Partida Rol por web

La cueva me traía gratos recuerdos, nunca tuve problemas con mis exámenes aquí, pero no es lo mismo ir con alguien encargado de ti, que ser tú quien se encarga de alguien. Por eso, me planteo si debo disuadir a Nell de avanzar hacia un combate que no le conviene en absoluto o debo dejar que se estrelle y ver cómo responde. La respuesta me viene rápido a la mente, aunque la primera opción sería la mas cómoda para mí, Jun justamente busca la segunda opción. 

- ¿Cómo te manejas con la magia? Pregunto a la joven Nell para al menos darle una pista. Uso un tono muy suave para no llamar la atención de monstruos inesperados.

-¿Magia?-repregunra la cchica, quizás sorprendida porque Styr hubiera hablado primero. 

-Bien...traje algunas para estar preparada...

Después de algunos minutos más de caminata, el pasillo se abre a una cámara más amplia, de techo alto. 

Desde arriba suena un chillido y se ve venir desde arriba tres sombras de cierto tamaño. 

Se trataba de 2 buer y un murciélago rojo.

Nell activa su cuchilla lista para entablar batalla.

Asiento a Nell tras su respuesta. Ha sido previsora, Jun no se equivocaba. Pienso más tranquilo, pues la podía poner a prueba.

Nada más llegar a la cámara, los Buer se nos echan encima y para mi sorpresa vienen acompañados de un murciélago rojo. Al traste el pan de nuevo... Pienso mientras desenfundo "Big Black".

- Nell, tú te encargas de los Buer, el rojo es mío. Ordeno rápidamente a la alumna. Demuéstrame lo que vales Nell. Pienso mientras centro la atención en mi revolver. Me concentro en mi arma y en el murciélago, apunto y tras coger aire aprieto el gatillo suavemente.

El disparo de Styr es tan certero como mortífero. El murciélago cae al suelo y se deshace antes de tocarlo. Nell se queda boquiabierta al ver la habilidad del SeeD que la acompaña. Sin embargo, cuando uno de los monstruos restantes intenta morderla, la chica rueda hacia atrás con velocidad. 

Con un ágil movimiento de la mano, apunta hacia el monstruo y una nube de aire helado se arremolina en éste. Congelandole la horrible cara. El monstruo comienza a aletear más lento, visiblemente desmejorado.El otro monstruo se acerca a ella y la golpea con el cuerpo. La chica se apoya contra una pared para no perder el equilibrio, pero se mantiene firme.

Con el murciélago rojo fuera de combate, la situación está como me esperaba, así que es hora de practicar mi absorción mientras Nell demuestra lo que vale. 

- ¡Bien hecho! La animo tras su asombrosa magia de hielo. Ya me gustaría a mí tener un control mágico así. Pienso apesadumbrado sabedor de mi ineptitud.

Vuelvo a centrar mi atención en la batalla y me concentro en el Buer mas débil, cuando me creo preparado inicio la absorción.

Teniendo al enemigo cerca, Nell aprovecha el impulso contra la pared y perfora al Buer previamente congelado con su daga, haciéndolo caer. 

Entre tanto,cgispas de colores csurgen del otro buer hacia Styr. Como si tomara la idea del SeeD, el buerbrestante invoca una bola de fuego y la arroja hacia Nell. La explosión derrumba la pared contra la que Nell se apoyaba y la chica cae a través de ella, hacia una cámara más grande. 

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Pienso al ver caer a Nell por el agujero creado por la bola de fuego. Espero que esté bien...

Apunto al Buer con el revolver mientras me acerco despacio al agujero para asomarme a través de él. Miro a ver si Nell está bien y qué altura hay para bajar. Espero a que el Buer vaya a lanzarse a por mí y en ese momento disparo, mientras decido que hacer.

La cámara donde Nell cayó es una cueva con un centro de lava. Afortunadamente la chica parece estar consciente y bien. Se incorpora de a poco cuando Styr la ve. 

El buer da un salto hacia atrás por el disparo, pero en seguida arrenete contra el SeeD nuevamente. Atontado por el golpe, el monstruo golpea la pared de la caverna y cae, derrotado. 

Bajo hacia dónde está Nell y me acerco a ella. - ¿Te encuentras bien? Pregunto mientras observo la sala intentando reconocerla de mis otras veces en la cueva. 

Nell asiente con la cabeza ante la pregunta de Styr, pero se la ve disgustada  

-Estoy bien, señor. Sólo que ese estúpido monstruo arruinó mi pelea. Vamos a salir cuanto antes...

La cámara no le rrsultaba familiar a Styr. Incluso no parecía tener otra entrada que la que aquella por la que habían entrado. ¿Podría tratarse de una zona sin explorar?

La cámara era mayormente circular. Tenía una laguna de pura lava. 

En cuanto Nell se preparó para ascender, la lava comenzó a moverse. Desde dentro surgió una creatura que Styr no había visto jamás. Era como una suerte de minotauro de un fuerte color rojo. Tenía la mitad inferior del cuerpo hundido en la lava y grandes brazos musculosos. 

Nell giró la mirada hacia el monstuo e instantáneamente desplegó su daga. 

