Partida Rol por web

Fantasmas del pasado: Azul Profundo

¡ A bucear!

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30/10/2019, 10:38
Pete

Pete recogió las amarras echadas por cubierta contra las batayolas para que estorbaran menos. Había poco que hacer en el pequeño balandro, debía haber mucha piratería en estas aguas según adivinaba por el gran número de tripulantes. Echó un vistazo a popa por si algún barco les hubiera visto zarpar y se hubiera decidido a soltar amarras tras ellos pero parecía que el horizonte se mostraba aún azul, así que no supo más que recostarse contra la batayola de proa donde el viento "limpiaba" su pelo reseco mientras cantaba una saloma con una voz ronca, profunda y horrible.

Me acerqué a Derby, un día de mercao
Me encontré un carnero, Sir, el más alimentao

Mentiroso, mentiroso, mentiro~o~soo*

....

Notas de juego

*Canto en inglés, oh irony

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30/10/2019, 23:44
Capitán Davis

A la canción de Pete le siguieron otras, cantadas por el mismo o por la tripulación de la Moza Valiente. Pese a que la fina lluvia y los cielos grises no parecían tener intención de marcharse todos estaban de buen humor. Y para sorpresa del grupo, al no tener que hacer nada pudieron dedicarse a descansar, charlar con Kalsas sobre sus mapas o con Carl sobre historias de marineros de aquí y de "allí". 

Cuando había anochecido empezaron a oler el olor de la carne aromatizada con hierbas y no tardaron mucho en seguir el olor hasta el camarote del capitán situado en la torre de popa bajo el timón. Era un camarote pequeño en verdad donde apenas cabía una estantería de pared, un catre y una mesa de madera con algunas sillas. Por el ventanal trasero se podía ver el horizonte en el que había desaparecido hacía horas la isla de Bristo y por el que empezaba a emerger la luna. En la mesa había una enorme bandeja con parte de lo que parecía un pollo asado y relleno, rodeado de algunas verduras y patatas guisadas. Algunos platos y copas de plata junto con algunas piezas de cubertería de hierro o madera. Se notaba que no estaba preparado para dar banquetes tan grandes pero al capitan no parecía importarle. Cuando el grupo entró se levantó y les hizo un gesto para que se sentaran. Se acercó a una de las estanterías y puso en marcha un aparato parecido a un cuerno con un disco por el que, al empezar a girar el disco salía música.

Aquello era bastante extraño, pues no había nadie allí tocando los instrumentos que sonaban pero el capitán parecía estar acostumbrado.

-Pasad, por favor. Sentaos-dijo adelantandose de un brinco y extendiendo las sillas a las dos mujeres como un caballero- espero que la cena sea de vuestro agrado... pues me temo que es el último pollo, el resto de los días tendremos que comer pescado y verduras-dijo con una sonrisa mientras esperaba que todos se sentasen- Es pollo relleno de una mezcla de verduras y piña con algunas hierbas para darle mas sabor acompañado de verduras y algunas patatas-dijo satisfecho y acto seguido cogió una botella de vino y empezó a llenar las copas de los cinco.

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31/10/2019, 00:07
Pete

Pete entró al camarote del capitán y observó el cachivache de música, santiguándose en el acto. Había visto magia y aparatos extraños desde que llegara a Caribdus, así que no se sorprendió demasiado por una brujería más. Se sentó a la mesa haciendo un gesto de cabeza al capitán, tras recibir su permiso de sentarse y observó el plato mientras lo presentaba como si se encontrara en la corte francesa

¿Patata? - Eso es lo que se come el cerdo - Apartó Pete las patatas a un lado, reacio a probar algo tan duro y feo. Cogiendo una cuchara para dejarla cerca del plato, con la que estaba más familiarizado que con el difícil y resbaladizo tenedor, se esperó no obstante a que fueran las damas quien empezaran a comer, lo escuchó alguna vez en algún barco.

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01/11/2019, 10:17
Rheena Sutton

Ese era uno de mis momentos preferidos del día, pues aunque aún no se hubieran percatado, comer era uno de los mejores placeres que había. 

