Partida Rol por web

Está bien jovenzuelos, este es el examen final, deberíais poder aprobarlo fácilmente... Si habéis entrenado.

Os muestra una maqueta, en ella se ven varias pistas de obstáculos con diferentes estaciones.

Así están las cosas, lo primero es una carrera de obstáculos, donde deberéis trepar, saltar arrojar una lanza a 20 metros de distancia. 

Señaló con un puntero de madera una zona de la maqueta, a continuación pasó a otra parte que representaba un bosque.

La segunda prueba deberéis entrar en bosque donde tendréis que encontrar el camino hacía la siguiente prueba y de paso, hay un ciervo quimérico en el bosque.... Deberéis cazarlo.

Finalmente señaló un ring de combate, donde un enorme caballero golpeaba el suelo con una maza desproporcionada. 

La última prueba es el combate contra el estafermo del caballero, un monigote animado que tratará de golpearos con su enorme maza

Encaminé el comienzo de la prueba con más ganas de las que pensaba, llevaba tiempo pensando en ello, desde el tortazo que me arreó mi padre por no cumplir la misión, ni la anterior, ni cuando el vecino me mandó sacar a su perro y cayó por la alcantarilla.

Visualicé las normas que había, correr, trepar, saltar, lanzar, no es tan complicado Brisa, solo tienes que seguir el orden.

Todo parecía claro, salvo el detalle de que no había lanzado nunca una, pasé cinco minutos buscandola antes de darme cuenta que las armas estarían en el lugar donde hay que lanzarlas, sería complicado trepar con una en la mano. Miré alrededor, papá no estaba, todo iba bien.

Con todo claro, caminé lo andado hasta la línea de salida, Otra vez aquí.

Tres, dos, uno, ¡Vamos Brisa!y dando una buena imagen de su nombre, corrió hacia el muro, era ágil, así que correr no era un problema, no tanto frenar al llegar al muro, aunque lo conseguí poniendo ambas manos sobre el muro. Estaba demasiado metido en el papel, sin apenas pensar, actividad que apenas realizaba por otro lado, comencé a trepar como si de un mono se tratara, brazo aquí, pierna allá, hasta llegar arriba. Allí visualicé dos cosas.

Una era la lanza que tenía que lanzar, junto al objetivo 20 metros más allá, otra, era a mi padre, no era jueves así que no tenía partida. Acompañado por esa oca gigante de esparto que aún no me explicaba como estaba viva. No era el momento de venirse abajo, salté cayendo como una hoja de papel, atada a una piedra. Provocando un pequeño estruendo propio de un héroe, tras unos pasos, cogí la lanza, miré a mi padre, flexioné la espalda hacia arriba y la lancé.

En ese momento vi el fallo, había flexionado tanto la espalda que la lanza salió hacia arriba, los 20 metros que habían pedido, cayendo exactamente donde la había lanzado. Sabía lo que venía, a mi lado, apareció una copia exacta de mi padre, dandome ese tortazo que se le da en mi familia al que no sabe tirar una lanza.

La segunda prueba fue un absoluto desastre, salí al bosque con la clara intención de cazar al ciervo, y encontrar la salida, aunque tardé 1 día, cuando los del examen me sacaron de allí, había comido ramas, hojas, un pájaro, ver lo que me iba a pasar cuando saliera de allí me daba hambre. Caminé sin parar, aunque cuando encontré al ciervo, este huyó al lago, donde como la última vez no supe frenar con la emoción y caí.

Vi como ese ciervo se reía de mí, aunque le encontraría después y me las pagaría. No fué así y parecía que estaba demasiado lejos de la salida, lo que si que vi fue la entrada, tenía que haberla cogido pero la emoción no me lo permitió, caminé y caí en un hoyo, donde pasé la noche mientras ese ciervo me miraba, hasta que me encontraron y me sacaron de allí. Nuevamente, estaba la copia de papá, esta vez acompañado de una copia de su oca de esparto, listo para darme mi castigo.

Allí estaba la tercera prueba tenía que golpear a un muñeco, si no, padre me golpearía a mí.

Preparé una espada que me habían dado, y me dispuse a intentar atacarle. Apunté a mi enemigo con la espada, y corrí hacia él buscando un punto flaco donde hincarla.

Sin embargo, tras el primer estoque, el muñeco golpeó primero, haciendo que cayera al suelo, aunque, levantandome con cierta gracia, cogiendo la espada con sutileza, y respirando hondo, comencé a ponerme rojo, como mis ojos, y lancé un ataque circular con la espada, como si de un bate se tratara, destruyendo al muñeco y cayendo su cabeza contra mi padre. Lo cual le provocó una sonrisa, ahora solo faltaba esperar.

