Partida Rol por web

El día se había presentado bueno para los habitantes de Crowstone, al parecer el invierno al fin había terminado y eso le daba la oportunidad a los hijos del lord de disfrutar del clima y de los hermosos paisajes que presentaba la región del cabo de la ira.

 Pero ese día habrían más sorpresas, el joven maestre Teo recibió una carta proveniente desde Harrenhall y el Lord decidió reunir a la familia a la hora de la cena para poder comentarles lo informado en la epístola.

 Llegando al final de la tarde el olor a comida comenzaba a salir de las cocinas y Dag el cocinero estaba feliz de informar a quienes estuvieran interesados que se serviría como entrada sopa de puerros, como plato principal trucha pescada hoy mismo con costra de almendras y como postre tartaletas de arándanos.

 Los primeros en llegar a la mesa fueron Lord Owen acompañado de su señora esposa Lady Tyanna. El señor se sentó en la silla principal y la señora a su derecha.

Ragnar acaba de volver de una larga clase de entrenamiento con Tuomas Norcross. El heredero no era lento para aprender, pero el maestro de armas era muy veloz y experimentado: dos aspectos que pesan mucho sobre el resultado de un combate. Muchas veces Ragnar no era consciente del dolor que podía infligir una espada de práctica... pero esa tarde lo probó en demasía. 

Luego de un baño reparador y vestimenta confortable y suelta para no resentir aún más los moretones del día, se presentó ante sus padres.

-Padre- saludó respetuosamente -Madre- agregó sonriendo al mirar a su madre.

Ragnar tenía una relación peculiar con su padre ya que éste era el único que podía, aún, darle órdenes al joven Nightwing. A pesar de eso, el hijo tenía admiración por las proezas marciales que aún podía hacer gala su padre. De todas formas, a veces difería en cuanto a los métodos utilizados, ya que, gracias a la influencia de su madre, había adquirido modos más diplomáticos y precavidos. Justamente con su madre, Ragnar tenía debilidad. Ella sabía que no le gustaba recibir órdenes como si de un sirviente se tratara, pero utilizaba su labia para no hacerle sentir eso y aún así que la escuchara.

"Alas negras" estaba siempre colgando de su espalda. De frente parecía que Ragnar tenía alas negras y fuera un especie de ángel negro venido de las historias más extraordinarias de más allá del mar. 

Cuando se sentó a la izquierda del Lord, la dejó a un lado de la mesa, con el mayor de los cariños. Había sido un regalo de su padre al convertirse en caballero y como tal la trataba.

Aún la respiración del joven heredero era agitada. No recordaba otro entrenamiento como ese. La armadura de placas le pesaba mucho, y habían sido varias horas de entrenamiento apenas interrumpido por unos cortos descansos donde aprovechaba a refrescarse...

Tengo que mejorar rápido o no duraré un combate a pie que dure más de unos minutos. Combatir siempre a caballo tiene sus contras cuando uno se acostumbra a ello...

Roland aparecio cojeando en la sala con un pequeño cuenco humeante en una mano y el baston que lo ayudaba a desplazarse en el otro. El tio de la familia tenia varios habitos plebeyos, entre ellos el de la cocina.

Hizo una pequeña reverencia al pasar ante su hermano y su señora saludando a todos los presentes con impecables modales.

-Espero no ofendais mis señores pero he decidido probar una receta de la tierra de los rios...el resultado combinado con el excelente menu de hoy despierta toda mi curiosidad-

Rolan habia vuelto  a la casa familiar hace casi un año despues de que su esposa sufriera un tragico accidente, mismo accidente que habia cobrado el uso de su pierna derecha. 

Roland era el segundo hermano y ciertamente su padre habia estado contento que fuera asi ya que su hermano habia mostrado desde pequeño un talento formidable tanto en el aspecto marcial como en el liderazgo. De todas formas no podia recriminar nada, habia sido feliz con su compromiso con la hija de un rico comerciante y sobre todo el cariño que su familia le tenia (Y el adoraba a cada uno de sus sobrinos como hijos propios) como para considerarlo un buen consejero cuando se necesitaba una palabra amiga aun para Merida que era hija natural

Habìa estado màs tiempo del que habìa previsto leyendo ese libro recargada de una enorme roca. La verdad es que le habìa robado el libro al maestre, de lo contrario nunca habrìa consentido que lo leyese pero ahora, sabìa que estaba perdiendo tiempo y debìa pasar a dejar el libro en sus aposentos y eso aùn le robarìa màs tiempo. Corriò como alma que lleva un demonio y dejò el libro bien resguardado bajo su almohada saliendo con el vestido levantado hasta la pantorrilla hasta llegar al gran salòn comedor. Entrò como un torbellino, bueno, en realidad ella habìa venido al mundo asì, como un torbellino, ya casi todos estaban ahì y poco antes de llegar a la mesa, tropezò pero se sostuvo del respaldo de la silla de su hermano y se enderezò con una sonrisa natural.

