Partida Rol por web

Podría acostumbrarme a este sueño, ¿eh? Sienta bien que Julian me cante, y de algún modo todo suena más honesto. Podría acostumbrarme a que me sujete cuando las piernas apenas me sostienen y a que me de estos besos en público, como una certeza inevitable que ninguna mentira de Werd podría cargarse.

— Sí, eh... —carraspeo. Todavía me duele la garganta y siento que me raspa la voz. Y pese a ello tengo música dentro que no ha acabado de salir. — Oops, I did it again... —me acaricio el cuello por delante con las puntas de los dedos. Total, aunque no me hubiera escuchado antes ya lo había cantado lo bastante alto como para que no sea ya un secreto. — No sé si... podré comer, J.
 

[GRAN COMEDOR - MESA HUFFLEPUFF]

Me senté en la mesa de Hufflepuff a desayunar con Alvin tras su monólogo musical. 

- Joder, Al, estás hecho un juglar. El chico de las poesías -me reí mientras me llevaba una manzana a la boca-. Creía que tú habías sido el genio detrás de todo este musical de mierda, pero veo que no. ¿Alguien te ha pedido cantidades industriales de LSD para meter en el agua de la ducha?

Supuse que no sería tan idiota como para acabar él mismo haciendo esas mierdas. No era típido de Al participar. 

- En fin, Al -le di otro bocado a la manzana-, necesito que me eches un cable con Herbología. Quiero ponerme al día con los deberes. 

Con un poco de marihuana conseguiría que se fueran las pesadillas y me relajaría lo suficiente como para que estar sola no fuera un problema. No es que a ninguno le preocupara, claro, tan ocupados en morrear los unos con los otros. Seguro que Sigma se apuntaría a fumarse alguno en la Torre de Astronomía aquella noche; o incluso Bash, si es que no me echaba la bronca antes. Crucé los dedos para que lo entendiera cuando se lo contara: un canuto y podría dormir plácidamente toda la noche. 

Una carta interrumpió nuestros negocios. Era de Addie. 

Mis redes siguen teniendo muchísimos agujeros, hermana, pensé mientras me guardaba la carta. Ya le contestaría por la tarde.

El primero sujeto conocido en aparecer en el Gran Comedor es Pierce. Su rostro está algo sombrío, algo impropio en él. Suele ser de semblante serio, pero hoy parece de especial mal humor. Mira alrededor, como intentando localizar a alguien. Finalmente, ve a su primo Niko y se acerca a saludarle.

-¿Cómo ha ido la primera noche? ¿Te han hecho alguna novatada los Tejones?- dice en su tono de indiferencia, habitual –¿Has oído gente cantar?- le pregunta en voz baja –¿Y tú… has, ya sabes, cantado contra tu voluntad?- le susurra, en plan que no se entere nadie. No parece que la idea del musical en vivo le esté haciendo mucha gracia.

-Ya me conoces. Siempre al servicio del público- se encoge de hombros el joven antillano- Pero no, no he tenido nada que ver con esto, aunque sí conozco un par de cosas que podrían provocar este… numerito tan espontáneo.

Hace buen recuento de un par de bollos, medio melón cantaloup y un zumo de naranja recién exprimido. Todo muy sano, ningún buen mercader se come sus beneficios.

-Claro. ¿Por qué lección quieres empezar? Por ser tú te dejo elegir entre la tres y la siete. Son las que se me dan mejor. Sacarás unas notas brillantes…- sonríe torcidamente.

-¿Y el amigo Lefay, no quiere ninguna clase particular tampoco? Últimamente no frecuenta mucho las clases…

¿En serio?

Enarco una ceja y hago una mueca con la boca, divertido. ¿Levi está cantando una canción de ese grupo muggle nuevo, Linko-no-se-qué? ¿En sueños?

