Partida Rol por web

En cuanto comienza la invocación, comienzan a pasar cosas demasiado extrañas para Mayuri. Apenas sí se entera de algo, pues está demasiado concentrada tratando de proporcionar suficiente maná y de no meter la pata. Escenas comienzan a sobrepasar sus ojos: bosques esmeraldas llenos de animales fuertes, dignos. Salvajes. Las hojas secas parecen arremolinarse a sus pies, a la vez que el aire adquiere olor a sal, a mar, a libertad. En un momento llega a divinar la figura de un barco, al que se une el trozo de reliquia que había guardado en el libro. El palo que lo atravesaba se convierte en una flecha.

No... no puedo más. Este viento... ¿qué es todo esto? Solo un poco más... ven a mí, vamos, ¡ven a mí!

Y cuando parecía que las fuerzas estaban a punto de abandonarla, allí apareció ella. Tenía el aspecto de una mujer... si las mujeres tuvieran orejas y cola de animal, el pelo verde, o un aire de belleza ni tan siquiera imaginable para un humano normal. No podía dejar de mirarla, sus ojos oscilaban entre su espesa melena, el bosque inmenso de su mirada, su extraordinaria figura, su piel... todo en ella obligaba a no apartar la vista, tan siquiera a parpadear. No se dio cuenta de cuándo se cayó al suelo, supuso que al terminar la invocación sus piernas decidieron rendirse. Cuando consiguió volver a la realidad, se encontraba tirada sobre el suave tatami de la casa de su tía.  

Observó una última vez a la mujer de arriba a abajo, asombrada. Las palabras no eran suficientes para describir lo que sentía ahora mismo. El corazón le latía a un ritmo vertiginoso. La Servant (o eso supuso Mayuri que era), comenzó a hablar entonces. ¿Si deseo ser su compañera de caza? Bueno, realmente, ya no me queda más remedio... me he metido yo solita en esto. Ahora ya no puedo dudar. Asiente levemente con la cabeza y tiende una mano hacia delante, cogiendo la de ella. 

-Encantada de conocerte... compañera -esboza una media sonrisa. ¿Cómo se supone que tengo que interactuar con ella? Sentía la mano arder. Echó un leve vistazo; sus hechizos de comando estaban ahí, grabados, formando una flor de seis pétalos. No había habido ningún cambio en ellos, pero la presencia reciente de su servant ahí hacía que los notara palpitar. -Me llamo Mayuri. Y... bueno, ¿y tú eres...? -dibujó una mueca en su rostro, avergonzada de su propio desconocimiento. Bueno, por las imágenes que he podido ver, supongo que será un Servant de tipo Archer. Comenzó a pensar. Al menos una cosa estaba clara: tenía que evitar el contacto directo con los demás Masters y sus Servants. 

Silencio...

Pero estoy seguro de que vi a alguien en esa ventana...

Golpeó una segunda vez.

¡¡Hola?! -anunció con una voz más fuerte- Si hay alguien aquí debo decirle que según el estatuto 1890 de propiedad horizontal ésta se encuentra en condiciones de deshaucio. 

¡No es un delito visitarla, pero sí invadirla, y como tal no es un delito entrar en ella. Por tanto entraré en ella, y cualquier intento de impedirlo me forzará a llamar a las autoridades competentes para que resuelvan éste asunto!

Dicho esto se arrodilló, sacó de su maletín una serie de ganzúas, llaves y empezó a trabajar en la cerradura.

Veamos qué tenemos aquí...

Las palabras de Jeanne le habían traído felicidad a su ser y su sonrisa le había transmitido cierta calidez a su corazón, sin duda el destino les había unido para que los dos aspiraran a la victoria en aquella guerra y con su deseo pudieran mejorar el mundo purificándolo de la oscuridad de los hombres.

No sabía que ella pudiera percibir la presencia de otros Masters o Servants aunque tal vez era algo simple. Sin embargo, sabía que debía comenzar a prepararse para el comienzo de la guerra y conocer las habilidades de su Servant para planificar con cuidado las acciones a tomar.

Observando que su golem ya se había adelantado a sus necesidades, el joven magi indicó a su Servant con un gesto de la mano que le acompañara.

Por el momento, comamos algo. Acompáñame al comedor.