- No seas infantil. Espeto a Nell con un todo severo. - En la batalla hay que estar preparado para todo. Además, lo hiciste muy bien. Termino con un tono más relajado.

Al no reconocer la sala y aparentemente no tener otra salida, me dispongo a seguir a la joven para salir del lugar y continuar con el examen, pero en ese justo momento se incrementa el burbujear de la lava y me hace girarme de nuevo, la sorpresa es mayúscula, sólo los he visto en los libros, pero no creo que este equivocado, ¡parece un guardián!

Mis sentimientos son encontrados, por un lado algo de miedo por la clase de fuerza que pueda tener semejante criatura, pero por otro emoción, la posibilidad de conseguir un guardián suena muy bien. 

Hago un gesto a Nell con la mano en cuanto saca su daga del guantelete para que espere, quizás se pueda tratar con él. - Hola, soy Styr, ¿cuál es tu nombre? No pretendíamos molestarte. Me dirijo a él con toda la seguridad que soy capaz de demostrar sabiendo que lo más seguro es que no sirva para nada.

-Mi nombre ee Magmard. -responde el ente estirando sus brazos. 

-Y-yo soy Nell, señor. se apresura a decir la estudiante.

-¿Y por qué debería yo recordar sus nombres?- responde Magmard.

Gira su mirada hacia Styr. -Aunque no fuera su intención, lo han hecho. Hace años que duerme apaciblemente en esra cueva. Fue su abrupta irrupción lo que me despertó. Debo admitir que fue un hecho fortuito. Estuve recuperandome de una vieja herida aquí dentro y creo que ya he recobrado mi fuerza de antaño. Ahora puedo salir a rondar por el mundo libremente.

Magmard... No me suena de ningún libro... Pienso intentando recordar, pero sin éxito.

Me sorprende la pregunta y ciertamente no se me ocurre qué responder, así que permanezco callado escuchando que más tiene que decir. Ha recuperado su fuerza... salir por el mundo libremente... Me detengo a pensar un segundo y las dos frases juntas no suenan muy bien en mi cabeza. - ¿Y cuál es tu plan cuando salgas de aquí? Le pregunto sin miramientos, tengo que averiguar sus intenciones, pues no puedo dejarle salir si no son buenas...

-Lo primero que tengo en mente es encontrar a ese idiota de Blizard y retarlo a una revancha. La última batalla me dejó en mal estado pero ya me he podido recuperar. Quizás no sería mala idea probar mis poderes en ustedes. Incinerar dos humanos no sería mayor desafío, pero vendría bien para estirar los músculos. -dice mientras estira sus musculosos brazos. 

-Escuché que los humanos son codiciosos, por lo que les prometo una recompensa si logran entretenerme un tiempo. Además de seguir vivos, por supuesto.

¿Quién es Blizzard? Pregunto con interés. La idea de enfrenarme a semejante bicho no me convence, mejor intentar que nos acompañe sin luchar... - La codicia no va conmigo, pero quizás pueda ayudarte con Blizzard, ya que la última vez no pudiste con él... no deberías subestimar a los humanos... Le tiendo la mano para que se una a mí, pero retándolo, para que vea que no nos asusta del todo, por si al final hay que luchar.

Magmard se rie con fuerza ante esta última frase. 

-Bueno, sé que hay humanos un poco más fuertes que eso. Respondiendo a tu pregunta, Blizard es mi hermano. También es mi eterno rival. Una y otra vez nos hemos enfrentado y así seguirá siendo. La última vez tuvo suerte y pudo clavarme uno de sus picos de hielo. -dice el ser señalando una fea cicatriz circular en su pecho. Tiene el tamaño de una cabeza. Sea quien fuera este Blizard, sus picos de hielo eran duros. -Afortunadamente una de mis bolas de fuego le dió ttambien, por lo que la pelea fue tecnicamente un empate.

-No tendría sentido enfrentarlo acompañado. Él tampoco haría tal cosa. 

Con un poco de impulso, se levanta de la laguna de lava. Sus piernas son más pequeñas comparadas con su enorme torso y brazos. Mientras flota en el aire, el ser se despereza. 

-De cualquier manera, nunca uniría fuerzas con un debilucho, eeehhh...Styx.

¿O acaso crees que eres digno de que te preste mi fuerza?

Qué increíble historia, hermanos qué combaten eternamente... Pienso mientras escucho su relato. 

- ¿Digno? Habrá que comprobar que tú seas digno de prestármela. Digo, mientras desenfundo a "Big Black", continuando con la falsa arrogancia de antes. Apunto y disparo al ser, no me voy a andar con formalismos, pues no sé en que nos estamos metiendo...

Tras apretar el gatillo miro a Nell y le digo. - Tranquila. Ese magia de hielo de antes quizás nos venga bien ahora también. 

El disparo pasa cerca de Magmard pero este no se inmuta. 

-Hahaaa. Eso me gusta más!-dice tirando un gran manotazo hacia Styr. Desafortunadamente para Magmars el golpe no lo alcanza. 

Nell, entre tanto, invoca una magia para impactarlo, pero el calor de la curva reduce su esfuerzo a cero.