- Ahora no me seas así, Certera, ni te he disparado ni he hecho nada en tu contra. Lo que tu y yo vivimos nos da cierta confianza, así que abramos la caja, venga.
Vernal Express: Minuto 25
A lo lejos se oye una trompeta, toca a caballería. ¡Es el Marshall! Aún no sabéis de dónde viene, pero está claro que está buscándoos. La Certera, harta de todo y de todos, se va. Se quita de en medio y se lleva la Llave con ella. Mientras Ellen trata de acabar con ella, en vano. Flanagan y Valle, casi como si se hubiesen puesto de acuerdo, prenden las mechas de dos cartuchos de dinamita que sostienen en sus manos, uno cada uno. La mecha no es demasiado corta, así que aún no explotarán...
Acciones
Hardin dispara a La Certera con su Winchester, dos veces, pero La Certera ya no está a su alcance.
La Certera se va, se aleja entre los árboles.
Max mueve junto a la Caja Fuerte y enciende un cartucho de Dinamita.
Martin se mueve bajo la cobertura de un arbolito.
Valeriano imita a Max, recogiendo un cartucho de Dinamita del cadáver de Jin y encendiendo su mecha.
Ellen gasta:
La Certera abandona el tablero.
Por cierto... ¿recordáis vuestras cartas de Forajido?
Pues bien. Ya estamos en el Minuto 25. Y habéis demostrado ser pésimos asaltantes de trenes... y eso que lo habéis tenido fácil... en fin. Ahora sólo os queda huir. Pero deberéis hacerlo por el lado del tablero contrario al lado por el que llegue la caballería del Marshall. Bueno, eso si queréis escapar con vida.
Los soldados llegarán el Minuto 31, y cuanto más cerca estén más evidente será su procedencia; hasta entonces podéis seguir haciendo lo que tengáis entre manos, seguir rebuscando, seguir dinamitando, tratar de conseguir el botín, seguir matándoos entre vosotros... esas cosillas tan típicas de forajidos :)
- Mierda de Certera... - Dijo Max al ver como huía por patas con la llave.
No tenían mucho tiempo hasta que llegara la caballería, pero el tenía dinamita prendida en la mano. Siguió el plan original. Lanzó ese cartucho junto a la caja fuerte y salió corriendo a refugiarse del impacto de la dinamita.
- Dichosa perra indómita... no se donde carajo se ha metido - admitió
- Max, volemos este maldito tren, ándele, maldito atraco este, oigan... - Dije, dolido porque la Certera hubiera dudado de mi lealtad para con ella y cómo Max lanzaba la dinamita... Bueno, ahora sólo me quedaba... ¿Conseguir el dinero? - ¡Déjalo ya Hardin! Saquemos de aquí lo que podamos...
Asintió a Valeriano y bajó el arma, cuando escuchó a lo lejos ¿una trompeta? ¿una puta trompeta de caballería?
- ¿Habéis oído eso? Joder... si salgo viva de esta me vuelvo a robar ganado, como toda la vida... no me meto en más asuntos de trenes ni borracha. La madre que me parió...
- Si viene la caballería... mal asunto. Yo no quiero trato con los casacas azules, no. Y ellos conmigo tampoco. Si quedase munición de la ametralladora...
- Olvídate de plantar cara, Valeriano, hemos tenido muchas bajas... hay que largarse. ¿Habéis encendido esas mechas o qué pasa? - impaciente, como de costumbre, los atracos le gustaban rápidos y sin imprevistos... y este no había sido ni lo uno ni lo otro
- ¡Volamos la caja, pillamos el botín y salimos huyendo! - Expuso Max. - ¡No queda otra!
-Está lista para estallar, a por ello pues...
Maldita sea - exclamé...
Y es que era jodida mala suerte que para una vez que confiaba en alguien... ese alguien nos la jugara como hizo la Certera... No se si saldría de esta... pero si era así, lo pagaría caro. Si señor, muy caro.
¿Qué le queda a esa mecha, Flanagan? ¿Valeriano?
¿Creeis que podrá con la puerta de la caja?
- ¡Está a punto de estallar! - Respondió Flanagan. - ¡Mejor que no te acerques!
No se si resistirá, pero sólo queda comprobarlo... -Dije, avanzando hacia el tren con el cartucho prendido
Vernal Express: Minuto 26
¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!!!
Dos cartuchos de dinamita explotan casi al unísono en el mismo exacto lugar: la Caja Fuerte a bordo del vagón central del Vernal Express. Un ensordecedor estruendo resuena en las montañas cercanas al este, cuyo eco reverbera en la planicie hacia la ciudad de Vernal. El vagón queda hecho añicos al instante, y el resto de vagones salen despedidos a gran velocidad, tanto es así que Valeriano, que ha subido a bordo justo antes de lanzar la dinamita, sufre una herida por la fuerte sacudida. Los forajidos cercanos no corren mejor suerte, Ellen acaba cubierta de tierra, madera quemada y sangre, mientras que a Knox no se le ve por ningún sitio. El único que aparentemente se ha salvado es Flanagan; y por los pelos... Una densa nube de humo, polvo y cenizas oculta el lugar de la explosión, y al mismo tiempo es una clara señal para la caballería del Marshall.
Acciones
Hardin recarga su Winchester y bebe un poco de whisky de una botella.
Flanagan coloca la dinamina en la Caja Fuerte y se aleja.
Valle sube al tren y lanza la dinamita hasta la Caja Fuerte.
Knox recarga su Remington y mira cómo las mechas se agotan.
Ellen usa y pierde:
Max usa:
Valeriano usa y pierde:
Martin usa y pierde:
Hardin se pone en pie y se sacude
- Cof, cof...
-¡Jesús! ¡Menuda polvareda hemos montado wei! ¿Ha servido de algo Hardin? - digo, mientras me preparo para saltar del vagón... Y ¿Que mejor que tranquilizarme con un cigarro?
- Yo no veo una mierda Valeriano... - reconoce, mientras termina de quitarse las astillas de encima y se aparta de la nube de polvo - ¿Knox? ¿Dónde coño se ha metido ese cabrón?
- ¿Y si hemos volado a ese gringo sin querer, Max? Ay, ay, ay... ay Madresita... ¿Knox? ¿Andas ahí? - Grité mientras veía la forma de no matarme al saltar de aquel vagón en huida rápida...
- ¡Woooow! - Exclamó el forajido al ver el resultado de la explosión. - ¡Ha saltado todo por lo aires! - Remarcó lo evidente.
Sin pensárselo demasiado corrió hacia el lugar donde debería estar la caja fuerte, que dado la explosión, podía ser que nada hubiera quedado de la misma. Pero si quedaba un solo billete, moneda o lingote de oro sería suyo.
- ¡Vamos a ver cuál es nuestro premio! - Comentó emocionado. Entonces se dio cuenta de que no había ni rastro de Martin. - ¿Dónde se ha metido Knox?