- Buenas noches. - Respondí al saludo del capitán y luego ocupé un sitio a la mesa, escuchando qué era lo que íbamos a cenar. 

Observé la mesa y pronto se me estaba haciendo la boca agua, pues la verdad es que llevaba un rato pensando en que ya tenía algo de hambre. 

- Por mi parte no hay problema alguno con el menú. - Mientras hubiera algo que llevarse a la boca a mí me parecía bien todo. 

En cuanto estuvimos todos sentados a la mesa, mi cubierto se fue directamente a una patata y comencé a comer casi esperando a que el capitán comenzara a contarnos alguna historia. 

- ¡Ummm! - Apenas había probado la cena y ya me estaba gustando. - Esto está muy bueno. 

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02/11/2019, 22:37
Claude DuPont

La canción de Pete llevó a más canciones y éstas a charlas sobre la vida en el mar, historias que poco parecían variar de un lugar a otro, quizás sólo en los actores principales que aparecían en cada una de las aventuras que iban contando. Era un ambiente de camaradería bastante agradable que a mí consiguió relajarme, a pesar de no estar haciendo nada y, sobre todo, a pesar del clima que estábamos teniendo.

Pero el hambre comenzó a apretar justo en el momento en que pasamos al camarote del capitán, el cual nos estaba esperando con un menú poco habitual en un barco... pollo. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue escuchar la música que, por más que busqué a mi alrededor, no vi que nadie tocara y, un tanto escamado, me di cuenta que salía de un extraño aparato. De nuevo la magia de aquel sitio me dejaba con la boca abierta.

Interesante mezcla de sabores —comenté al llevarme el primer bocado a la boca una vez estuvimos sentados a la mesa y las damas comenzaron a comer. Saber que a partir del día siguiente nuestro menú se basaría en pescado y verduras me hizo apreciar más aún lo que tenía en el planto. A saber cuánto tardaría en poder comer un buen asado o un pollo como aquel.

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03/11/2019, 11:51
Capitán Davis

La cena había avanzado. El vino corría y la carne parecía desaparecer de los platos a gran velocidad. El capitán acababa de contar una historia sobre una vez que divisó una ballena tan grande que podría haber hundido su barco con facilidad y como, tras seguirla durante un par de días cerca del mar de deshechos, habían visto como unos tentáculos enormes la atrapaban y la hundían hacia el fondo con violencia.

-Tras ver aquello-dijo el capitán- dimos media vuelta y nos alejamos de aquel lugar. La curiosidad mató al gato, dicen, y yo no lo soy ni pretendo serlo-dijo bromeando.

-Espero que estéis disfrutando de la cena. ¿Que podeis contarme de vosotros? Seguro que teneis historias interesantes-dijo haciendo una pausa para beber vino.

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03/11/2019, 16:57
Rheena Sutton

Yo desde luego no tenía ninguna historia como la de haber visto una ballena gigante, ni un monstruo gigante tan grande como para poder querer comerse a una ballena gigante, pero tenía alguna historia divertida de mi infancia, aunque seguro que había alguna que otra que podía ser demasiado subida de tono incluso para aquel barco. 

- Yo tengo alguna graciosa, pero la mayoría son de tierra firme. - La verdad es que en los barcos en los que había estado no había visto nada lo suficientemente digno para hacer una historia sobre ello. 

- Siento adolescente me desperté una mañana oyendo golpes y gritos en el piso inferior, así que aún dormida, me asomé a la escalera a ver qué era lo que estaba sucediendo. Mi madre siempre me había dicho que no bajara si escuchaba gritos así que me limitaba a cotillear desde allí. - Sonreí como si siguiera haciendo alguna travesura. - El caso es que una mujer había venido al prostíbulo con la escoba en la mano, buscando a su marido y lo encontró con la cabeza entre las tetas de una mujer que os aseguro que ni se veía los pies del pecho que tenía. - Hice el gesto con las manos. - Lo más gracioso fue cuando se presentaron los guardias y empezaron a recibir escobazos ellos también. La mujer estaba totalmente fuera de sí. Uno de los guardias acabo inconsciente, al marido le rompió el palo en la espalda y el otro guardia al fin pudo reducirla. 