Ni mi padre ni yo sabíamos sumar, por lo que mi "colleja" estaba libre hasta que alguien viniera a contar los números. La oca si sabía, pero no tenía manera de comunicarse con nadie, por lo que aún no estaba nada claro.

Asisto al examen final de lo mas confiado, soy el único superviviente de mi tribu y demostrar porque somos la élite de la naturaleza en nuestro reino.

Ante la explicación de Raiolos no espero ni un solo instante a que termine su última palabra para salir corriendo para afrontar la prueba de trepar el muro de forma magistral, haciéndolo con los pies y las manos imitando a un oso escalando, aplicando la fuerza principal con mis brazos y las piernas de apoyo para batir un record en la prueba.

La prueba de salto la supero con menos eficacia tras flexionar mis piernas y superando el foso por dos o tres pies de diferencia. Clavando mi mirada a unos veinte metros tras coger la lanza, resoplo un poco concentrándome y lanzando la lanza, quedando a un metro de lo que exigen para superar la prueba.

Lanzando un gruñido de enfado por mi fracaso pese a ser mi capacidad de combate mas débil así que convirtiéndome en oso corro a gran velocidad hasta el bosque encontrando con mi gran olfato y oído al ciervo en apenas unos tres minutos y cazando a este como un verdadero depredador manchando todo mi cuerpo y mi boca de sangre.

Tras cazar al ciervo como un verdadero depredador y aprovechando la velocidad del oso corro hasta el final del examen como oso, sin ningún tapujo recupero mi aspecto humano con mi cuerpo y boca manchado en sangre animal, subiendo al ring con decisión moviéndome con gran velocidad antes que este pueda golpearme e impactando un puñetazo en la mandíbula del muñeco animado con mi brazo derecho.

Una sonrisa de satisfacción se forma en mi rostro por hacer un examen casi perfecto salvo por el error de la lanza y saliendo del ring en dirección a Raiolos y levantando el puño al aire en símbolo de éxito mirando al público para causar mas impacto en el y me valore con mas euforia.

Durante la exposición había estado temblando de miedo como un tronco verde en una tempestad, sobre todo porque de aquella prueba dependía mi futuro (el aspecto de Raoilos había dejado de asustarme desde que le pillé a final de mes tratando de estirar el ocre sangriento que usaba para adornarse con jitomate frito). 

Pero ahora debía empezar la primera prueba.

Escalar. Precisamente escalar. Nunca entendí cómo se suponía que funcionaba aquello. Me aproximé a aquel muro e intenté auparme, ¡y logré apoyarme en las rocas! Pero todavía quedaba subir...y cuando estaba a punto de llegar a la cima, me resbalé y caí de culo. 

-¡YIAURGH!! ¡A la mierda la escalada!

Rodeé aquel muro como pude mientras me frotaba mis doloridas posaderas, buscando el foso. El puñetero parecía profundo, pero saltar no se me daba nada mal. Me eché para atrás,  tomé carrerilla tratando de ignorar el dolor, y salté...y no sólo pasé el foso, sino que aterricé a bastante distancia del borde.Alcé mis brazos de júbilo y para presumir, no esperaba nada menos de mis poderosas piernas.

Me pregunté si aquello compensaría, porque lo que venía a continuación era otra de mis debilidades. Le había dicho un montón de veces que lo mío era clavarle las lanzas a la gente y no tirárselas, pero como si nada. Así que agarré la lanza,doblé el brazo, lo eché hacia adelante...y se clavó a mitad de trayecto porque había vuelto a fastidiar el ángulo.  

El día había llegado. Hoy, por fin, después de tanto tiempo desde que abandoné mi cueva y a mi familia... Hoy por fin voy a hacer el examen de acceso a heroína. Estoy bastante animada, creo que puedo obtener muy buenos resultados, pues mi físico está muy trabajado (fueron muchos años ayudando a mi padre en la forja). Lástima que el instructor Raiolo no se haya sorprendido de mis maravillosos abdominales y mis extraordinarios bíceps. La verdad es que me parece bastante mono, no me importaría pasar una noche de diversión con él.

Pero en ese momento tenía la mente puesta en otra cosa. La primera prueba consistía en varias cosas. Inspirada y con el fuego de la adrenalina ardiendo en mi interior, me enfrento a la escalada de un muro. Dando un salto hacia delante me agarro a las rocas que componen el muro. Mis robustos dedos aguantan perfectamente mi peso y me ayudan a escalar casi sin esfuerzo el muro. Al llegar a la parte de arriba, me dejo caer para continuar con la siguiente parte de la prueba: saltar un foso.

