Partida Rol por web

Los intentos de abrir la puerta con ganzúas fueron infructuosos. Nienna estuvo a punto de lograrlo, pero finalmente tampoco pudo ser. Habría que pensar en otras alternativas.

Se barajó la posibilidad de que hubiese otra salida. Habría que estar atentos por si era el caso. Pero lo que se iba a intentar ahora era echarla abajo usando la fuerza y el arma contundente de Axe. Un martillo de guerra podría ser una buena herramienta para tal efecto, pero nunca se sabe.

El resto del equipo se preparó para lo que pudiera suceder en cuanto el montaraz empezara con los porrazos. El silencio y el efecto sorpresa parecía que se habían acabado.

Tocaba echar la puerta abajo, ninguno de ellos contaba con la habilidad suficiente para forzar la cerradura. Y eso hablaba bien de la honradez del grupo, aunque en aquellos momentos resultaba un tremendo inconveniente. Musgoverde preparó su arco, no era gran lanzador, pero algo ayudaría (o estorbaría a los rivales). De todos modos esperaba que la violencia no fuera necesaria, a pesar de que estuvieran tirando la puerta abajo. 

-Huesos, escucha con atención - le dijo al perro, si alguien salía por otro lado quizá su fino oído lo detectara antes que ellos. 

Axe iba a proceder a tumbar la puerta. Aunque en ese momento se me ocurrió otra idea que comenté a los presentes.

- ¿Si le prendemos fuego a la puerta y dos de nosotros esperan fuera para ver por dónde salen? No es algo tan directo como esto pero tengo cierto temor a que nos embosquen en la cueva sobre todo si son más en número que nosotros.

La verdad es que se me pudo haber ocurrido antes, pero no sé si sería posible provocar rápido un incendio ya que yo al menos no llevaba aceite. Aunque el fuego podría hacer que la puerta o la cerradura cediesen antes al combar la madera o ennegrecerla. 

Parecía que al final la intención era echar la puerta abajo como fuese y estaba claro que tendría que ser a base de golpes porque por las buenas no parecía haber manera. Todos nos preparamos por si lo conseguía, pues al otro lado podía haber un buen grupo de enemigos.

Las palabras de Mut parecida a lo que había dicho, me hicieron volverme hacia él.

-Esa es una buena idea. Yo creo que es mejor intentar que salgan que forzarlo. Tampoco tenemos la seguridad de conseguir echarla abajo y de esa manera ya estarán sobre aviso. Lo que no sé es si dispondremos de algo para prender fuego. Y si estamos fuera esperando no podrían emboscarnos. Pero como queráis. Simplemente será mejor decidirse ya por algo.

Pero aquella puerta parecía muy sólida, por lo que no iba a ser nada fácil derribarla.

Me disponía a intentar tumbar la puerta, ya había tomado impulso... Y la idea de Mut me pilló casi a punto del primer golpe. Pude detenerme a tiempo, y bajé el martillo.

-mmmm... ¡Buena idea, amigo! Yo llevo yesca y pedernal, y para quemar... vendas, aunque odiaría quedarme sin ellas. ¿Alguien tiene algo a que prenderle fuego? Sino, las vendas, y más vale que no las necesitemos.

Rebusqué entre mis posesiones, sacando lo necesario para prender ese fuego.

-Estaría bien lo del aceite, o algo que acelerase mucho el fuego, sino lo apagarán y nos pillarán con las manos en la masa. Rebuscad a ver qué tenéis. Sino... Rompehuesos y yo acabaremos lo que quedó interrumpido.

Parecía todo decidido, que se iba a intentar entrar a golpe de martillazo. Cuando surge otra idea, emplear el fuego. Axe detiene su martillo antes de dar el primer golpe, hay unanimidad para intentarlo de la nueva forma.

Pero seguro que tampoco va a ser fácil. Parece una puerta sólida, no estamos hablando de un poco de leña. Una puerta de madera de la que desconocéis el espesor.

Pero quizá... quizá simplemente con lo de que empiece a entrar humo sea suficiente. Pero una vez más, tampoco será fácil. El hueco que separa la puerta de la roca es escaso. Casi todo el humo se va a ir para afuera. ¿Será suficiente?

Mucha incertidumbre y solo hay una forma de salir de dudas, ponerse a ello.