-Vaya, al final resultará que hasta tienes un lado oscuro…- digo, en tono cínico –Anda mueve el culo o llegaremos tarde. Me dijiste que no te dejara volver a faltar a clase por quedarte dormido. Eres la puñetera Bella Durmiente…- me burlo, levemente. Me aparto y me apoyo contra la pared donde da su cama. Me cruzo de brazos y le miro con cara de “¿a qué estás esperando?”. Si no empieza a vestirse ya se va a arrepentir de lo siguiente que haga delante de sus compañeros de cuarto… Yo aviso.

Pierce no tenía el ningún interés en saber cómo me habían tratado mis compañeros de casa. No lo culpaba. Por lo menos habían sido civilizados con mi persona. 

- Han estado demasiado entretenidos celebrando ese partido de quidditch que ganaron -le expliqué-. También creo que soy demasiado alto para ellos -añadí con un suspiro, como dato adicional, sin fundamento alguno que no fuera mi instinto. 

Sin darle más vueltas al tema, mi primo se acercó en modo confidencial. 

- Pensaba que era una performance algún grupo de teatro -admití-. Yo no; ¿tú sí? -le pregunté- Puede ser algo nervioso. No me da buena espina -indiqué-. Hay que moverse rápido: vamos a ver si tus pajaritos también tienen alguna canción que enseñarnos. 

- ¿Cuáles son tus teorías, oh gran gurú? -pregunté.

Me eché avena en un cuento, lo llené de leche y empecé a hacer trozos un par de plátanos. También cogí un puñado de frutos secos. Eso y un poco de crema de cacahuete y estaría como una moto hasta la comida. 

- La que sea más dura. You always know best -le guiñé un ojo. 

El que preguntara por Dariel me hizo sentir una ligera punzada en el estómago extrañamente parecida al remordimiento. Se iba a poner como un mono como se enterara de aquello, pero si no había bajado ya, probablemente tardaría un buen rato ya. 

- Ha dejado las tutorías -puse una mueca medio de enfado, medio de decepción-. Está probando un método de estudio nuevo. Pero no te preocupes, yo sigo siendo una estudiante aplicada, aunque no te enfades si a veces me ves en el grupo de estudio de los Maddox -advertí, casi con cariño. A Al había que cuidarlo-. Sabes que siempre te querré más a ti. 

[Gran Comedor]

Claro que se había extrañado cuando Lance, el wallflower que es Lance Okazaki, empezó a cantar algo muy rock con ganas, pero ese mismo impulso hizo que le acabase haciendo algunos coros e incluso los solos de guitarra en el camino al Gran Comedor. De algún modo se sentía natural mientras ocurría, y sólo se percató a ratos de que otros por los pasillos iban haciendo cosas parecidas. Algunos incluso en grupo. 

Pero está más preocupado por el japonés, claro. No le importa ser su rémora, en absoluto: ¡alguien intentó hacerle daño! Y es evidente que eso le ha afectado, si ya estaba mal de antes. Le despierta la compasión que parece ser su fuerza motriz. Pero no esperaba que colapsara de esa manera, incluso partiendo y clavándose el plato en la cabeza. Alarmado, pero de reacción rápida, le reincorpora por el hombro y le limpia la frente antes de sacar la varita.
— Episkey —la herida de su compañero de equipo deja de sangrar poco a poco, y agradece que Casandra todavía no haya bajado para ver eso. Lance no está bien.

Podría intentar un Enervate, pero se huele que en realidad es cansancio. Tampoco recuerda haberle visto comer nada que no salga de su petaca desde hace días. Echa una mirada inconsciente hacia la mesa de Slytherin, sabiendo que su amiga y vecina debe estar igual, pero no se encuentra siquiera allí. Al menos Lance ha hecho el intento de pretender que desayuna.

Bufa, y como buenamente puede pasa los brazos bajo el cuerpo del japonés para cargarle hacia la Enfermería. Lo prefiere: así al menos dormirá un poco, ¿no?

And when it seems as though
Nobody understands a man
Don't let your head hang down 
You wanna just stick to the plan

La canción empieza a salir de sus labios con un beat urbano tranquilo, pero le viene muy de dentro. Es como una especie de mantra que se canta para mantener esa necesidad de ser el Príncipe Amarillo de Hufflepuff. Y esta vez, como antes, algunos alumnos les siguen a la Enfermería haciéndole los coros y bailando una coreografía muy de boy band.