Mis piernas no son muy largas, pero son verdaderas máquinas locomotoras. Disfrutando de la prueba hasta ahora, me impulso hacia adelante y salto el foso sin mayor problema. De hecho, me da tiempo a mirar a uno de mis compañeros, el que no consiguió escalar y guiñarle un ojo en la parte más alta del salto. Sigo avanzando casi sin acelerar mi respiración y me enfrento a la tercera parte de la prueba: lanzamiento de lanza. 

Sé perfectamente que esta prueba la voy a fallar. Sabía que no tendría que haberme pintado las uñas esta mañana, maldita sea...-murmuro. Pero a pesar de ello, cojo la lanzo y la arrojo con todas mis fuerzas... Y a pesar de ello la lanza aterriza a unos pies de distancia de donde yo estoy. En fin, qué se le va a hacer...-pienso.

La siguiente prueba es sencilla pero compleja a la vez. Consiste adentrarse en un pequeño bosque y rastrear el camino hacia la siguiente prueba, y encontrar un ciervo y matarlo. Comienzo a correr por el bosque intentando encontrar la zona de la prueba y al ciervo. Parece que la diosa enana de la suerte me sonríe porque al poco tiempo de entrar en el bosque encuentro la zona y el animal. En cuanto lo veo saco mi hacha dispuesta a acabar con la vida del bicho, el cual parece que no se da cuenta de mi presencia.

Aprovechando la situación, cojo mi hacha y le asesto un tajo certero pero contundente en el cuello, casi cortando la cabeza del animal. La sangre me salpica en la cara y no puedo evitar soltar una risita casi de niña pequeña mientras me limpio la barba y me dirijo a la tercera y última prueba.

Ésta consiste en combatir con un monigote que intentará atacarnos. En cuanto llego al ring veo al "caballero" con su enorme maza.

¡Vaaaaaaaya! ¿Lo tienes todo así de grande, guapetón? ¡¡Porque mis bíceps sí lo son!!- grito mientras me lanzo esgrimiendo mi hacha contra el monigote. Gruñendo como una osa en celo, ataco con toda mi fuerza a mi adversario, apuntando a la zona del torso. Como un cuchillo a mil grados contra un bloque de mantequilla, mi hacha corta en dos al monigote, provocando lo que parece una pequeña explosión, lo que hace que el monigote estalle dejando a mi alrededor una lluvia de astillas.

Estoy reventada, pero poniéndome derecha y colocándome el hacha sobre mi hombro derecho, miro a toda la gente reunida alrededor del ring y les saludo con reverencias, florituras y algún que otro rugido.

¡Chicos, recordad que estoy soltera y que algún afortunado podría gozar de una noche inolvidable conmigo! - grito al gentío, mirando a todos los chicos que veo. Algunos de ellos hacen muecas, ponen cara de asco o directamente aguantan arcadas. Pero estoy segura de que alguno caerá.

Tras tomar un poco de aire para tranquilizarme después de aquel churro de primera parte, tocaba empezar la segunda, así que me fui encaminando hacia aquel bosque.

Yo estaba más acostumbrado a la costa y los peces, pero seguir rastros no se me daba mal, y un bicho así dejaba unos rastros bastante grandes. A fin de cuentas tenía más de una boca que alimentar.

El problema fue descubrir, cuando intenté cargármelo, que también tenía una resistencia del copón, y con tanta pelea y persecución, me terminé saliendo del bosque sin querer cuando casi lo tenía. Parecía que esa era la tónica del día y al final me iba a quedar con la miel en los labios. 

Así que cuando desistí y me fui camino del tentetieso aquel, que a aquellas alturas del examen ya era más cola y puntillas que madera de la paliza que le habían dado todos los demás, estaba de un humor...picajoso, por decirlo suavemente.

Ni táctica ni nada, entré en el ring con el paso de quien se acaba de enterar que su novio lleva meses poniéndole los cuernos, me fui para el trasto, y sin darle tiempo a moverse le arreé tal sopapo que la cabeza de pega y el casco que llevaba encima salieron volando. No era tan sofisticado como cortarlo a cachitos, pero haría el avío. Al menos algo me salía bien. 

Quizá debería haber ido al templo y preguntar a quién solían ponerle velas los aventureros el día anterior. En fin, a lo hecho, pecho. 

