Partida Rol por web

Arah se sonroja mucho cuando Xandra se acerca y le acaricia con el dedo, y acto seguido pone morritos para intentar besarla. Luego Noriko protesta sobre el acuerdo.

 Siempre puedo informar a la maestra y a mi jefe de dónde está la carne y ellos enviarán a aventureros a recuperarla. En esa situación en vez de quedarte con un poco te quedarás sin nada. Mira, te estoy ofreciendo hacerte uno de los mejores platos que jamás llegarás a probar, y no va a ser precisamente un plato pequeño. Y ese plato te aseguro que no podrá hacértelo nadie más aparte de nosotros los cocineros del gremio.

Irvine: Hazle caso, Noriko, nadie puede igualar sus platos.

Dejo al pelirrojo en medio de su pose de morritos con todas las ganas. Dando una grácil vuelta sobre uno de mis pies, me dirijo hacia la jefa.

-Negocia duro la semi-elfa- Le digo a la canija. -Deberías rechazarlo. Siempre es mejor comerse la carne entera uno mismo, aunque esté fría, cruda y dura. Además de recubierta de grasa y sangre, qué compartirla y comérsela bien cocinada por unas manos expertas. Claro que la decisión es tuya, jefa- Siendo una cría, la psicología inversa sería la mejor opción.

-Aum...- seguía poniendo morritos de enfado mientras miraba, ceñuda, a Xandra. Sus palabras tenían sentido... Pero en verdad sonaba mucho mejor la segunda opción. -Tienes razón. Pero seré benevolente- ni siquiera sabía si era la palabra que debía usar en esa situación, pero sonaba muy bien y adulto. 

-Acepto lo que dices- me acerqué hacia la semielfa y estiré la manita para estrechar la suya. -¡Pero ese plato debe estar delicioso!- era un punto importante.

Hablando de platos... Mi estómago volvía a gruñir. Miré al abuelito con cara de cachorro abandonado y ojitos brillantes. -Abu, vuelvo a tener hambre- me llevé las manos a la barriga para darle mayor énfasis a mi petición.

 Trato hecho. Te haré mi mejor plato, y si no quedas satisfecha me encargaré de que puedas comer lo que quieras en el gremio durante un mes. Ya sobrevivieron a tu abuela y a Nathan Filofirme a la vez. Y Xandra... - mira a su amiga - Tú ya sabes que eres bienvenida, no vengas solo para robarnos comida, ¿vale?

En ese momento a Noriko le ruge el estómago. Irvine suspira resignado.

Irvine: Vale, de acuerdo, comeremos algo mientras explico detalladamente el plan - vais a una posada, y mientras os sirven la comida empieza a exponer el plan - Bien, la primera parte el plan será la distracción de Anko. Para ello necesito que Viela temrine de preparar esos platos y que, con la ayuda de Sharabell la distraigáis. Podéis fingir que sois un nuevo negocio de catering que está dando a probar sus platos. Viela, ¿serías capaz de prepararlo todo?

 La duda ofende. Prepararé el mejor repertorio culinario y las ollas que Xandra... tomó prestadas para que pueda entretenerse chupándose los dedos. Me imagino lo voraz que puede ser conociendo a su hija y su nieta.

Irvine: Eso me tranquiliza. La segunda parte del plan será la infiltración y el robo. Xandra, Noriko y Arah, debéis infiltraros por la puerta trasera en absoluto silencio y abriros paso a través de las trampas sin que salten ninguna, y una vez logréis acceder a la despensa sustraed únicamente la carne de venado-unicornio. ¿Me has oído, Noriko? Solo la carne de venado-unicornio. Una vez tengáis la carne volved a salir por la puerta trasera e id hasta el final de la calle, donde os esperaré con el carro para la fuga. El lugar de reunión, viendo el cambio en los planes, será en la sede del gremio de aventureros. ¿Habéis entendido esa parte?

Todos asentís con la cabeza.

Irvine: Una cosa más, si algo saliera mal y fuese imposible evitar la confrontación, haced lo posible por abrir una ruta de escape porque lo que es derrotar a Anko va a ser casi imposible para vosotras. No es admisible el sufrir bajas. El golpe lo iniciaremos mañana por la mañana, a partir de las 9. Estad preparados con todo lo necesario una hora antes en la esquina de la calle.