Mientras comían, Jard consideró que era un buen momento para conocer a su Servant, su capacidad de combate, sus habilidades. Por otro lado, también sería una buena oportunidad para que Jeanne pudiera conocer las habilidades del magi o hacer alguna otra pregunta que considerara necesaria contestar.

Jeanne, háblame sobre tus habilidades, tu capacidad de combate, si deseamos derrotar al resto de los participantes, necesitare conocer lo que puedes hacer para poder pensar una estrategia apropiada. Expresó con cierto interés mientras miraba a los ojos a aquella belleza que se encontraba frente a él.

Por cierto, espero que la comida esté deliciosa, tengo confianza en las habilidades de Adif para cocinar pero no tengo idea de lo que podría gustarte en particular. El joven no deseaba decepcionarla, después de todo había quedado atrapado en su encanto. Ah, me olvidaba, no dudes en expresar tu opinión o consejo con respecto a lo que haremos a partir de ahora para obtener la victoria. Después de todo, no deseo ganarme tu desaprobación, y por otro lado, dos deberían pensar mejor que uno solo, ¿no es así? Dijo para luego dedicarle una sonrisa amable. Si deseaba ganar la guerra, debería de establecer una buena relación con su aliada para evitar conflictos internos. Además, prefería que ella expresará su opinión ante ciertas medidas que él pudiera llegar a aplicar durante su conflicto con sus enemigos.

El hombre espera un minuto, y al no obtener respuesta, parece pensativo un momento, antes de levantar la mano y llamar de nuevo, esta vez más fuerte. 

Golpeó una segunda vez.

¡¡Hola?! -anunció con una voz más fuerte- Si hay alguien aquí debo decirle que según el estatuto 1890 de propiedad horizontal ésta se encuentra en condiciones de deshaucio. 

¡No es un delito visitarla, pero sí invadirla, y como tal no es un delito entrar en ella. Por tanto entraré en ella, y cualquier intento de impedirlo me forzará a llamar a las autoridades competentes para que resuelvan este asunto!

Dicho esto se arrodilló, sacó de su maletín una serie de ganzúas, llaves y empezó a trabajar en la cerradura.

El hombre que llama a la puerta espera un minuto, y al no obtener respuesta, parece pensativo un momento, antes de levantar la mano y llamar de nuevo, esta vez más fuerte. 

Golpeó una segunda vez.

¡¡Hola?! -anunció con una voz más fuerte- Si hay alguien aquí debo decirle que según el estatuto 1890 de propiedad horizontal ésta se encuentra en condiciones de deshaucio. 

¡No es un delito visitarla, pero sí invadirla, y como tal no es un delito entrar en ella. Por tanto entraré en ella, y cualquier intento de impedirlo me forzará a llamar a las autoridades competentes para que resuelvan este asunto!

Dicho esto se arrodilló, sacó de su maletín una serie de ganzúas, llaves y empezó a trabajar en la cerradura.

Jeanne come con gusto, y se ve que la comida está tan deliciosa como de costumbre. Adif es un golem de gran perfección, y una vez que sabe hacer algo, es difícil que lo haga mal. 

-La comida está perfecta, gracias, Master. 

Sobre mis habilidades, no tengas miedo. El Señor me protege, desvía el mal de mí. Mientras estés a mi lado, y tu meta sea pura, yo te protegeré de todo lo que pueda dañarte. 

Jeanne ha dejado el estandarte con la bandera enrollada apoyado en la mesa, y la espada está envainada en su cadera. Agradece con un gesto las palabras de Jard.

-De momento debemos planear bien y no actuar alocadamente. Llegado el momento, el Señor nos mostrará el camino. Puedo ver un nudo en nuestra ruta, puede que haya alguien luchando ya en la ciudad, o a punto de hacerlo.

Te agradezco especialmente la comida ya que, debes saber que mi invocación no es la habitual. Este cuerpo que habito no es el mío, sino el de una mujer de puro corazón que me lo cedió por su fe. Se llamaba Laeticia.

Es por eso que mientras estoy en este mundo, soy humana y no espíritu. Eso significa que no puedo tomar forma espiritual, y tengo las necesidades de sueño y comida de un humano normal. Sin embargo, esto no hace mi cuerpo más frágil o más fácil de dañar. 

Además, el Señor ha descendido sobre mí. Su Voz me guía y Su Mano me protege. Puedo notar su guía, y es por eso que suelo distinguir el camino adecuado. Además, ninguna magia de los mortales puede dañar la Pureza que Él me otorgó. 

