Partida Rol por web

Al ver a Jagger noqueado volvió a apoyar ambos pies en el suelo mientras tomaba aire por la nariz y lo expulsaba por la boca para relajar sus pulsaciones. Se giró hacia la chica todavía con aire combativo. -Tú no te vas a ningún sitio. Dale a Posn esa carta aunque sea falsa. Y será mejor que esta vez no le times.

También le dedicó una mirada severa al chico. -¡Mira que cambiar tú también una carta falsa!- se apretó el puente de la nariz como si estuviese perdiendo la paciencia. -Anda, ve y recupérala. Pero a la próxima, asegúrate primero de lo que vas a intercambiar.

Por su parte, Kirara se acercó hacia Dart. Pensaba tomar ese GF por las molestias que habían causado. Mira que preferir combatir antes que hablar las cosas... -Qué impulsivos- se agachó junto al chico y extrajo el GF que había mencionado Lillie.

Una bola de luz brillante brota del cuerpo de Dart y se posa en la mano de Kirara. Una voz resuena en la cabeza de la chica. 

-Hola. Mi nombre esss Marcosiasss...-explica la voz. -Cierra loss ojosss, por favor. -Al hacerlo, Kirara ve en su mente una especie de dragón plateado con ojos de brillo multicolor. La criatura se mueve grácilmente en el espacio mientras explica. -Ese patán que me llevaba dentro no era digno de llevarme consssigo. Pero tus habilidadess y ssentido de la jussticia han llamado mi atención. Podemoss unir fuerzass ssi te parece. 

-Gracias-dice sarcásticamente Posn mientras la chica le devuelve la carta. -Bien, Kira. Te has ganado ese GF si lo quieres. -comenta el SeeD. -Junto con 100 años de perdón. 

Se quedó mirando la bola de luz que ahora brillaba en la palma de su mano. Comenzó a oír una voz dentro de su cabeza, un tal Marcosias. Con ese nombre tan raro debía tratarse sin duda del GF. Tal y como le había dicho la voz, Kirara cerró los ojos. La negrura no tardó en desaparecer para dar paso a un majestuoso dragón plateado (aunque por cómo siseaba podría tratarse fácilmente de una serpiente gigante). Apenas pudo contener el aliento ante tal visión. -No hace falta que lo jures- dijo tanto en voz alta como en sus pensamientos mientras esbozaba una media sonrisa, consciente de que alguien como Dart no era digno de poseer semejante criatura. -Será un placer contar con tu apoyo, Marcosias- con estas palabras Kirara daba por concluida y asimilada la presencia del reptil con ella.

-¿Ya os habéis aclarado?- preguntó una vez abrió los ojos dirigiéndose a Posn y Lillie. -Claro que lo quiero-dijo acompañando sus palabras de una afable sonrisa. -Es el precio del trabajo. Tú recuperas tu preciada carta y yo obtengo un GF, Marcosias para ser exactos. ¿Y a qué te refieres con los 100 años de perdón?- no sabía muy bien si tomárselo a broma o si hablaba en serio.

-Lillie, un placer hacer negocios. Pero, por favor, no timéis a nadie más si no os queréis ver involucrados en más problemas. ¿Quieres que te ayude a llevarlos a la enfermería?- era consciente de que ella sola no podría con los dos.

Con aspecto derrotado, Lillie niega con la cabeza. -Pediré ayuda a un instructor. Ya has hecho suficiente. Aunque no es que no nos lo mereciéramos...-comenta la chica sentada en el suelo.  

-Vámonos, Kirara. Dejemos que se arreglen sólos.  

¿Y a qué te refieres con los 100 años de perdón?

-El que roba a un ladrón...tiene 100 años de perdón. ¿No conocías la frase? -comenta sorprendido el SeeD. 

-Sea como fuere, tienes mi gratitud. Puedes llamarme si necesitas ayuda. ¿Qué vas a hacer tú? Yo voy a revisar el tablón de misiones por si hay algo que llame la atención....

Asintió con la cabeza, conforme, ya más tranquila de saber que no dejaba a la joven desamparada. Tras esto corrió tras Posn hasta ponerse a su atura y caminar a su lado. -Recuerda que soy la "justiciera"- esbozó una sonrisa, -y no sería justo dejarlos inconscientes sin saber que se harán cargo de sus heridas.

Posn: "El que roba a un lardón...tiene 100 años de perdón. ¿No conocías la frase?"

Ante la sorpresa del joven, Kirara se llevó la mano al mentón para después volver a girarse hacia él. -¡Es verdad! No me acordaba- soltó una ligera y cantarina risa. -Espero que tengas razón y me perdonen 100 años, ¡eso si no le robo a otro ladrón!- 200 años serían muchos de perdón. Si ese dicho era cierto tendría perdón para muchos de sus descendientes.

-Iré contigo a ver los encargos. Puede que encuentre algo que me interese- aunque nunca se sabía si para ir en grupo o en solitario. Por lo pronto sabía que prefería que Posn siguiera su camino y aprendiera de sus errores antes de volver a hacer equipo con él.