Me fijé en que el hueco de la puerta era pequeño, lo cual significaba que si no conseguíamos que la madera ardiese, iba a servirnos absolutamente de nada prender fuego porque tampoco íbamos a causar ningún revuelo en el interior. Así que la opción de acabar con la puerta parecía más realista, pensándolo bien.

Pero yo seguía creyendo que tenía que haber otra entrada, aunque estaba por ver si esta se encontraba cerca o lejos.

-Oídme. No estoy segura de que es mejor, si quemar la puerta o echarla abajo. Supongo que podemos probar una y si no, la otra. Pero mientras tanto, si os parece, creo que iré fuera a intentar hallar alguna otra entrada, en el otro lado de la colina por ejemplo. Quizás no la haya, pero sigo pensando que sería lo más normal, por si acaso. Me puedo llevar a Huesos por si detecta algo y si no encontramos nada, volver aquí, puesto que estará claro que tendrán que salir algún día de ahí dentro.

Musgoverde se quedó algo contrariado tras la aceptación de la idea de meter fuego a la puerta por parte del grupo, especialmente porque cuando él dio la misma idea no le hicieron caso y ahora a todos les parecía una opción a considerar hasta el punto de que Axe refrenó su martillo para valorarla. Aún así el anciano apoyó la idea y palmeó la espalda de hobbit con un asentimiento amistoso de cabeza. 

Él también tenía yesca y pedernal y lo ofreció al grupo, el problema era crear una llama lo suficientemente grande como para hacer arder aquella dura y fuerte puerta. 

-Creo que lo mejor para hacer arder eso sería crear una hoguera contra la puerta y utilizar el aceite como acelerante. Tendríamos que volver a por leña o algo así. Parece que esa puerta es lo suficientemente gruesa para resistir una simple llama. Y para el humo necesitaríamos que al menos buena parte quedara dentro. A menos que consigamos suficiente humo en el exterior para que llegue hasta las ventanas y así engañarlos. Podríamos gritar fuego para ponerlos en alerta y que al menos salgan a ver qué ocurre. - Sugirió el animista. -Deberíamos escondernos bien para que no vean que somos nosotros los que han causado el fuego y así provocarles a salir mientras los esperamos bien pertrechados. ¿Qué os parece? Vosotros podíais ir por leña suficiente mientras Huesos, Nienna y yo buscamos una salida alternativa. Mis capacidades de exploración son mucho mejores que las de lucha y combate. -añadió sosteniendo el arco como si le fuera ajeno.

Observo en silencio mientras pienso en cómo podemos hacer que el fuego crezca y sea capaz de tumbar la puerta. No es algo que sea inmediato, tardará minutos si tenemos suerte. Pero el calor puede desencajar los goznes o hacer que se muevan y eso nos ayudaría. 

- Si tuviéramos a la vista los goznes podríamos hacer palanca, incluso tengo velas de sebo para hacer que fuera fácil moverlos... - pienso en voz alta, luego ya hablo normal a mis compañeros - Musgoverde tiene razón, el aceite es la mejor forma de acelerarlo y para crear humo habrá que meter algo verde o húmedo. Sobre lo de ir a por la leña no tengo problemas, si encontráramos una turbera será increíble y es posible que haya una cercana porque hay un humedal pero de noche será difícil localizar turba. Con eso la hoguera prendería bien...

Le hago un gesto a Axe para ir a buscar madera mientras Huesos, Musgoverde y Nienna buscan otra entrada. 

- Pero debemos darnos prisa, no sé si nuestro amigo está en peligro pero es probable. Voy a buscar madera, ¿vienes Axe?

Salgo a buscar madera para encender una hoguera. 

Un poco contrariado por haber refrenado la inmediatez de la entrada, me dispuse a acompañar a Mut.

Habíamos estado a nada de romper la puerta (si mi fuerza y la fortuna nos eran propicias), pero quizás hubiera sido una masacre. Quién sabe lo que hay al otro lado, quizás convoquemos a un ejército con ese ruido... Intentar algo más discreto no estaba mal, aunque tardásemos. 

Musgoverde tenía razón, desoímos su sabio consejo por las ganas del rescate, pero su sensatez y la de Mut quizás nos salvasen la vida una vez más, aunque perdiésemos algún tiempo buscando con qué hacer arder la puerta.

