Partida Rol por web

Danny abanicó su revólver haciendo llover balas sobre el espantapájaros.

El primer tiro hizo estallar toda la parte izquierda de la calabaza que hacía de cabeza. Los siguientes disparos fueron al bulto, rompiendo los miembros leñosos y dispersando la paja.

El espantapájaros se derrumbó y su cabeza se aplastó contra el suelo. Apenas había el monstruo terminado su existencia cuando unas plantas de maiz comenzaron a moverse como si alguien se acercara. Danny preparó su otro revólver, Boyle se agarró fuerte a sus cerillas y en ese momento se apartaron unas hojas dejando ver a quien se aproximaba...

¡Eran Bill y Hank! Lo que encontraron los dos veteranos del Oeste al llegar al claro fue un británico tembloroso con un cuervo al hombro (nada nuevo por aquí) y una escena de calabazas abatidas a tiros que en poco se diferenciaba de la que acababan de dejar atrás. Danny relajó la posición de desenfunde, y de seguir vivo hubiera suspirado de alivio.

—¡Que alguien ME AYUDE!

Chilló la única calabaza que parecía inofensiva en ese campo. Yacía boca abajo mal tirada a un lado del claro. Stephen Boyle debía sin duda de haberla dejado caer cuando defender su pellejo había empezado a ocupar toda su atención.

Bill puso un pie encima de la calabaza:

- Te voy a ayudar a convertirte en relleno para tarta si no me explicas lo que está pasando. Y te advierto que mi nivel de paciencia es inexistente, así que no intentes contarme un cuento.

Esperaba que mientras él conversaba con la calabaza los demás ayudaran a Hank a terminar de liberarse.

Danny, soltando un suspiro de alivio, guardó sus armas y luego se dirigió con paso veloz hasta donde estaba el buen inglés.

- ¿Se encuentra bien? - le preguntó.

Luego, mirando a Bill, y observando como éste amenazaba a la cabalaza, habló una vez más:

- ¿Dónde está Bully?

Bill señaló al carretero todaqvía medio envuelto en el alambre de espino que le había atado.

- Ahí lo tienes. Sería un detalle que le ayudaras mientras yo acabo de charlar con nuestro colega vegetal.

Aumentó la presión sobre la calabaza.

- He hecho una pregunta y tengo hambre. ¿Qué saciarás antes? ¿Mi curiosidad o mi estómago? 

—NO ME COMAS. ¡NO SOY COMESTIBLE!

Vociferó la calabaza en respuesta al inquisitivo Bill. La voz aguda saliendo del vegetal resultaba aun más absurda estando esta boca abajo.

—TAMPOCO ellos...— vociferó un poco después, refiriéndose a los restos de espantapájaros y espantajos color naranja que manchaban el suelo. Definitivamente parecía tener poco control sobre el volumen al que hablaba.

—Ejem. Es fácil de explicar: Jimmy quería hacer una visita nocturna a su novia, que vivía al otro lado de un maizal. Él nunca hacía caso a su viejo padre que siempre le decía "no cruces el maizal de noche" o "no te acerques al maiz cuando hay luna" o "no entres en el maizal cuando está oscuro"...

Ahora que había empezado a hablar, parecía incapaz de parar. Con su mejor tono de narrador, la calabaza seguía tan metida en su propia historia que parecía olvidarse de gritar y quejarse por estar boca abajo y bajo el pie de Bill.

—Pero Jimmy no daba un tomate por lo que decía su padre, así que fue a casa de su novia igualmente. Jimmy siempre estaba con "eso son tonterías, pa" o "no va a pasar nada, pa" y a veces "con luna llena no está oscuro"...

- Estoy seguro de que quieres llegar a alguna conclusión... te diría que el tiempo corre en tu contra pero eso ya lo he dicho.

El vaquero recogió la calabaza del suelo y miró a sus compadres:

- Mientras este puñetero vegetal continúa su historia ¿podríamos volver a la cabaña cuanto antes? Creo que el padre de Jimmy tenía razón en eso de que el maizal es chungo por las noches.

—...Cuando llegó a la casa, en lugar de a su chica encontró al suegro, armado con una escopeta que había salido a recibirle con cara de malas pulgas. El viejo levantó la mano como para decirle "quieto ahí que te voy a enseñar lo que es bueno", así que Jimmy se dio la vuelta y se internó a la carrera otra vez en el maizal. En realidad el suegro había salido con la escopeta porque había sentido un aire frio y sabía que eso con luna llena quería decir problemas. Cuando levantó la mano y habló a Jimmy fue para decirle "quieto chico, ¿cómo se te ocurre estar en el maizal?" o tal vez "ven aquí, insensato" o a lo mejor "¡aléjate del maiz!"...

La calabaza parecía más cómoda ahora que volvía a estar boca arriba, y disfrutaba extrañamente al contar la historia. Desgraciadamente, cuando más hablaba más parecía perder el hilo y su cháchara comenzaba a resultar confusa. Si el cuento tenía una moraleja, haría falta paciencia para escucharla.

Bully terminó de desatarse de los alambres de espino y soltó un gruñido, interrumpiendo el monólogo de la calabaza. —Joder, qué asco— gritó al ver todos los trozos de espantapárajos en el suelo. Rápidamente, se dirigió a la calabaza charlatana y se acercó para hablarle, mientras sacaba su rifle para poner una bala. —Será mejor que empieces a decirnos como salimos de este maizal sin más monstruos horrendos como esos si no quieres ser papilla de calabaza para cuervos—.