-No pasa nada. Hay gente cuidando. -respondió Posn. Dicho y hecho; cuando voltearon a ver, vieron que Lillie estaba hablando con un instructor, probablemente describiendo una batalla con los monstruos del lugar. -Estaba pensando que quizás pudiera acusarnos de atacarlos, pero realmente no les conviene que el asunto se investigue. Por ello no creo que hagan nada de eso. En fín, vamos a ver ese tablón...

Una vez en el hall principal del jardín, llegaron a consultar el tablón. Había dos misiones que llamaban la atención en particular. 

A saber:

• Rescate de la Tumba del Rey Desconocido: Aparentemente un estudiante imprudente del jardín de Galbadia se extralimitó en la exploración de las ruinas y quedó atrapado. Solicita ayuda para salir. 
• Tren a Timber: las vías subterráneas del tren hacia Timber se han llenado de monstruos. Se necesita un operativo para liberar el tramo. 

-Uhm- se quedó mirando pensativa ambos carteles con la mano en el mentón. -Si alguien es tan tonto como para meterse en un sitio que no está a su nivel no es digno de ser ayudado- después de todo, todos sabían hasta donde llegaban sus capacidades. Ya habría algún alumno más capacitado para ir a salvarle.

Por el momento le llamaba la atención el otro encargo. -¿Qué mejor que patear el culo de unos cuantos monstruos?- hizo crujir sus nudillos, tomó el encargo y se alejó del tablón dando saltitos después de haberse despedido de Posn.

Posn se despide con la mano rumbo a encarar su propia misión. -¡No olvides llamarme si necesitas una mano!-agrega al alejarse. 

Mientras la chica se prepara para la misión -que indica dirigirse hacia la estación de tren de Balamb-, escucha en su cabeza la voz de Marcosias. -¿Deberíass abasstecerse de provisiones para el viaje?-inquiere el ser, amablemente. 

-¡Claro! ¿Por quién me tomas?- comentó con humor. Todavía no estaba segura de la forma más correcta de comunicarse con Marcosias pero no podía evitar hablar en voz alta aunque pareciera que lo hiciese sola.

-Veamos... Vendrá bien una linterna teniendo en cuenta que es un túnel o alguna fuente lumínica, agua, mis puños, pociones para curarme y, uhm... ¡comida! Claro, la comida... Lo que me recuerda- puso cara de circunstancias -¡todavía no he comido nada!- sin hacerse más de rogar tomó rápidamente rumbo hacia el comedor para comer algo antes de tomar las provisiones y marchar al encargo.

Llegó agotada. Lo primero que haría sería echarse comida al buche y después echarse en la cama. Cuando hubiese recuperado fuerzas daría buena cuenta de lo que había visto y recogido durante la misión... Eso sí, antes de acostarse apuntó las cosas más importantes para asegurarse de que no lo había soñado: la materia mucosa que había recogido, el lugar en el que había visto tantos monstruos, el monstruo al que se había enfrentado... Y sus nuevas capacidades.

Kaz se despide de Kirara explicando que va a informar el resultado de la misión como cliente. Ya sola, Kirara se dirige a la cafetería. La comida nunca era tan deliciosa como cuando uno viene con hambre y cansancio. Casi sin tragar, la chica se apresura a los dormitorios. Luego de anotar lo más importante con gesto somnoliento, cae rendida en su cama. 

Durante unos minutos, lo único que encuentra en su consciencia es oscuridad. Sin embargo, una visión comienza a tomar forma en su mente a modo de sueño. Se encuentra flotando junto con un grupo de seres llamativos a través de una suerte de catacumba. Entre sus compañeros, recuerda una mujer hermosa de pelo rubio con alas multicolor, pareciera ser la lider. Los otros seres incluyen una suerte de pulpo color verde brillante, un par de minotauros azul y rojo, y una criatura color lila con aletas. Con una voz que no es la suya pero suena familiar, Kirara comenta -Ya debemoss esstar cerca...

La mujer alada asiente y luego de ello la escena cambia. Todo es caos. Puede verse en medio de una gresca entre los seres antes vistos y un monstruo grande con cuerpo de cristal. Antes de que esa imagen pudiera cobrar sentido, la chica despierta.

Se despertó sobresaltada y desorientada... No sabía bien lo que había ocurrido ni lo que había soñado, pero tenía una extraña sensación de intranquilidad que no habría sabido explicar.

Puso los pies sobre el frío suelo, la sensación le ayudaría a sentir que estaba despierta. Se puso en pie y se encaminó a la ducha porque no sentía que hubiese terminado de quitarse la mugre que había podido coger en los caminos del túnel. El túnel... Eso le trajo a la memoria todo lo que allí había acontecido, el moco negro que todavía conservaba en un frasco, dentro de la mochila, y aquel claro lleno de monstruos.

Terminó rápido de arreglarse y, sin tan siquiera recogerse el pelo, se colgó una bandolera, metió el frasco y salió del cuarto, buscando a alguno de los coordinadores.