Me reía como si lo estuviera volviendo a ver. 

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06/11/2019, 01:05
Capitán Davis

El capitán soltó una carcajada.

-¡Ese es uno de los motivos por los que no me volví a casar! Las esposas cuanto menos están en su derecho de partirle una escoba en la espalda a su marido-dijo bebiendo un trago de vino. Ninguno de los otros pareció animarse a contar nada de sus propias vidas y el vino empezaba a escasear- Pareceis un grupo interesante, y por suerte, también uno bastante capaz. Una vez transporté a un grupo parecido. También eran... no sabría como describirlo. "Aventureros". Más bien parecía un circo. Había un escurilio, un Atani, un Doreen... Les llevé a una isla donde esperaban encontrar un tesoro. A la mañana siguiente volvieron corriendo por la orilla haciendo señales al barco. En esa isla había pueblos... llamemoslos incivilizados. Por lo visto decidieron que aquel circo ambulante era un buen desayuno y almuerzo y cena. Salieron de allí por los pelos. ¡Ja! Por suerte vosotros pareceis un grupo bastante más capaz.

Notas de juego

Bueno dejo otro par de días(o lo mismo hasta mañana por la tarde) por si alguno quiere contarle al resto un poco más de su personaje y avanzo escena.

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06/11/2019, 17:23
Nera Reeve

Seguí comiendo en silencio, la verdad es que estaba todo bastante bueno y me distraía más escuchar historias que contarlas. Se me escapa una sonrisa ante todo lo que estaba escuchando, y negué con la cabeza.

-Compara con las vuestras mi vida fue muy tranquila, al parecer.- Me encojo de hombros con suavidad.- Salí de casa porque necesitaba algo de dinero y quería ver mundo, y la gente que sabe remendar carne suele estar bien pagada...

Directa y sucinta, así soy yo.

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06/11/2019, 23:29
Pete

Pues yo os contaré - Pete se recostó en su butaca, el plato acabado a excepción de las patatas que había echado a un lado junto a los huesos sin cartílago - A propósito del viaje la vez que di muerte a un tiburón. Pero que no os engañen las historias de este lobo de mar puesto que aquello fue en el caribe, un escualo, un monstruo de mil dientes devorahombres y sin embargo un pececillo en comparación con los monstruos que encontraremos en esas aguas infestadas.

Llevaba unos días de grumete a bordo de la Holly Molly de su majestad el Rey de Inglaterra, y me habían destinado aquel día a servir de pinche en las cocinas cuando durante una rencilla personal entre grumetes en cubierta hizo que Tim Sween cayera por la borda, justo chapoteó por la ventana en la cocina de popa y a sabiendas de la cogorza que se habían cogido se ahogaría con toda probabilidad.

Yo era buen nadador ¿Sabeis? Muy bueno, una sardina en el agua, ¡Y delgado! ¡Podría haber saltado a través del ojo de un alfiler! Salí por la ventanilla de popa al tiempo que echaban una cuerda y busqué en el agua a Tim, pero me vi envuelto en aguas rojas. Cogí su mano y tomé el cabo.

Jalaron, como demonios diantres, pero de mi mano apenas sí colgaba un brazo y medio cuerpo destrozado

Un enorme escualo saltó agarrándome la pierna y solté el cabo cayendo con él

Hizo una pausa - Nooooo, no os confundais, no me arrancó la pierna, sobreviví lo mejor que pude y de hecho salí muy bien parado de aquello. Forcejeé con el tiburón - Pete empieza a escenificar la escena tumbándose sobre la silla y apuñalando el aire mientras patalea - Clavele er puñal en las agallas ¡Vaya que sí!

El Holly Molly se detuvo y arrió un bote para recoger los restos de los marineros, pero me encontraron a mí y al cadáver del comehombres... al grumete bastardo que lo lanzó por la borda fue fusilado en el fortín al alba siguiente. Yo tardé tres meses en recuperarme pero quedé perfecto Hahahaaha

Al muy desgraciado de Pete le gustaba más hablar que a una anguila revolverse en el cubo del pescador, ver que alguna mirada se posaba sobre él para invitarle a contar historias era la chispa que le hacía falta para encenderle la mecha y si le dejaban parecía poder estar contando historias de toda su vida, y era más que probable que a más de uno le hubiera dado sueño escuchando la historia del ancho hombretón.