Just roll with it 
Everything will be fine 
Just roll with it 
It's gonna be alright 
Just roll with it 
Don't put yourself down 
Just roll with it

Alvin enarca una ceja al escuchar el término “dura”. Decide no hacer comentario alguno al respecto. Es una buena cliente, no estaría bien hacer comentarios jocosos que no vienen a cuento.

-Que sea la 13 entonces. Ya conoces mis tarifas como tutor.

Se queda en silencio, pensando en las palabras de Stevie acerca de chico Slytherin. Parece que ha perdido un cliente importante.

“Eso explica sus ausencias prolongadas. Ya volverá… Siempre lo hacen”, piensa para sus adentros. Y si no, siempre hay modos de recuperar la confianza perdida. Metafóricamente hablando.

-Es lo que tiene ser… un gran educador. Aunque he oído que los mellizos están en dique seco, por el momento. La Gran Redada les dejó sin material- baja la voz -O quizás sólo tienen cosas más interesantes que hacer. A saber, con esos dos nunca se sabe- se encoge de hombros con indiferencia. Cuando acaba de desayunar, se levanta. Se recoloca la túnica y la corbata. Se agacha un segundo al lado de Stevie y le susurra un “Planta 2. Ala derecha. Base de la Estatua de la Gemela Manca. En 5 minutos.” Tras eso, se reincorporó discretamente tras apartarle un mechón rubio de pelo que le caía sobre el ojo, para disimular.

-Que tengas un buen primer día de clase, Carson.

Recoge su mochila y se marcha a paso seguro y tranquilo, silbando una melodía.

-Ya veo- claramente Pierce está molesto por la parte que le tocaba de la derrota de su equipo.

-Sólo tuvieron suerte. Nada más- acaba añadiendo, de forma lacónica.

-Eres demasiado alto para cualquiera, primo- sonríe torcidamente éste.  Carraspea de golpe cuando Niko le pregunta si él sí ha oído música en su cabeza.

-Puede. Pero ni caso- acaba mascullando entre dientes.

-Aquí pasan cosas constantemente- se encoge de hombros –Pero sí, es hora de conocer nuevas “canciones”- dice Pierce finalmente. Coge un bollo y una manzana y empieza a comérsela de camino hacia la salida del Gran Comedor, cuando Niko se pone en pie, dispuesto a enseñarle su preciosa “colección”.

Cuando Brandon sale del pequeño vestidor privado que tiene dentro de la maleta, se da cuenta de que se ha quedado solo en la habitación mientras elegía los complementos que ponerse junto con el uniforme reglamentario que, por norma, no puede ser modificado. La combinación de colores del uniforme, aunque no le parece fea, le parece demasiado sobria, tristona, falta de alegría. Aunque la verdad es que con lo lúgubre que está siempre la sala común de Slytherin -y es lógico teniendo en cuenta que se encuentra debajo del lago- la verdad es que le va al tono de la casa como anillo al dedo.

Pero Brandon no acaba de casar con esa estética tan edgy, por lo tanto su religión le obliga a buscar algo que le dé un toque de color al mustio uniforme, así pues, el chico, en lugar del cinturón normal de la túnica, ha optado por ponerse un cinturón de un tono blanco champaña bastante discreto de normal, pero que sobre la túnica negra destaca bastante. «Bueno, al menos nuestro uniforme no tiene color mostaza como los Huffies, pobrecillos...» piensa Brandon, resignado al no encontrar un resultado completamente satisfactorio, encarando las escaleras de las habitaciones de los chicos para salir. En ese momento, un beat urbano empieza a sonar por todas partes. «Esto me suena...»

Cuando, de fondo, un compañero aleatorio de su casa grita "Hit it!" ya es incontenible.