Raiolos acudió al panel de alumnos de la academia con los resultados de los examenes. Los colgó y se marchó a su despacho a esperaros:

Brisa - 4 Suspenso

Oso - 8,6 Notable

Pleremías - 6,5 Bien

Konan - 8,4 Notable

Cuando llegáis a su despacho, está sentado junto a unos pliegos de pergamino, donde hay una colección de perfiles redactados en tinta violeta, el color oficial del gremio de héroes.

Bueno chicos, el examen ha concluido para este año, enhorabuena para los nuevos héroes - Miró con desaprobación a Brisa antes de continuar. Para vosotros tengo el contacto de varios agentes con sus respectivos contratos, podréis elegirlos en orden de mejor nota.

Agente: Hiorje Mendes

Oferta: 1.000 m.o. por año

Ubicación: Reino de Mercia, se busca héroe secundario para proteger la zona sur del reino, se dará formación de idiomas.

Ventaja: +1 P.X. por misión en el reino.

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Agente: Maeve

Oferta: 450 m.o. y cesión de un torreón

Ubicación: República de Ploxia

Ventaja: Cada misión otorga un 50% de ganar un arma mágica

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Agente: Wu Lei

Oferta: 4.000 m.o. al año

Ubicación: Libre

Ventaja: Patrocinador extra.

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Agente: Señor Lobo

Oferta: 350 m.o. trovador privado y alfombra mágica

Ubicación: A sueldo del gremio de comerciantes

Ventaja: +100 al carisma

 

Luego mira a Brisa, con el ceño fruncido.

No te preocupes chico, creo que aún necesitas ganar algo.... o sea, tienes algo, pero no es ese algo que necesitas, pero algo si que tienes. Empezó a revisar sus papeles. Tengo un par de ofertas como Lacayo para dos héroes... a ver, ah... aquí están.

Aquilifer de Morleo

Héroe a punto de retirarse, requiere un lacayo que haga misiones, le sirva de escudero y le haga sopa todas las noches, le gusta la sopa de ajo y tomates.

Sueldo: 100 m.o. al año y manuntención.

Ventaja: Adquiere la ventaja "Sufridor" aún pasando hambre, el personaje podrá seguir trabajando sin penalización... Aquilifer no suele alimentar muy bien a sus empleados.

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El Guardián Argénteo

Según las leyendas, que su bardo se inventó, está condenado por los dioses a custodiar el puente que une el reino de los dioses de la tierra. Requiere de lacayo/becario que vigile el puente por el y espante a los curiosos.

Sueldo: experiencia y manuntención.

Ventajas: El puente es real, hay un 5% de posibilidad que tras una misión los dioses te bendigan con un don y misión sagrada.  

Raiolos os mira con gesto sonriente.

Esto es el inicio de unas carreras prometedoras para todos... Miró a Brisa - Por cierto, para presentarte de nuevo tendrás que pagar la matrícula del curso del año próximo, con el recargo por segunda vez. 

Raiolos apoyó sus pezuñas en el escritorio con cara calmada. 

Después de esto los patrocinadores os lloveran, ya lo veréis... Miró a Brisa de nuevo. Bueno, a ti no, pero ya veremos como podemos apañarte algo. 

Como esperaba he sido el primero en el muy cerca de una enana o un enano, no sabría decir bien. Son muy raros en esa raza y cuesta diferenciar un hombre o una mujer entre ellos.

Revisando todas las ofertas gracias al privilegio de poder elegir primero por mi examen reflexiono.

Cita:

¿Idiomas?, ¿héroe secundario para hacer de paladín?, no va conmigo eser estilo.

Cita:

¿Que clase de idiota quiere vivir preso en un torreón?, un torreón es caro pero necesito una vida mas activa y no estar preso como un caballerito.

Cita:

Libertad de movimiento, buena paga... suena interesante.

Cita:

Me interesa esta, un trovador para que difunda mis aventuras, una alfombra mágica para rápidos desplazamientos, conocer mundo y que me conozcan...

Quiero la última Raiolos, la del Señor Lobo. Añado decidido a Raiolos.

El examen no me había ido nada mal, y había quedado en segunda posición, solo por detrás de un hombre de tez morena que me lanzaba miradas furtivas de vez en cuando

Uy... Seguro que le ha encantado el brillo de mi barba...

Pero ahora mismo no podía pensar en eso. Tenía ante mí tres ofertas, ya que el moreno había escogido ya una. 

Hmm eso de ser dueña de un torreón me llama la atención... Podría usarlo como lugar para mis encuentros sexuales...- murmuro. Aunque eso no ocurre desde hace muchos años...