-Padre, madre, hermano...-dijo de una sola vez, un poco apresurada pero con cariño.

Se acercò hasta su padre y le dio dos sonoros besos, a su madre igual y con impetù coronò a su hermano con uno de estos tambièn, en cambio a su tìo le dio un tierno abrazo.

-No tuve tiempo de pasar por la cocina, ¡muero de hambre! ¿Què sorpresa nos tendràn preparada?

Preguntaba mientras tomaba su sitio junto a Ragnar y miraba en todas direcciones buscando a alguien.

-¿Dònde està Mèrida?

Se encogiò de hombros, esperaba que no tardase mucho porque realmente la venenosa lectura le habìa abierto el apetito. Se removiò en el asiento una vez màs, mirò a su padre y disparò con suma naturalidad.

-¿A què debemos este evento, padre?

Siempre temìa que cada reuniòn fuese para algo que tuviera que ver con el casamiento de ambos y por eso preguntaba sin màs. Con disimulo pateò la pierna de su hermano sorprendièndolo un poco. No se estaba quieta, era como cuando tenìa cinco años, siempre tenìa prisa, siempre estaba ansiosa, hambrienta, deseosa, casi nadie sabìa lo que pasaba realmente por su cabeza, quizàs su hermano gemelo sì. Se acercò y musitò:

-Te haces viejo, tendràn que casarte algùn dìa...

Y sonriò maliciosa molestando a Ragnar.

Lucas había bajado al comedor vistiendo un jubón blanco con el escudo de la casa Corbray bordado en el pecho, recién había terminad de bañarse tras estar una gran parte del día entrenado y el resto del mismo cabalgando.

 -Buenas noches a todos.- dijo con gran formalidad y respeto. El joven llevaba las manos vendadas. Recientemente le habían salido ampollas en la mano por el rose del pomo de la espada con su mano, el muchacho entrenaba incansablemente solo para superar a su odioso hermano Lyn.

 -Oi que el maestre trajo un carta importante.- Dijo al sentarse esperando a saber de que se trataba el mensaje.

Cuando su hermana se tropezó, Ragnar ya estaba extendiendo su brazo para ayudarla. Tenían mucha conexión y se demostraba en cada momento y hasta en pequeñas cosas...

Con una sonrisa dedicada expresamente para su hermana, le respondió con el mismo tono y volumen.

-Habla por tí hermanita... yo no envejezco...- 

Su mano izquierda se posó sobre la rodilla de su hermana gemela... ese era un punto débil de ella: le daba mucha cosquillas eso y ahora tendría que disimularlo, como tantas veces habían hecho años atrás.

Constance se removiò con una sonrisa, intentando contener la risa del todo. Antes de responder a Ragnar, saludò al recièn llegado.

-Pues ya que Lucas me ha sacado de mis dudas, ¿puedo comer algo, padre?

Se tuvo que reìr mientras bajaba la mano y apretaba los dedos de su hermano con toda la fuerza de la que era capaz pero se recomponìa y miraba con dulzura a su padre intentando convencerlo con esos ojos azules de que le dejara comer un trozo de pan por ejemplo.

-Estoy creciendo, padre y si no como, me puedo desmayar, ¿verdad, Ragnar?

No soltaba a su presa, era divertido juguetear con èl.

-Si te crujen los huesos como al viejo maestre-musitò ella.

-La puntualidad no era mi fuerte sin duda alguna mi Padre esta al tanto de eso como cada miembro de la familia. Me habia demorado mucho en los arrededores del castillo, cazando un poco con Angus, aprovechando que el clima ya estaba un poco mejor no iba a desaprovechar la oportunidad de probar mis habilidades.

Aun asi me demore, asi que al llegar deje a Agnus en los establo y me dirigi al gran salon a cenar, me acomode un poco el cabello mis ropas y entre lo mas discreta que pude.

-Buenas noches....-digo en un tono frio trantando de pasar un poco desapercibidad con respecto a mi demora, me acomode en algun lugar libre , para levantar la mirada timidamente y completamente complice a mi hermana ...no pude evitar el sonreirle unos segundos, para luego mirar los manjares de la gran mesa.

Lord Owen miro a Merida que habia sido la ultima en llegar, no tenia pensado decirle nada, nunca habia podido cambiar la actitud revelde de su hija y no lo haria esta noche.

-Ragnar no quiero que traigas el hacha a la cena, ten respeto por tu madre.- Puntualizo el Lord con un tono que mostraba que el regaño era mas un formalismo que otra cosa.

-En efecto Lucas ha llegado una carta desde Harrenhal, parece ser que Lord Whent recibio a su primo de la guardia real Ser Oswell y decidio organizar un gran torneo para celebrarlo, han invitado a casi todo el reino.- Comento el Lord estriando la mano para tomar la cuchara eh iniciar el festín.