-Eh, hola. Quería hablarle sobre un descubrimiento que he hecho durante la misión. Se trata de un moco negro que parece atraer a los monstruos. ¿Con quién debo hablar para que me explique o alertarle sobre él?

-Buen día, Kirara.-dice Marcosias. -¿Dormiste bien? ¿Pudisste descansssar? 

Los pasillos del jardín de Balamb estaban como siempre, llenos de alumnos y SeeDs caminando de aquí para allá. A la distancia, reconoce a Posn de pie frente al tablón de anuncios y misiones, jugando con una daga arrojadiza en la mano. Cerca de ella, Kirara ve a uno de los coordinadores de pie en el pasillo, con su habitual gorra amarilla que impide ver sus ojos. 

Como de costumbre, los coordinadores daban cuenta de su mal genio. -¿Moco negro? ¿Atraer monstruos? Eso no parece material apropiado para estar en los interiores del jardín o en posesión de un arma de guerra como tú. Voy a confiscarlo. -agrega estirando la mano hacia la mochila que Kirara llevaba consigo...

Despues de lo que pareció un gran gran viaje, Styr logra pisar nuevamente las familiares baldosas de entrada de Balamb, su jardín. El murmullo de la muchedumbre de gente por el pasillo parece una melodía familiar para el SeeD. En el pasillo del hall de entrada, frente al tablón de anuncio de misiones, ve a otro SeeD de aspecto familiar. Es un hombre de tez oscura y cabello verde. Examina el tablón mientras juguetea con una daga arrojadiza en la mano. A la distancia, cerca de la cafetería, puede ver a otra SeeD de aspecto familiar conversar con uno de los coordinadores. 

-Es agradable estar de vuelta. Me agrada este lugar.-comenta Magmard -¿Cómo vas a encarar esto? ¿Piensas hablar con otros SeeD para obtener información? 

Respiré profundamente al entrar al vestíbulo. Ese aroma inconfundible me hacía sentir en casa, aunque pensar en la idea de que pudiera haber un infiltrado de Krysta me dejaba una sensación extraña, por lo que debía ponerme manos a la obra.

Miré a mi alrededor y todo parecía como siempre. Vi algunas caras conocidas, gente a la que podría lanzar algunas preguntas, pero no con el suficiente rango como para poder cambiar algo, por lo que el infiltrado, en caso de haberlo, debía tener más poder. Tenía que apuntar más alto.

El instructor Jun, Magmard. A pesar de habérmela jugado con mi padre, es el único en el que confío plenamente. Dije convencido comenzando a caminar para ir a buscarlo donde normalmente solía encontrarlo. Además su mayor rango, lo hace potencialmente más candidato a haber podido notar algo raro en alguna persona con cierto poder. Mi gesto serio se mezclaba con uno de pura concentración que me hacia, si cabe, menos amigable.

-No sabría qué responderte- respondió a Marcosias mientras se rascaba la cabeza. Recordaba vagamente haber soñado algo que no le había permitido conciliar un sueño tan reparador como le habría gustado.

Caminó por los pasillos sin un rumbo fijo. Saludó brevemente a Posn cuando pasó junto a él, centrándose en el coordinador que se encontraba allí para presentar su informe. Esperaba que su humor habitual cambiase con las noticias, pero nada más lejos de la realidad. -¿Confiscar? ¡Oye! ¿Pero de qué vas?- se giró para poner fuera de su alcance la mochila, -¡que es mía!- habían formas más amables de pedir las cosas. -Quiero hablar con su superior. No le daré a nadie más lo que he encontrado-, se mantuvo serena pero firme. No apartó la mirada en ningún momento, desafiante.

Al pasar cerca de la chica rumbo a la segunda planta, Styr escucha un forcejeo y un quejido. Al parecer, el hombre había querido sacarle la mochila a la SeeD por algún motivo. La habitual hosquedad de los coordinadores causa inmediata desconfianza en Styr. ¿debería dejar el asunto pasar e ir directamente con Jun o aprovechar la oportunidad para indagar más en el tema?

Confiscar? ¡Oye! ¿Pero de qué vas?- se giró para poner fuera de su alcance la mochila, -¡que es mía! Quiero hablar con su superior. No le daré a nadie más lo que he encontrado. 

-Se te reducirá el rango por este tipo de actitud. Yo soy tu superior y es parte de tu deber obwdecerme. -replica el coordinador. Frustrada, Kirara echa un vistazo a su alrededor, Posn sigue enfrascado en la tabla de anuncios, ajeno a todo aquello. Sin embargo, en la cercanía ve a otro SeeD que le resulta familiar. Tiene tez oscura , cabello rapado, y una cicatriz en el rostro. Leva una pistola enfundada en el muslo. El SeeD se deruvo ante el exabrupto y los ve, inseguro de involucrarse o no. ¿Debería Kirara pedirle ayuda o intentar lidiar con el problema ella sola con el coordinador?