Partida Rol por web

-Muchas gracias por todo – Asiento con la cabeza en señal de gratitud, miro hacia arriba al hablar, la diferencia en tamaño es notoria, pero realmente no intimida, solo incomoda – Así que cinco minutos, eso no es absolutamente nada – Le sonrió dulcemente, mientras mantengo los ojos cerrados a la chica que me atendió, pero en realidad solo era una sonrisa debido a la meditación – Si he estado viviendo tanto tiempo esos cinco minutos no son absolutamente nada – Abro lentamente los ojos – ciertamente los humanos normales son muy estupidos y desagradables, llenos de codicia entre otras cosas, pero hay que admitirlo que son útiles de vez en cuando.

La muchacha regresa a su conversación y tras poco tiempo de espera, ves como de nuevo grupos de alumnos comienzan a pasar. Mirando a la puerta ves al guardia quien te dedica un saludo con la mano y vuelve a su lectura, prestando escasa atención a los alumnos que día con día pasa frente a él.

Sin saber mucho reconoces vaga ente un rostro una chica vestida con una falda negra usando una chaqueta azul oscuro y sandalias ligeras. Con la poca atención que debe de poner a la moda, tiene una buena apariencia física, con lo que calculas que ronda los 20 años de edad.

Camino hasta situarme al lado de ella sonriendo, alzo la cabeza para mirarle a la cara, directamente a los ojos.

-¿Ester Esmeé? – Pregunto con una vocecilla curiosa – Creo que es ella, en algún momento tengo que haberla visto, pero simplemente es a la única que me parece familiar entre todo el resto.

Me cruzo de brazos manteniendo una sonrisilla traviesa, sin dejar de mirarla a los ojos.

Casi saltando ante tu voz, la chica tarda unos segundos en volver a la realidad, con tres libros en bajo el brazo te mira con sus ojos negros.

- S…si, soy yo.

Al verte su pose se relaja mas y alcanza a decir con voz tímida.

- Ese es mi nombre, y ¿tu quien eres?

Inclinando la cabeza para verte mejor se sonríe y toma conciencia de la lluvia mirando el cielo.

Mantengo mi mirada en Esmeé, sonriéndole como si me diera una gran gracia.

-Este no es un gran lugar para hablar – Miro alrededor, mucha gente saliendo del aula y las recepcionistas – pues si quieres saber quien soy, soy alguien que precisa hablar con alguien que tu conoces, pero como ya dije no es el mejor lugar para hablar – Mi voz es dulce y tranquila, fluida como el agua pero claramente entendible.

Me estrujo una manga y cae una cantidad considerable de agua al piso, me rió levemente ante esto, sabía que estaba mojada y no sabia que estaba “tan” mojada.

-Al menos se ve, como alguien agradable, pero lastima por ella que solo a fin y al cabo es un títere de Sven.

Mirandote todavía desconcertada, se hace hacia atrás un paso en cuanto ve el agua caer.

- ¿Hablar con quien?, no te conozco…

Sin lograr completar la frase mira por encime de ti y saluda con la mano sonriendo. Tras esto, te mira de nuevo sonriendo y hablando lentamente como calculando las palabras

- Tengo un poco de prisa, asi que si me necesitas dilo rápido, tengo un trabajo que hacer.

Miro fijamente a los ojos a Ester, esperando ver alguna pista sobre el paradero de Sven en sus recuerdos.

-Quédate quieta… - le digo seria, mientras la miro – ¡vamos a ver que cosas encontramos en sus insignificantes recuerdos, si no colaboran a la buena, pues a la mala será! – Dejo de pensar para concentrarme en el objetivo.

Buscando entre partes basura para tu objetivo, una clase, conversaciones y y demás cosas encuentras lo que buscabas. Reconoces el rostro de Sven y escuchas algunas conversaciones sin importancia.

Buscando cad vez mas en el lugar de su mente en donde guarda los recuerdos de  su maestro, sientes la atracción de la chica por él, ignorando el sentimiento sigues adelante hasta encontrar una manera de localizarlo. Sin domicilio fijo en la ciudad Sven viaja por el mundo recolectando información sobre leyendas antiguas, pero en París se hospeda cerca del museo de Louvre. Consigues un teléfono y también la dirección, pero nada más sobre él.

-Muchas gracias Ester – digo mirándola hacia arriba para poder mirarla a la cara – ahora como quieras, puedes seguir con lo que quiera que hagas – sonrió siniestramente – Pues no me interesa en lo absoluto que diablos hagas.

Doy media vuelta y camino hasta la puerta, salgo al exterior y me paro bajo la lluvia, mirando hacia arriba mi creación, complacida.