Tras meditarlo mucho, me decido por la tercera oferta:

Agente: Wu Lei

Oferta: 4.000 m.o. al año

Ubicación: Libre

Ventaja: Patrocinador extra.

Seré libre como un pajarillo silvestre, ganaré una buena paga ¡y encima tendré un patrocinador extra! Sin duda me quedo con esta.

Fui despacio y compungido al despacho del hombre. El examen había ido mal y no sabía como seguiría llendo. Aunque el entrenamiento y la determinación podrían ser útiles. Había entrenado mucho tiempo y no me rendiría ahora. 

Raiolos debe ser el señor más simpático del reino, seguro que es íntimo de mi padre. 

Elijo el guardián argentea, el otro está a punto de retirarse y no se como de fácil será encontrar a alguien una vez pase eso. 

¿A donde debo ir señor? 

Estaba tan eufórico por haber aprobado que no me molestó que los demás se llevaran las ofertas más chulas. A fin de cuentas, mientras me pagaran, bien estaría. 

La oferta en Mercia parecía muy bien pagada, y no me molestaba lo de empezar de "secundario"; supuse que eso significaba que ayudaría a otro más importante, pero así otro tomaba las decisiones complicadas y podía ir cogiendo experiencia. 

Además, ¿para qué quería yo un torreón? Tener un picadero no sonaba mal, pero no me apetecía esta subiendo y bajando escaleras todo el día, ya había tenido bastante de eso en mi anterior vida. Y me atraía más la vida móvil, acudiendo a donde me necesitaran.

-Probaré suerte en Mercia, gran Raoilos. ¿Cómo es aquel reino? ¿Qué pasa en el sur para que necesiten ayuda?

Raiolos completaba los formularios con ayuda de su secretaria.

Oh, en el sur de Mercia... Bueno, tienen un pequeño problema de una guerra civil entre dos pequeños nobles y una invasión de Salvajes Caníbales, nada grave, nada grave.

Miró a Oso para responderle

Bien, bien, el Señor Lobo tiene fama de resolver problemas para comerciantes honestos, sí, allí podrás hacerte todo un nombre.... Oso y Lobo, que buena sociedad.

Luego miró al Enanx con una sonrisa.

Humm el viejo Wu Lei, eso me reportará una comisión generosa, excelente. Tendrás que marchar a la costa donde tiene sus oficinas, ya sabes para el papeleo, pero sí, Wu Lei se mueve por todas partes.

Finalmente, borrando su sonrisa, miró a Brisa.

Mmmm.... Un carro te llevará mañana a su Bastión en las montañas... A ver si aprendes algo. Volvió a sonreir, pensando en las generosas comisiones por el transfer que cobraría en breve. Bueno, bueno, vuestros agentes vendrán esta semana y os traerán vuestros contratos y os daremos el carnet de la licencia, muy importante. 

Señaló un panel en la pared. 

En cada aldea hay paneles del Gremio, en ellos encontraréis misiones... Había tres columnas. Misiones cotidianas, que son tareas sencillas, misiones heróicas y misiones cooperativas, esas requieren que os juntéis con otros héroes... De emparejaros para conseguir mejor publicidad se encargarán vuestros agentes, se os presenta un futuro prometedor, pandilla.

Luego volvió a mirar a Brisa.

Bueno, tu no puedes ir al panel, pero tu Jefe te dará tareas para que ganes experiencia... Seguro que en el próximo examen apruebas.

Ahora podéis retiraros.

¿Cuando y donde nos reuniremos con los agentes?, acercándome al panel miro las misiones. ¿Nuestros agentes nos eligen todas las misiones o solo las compartidas?.

Seguro que si, la siguiente vez aprobaré. No había que venirse abajo, era un trabajo al fin y al cabo. Ganaría experiencia y en la siguiente convocatoria. 

Gracias señor, mañana estaré aquí para el carruaje. ¡Espera! No Brisa, vas a llegar tarde. Si no le importa prefiero esperar en la puerta a que llegue. No tengo prisa. Y fui a mirar un árbol mientras me comía un currusco de pan esperando el anochecer, para después esperar el amanecer. Si, ese es un buen plan. 

Por separado ambas cosas parecían comprensibles, pero al juntarlas el cerebro de Pleremías empezaba a echar humo.

-Uh...¡A mí también me interesa eso que Oso acaba de decir! Estoy un poco perdido, se supone que tenemos un contrato para hacer unas cosas determinadas a través de esos señores, ¿y a la vez estaremos cogiendo misiones por nuestra cuenta?