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07/11/2019, 09:36
Capitán Davis

El capitán alzó la copa.

- Los tiburones no son lo más peligroso que he visto en estos mares del demonio, pero ¡eres la prueba de que no hay que subestimarlos!-dijo el capitán con una sonrisa- Por suerte si os sucede algo así vuestra compañera la señorita Reeve-dijo señalandola- os podrá poner una segunda pata de palo-bromeó.

-¿Y que hay de ti, señor DuPont? Llevas muy callado toda la cena. Espero que el vino y la comida estén siendo de tu agrado-le preguntó cordial.

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07/11/2019, 12:44
Claude DuPont

El vino comenzaba a calentarme el ánimo y escuchar las aventuras, unas más terribles y otras más graciosas, de mis compañeros me resultaba ameno y divertido. Pero por mi parte me había sumergido por unos instantes en una serie de aciagos pensamientos que, de compartirlos, convertiría aquella pequeña celebración en un funeral. Y eso era lo último que quería.

Sin embargo, y a raíz de la historia del capitán y tambien, porqué no decirlo, de la de Pete, me había empezado a preguntar qué demonios encontraríamos bajo las aguas cuando descendiéramos a la ciudad sumergida. No me consideraba ningún cobarde, pero saber que me podía enfrentar a monstruos demasiado grandes para ser abarcados por los ojos o tan peligrosos que podrían tragarse una barco entero, era para plantearse si sería buena idea haber aceptado aquel trabajo.

La voz del capitán, dirigiéndose especialmente a mí, me sacó de mis pensamientos y levantando el vaso para dar un último trago de vino, cambié la expresión de mi cara y sonreí tan pícara y abiertamente como era mi costumbre.

Si le soy sincero capitán, la vida en la armada es demasiado aburrida en comparación con la que habéis llevado vosotros dos —dije, señalando con el vaso ya vacío, a Pete y al mismo capitán—. Pero sí podría contar anécdotas de tierra firme, de alcobas y burdeles que harían sonrojar a más de uno y de dos —esta vez mi mirada se posó descarada en Rheena—. Gracias a dios no tengo esposa que me rompa una escoba en la espalda, aunque sí he conocido maridos furiosos capaces de sacarme las entrañas y padres más furiosos aún al descubrir quién había mancillado el honor de sus queridas niñas —sonreí más abiertamente, con un brillo en los ojos al recordar más de una anécdota al respecto y la cantidad de veces que había tenido que huir por pies si no quería verme ensartado en un florete—. Pero por respeto a las damas, mis labios permanecerán sellados —me quedé mirando el vaso antes de volver mi atención al capitán, quizás aún quedase algo de vino o, mucho mejor, un buen ron con el que terminar aquella velada.

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07/11/2019, 17:31
Capitán Davis

El Capitán se rió y fue a dar un trago a su copa pero paró antes de llevarse el copa a los labios.

- En otro momento te insistiría en que me contaras tus hazañas, damas o no delante pero dado que nos estamos quedando si alcohol-dijo moviendo la copa un poco- y que la luna ya debe estar alta en el cielo creo que será mejor dejar esas historias para otro día.

Davis se levantó y alzó la copa.

-Brindemos esta noche por que esta pequeña empresa salga bien y todos podamos volver a salvo a Bristo para poder gastarnos el dinero que bien ganemos en vino para poder brindar de nuevo en el Pajar. ¡Salud!

El ruido de las copas y los brindis resonaron y las risas continuaron mientras se despedían del capitán del barco. Fuera, en la cubierta vacía, soplaba el viento y de nuevo una lluvia ligera empapaba los tablones de madera. En la proa, inmóvil, catalejo en mano junto a una pequeña linterna sorda se encontraba Keraptis haciendo su turno de vigía. 