Naaaa, nana na naaaaa
Nana na naaaaa
Nana na
Nana na
Nanana naaaaaa

Tampoco es que se haya esforzado demasiado en contenerse; al chico le gusta dar el cante, y si además la situación se presta... Brandon baja las escaleras dando golpes de cadera; y es que si no es que realmente tenga la mejor voz del mundo -aunque eso no quiere decir que lo haga mal, para nada- los años en Teatro y Danza en Beauxbatons le han dado cierta soltura a la hora de mover las caderas, tanto que a su paso hay gente que le grita cosas como "Dem moves!" y cosas así.

Here comes the hot stepper
I'm the lyrical gangster
Pick up the crew in-a de area
Still love you like that

Un par de alumnos a su alrededor, que se le han unido haciéndole los coros soltando un "murderer" al final de cada estrofa, dando palmas y bailando lo mejor que pueden. Al mismo tiempo, una chica aleatoria se une a la fiesta delante del chico, bailando sobre los pasos de un Brandon que no está para juzgar, que, de hecho, se lo está pasando como un enano.

No no we don't die, yes we multiply
Anyone test will hear the fat lady sing
Act like you know, Rico
I know what Bo don't know
Touch them up and go, uh-oh!
Ch-ch-chang chang

No es como si no conociese la canción en absoluto; al final, el chico se mueve también por zonas muggles y esta canción suena de vez en cuando, aunque sea un pelín antigua ya, pero gusta a la gente y eso es suficiente como para que los DJs donde ponen pop comercial la pinchen.

Brandon, con su bailecito y su cancioncita, va moviéndose por todas las mazmorras reclutando espontaneamente a coristas y bailarines (y bailarinas) hasta llegar al Gran Comedor. Una buena parte de su mesa se une a la fiesta.

Here comes the hot stepper
I'm the lyrical gangster
Big up all crew bow ya
Still love you like that

Here comes the hot stepper
I'm the lyrical danger
Pick up the crew in-a the area
Still love you like that

Como es costumbre, a cada estrofa los chicos que le hacen los coros sueltan un "murderer" y la fiesta no termina; las chicas siguen bailando a su alrededor como hipnotizadas por la música. ¡Y cómo no! Si Brandon no ha podido -ni querido- contenerse a cantar...

Here comes the Hot stepper
I'm the lyrical gangster
I'm a live in-a me danger
Still love you like that

Hey, da da da da

Finalmente, la música se detiene y cada quién vuelve a sus quehaceres. Brandon ha hecho hambre para el desayuno y se sirve en abundancia, sin ninguna vergüenza por lo que acaba de ocurrir pese a las miradas. ¿Les pica? ¡Que se rasquen!

[GRAN COMEDOR - SEGUNDO PISO]

Alvin no necesitaba amenazarme para llevarse mi paga: la asignación semanal siempre se la había dado con gusto. La paga semanal que me había estado pasando el viejo Hayward estaba casi intacta; podría haber pedido algo más fuerte que aquello, pero sin Dariel no era divertido, convirtiéndose únicamente en algo para hacerme funcional. 

- Perfecto -contesté en cuanto me informó de qué número me acompañaría aquella noche. 

El que los Maddox se hubieran quedado sin suministros dolió tanto como que me arrancaran las uñas de las manos y me las metieran en sal y limón. Sabía que la marihuana no me duraría mucho. ¿Estarían los Maddox experimentando con algo? Y lo más importante, ¿me dejarían probarlo?

- La Gran Redada me puede comer el coño -me quejé, en voz baja. Aquella redada ya me estaba tocando las narices, dándome por culo cuando yo ni siquiera había estado ahí-. Oye, ¿y no habrán sido los Maddox los que hayan montado todo esto? -se me ocurrió cuando un Ravenclaw pasó por detrás cantando Weird Science- Si es así, dile a Remy que mejore la fórmula o que sino el próximo concierto se lo voy a dar a él. 

A hostias, me faltó decir. No creí que hiciera falta. 

Me despedí (por poco tiempo) de Al con un aspaviento de mano, sin darle mucha importancia a que me apartara el mechón de la cara. Lo seguí con la mirada, y mi atención volvió a buscar a Julian y a Dariel entre la multitud, como si el que entrada uno de ellos fuera una especie de señal divina. Me quedé un rato así, los cinco minutos de rigor que siempre tenía que esperar antes de ir tras Al. Pero no llegó ninguno.