-Te acompaño, vale. ¡Busquemos algo que arda bien!

El golpe pospuesto podría ser dado más adelante. Acaricié a Rompehuesos, como calmándolo. El martillo estaba ansioso por golpear algo.

-Samman y Viento vendrán también con nosotros.

Que surgieran discrepancias en alguna ocasión era lo más normal del mundo. Lo raro tal vez lo ocurrido hasta ahora, lo de estar siempre de acuerdo con todo. Pero lo más importante es un  grupo que se juega la vida por ahí, era que pese a ello, estuvierais sincronizados y actuarais como un equipo, cada uno aportando su granito de arena.

Nienna apostó por echar un vistazo por los exteriores, si al final la hoguera tenía éxito y había otra salida, cubrirla era lo más acertado del mundo.

Musgoverde trata de organizar las cosas y decide dadas sus habilidades quedarse por los exteriores al igual que la medio elfa.

Mut y Axe irán a por leña. Por suerte en el entorno en que es encontráis es propicio para ello. Encuentran por por los alrededores y hacen una pila delante de la puerta. Solo resta prenderle fuego y decidir donde y cómo se posicionan, mientras esperan y confían en que el fuego gane la suficiente intensidad como para que prenda la madera de la puerta.

Todo el mundo se pone con su parte.

Salí con Musgoverde y Huesos para ver si podíamos descubrir algo en los alrededores, principalmente una entrada alternativa pero bien podía ser cualquier otra cosa que nos ayudase, porque al fin y al cabo lo que sí tenía claro era que permanecer sentados delante de la puerta no iba a traernos nada.

Si al final le prendían fuego, pues ya veríamos que sacábamos de ello.

Cuando llegué fuera, me volví hacia Musgoverde.

-Deberíamos dejar que Huesos nos guiase. Si hay otra manera de entrar o salir, y nos separásemos, podríamos tener problemas, así que mejor quedarnos juntos y confiar en su olfato y nuestra vista -le dije, mirando a mi alrededor y buscando cualquier cosa que pareciese ser diferente, desde una rama rota... hasta huellas de pisadas.

El animista asintió a las palabras de la medio elfa. No debían alejarse demasiado. Si a los de la torre les daba por salir y pillaban a Mut y Axe apilando leña delante de su puerta seria una situación de lo más incómoda. 

-Si alguien sale o entra por otra entrada, - dijo el anciano- deberá dejar sus huellas, algún rastro de su paso, matorrales vencidos... No perdamos de vista el suelo tampoco.

Tras hacer la pila de madera con ayuda de Axe, le prendemos fuego. Esperamos que prenda lo suficientemente rápido para que el humo empiece a asomarse por debajo de la puerta, y que logre quemarla para poder entrar e interrumpir lo que estaban haciendo. 

- Le añadiré una de mis velas de sebo, no es aceite pero le hará ganar intensidad y sobre todo le dará olor a la hoguera. Y el olor llegará más lejos que el humo... - digo mientras tiro una de mis velas de sebo a la hoguera.

Era lo que nos habíamos propuesto intentar, así que colaboré en buscar leña. No fue complicado, pero intentar que ardiese ya sería otro cuento. Mut le añadió una de sus velas, yo no tenía más que ponerle al incipiente fuego que no fuesen las vendas, y decidí no hacerlo. Dudaba que cambiasen en mucho la llama, y quizás las necesitásemos en algún momento apurado.

Soplé con cuidado al fuego, queriendo avivarlo. Mis ancestros así lo hacían, con un leve soplo que hiciera elevarse el corazón de la llama. No cabía la desesperación, encender fuego siempre fue un ritual de paciencia infinita, aún contando con la yesca y el pedernal.

Al verlo avivarse nos alejamos un poco, esperando que prendiese más.

-Parece que funciona... ¡Reza a los dioses del fuego a ver si deciden ponerse de nuestra parte, amigo!

Por si acaso no era así, me aseguré de que Rompehuesos seguía cerca de mí, dispuesto a hacer honor a su nombre.

35SA Mut (60PV)

30SA Samman (25PV)

30SA Viento (25PV)

30SA Huesos (30PV) Ladra

15CE Nienna (32PV)

15SA Terision (24PV el corsario astuto, usa todo como arma) [5]

10SA Musgo (42PV)

10C Guardia Acólito 1 (25PV Débiles mentalmente) [9]

   1) El primero que huele el humo. La puerta ya está chunga cuando lo ve. ¿Qué hace?