Mas allá la oscuridad del océano les rodeaba guiados por el viento a través de un mar de olas plateadas bañadas por la luz de la luna. Aun quedaban 6 días por delante para llegar al lugar de la inmersión

Notas de juego

Viene otro post o dos

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07/11/2019, 17:41
Capitán Davis

Al amanecer del sexto día el capitán ordenó echar el ancla. El sol se filtraba entre las nubes calentando los cuerpos de los marineros y librándolos de la fría escarcha de la madrugada. Toda la tripulación parecía haberse puesto en marcha, apresurándose en sus tareas. Podía verse a Vel Bolis danzando por el mástil recogiendo el pesado velamen mientras que el enorme Grunk echaba el ancla. Kalsas correteaba de un sitio a otro llevando aparejos y Carl manejaba el timón. 

Davis hizo llamar a los cuatro pasajeros. Cuando estos subieron a cubierta el capitán acababa de sacar una piedra de tamaño parecido a la bala de un cañon y había hecho que Keraptis la atase a una gruesa maroma y la tirase por la borda.

- El viento nos ha sido favorable-les dijo cuando los vio subir por las escaleras-. Ya hemos llegado al lugar. Eso-dijo señalando a la piedra que acababa de lanzar el kraken por la borda- es una piedra-guía. No os iluminará mucho pero por lo menos podréis orientaros mientras estéis allí abajo. Espero que tengáis todo listo. Olvidaos de la pólvora pero aseguraos de llevar algún arma para defenderos, como ya os dije es fácil que os encontréis con algún que otro tiburón...-el capitán sacó una pequeña caja de su chaqueta de cuero. Al abrirla pudisteis ver que había 4 pequeños viales- Estás son las pociones que me procuró Bill. Podréis respirar y hablar allí abajo durante un día entero... pero por favor no tardeis tanto o empezaré a preocuparme por vosotros-bromeó, aunque no podía evitar ser algo paternal. Les observó durante unos segundos con preocupación y después sonrió.

- Bueno, ¿estais listos y listas para la aventura?

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10/11/2019, 15:00
Rheena Sutton

Por un momento miré hacia el horizonte allí donde se detuvo el barco y después inspeccioné el agua, como si aquello pudiera darme una pista de lo que podría haber debajo. Estaba claro que por mucha agua que pudiera ver, nada me iba a preparar para lo que pudiera haber bajo la superficie. 

- Pues nada. Toca un chapuzón. 

Así, comencé a quitarme las partes de mi vestuario con las que sería mejor no sumergirme no fuera a ser que se me engancharan o fueran a coger demasiado peso. Eso sí, mi ropa era lo suficientemente ajustada para no tener que preocuparme demasiado por eso de los enganchones. 

- ¡Qué remedio! 

Claro que si iba a haber cosas ahí abajo que poder subir, tendríamos que hablar antes de cómo hacerlo ¿no? 

- ¿Podéis dejar preparado algo por si tenemos que subir algo pesado? 

Sí, y no me refería solo al cuerpo de alguno, sino a algún tesoro. 

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10/11/2019, 16:29
Capitán Davis

El capitán se rascó la barbilla y asintió.

-No tenemos nada preparado para subir cosas de grandes dimensiones. No se que tienes pensado meter en mi barco, pero hay el espacio que hay-dijo señalando la anchura de este- no subáis una estatua de la plaza del pueblo si puede ser-bromeó- si es necesario subir algún cofre supongo que lo podeis atar al cabo en el que va la piedra guia y lo podemos subir a bordo aunque... quizás eso os de más problemas que otra cosa, pero bueno es vuestra decisión. 

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11/11/2019, 21:07
Nera Reeve

Me asomo a la borda y miro fijamente las profundidades. Luego con una sonrisa sigo el ejemplo de Reena, despojándome de todo lo que me pueda dar problemas a la hora de nadar empezando por mis botas.

Con un trozo de cuerda me recojo el largo pelo en una trenza y no puedo evitar soltar la carcajada al oir lo de la estatua.