Tras las explicaciones de Irvine.

Día siguiente, casi las 9 de la mañana. Todos os habéis reunido en la esquina de la calle por donde está la entrada trasera de la casa de Anko e Irvine. Allí os espera el veterano ex-soldado, con el carruaje camuflado en un callejón.

Viela y Sharabell ya han ido con otro carruaje cargado de comida recién hecha por la semielfa a la entrada delantera para distraer a Anko. Irvine os indica que esperéis 5 minutos antes de ir hacia la entrada trasera.

Pasados 5 minutos, Noriko y Xandra van con Arah hacia la puerta trasera. La entrada está atravesando un jardín trasero amplio pero algo descuidado, y la puerta está cerrada a cal y canto, con llave. Podéis notar a Arah algo nervioso, sobre todo cuando Xandra está cerca que entonces hasta se sonroja.

-Arah, concentración. ¡Como cuando quiero ganar en algún juego de mesa!- inflé los mofletes, refunfuñando. De verdad, estos chicos se desconcentraban pronto cuando había una buena moza alrededor.

-Tiene pinta de que hay trampas, ¿o qué?-

Miro de vez en cuando como ese Arah se pone nervioso. ¿Y este nos va a ayudar? Lo único que espero de él es que meta la pata.

Observo el jardín desde lo alto del muro. -Podría ser- Contesto a Noriko. No se por qué alguien como Anko pondría trampas en su propio jardín cuando la primera que caería sería ella misma... Pero bueno. 

Al igual que la jefa, miro a ver si hay trampas. 

Noriko no encuentra ninguna trampa, y tiene sentido para ella ya que su abuela, la última vez que puso algo allí no tardó en caer ella misma y verse en un pequeño apuro.

En cambio Xandra parece asustada, está totalmente segura de que hay una trampa mortífera debajo de la alfombra y se niega a acercarse a ella.

 Q... ¿qué ocurre? No hay nada debajo de la alfombra.

Arah se acerca y levanta la alfombra para desvelar que no había absolutamente nada. Una vez Xandra se tranquiliza éste procede a forzar la entrada trasera, sin ninguna dificultad. Frente a vosotros podéis ver la cocina de la vivienda, siendo amplia y bien equipada a pesar del desorden y de haber comida por todas partes.

Un vistazo rápido os sirve para comprobar dos cosas: la primera es que no hay rastro de carne de venado-unicornio allí. Y la segunda es que un poco más allá de la cocina hay unas escaleras de bajada. Noriko sabe que bajando por allí se accede a la despensa, y que en esas escaleras es donde empiezan las trampas.

-Podrías dejar de ser un inútil cuando estás con mujeres- le espeté a Arah mientras le miraba mal. Después de lo que costaba convencer a este muchacho para algo y ahora resulta que ni hace su trabajo. -Vamos a ver dónde están esas trampas y desactivarlas- me alejé dando saltitos hacia la escalera para evaluar el lugar.

Sigo a esos dos por la casa hasta llegar a la cocina. Buscamos la carne, pero nada. De estar ahí, habría sido demasiado sencillo. Tal vez por las escaleras.

Me mantengo en la retaguardia en silencio. Dejando que nuestra guía y el trampero vayan delante, detectando y desactivando lo que se encuentren... Y comiéndose lo que no.

Tal y como Noriko esperaba, aquí empieza lo difícil. Todas las escaleras están plagadas de trampas. Cuando ésta va a decir algo Arah ya estaba a su lado con un par de trampas desarmadas en sus manos.

 Pan comido. Si me dais algo de tiempo puedo despejar estas trampas.

Arah no tarda mucho en despejar las escaleras, y tenéis el camino libre hasta la despensa. El chico observa detenidamente la puerta y, con sumo cuidado, la abre lentamente.

Ambas podéis ver cómo un hilo tras la puerta se tensa, estando a punto de activar otra trampa. A punto, pues Arah, raudo y hábil, lo cortó con su daga.

 Listo.

Ya tras despejar el último obstáculo la puerta se abre del todo, y podéis ver la despensa, repleta hasta arriba de comida.

