta? ¿puerto? ¿abertura sin más? XD
los bajos de las casas y pisos de los suburbios son rollo Venecia... hay unos pequeños muelles donde desembarcar.
Gñá... lo que vosotros querais.
Gñá
Lo lamento, ando con un desgano cósmico
- ¿Veis algún edificio al que podamos acceder?
Y, antes de que a Rubi se le ocurra ninguna fantástica idea, me dirijo hacia ella.
- Sin disparar. - pero como tampoco quiero desanimarla y se, ya me consta, lo mucho que le gusta apretar el gatillo, añado. - Por ahora. -
Si no había ninguno que nos invitara a entrar sin necesidad de forzar alguna puerta pues... habría que hacerlo. Por tanto guío la barca hacia el muelle que más nos convenga y comienzo a amarrar nuestra improvisada balsa a la entrada ajena. Aunque tampoco contaba con que estuviera allí, a flote, cuando volviésemos.