-Las campanas, nos vamos a traer las campanas.- me aseguro la daga que he llevado conmigo en el cinturón, cerciorándome de que puedo sacarla con facilidad y luego sonrío de nuevo. Alargo la mano para que el capitán me dé una de las pociones, con el pelo recogido tengo un aspecto bastante más juvenil que de costumbre.- Bueno, o nadamos o nos ahogamos, pero nos vamos a hacer viejos si seguimos aquí...

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11/11/2019, 21:14
Claude DuPont

Tras seis días de viaje empezaba a notar el aburrimiento, sobre todo porque poca cosa se podía hacer en aquel barco donde todos sus marineros tenían las tareas bien asignadas. Por ese motivo, cuando el capitán nos anunció que por fin habíamos llegado a destino, me alegré.

Por fin un poco de acción —comenté de buen humor a pesar de saber que, casi con toda seguridad, nuestra visita a las profundidades no sería tan tranquila como la travesía que acabábamos de hacer.

Me preparé para la inmersión, quitándome la camisa y quedándome sólo con el pantalón. Valoré las armas que debía llevar, descartando mis pistolas al tener que depender de la pólvora ya que ésta sería completamente inútil, así que opté por el machete que me colgué al cinturón antes de extender el brazo para coger el vial que nos permitiría estar bajo el agua.

Quizás atando un gran cesto a un cabo que quede cerca de esa piedra guía nos sirva para cargar cosas más pesadas —comenté como si tal cosa mientras me asomaba por la borda junto a Nera, mirando la profundidad del agua con una mezcla de emoción y respeto.

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11/11/2019, 21:23
Pete

Pete se quedó tan solo con sus pantalones y un puñal - No tengais prisa por adentraros en las oscuras aguas de este pueblo perdido. - Se giró para observar a toda la tripulación de la Moza Valiente, agradeciendo el viaje que habían tenido aquellos seis días en los que Pete había cantado sus salomas a la proa y había señalado varias veces al horizonte a la voz de Barco Viene, creyendo ver piratas en el horizonte, quizá fruto de su afán por mantener a la tripulación alerta.

Frunció los labios humedeciéndolos antes de realizar la inmersión que de durar demasiado se los cuartería más aún, siendo ya bastante ásperos y rugosos. Cogió la poción dando un largo trago. Esperando unos minutos a notar algún efecto previo a saltar al agua cuchillo en boca

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11/11/2019, 21:38
Director

Tras unos minutos de preparación el grupo se lanzó al agua y comenzó a bucear. El agua era cristalina y de un tono turquesa cuando empezaron a bucear. Los bancos de peces de vívidos colores pasaban a su lado a medida que iban sumergiendose siguiendo el cabo que les servía de guía. Claude llevaba junto a el otro cabo con una pequeña cesta que se había usado para cargar balas de cañon a medida que bajaban siguiendo su propia idea.

Sin embargo a medida que bajaban la luz del sol iba desapareciendo. La oscuridad iba a ser un problema para ellos pues la luz de la piedra-guía apenas iluminaba lo suficiente como para poder seguir su rastro hasta las ruinas y moverse en aquel lugar sin apenas poder ver iba a ser complicado.

Bucearon durante largo rato hasta alcanzar las cercanías del fondo, donde empezaron a surgir varios tejados entre un bosque de algas marinas. Aún no había pasado el tiempo suficiente como para que la madera se hubiera podrido de modo que la aldea estaba prácticamente tal como había sido abandonada. La mayoría de casas habían perdido los cristales aunque conservaban las puertas de madera, algunas mas desvencijadas que otras. 

La fuerte corriente agitó por un instante el lecho de algas marinas dejando a la vista algunos restos esqueléticos, un recordatorio para el grupo de que, lo que antaño fue una bulliciosa villa, hoy no es mas que un cementerio.

Notas de juego

Vale, el mapa no es que sea super preciso por que es un dibujo que ha hecho Bill pero eso os reduce la búsqueda a un puñado de edificios. Como dije aunque hay algunos marcados con números, los que Bill cree más importantes, podéis entrar en cualquiera y buscar. Al fin y al cabo os podeis llevar todo lo que encontreis de valor.