-Da igual que sean vampiros, humanos, o lo que sean, solo importan mientras son útiles para alcanzar mi objetivo – Cierro los ojos para relajarme – ahora tengo una visita que hacer a mi “buen amigo” – Miro para atrás para ver a Ester y le dedico una sonrisa, avanzo lentamente hacia la salida mientras cae la lluvia sobre mi

Mirándote todavía con la sonrisa en el rostro su gesto cambia el escucharte hablar.

- De nada, pero ¿Quién eres?

Sin darse cuenta de lo que paso la chica sigue parada bajo la lluvia esperando respuesta mientras sales del territorio de la facultad. De nuevo en camino la dirección queda lejos de tu lugar pero tienes todo el tiempo del mundo para llegar.

Me detengo nuevamente al estar afuera de la facultad, ahora con un motivo de alegría más estable. Ahora eso si, la noche ya ha avanzado mucho, y me doy cuenta de eso.

-Pues vaya… - Suspiro y miro alrededor – Tendré que tomar un taxi para ir hasta ese lugar – Sonrío para mi misma – Así que investiga sobre lo antiguo,  puedo que ese dato me sea de interés en un futuro no muy lejano, Sven, prepárate a recibir una visita.

En la vereda al lado de la calle me pongo a  esperar a que pase un taxi y así tomarlo para ganar tiempo, valioso tiempo y a la vez, irrecuperable.

Sin tardar mucho varios taxis pasan ocupados pero por fin uno se detiene vacio. Un hombre con una boina y barba crecida te recuerda a una caricatura moderna de un gallego. Mirandote rápidamente el taxista abre la puerta par ti, y te pregunta sonriendo.

- Hola niña ¿vas a tu casa?, porque te veo muy mojada.

Haciendo un ademan con la mano te invita a subir al taxi mientras se acomoda esperándote.

Miro al hombre, lo miro tranquila e instantes antes de subir al auto lo miro a los ojos y firmemente, de una manera fría, casi como una maquina alzo la cabeza  y cambio de idea.

-Vete – Digo simplemente, con una voz firme – Creo que es mejor no ir a verlo, porque eh de ir yo a perseguir a alguien tan insignificante como el, si alguien tiene que venir, que sea el.

Doy media vuelta sin prestar más atención al taxi que seguramente ya se alejaba.

-A casa, ya tengo su numero y dirección – comienzo a caminar de vuelta a casa.

Obedeciendo en el acto tu orden el tipo cierra la puerta y arranca el taxi sin detenerse ante una pareja que hacia la parada, simplemente sigue su camino. Tú de  nuevo en la calle bajo la lluvia, en el camino a casa ves a Ester entrando en uno de los apartamentos junto a otras 2 muchachas.

Sin más contratiempos que la lluvia en tu camino te encuentras de nuevo frente a tu refugio, empapada pero con una nueva información.

-Vaya noche, eh obtenido información, y no tengo prisa por encontrarme con Sven, asi que lo llamare simplemente, no tengo porque andar yo persiguiendo a alguien inferior a mi.

Entro a mi refugio, sintiéndome cómoda me saco toda la ropa mojada y me dirijo a dejarla al cuarto de lavado, luego de envolverme a mí y a mi pelo con una toalla, me dirijo a mi habitación siento en mi cama a reflexionar.

-Primero que nada debo saber cuanto queda de noche en este preciso momento… - Miro hacia arriba en una de las paredes del dormitorio para ver la hora…

Mirando la decoración en la oscuridad del cuarto el reloj digital marca las 9:27 pm, y al instante cambia avanzando un minuto. Sin saber que esperar en la noche el sonido de las gotas contra la ventana rítmicamente son como un arrullo, y la oscuridad invita a jugar con ella.

Con tiempo de sobra en medio de la oscuridad estas mas consiente del paso del tiempo que antes.

Miro desde las sombras, a la muralla, noto que son las 9 con 28 minutos. Me tiro en la cama y miro el techo pensativa. Escucho como cada gota golpea con una perfecta sintonía la ventana.

-La noche es joven, aun queda tiempo para realizar muchas otras cosas – Me levanto delicadamente y me dirijo al mueble de ropa, retiro ropa exactamente igual a la anterior, no veo necesidad de variar – Entonces intentare ubicar a Sven – Me pongo el vestido lentamente y me lo ajusto.

Camino hacia el teléfono, nuevamente, llamo al número que obtengo de la mente de Ester, sonrió al recordar como obtengo el dichoso número y que había visto a la chica no hace mucho, siguiendo su vida normal como si nunca hubiese sucedido, una vez digitados los números espero.

Escuchando el tono de espera varias veces esperas pacientemente a que alguien conteste. Y concedido al 6 tono alguien levanta al auricular.

- Salut

Una voz femenina te saluda desde la otra línea.