Bueno, he hecho todo lo que he podido, me dije, habiendo cedido bastante fácilmente. 

Me levanté, me eché la mochila al hombro y atravesé el Gran Comedor casi a zancadas. Sabía que a Dariel y a Julian no les iba a gustar, pero la alternativa a eso era mucho peor. Y tampoco tenían por qué enterarse. Ya era mayorcita, y ellos claramente tenían sus propias mierdas. 

Subí las escaleras hasta el segundo piso, esquivando a varios cantantes amateurs que podrían ser perfectamente culpables de que la pena de muerte por decapitación se restaurara en Gran Bretaña. Llegué a paso ligero hsta la Estatua de la Gemela Blanca, casi de forma automática. Todavía recordaba algunos de los puntos de reunión. 

- Las clases no lo sé, pero el repaso va a ser la hostia -le guiñé un ojo cuando le choqué la mano para pagarle disimuladamente-. Gracias, Al. 

—Tienes que intentarlo, al menos — le insisto a Cassia — Mírate, si a penas puedes mantenerte en pie… No pretenderás enfrentarte al día con esa debilidad — para mostrársela bien, dejo de sujetarla, aunque sólo un momento en el que el cuerpo se le hace a un lado de manera pesada. Vuelvo a sujetarla de la cintura de inmediato — ¿Ves? Y no puedo estar sujetándote yo todo el día, a no ser que me pagues por ser tu bastón o algo así — intento bromear — Va, acompáñame a desayunar y al menos inténtalo tú, ¿sí? ¿Por mí? – le pido.

No espero más respuestas o excusas, sino que enseguida me la llevo; tampoco es que la pobre tenga mucha fuerza como para oponerse.

Así, bajamos juntos al comedor, ocupando enseguida un sitio más o menos alejado en la mesa Sly porque prefiero que Cassia se centre más en mí o en la comida que en el resto de “entretenimientos” que pueda haber.

—Va, no me digas que no hay nada que te apetezca tan sólo un poquito. Aunque sea un vaso de cacao – la miro, con un brazo tras su espalda – No quiero usar el chantaje emocional pero tampoco quiero estar pensando todo el día en si estarás bien o te desmayarás en cualquier rincón… El que tiene vigilancia 24/7 soy yo – vuelvo a bromear, no es que me apetezca realmente pero puedo hacer el esfuerzo por ella – También podemos probar a que comas algo mientras te cuento lo incómodo que es dormir atado y las bromas sexuales de mal gusto que Dariel y Stevie hacen sobre ese hecho – le sonrío, sirviéndole ese vaso de cacao con la mano que no tengo tras su espalda.

Acepté (aunque con un poco de miedo porque como me la líe, la mato) que Nissa se ofreciera para cortarme el pelo. Aunque no ahora, si eso esta noche, por si saliera mal y necesitara tiempo para arreglar el estropicio antes de enfrentarme a las clases. Aunque lo cierto es que me la suda un poco, a una mala me lo rapo al cero y ya crecerá: ¿no dicen que tengo la cara guapa? Pues entonces sin pelo, debería estar guapa igualmente. Al menos eso dice mi padre, que si una mujer está guapa con el pelo muy corto es porque es guapa de verdad.
Además, ¿cuándo me ha importado a mí lo que diga el resto? Qué les jodan a todos.

Mack no tarda en estar lista, así que le dejamos a Nissa libre el baño para que se prepare y la avisamos de que la esperamos en la mesa Huffie para el desayuno. La esperaríamos pero con lo empanada que se levanta habitualmente, no quiero tener quince minutos escasos para desayunar (como ya ha pasado otras veces).

Ya por los pasillos noto que hay un ambiente…”raro” hoy en el colegio, y me tiene un poco confusa.

—Ahm…¿Notas eso? — susurro a Mack al entrar en el Gran Comedor. Puede que me esté volviendo loca, ¡tampoco sería para menos con la puta Videncia que ni siquiera sé de dónde ha salido!