Tengo muchas otras habilidades. Intentaré describírtelas lo mejor que pueda, aunque es difícil para mí explicarlas ya que son instintivas. Perdóname si me dejo alguna. 

Jeanne ha abandonado su tono solemne, y ahora suena como una verdadera chica de su edad, con una voz suave y cándida que transmite la serenidad del que se sabe en su lugar.

...

¿¡Qué debería hacer...!? -Hanon pasó un momento congelada de la impresión y observó por una esquina de la ventana con recelo- Definitivamente va a entrar en la casa...uhh...no, no sabe que estoy pero...la cerradura nueva debe haberme vendido para sospechas.

Apretó los labios, juntando resolución.

¡Bien! 

Si es lo que quiere...podría darle una bienvenida "encantada". Puedo hacerlo...

Hanon se aproximó en puntas de pie, a la escalera, asomando apenas la cabeza apenas para observar, ganando un poco más de sigilo por los calcetines. Por lo demás, lucía un bonito y simple camisón rosa con bordes blancos. Apenas la cerradura cediera, la puerta se abriría hacia atrás de golpe. Estaría atenta a hacer pequeños efectos "paranormales"...una piedrecilla rodando por ahí, una maceta vieja en una pared meciéndose suavemente...a cada momento pensaba nuevas adiciones al improvisado espectáculo fantasmagórico.

Me quedo mirando un momento la escena que se estaba desarrollando ante mi. Otro perro del gobierno pienso A este también tendré que darle su merecido Doy un par de pasos hacia la casa, pero luego me lo pienso mejor, no era momento de empezar a divertirme con la gente, tenía que buscar una base y llamar la atención. Lo más sensato era esperar a ver que pasaba con el tipo, si me despachaba a la gente que hubiese dentro para mi sería mejor, me libraba de tener que hacerlo yo mismo.

Me concentré un poco y utilice mi magia para ocultar mi presencia y amortiguar mis pasos y me acerque lentamente hasta donde estaba el tipo al principio. Me agacho y empiezo a mirar que es lo que había dejado allí. 

La mujer acepta la mano que le tiende Mayuri, pero inmediatamente, al ver cómo cae al suelo, da un paso hacia ella y se agacha a su lado. 

-Mi verdadero nombre es Atalanta, la casta cazadora. He sido invocada en Clase Archer. Pero ya hablaremos más tarde. Ahora, Master, debéis descansar. 

Introduciendo las manos por debajo de su cuerpo, la levanta en brazos como si no pesara nada, y la lleva, siguiendo sus indicaciones, al dormitorio. El Servant la acuesta en un futón y se levanta. 

-Descansa tranquila. Si me permites adoptar forma espiritual, yo vigilaré. 

Tras rebuscar un poco entre las raíces, encuentra una pequeña canica, que refracta la luz como un prisma. 

En cuanto Fukuro se concentra, nota perfectamente la magia que hay en ella. No son rastros de magia, sino un conjuro activo que alguien ha lanzado sobre ella.

La cerradura es nueva y de buena calidad, así que da a Henry un poco de trabajo, pero finalmente, tras unos minutos de trasteo, el pestillo se retira y la puerta se desbloquea sin abrirse. 

Miro el objeto curiosamente ¿Que tipo de magia será? me pregunto. No conocía muy bien los tipos de magia que podía haber a lo largo de todo el mundo, pero se me ocurrió que llevármelo podría ser peligroso, igual era algún tipo de magia rastreadora, aunque eso no explica por que lo dejo a los pies del árbol.

Estuve un rato pensando que hacer con el objeto y decidí dejarlo en un lugar distinto, a los pies de otro árbol algo más lejano, si se trataba de una magia rastreadora podría encontrarlo fácilmente, si no ya lo recogería más tarde, cuando terminase de inspeccionar la casa.

Tras hacer mi pequeño plan me escondí en un lugar diferente y me quedé a observar al hombre que estaba intentando acceder a la casa fantasma.

Las primeras palabras de Jeanne hicieron feliz al magi ya que no sabía si la comida sería de su agrado. Había algo en ella que hacía que el joven se viera obligado a complacerla con lo que pudiera, a no defraudarla, algo que con otra mujer jamás hubiera pasado ya que su voluntad y su misión eran más fuerte que cualquier otra tentación.