-¿Y ya está?- pregunté cuando la puerta de la despensa se abrió, pudiendo ver todo lo que había en su interior. -Pues no ha sido para tanto- sonreí triunfante mientras colocaba mis manos en las caderas.

Aunque, sin saber por qué, mi instinto me decía que no bajara demasiado pronto la guardia.

La intuición de Noriko volvió a acertar. Había una última trampa alrededor de la carne de venado-unicornio consistente en varios hilos muy difíciles de ver.

 Buff, ni yo había visto eso. Bien hecho, Noriko - le premia Arah mientras empieza a desarmar esa última trampa.

Una vez la trampa ha sido desarmada, por fin podéis echar mano a esa delicia de carne. Noriko por fin la tiene al alcance de sus manos.

Metisteis la carne en unas bolsas y os dirigís a las escaleras. Arah es el primero, quien tras subir un par de escalones se detiene en seco.

 Noriko... ¿acaso tu abuela estaba buena? Porque si es así nos acaba de pillar.

Al mirar hacia arriba veis a una felina con los brazos en jarra y mirada iracunda. Noriko pudo confirmar que se trata de su abuela Anko, quien por algún motivo no ha envejecido como otras abuelas.

 Ya sabía yo que algo me olía mal. ¡Noriko! Esto es obra de tu abuelo, ¿verdad?

Anko agarra un cepillo y empieza a bajar escaleras. No parece que de ésta os podáis libraros hablando... ¿o sí?

Sonreí orgullosa, dejando salir aire por la nariz a la vez que soltaba un ruidito agudo de suficiencia. -Hum-. Arah era bueno desarmando las trampas, ¡pero yo sería mejor!

Ya cargados de la deliciosa carne, subimos por las escaleras. El chico iba delante, y sus palabras no presagiaban nada bueno. -Ehhh...- me asomé de detrás de su espalda para confirmar que era Anko. -¡Abuela! ¡Qué guapa estás hoy!- sonreí con inocencia. -¡Ni se te ocurra bloquearte con ella!- avisé a Arah.

-¿E-e-el yayo?- me rasqué la mejilla y desvié la mirada, señal clara de que trataba de ocultar algo. -Noooo... ¿por qué? ¿Te ha mandado él?- ¿no se suponía que iban a tener a la yaya ocupada? ¡Seguro que el yayo nos ha tendido una trampa para zamparse él solo la carne!

Continuo siguiendo desde la retaguardia al pelirrojo y a la jefa hasta nuestro objetivo. Y ahí lo vemos, ese filete de caballo pomposo, listo para ser recuperado. 

Con el botín, volvemos escaleras arriba. O eso pretendíamos, pues apenas subimos el primer peldaño, nos topamos con la infame Anko. O como Athan solía llamarla: La felina de cerebro involucionado. 

Es el momento de comprobar lo fuerte que se supone que es. 

Descuelgo MI lanza y me pongo en guardia. Para a continuación atacar.

Ante la aparición de la abuela, giré sobre mis talones, tomé toda la carne especial, la guardé en mi bolsa y traté de escurrirme entre las piernas de Anko. ¡Nunca me cogería con vida! ¡Esa carne sería para mí!

Noriko trata de escabullirse de su abuela, y ésta la ve venir y trata de apresarla. Sin embargo se distrae viendo a Arah poniendo morritos hacia ella, estando tan desconcertada que su nieta al escabullirse con éxito se desequilibra y sin querer le da un beso en los morros al chico, quien se desploma desmayado y con cara de estar encantado de la vida.

 ¡Mierda! ¡Jovencita, luego te daré unos azotes! - advierte antes de encarar a Xandra, quien ha empuñado la lanza - Reconozco esa lanza. ¿No es de Athan? Da igual, una pequeña gamberra como tú no podrá conmigo.

Xandra ataca con la lanza, buscando el torso de Anko. La felina se ve sorprendida, viendo que ese ataque le perfora el torso.

 ¡AGH! Oye, ¿no me digas que también te ha entrenado? - afila la sonrisa - Veamos cómo llevas la defensa...

La felina mueve con habilidad la escoba y se coloca en posición de combate. Parece que ahora la va a tomar en serio, y Xandra lo comprueba cuando la felina funde el mango en su estómago, haciéndole expulsar lo que había comido antes.