Entonces le veo, a Lian, y recuerdo lo horrible que soy por cómo le traté cuando me enteré de que…bueno, de eso de que le gusto y tal. Está hablando con Akio no muy lejos de mi posición y es cierto que llevo días dándole vueltas a cómo disculparme con él… ¿Qué coño? ¿De dónde sale esa música y por qué no puedo evitar lo que voy a hacer?

When I'm nervous I have this thing yeah I talk too much
Sometimes I just can't shut the hell up
It's like I need to tell someone anyone who'll listen
And that's where I seem to fuck up, yeah
I forget about the consequences,
For a minute there I lose my senses
And in the heat of the moment
My mouth starts going the words start flowing

But I never meant to hurt you,
I know it's time that I learned to
Treat the people I love like I wanna be loved
This is a lesson learned

Me separo de Mack para acercarme y ponerme frente a Lian, mirándole. Oh, joder, definitivamente he terminado de volverme loca. Que alguien me mate, por favor.

I hate that I let you down and I feel so bad about it
I guess karma comes back around
'Cause now I'm the one that's hurting yeah
And I hate that I made you think that the trust we had is broken
So don't tell me you can't forgive me
'Cause nobody's perfect,
No, no, no, no, no, no, no, nobody's perfect

Cuando termino esa estrofa se me escapa un suspiro por la nariz. No, esta canción tiene mucha rabia y no es así como quiero disculparme con uno de mis mejores amigos. Y como si esa mierda que ocurre me leyera la mente, es otra la melodía que suena ahora.

I've missed your calls for months it seems
Don't realize how mean I can be
'Cause I can sometimes treat the people
That I love like jewelry
'Cause I can change my mind each day
I didn't mean to try you on
But I still know your birthday
And your mother's favorite song

So I'm sorry to my unknown lover
Sorry that I can't believe that anybody ever really
Starts to fall in love with me
Sorry to my unknown lover
Sorry I could be so blind
Didn't mean to leave you
And all of the things that we had behind

Oh Oh Oh

I run away when things are good
And never really understood
The way you laid your eyes on me
In ways that no one ever could
And so it seems I broke your heart
My ignorance has struck again
I failed to see it from the start

Ah, mierda, no… Esto suena demasiado, demasiado… ¡DÉBIL! ¿No existe un puto término medio?

Sacudo la cabeza, odiándome muchísimo ahora mismo, y recupero la primera melodía con la que empezó esta pesadila, PORQUE ESPERO QUE SEA UNA PUTA PESADILLA.

I'm not a saint no not at all,
But what I did it wasn't cool
But I swear that I'll never do that again to you
I'm not a saint, no not at all,
But what I did it wasn't cool
But I swear that I'll never do that again to you

I hate that I let you down,
And I feel so bad about it
I guess karma comes back around
'Cause now I'm the one that's hurting yeah
And I hate that I made you think
That the trust we had is broken
So don't tell me you can't forgive me
'Cause nobody's perfect, no

Cuando termino, cuando por fin logro parar esta locura, miro a Lian apretando los labios y le dejo un apretón en el hombro antes de volver con Mack.

—Joder, ¿por qué coño me has dejado hacer eso? – le recrimino a mi amiga antes de tirar de su brazo y de una puta vez, sentarnos a desayunar.

Todo está oscuro. Estoy sentado en un suelo de tierra y puedo decir eso porque las piedrecitas se me clavan en el culo. Pero no veo nada. También estoy desnudo, aunque no es algo que me preocupe mucho. Es solo que no tengo NI IDEA de qué hice anoche. Aunque tampoco es algo nuevo. Pero vaya, algún flash, algún recuerdo borroso... ¿algo?

— Me llamo Ian. —digo a la oscuridad. Vale, parece que recuerdo quién soy.

POP.

De repente delante de mí está Metho. Lo sé por la punta del puro encendido, y que cuando le da una calada se ilumina lo justo para verle. Espera. ¿Por qué te has subido a la espalda de ese Slytherin rubio? ¿Por qué me abandonas?

POP.