Ya veo, me alegro de que así sea. Sin duda, Adif no suele defraudar con su habilidad para la cocina. Sonrió con gentileza.

Al escuchar el consejo de su Servant de no actuar sin pensar antes, no pudo estar más que de acuerdo. De lo posible no deseaba atacar a todos los participantes uno por uno, si podía prefería que se mataran entre ellos para luego limpiar los restos. Sin embargo también existía el problema de alguno de ellos considerara buena idea formar una alianza con otro Master, algo que sería problemático. Lo mejor era encargarse de una situación así con rapidez.

Escuchó con atención las circunstancias del cuerpo de Jeanne. El hecho de que no pudiera tomar una forma espiritual podría ser un problema en algunos momentos, aunque por otro lado, cuando le informó sobre sus habilidades supuso que las ventajas eran superiores a la desventaja. Ahora entendía porque se veía tan atraído y sentía que necesitaba complacerla en lo que ella deseara. La habilidad de carisma de su Servant parecía haberle encantado, o al menos eso pensaba él.

Había uno de los tesoros heroicos de Jeanne que preocupó a Jard, La Pucelle. Parecía que sería una especie de último recurso pero, sin lugar a dudas, el joven no deseaba utilizar ese tesoro bajo ninguna circunstancia. La idea de hacer que aquella bella mujer se sacrificara, no era algo que fuera del agrado del joven.

La habilidad de Revelación parecía ser bastante ideal y ahora entendía a que refería Jeanne cuando explicaba que su Señor les mostraría el camino. Podría resultar ser de mucha utilidad para las medidas a tomar contra sus opositores.

Sin duda, tus habilidades son excelentes, Jeanne, y la protección del Señor nos asegurará la victoria, así lo creo. No te preocupes, no tomaré ninguna decisión alocada y confiaré en tus revelaciones. No deseo entrar en conflicto con cada uno de los Master que van a participar, lo mejor es pensar con cuidado y observar la situación.

Ahora bien, debido a que Jeanne debería de comer como él así como también descansar, tenía que preparar todo para dos personas. El tema de la comida no era problema, sin embargo, no había imaginado que su Servant necesitaría dormir como él, por ende solo tenía una cama en su departamento ya que sus golems tampoco requerían dormir en una cama. Aun así ya había pensado una solución a ese pequeña complicación.

Jeanne, debo explicarte algo. En vista de que necesitaras descansar tanto como yo, he estado pensando que lo mejor será que tú descanses en mi cama. Como es la única que poseo, yo dormiré en el sofá. Después de todo, prefiero que quien va a protegerme durante esta guerra, descanse en algo mejor que yo. Es como debería de ser.

Además estaba el motivo de que sentía que debía dar lo mejor para ella y evitar ganarse su desagrado. Su belleza y su aura pura era algo que fascinaba al joven magi y capturaba su voluntad.

Aclarada esa cuestión... antes has dicho que alguien estaba luchando o podría estar a punto de hacerlo. Si bien, me gustaría descansar ya que he gastado mucho maná durante el ritual de invocación y me encuentro agotado,  si sabes dónde se encuentra este individuo y consideras que es apropiado tomar acción, confiaré en tu consejo.

Ya estaba convencido de que había alguien allí, ahora lo que seguía era determinar el grado de hostilidad, abrió la puerta con cuidado, pero no entró de inmediato, la abrió lentamente todo lo que pudo hasta quedar con el recibidor de la casa al alcance de la vista, oteó con cuidado el marco y todas las entradas, siempre con una mano puesta en la canica en su bolsillo y las piernas listas para saltar en caso de que alguna trampa saltara, por lo demás, el estado de la sala le diría un poco del actual habitante de la casa, una puerta derruída pero con cerradura nueva le indicaba que alguien estaba tomando medidas para no ser molestado, el hecho de que lo hiciese en una casa abandonada daba a pensar que era una persona con algo de dinero, pero que prefería evitar los hoteles.

Finalmente, el hombre abrió la puerta con cuidado, pero no entró de inmediato, la abrió lentamente todo lo que pudo hasta quedar con el recibidor de la casa al alcance de la vista, oteó con cuidado el marco y todas las entradas, siempre con una mano metida en su bolsillo y las piernas listas para saltar. Parece dubitativo entre si entrar o no. 