   2) Va en silencio a contárselo al sacerdote.

   4) Sale al exterior

10C Guardia Acólito 2 (25PV Débiles mentalmente) [5]

5SA Farahail (20PV Incapacitado) [7]

5SA Gulthuin (43PV el sacerdote) [11]

   3) El sacerdote es listo. Manda al guardia por la salida de atrás a inspeccionar. El sacerdote va a avisar al resto de la gente.

   4) Llega a [4] y avisa a Ariks.

0CM Axe (50PV)

0CM Ariks (42 PV el guerrero todo al ataque oriental) [4]

Al principio a la hoguera le cuesta de prender. Pero sois aventureros y no es, ni mucho menos, la primera hoguera que hacéis en el campo. Confiáis que con una pila de leña lo suficientemente grande sirva para vuestro propósito. 

La vela de sebo no es que haga mucho, pero todo aporta. El caso es que el fuego se hace cada vez más grande.

El humo comienza a salir hacia el exterior. Pero desde aquí no sabéis que ocurre en la parte interior. La puerta primero se vuelve negra. Parece que no va a prender, luego pasa al rojo oscuro y finalmente a un rojo brillante como el resto de la leña. Pero es una puerta fuerte, se resiste por el momento, pero solo parece cuestión de tiempo que se debilite lo suficiente o de que pase algo en el interior.

Estáis a la espera cuando escucháis los ladridos de huesos monte arriba. Samman y Viento plantan las orejas.

Comenzáis a inspeccionar la zona. Pero el monte es amplio, la luz es poca pues ya es noche cerrada, y tampoco sabéis que buscar con exactitud. Quizá al verlo lo sepáis.

Pero el tiempo pasa y vuestra búsqueda no parece dar sus frutos. Detrás de vosotros, a lo lejos y pendiente abajo, comenzáis a ver un reflejo luminoso en los árboles, todo parece indicar que la hoguera está teniendo éxito. Ahora la pregunta es... ¿Habrá en verdad otra salida?

El tiempo pasa, los nervios aumentan. Musgoverde es el primero en escuchar un crujido de madera. Huesos planta las orejas. A unos 20 metros delante de vosotros tras unos matorrales, una silueta humana emerge del suelo. Parece que lo habéis pillado in fraganti, excepto porque... Huesos empieza a ladrar a aquella figura, adiós al efecto sorpresa.

De noche era complicado ver algo pero eso no significaba que no pudiésemos intentarlo, además de que Huesos no necesitaba ver sino oler y con eso bastaba.

Sin embargo, el tiempo pareció dejar claro que no había nada por allí. Me costaba pensar que no tuviesen otra manera de entrar o de salir pero todo era posible. Seguimos explorando la zona y no tardamos en distinguir lo que sin duda alguna era el fuego sobre la puerta.

-Bueno, parece que por fin han hecho esa hoguera. Ahora veremos si de verdad hay algo que ver por aquí.

Finalmente, tras unos minutos, oímos el sonido de algo que crujía y alguien iniciaba su aparición entre los arbustos.

Ya son nuestros.

Pero la noche y el hecho de cogerlos desprevenidos se fue al traste con los ladridos de Huesos, así que no quedó otra que lanzarnos a por quien quiera que fuese. Desenvainé la espada y me lancé hacia él.

-¡Vamos, deprisa! -le dije a Musgoverde, que esperaba soltase también a Huesos, añadiendo una ventaja más a la superioridad que por el momento teníamos y a que por aquel agujero no podría salir más de una persona a la vez.

Inebitablemente Huesos se puso a ladrar y el animista maldijo a su chucho y lo miró apretando los dientes. Chistó para que callara y el animal le hizo caso inmediatamente, pero ya era demasiado tarde. Les había arruinado la sorpresa, aunque bien era cierto que sin él no hubieran encontrado aquello. 

-Maldición. 

El animista cargó en su arco una flecha rapidamente y apuntó al tipo que emergía de la tierra, esperaba que no salieran más con él. Nienna se lanzó a por él desenvainando la espada. 

-¡Alto ahí! Si vas armado tira las armas y no te pasará nada. - Gritó el animista todo lo fuerte que pudo.