Todo cambia. Metho se ha ido. Y la escena ya no es oscura, sino que tiene un tono así como rojizo. ¿Por qué? ¿Qué pasa? Y entonces aparece un niño pequeño, un niño con cara de travieso que se parece mucho a Dariel de pequeño, huyendo de una versión pequeña, repeinada y llorica de mí mismo.

Espera, Dariel, ¿qué has hecho?

Me despierto sobresaltado y sudando a chorros. Me miro las manos, que tiemblan con violencia y aún siento como si fuera real. Ugh, ni siquiera un acto tan atroz como incendiar un bosque merece que le pegue una paliza a alguien con tanto rencor.

—...lo he intentado. Necesito un porro. —murmuro para mí mismo, rebuscando entre mis cosas para hacerme el primer peta del día. Yo no aguanto esta tortura.

Me despierto, otro día más. Y no tengo naaaaaaaada de ganas. Jolín, sólo quiero volver a acurrucarme y seguir durmiendo. ¿Por qué? ¿Qué más da que me gradúe o no? Si total, Hogwarts es una mierda que ha caído a lo más bajo en cuanto a seguridad, educación y ranciedad. A veces me pregunto si es que los directores de Hogwarts no ven el peligro hasta que lo tienen bajo las barbas... o las tetas caídas, en el caso de la obesa Profesora Ecuaciones.

Doy un vistazo a mi alrededor y me doy cuenta de que no soy la última en despertar, pero decido no molestar a la princesita a sabiendas de que le molestará más llegar tarde que ser despertada abruptamente por mí. Me levanto de la cama, con el pelo revuelto y ojeras por culpa de lo mal que duermo últimamente. Literalmente preferiría vivir como muggle el resto de mi vida a salir hoy de los dormitorios e ir a clases. Estoy tan cansada de todos...

Tengo el ansia de la juventud
Tengo miedo, lo mismo que tú
Y cada amanecer me derrumbo al ver
La puta realidad
No hay en el mundo, no
Nadie más frágil que yo

Arrastro mis pies hasta el lavabo para asearme y tratar de maquillar un poco lo mucho que estoy en la mierda. Es por eso que hoy elijo ir más oscura que nunca que hasta me pinto los labios de negro.

Pelo acrílico, cuero y tacón
Maquillaje hasta en el corazón
Y al anochecer vuelve a florecer
Lúbrica la ciudad
No hay en el mundo, no
Nadie más dura que yo
Ah, ah, ah, ah

Mi reflejo en el espejo me lanza un guiño de ojos y un beso, así que le devuelvo un gesto con el dedo del medio con bastante desprecio. No sé qué coño se piensan todos, si de verdad creen que me voy a derrumbar solo porque todos me señalen con el dedo, aún les queda mucho por vivir. Siempre he sido la guarrilla problemática, no es algo nuevo... ni malo del todo. Así que me desabrocho los suficientes botones de la camisa esmeralda de Slytherin para enseñar canalillo y, pisando con fuerza con mis tacones, salgo del dormitorio de Slytherin con renovada determinación.

Sobreviviré
Buscaré un hogar
Entre los escombros de mi soledad

Pero vuelvo al poco. ¿Por qué me siento culpable por no despertar a Ivy? Encima, mírala que guarra, dormida y no tiene ni un pelo fuera de lugar ni nada. Qué asco de tía. Así que le pinzo la nariz con el pulgar y el dedo índice, le tapo la boca y espero hasta que se despierte.

— Vas a llegar tarde, tonta.

Y me voy sin esperarla, con la sensación de que está pasando algo extraño... otra vez.

[El Gran Comedor]

Los dos chicos llevaban rato sentados, desayunando y cuchicheando cosas de las suyas cuando llegó Sigma y montón su numerito musical. Ambos se quedaron a cuadros, ojipláticos por completo. Pero lo peor fue la salida de escena de la peliazul, con un mero apretón y ahí te quedes. Eso los dejó a los dos totalmente confusos y mirándose el uno al otro, sin saber qué decir. Tardaron un rato en reaccionar y levantarse, para irse a clase.