Finalmente, el hombre abrió la puerta con cuidado, pero no entró de inmediato, la abrió lentamente todo lo que pudo hasta quedar con el recibidor de la casa al alcance de la vista, oteó con cuidado el marco y todas las entradas, siempre con una mano metida en su bolsillo y las piernas listas para saltar. Parece dubitativo entre si entrar o no. 

Por dentro, la casa está tan vacía y llena de polvo como cabría esperar, aunque parece, por las huellas en el polvo, que más de una persona ha entrado y salido de allí no hace mucho. 

Jeanne sonríe ante el ofrecimiento de Jard de la cama, pero frunce un poco el ceño ante la propuesta de ir al combate. 

-No. Si no estás del todo descansado y en tus facultades, no es nunca recomendable entrar en combate. Y aunque lo estuvieras, no es seguro que luchen, solo es una sensación, como si estuvieran a punto de hacerlo, pero aún no lo hubieran hecho. 

No puedo decirte la situación exacta, pero sé que no es cerca de aquí o lo sentiría. En todo caso, si es tu deseo ir a buscarles, lo haré, pero no lo recomiendo. 

Sobre la cama... te lo agradezco. Sin embargo, si tienes dinero, siempre puedes comprar un colchón o algo similar. Preferiría que durmiéramos cerca a fin de poder protegerte si algo pasara. 

A pesar de que el ritual comienza adecuadamente, el círculo destella y se revuelve, y el conjuro de Obediencia en su mano late, Josh empieza a notar rápidamente cómo el maná se le escapa, se sale del círculo, se dispersa en el aire como combustible sin quemar. Por mucho que intenta retenerlo, al finalizar el conjuro el círculo se apaga y no hay ni rastro del Servant. 

Mientras se recupera del gasto, algo llama su atención. Es un pequeño pájaro, que le observa desde una rama, y que pronto baja hacia él. Ya desde cerca, puede ver que no es un pájaro normal: sus ojos son rubíes, y todo él está hecho de reluciente cristal nacarado. En el pico lleva un pequeño rollo de pergamino. Observa a Josh durante un momento con sus inteligentes ojos, deja el pergamino en el suelo y emprende de nuevo el vuelo. 

Como había explicado su Servant, estaba claro que no era una buena idea ir a ver la situación en el estado de cansancio en el que se encontraba el joven. Agradecía el hecho de que ella estuviera a favor de evitar aquella situación y ahorrar energías para cuando fuera necesario.

Me alegro de que compartamos la misma opinión. No creía que pudiera ser de mucha ayuda en un combate en este momento. Lo mejor será que descanse. Dijo y luego se tapó la boca con su mano para bostezar. Estaba agotado, necesitaba dormir para recuperar sus energías.

Si el individuo iba a luchar, eso resultaría a favor de Jard ya que significaba que alguien podría morir, eliminando así la competencia sin tener que hacer nada al respecto.

Cuando Jeanne le explicó que era mejor que durmiera cerca de ella por precaución, casi se le sale el corazón por la boca. La idea de dormir cerca de una mujer tan bella como Jeanne, incluso si no era en la misma cama, era algo que le ponía bastante nervioso. Después de todo aún era joven, y, debido a su estudio intensivo dedicado a la mejora de sus creaciones y a alcanzar el nivel de Touko Aozaki (aquella mujer que era su modelo a seguir), nunca había establecido demasiadas relaciones con el género opuesto, si bien nunca lo había visto necesario. De todas maneras, sabía que lo que decía su Servant tenía mucho sentido y por ende no podía rechazar el consejo.

Muy bien, mañana encargaré por internet un colchón o un futon. Por el momento dormiré en el sofá, el cual, haciendo caso a tu sabio consejo, lo voy a mover a la habitación para que estemos ju-juntos en caso de que algo llegará a suceder. Expresó tratando de mantener la calma si bien tartamudeó cuando tuvo que decir "juntos".

Venga, ¿acaso eres un niño?

Luego de finalizar de comer, como había explicado, trasladó el sofá a la habitación y sacó unas sábanas extras con las que poder cubrirse. Los primeros pasos a la victoria habían sido completados. Su Servant había sido invocado y confiaba en sus habilidades, si no actuaba de manera precipitada y observaba la situación a partir de ahora, la guerra no debería de ser muy complicada, o al menos así pensaba él.