Bully no estaba seguro de si volver a la cabaña era una buena idea, habían salido mal parados la última vez. Sin embargo, necesitaban descansar, por lo que no propuso otra alternativa.

—...El viejo solía decir "cada maizal tiene un espantapájaros que es algo más que un espantapájaros" queriendo decir que las noches de luna llena siempre había uno que se descolgara para hacer maldades y creara pequeños diablillos de calabaza, aunque otras veces decía que solo eran los maizales que habían visto asesinatos cerca.

La calabaza no necesitaba pararse para respirar, de forma que su parloteo era aun más continuo que el de Boyle en sus mejores (o peores) momentos.

—"Uno, solo uno," decía el, de forma que cuando estés en un maizal y veas espantapájaros siempre pregúntate ¿será ese? ¿o aquel? ¿o aquel otro?...

Danny, tras comprobar que el inglés se encontraba mejor de lo que parecía a simple vista, se acercó a los hombres que cercaban aquella maldita calabaza. Una vez cerca, empezó a cargar la pistola que le había quedado sin balas en el anterior encuentro, diciendo con voz de fastidio:

- Está maldita calabaza como que quiere que la convirtamos en papilla. Será mejor que hables claro, pedazo de vegetal, porque no se te entiende nada.

—...Siempre se arrepintió de no haberle escuchado pero sí recordaba eso de que los espantapájaros creaban otros espantapájaros a su imagen y semejanza pero nunca les salían bien así que quedaban en pequeños retacos con miembros hechos de plantas y calabazas y calabacines como cabezas que luego saltaban por ahí durante toda la noche y hacían maldades aunque no hubiera luna llena así que para cruzar el maizal mejor esperabas a que fuera de día y si ya era de noche mejor te quedabas fuera por lo que si ya estabas dentro lo mejor era salir...

Era difícil seguir el hilo de lo que la cabalaza decía. Si seguía aumentando no solo sería imposible entenderla, sino que al ritmo al que aceleraba seguramente acabaría explotando sin ayuda de ninguna de las armas presentes.

—Avecesllevabanguadañasyavecescuchillosperosiempreeranherramientasdelcampoquecogíande...

—Craaa!

Grazno de repente el cuervo aleteando sin despegarse del hombro de Boyle. Algo poco elocuente para lo que les tenía acostumbrados, pero por esta vez sonó simplemente a un cuervo incómodo.

—¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!!!

La calabaza soltó tal chillido que unos pájaros (no cuervos, sin duda) salieron volando en estampida de un árbol cercano.

—¡ESE PÁJARO ES EL DIABLO! Por favor, no dejéis que se me ACERQUE. Yo, mmmm, ¿estaba diciendo algo?

Bill le tendió la calabaza a Bully:

- Aguántala tú porque yo le pego un tiro... me tiene harto.

Al igual que antes hiciera Danny el pistolero recargó sus armas mientras caminaba de vuelta a la granja.

- Será mejor que volvamos antes de que aparezcan más espantajos.

- Creo que si no emulas una de tu especie, la cual no dice ni mu, siendo o no bovino cuadrúpedo con o sin cornamenta, mis congéneres harán de ti estupenda y suculenta sopa, o te darán como recompensa al cuervo. Yo intento que no suceda pero de ti depende, pues yo no tengo su fortaleza física y no podría detenerles... Mis solas palabras no bastarían - digo a la calabaza parlanchina

Hank se echó el rifle al hombro y sujetó la calabaza, poniendo la cara de esta justo delante de la suya.

—Vamos a ver. Te he preguntado que cómo salimos de aquí y has parecido no entender. ¿Me respondes ahora?— El tono de voz de Hank resonó en la zona. No parecía tener cara de buenos amigos, así que mejor sería que la calabaza empezara a hablar o el cochero no contendría su ira.

- Hazle caso, dile lo que quiere saber... Es un consejo porque me caes bien... - le susurra a la calabaza.

La calabaza no miró hacia Boyle porque no tenía un cuello sobre el que girarse, pero algo en su breve silencio decía que estaba considerando las palabras del británico.

—¡Tenemos que volver al TUNEL DE ALAMBRE! No es seguro salir de él. TAMPOCO es seguro quedarse en él mucho tiempo.

Al fin la calabaza parecía coherente y relativamente cooperativa.

—Cuando llegues al tunel de espino, A LA DERECHA si te sientes con suerte para salir del maizal a pie esta noche. A LA IZQUIERDA si no. Si te fías mucho puede que acabes con una calabaza DONDE TENÍAS LA CABEZA. ¡Y yo cosida sobre un cuerpo muerto! Les encanta hacerse pasar por humanos... y convertir personas en espantapájaros. Quieren creer que los humanos son los peleles y no al revés. PERO NO ES VERDAD. ¿O SÍ?

—¡Sí!

Contestó (o simplemente repitió) el cuervo. Aparentemente él tampoco era un apasionado de la raza humana, a pesar de que la frecuentara.

Dicho eso, y no antes, el pájaro voló siguiendo a Bill, que ya hacía un minuto que había decidido volver a tener paredes de sólida madera por lo que quedara de noche y caminaba hacia la cabaña.