-¿Ragnar cuales son los otros miembros de la guardia real? pregunto en un tono serio, a veces sorprendia a sus hijos con esas preguntas para ver si ademas de entrenar su fisico entrenaban su cerebro. -Si contestas mal mandare a azotar al maestre Teo.- agregó con una singular sonrisa, todos allí en la mesa sabian que su padre no era de ese tipo de personas.

Ragnar no respondió la queja sobre la presencia de "Alas negras". Después de todo, los caballeros siempre tenían las espadas al cinto... ¿por qué no tener un hacha a su lado? 

-A madre no le molesta- respondió para luego agregar mirando a su madre -¿no es cierto? Además los caballeros están acompañados día y noche de sus espadas... ¿un hacha debe ser diferente? ¿"Alas negras" debe ser diferente? Si es de molestia, la próxima vez seré más cuidadoso...-

Muchas veces no sabía si el Lord lo hacía a propósito o no se daba cuenta del efecto que tenían en su primogénito las órdenes directas... y mucho más las innecesarias, sólo para demostrar superioridad. De todas formas, de a poco practicaba para que no le molestara tanto y así poder ser más libre a la hora de negociar hasta con su padre.

Justo cuando iba a abrir la boca para preguntar quiénes no habían sido invitados, el Lord hizo aquella pregunta, que tanto olor a prueba tenía. La boca la cerró con disimulo, pero el enojo asomaba por sus ojos. 

-No entiendo a qué viene esa pregunta, padre- respondió Ragnar -Pero si lo que necesitas son nombres, te los daré: Ser Jonothor Darry, Ser Arthur Dayne, Ser Gwayne Gaunt, Ser Barristan Selmy, el asqueroso Príncipe Lewyn Martell y el Lord Comandante Gerold Hightower.-

El heredero dejó un leve silencio, y volvió a hablar.

-¿Pasé la prueba, padre?-

Hace tiempo que había soltado la mano de Constance. No quería dañarla canalizando su enojo a través de su fuerza. La cena había comenzado de maravilla...

Cuando oi aquella llamada de atencion a  Ragnar, hice lo posible por disimular al arco y las fechas que aun tenia conmigo debajo de la mesa....pufff que clima, sentia algo de pena por mi hermano sin duda alguna , y por otro lado sentia cierto alivio de ser una Bastarda y no tener este tipo de pruebas o presiones por parte de nuestro Padre.

No habia duda que a mi hermano este tipo de cosas le molestaba , pero bueno debia acostumbarse de una vez...espero que la cena baje un poco este clima, asi que solo me dispuse a comer en silencio , mirando debes en cuando a mis hermano y a mi padre.

-Si se permite mi opinion, yo creo que si, se nota que has heredado mas de una cualidad de tu padre- Dijo tranquilo mientras ponia una cucharada de salsa sobre el plato para intentar de desviar un poco la atencion y la tension que se estaba produciendo aunque no tenia en claro si esos eran los nombres correctos-Y tambien creo que seria una excelente oportunidad para estirar las piernas, aunque se de sobre manera que nuestro Lord ya ha contemplado la posibilidad- Sonrio amable como si dijera las cosas al pasar concentrado en el plato.

-Otra vez la discusión de las espadas y de las hachas, preferiría que comamos tranquilos.- Dijo la señora de la casa.
-No me molesta la presencia del arma pero respeta a tu padre Ragnar.- pidió tocándole el hombro a su hijo.

 Lady Tyanna espero la respuesta de su hijo y asintió en aprobación.
-Has salvado al maestre.- Comento con una sonrisa y tomo un sorbo de la sopa de puerros.

-Casi perfecto.- dijo el Lord a su hijo solo te falto remarcar que Ser Gwayne Gaunt murió en la resistencia del Valle oscuro y que en la actualidad hay seis guardias a la espera del nombramiento del séptimo.- Remarco el Lord.

 Luego Miro a su hermano conservando su sonrisa -Veo que están todos empecinados en defender a mi hijo, Bien Ragnar el hacha se queda.- Dijo para zanjar el asunto. El cuando era joven tampoco se separaba de su espada y Ronald lo sabía de sobra.

-Ser Jonothor Darry, el difunto Ser Gwayne Gaunt, Ser Oswell Whent.- Dijo enumerando a los caballero con los dedos de sus manos. -Todos cayeron por mi lanza en torneos pasado y asistiré a este para tirar a los que me quedan y completar mi colección.- Muchos eran los torneros que había ganado lord Owen pero siempre ambisionaba con mas.
-También abra torneo de Arquería, un combate cuerpo a cuerpo, una carrera de caballos, un torneo de lanzamiento de hachas y una competencia de bardos.- Esto último lo dijo mirando a su Hija Constance. -Te gustaran los Bardos, dicen que asisten los mejores de poniente.
 Giro la cabeza y miro a su Hija Merida para seguir hablando. -El torneo de Arquería es para todos los que quieran inscribirse así que pobras participar si así lo deseas.-
 Tomo un sorbo de sopa y acompaño ese sorbo con uno de Vino, luego siguió hablando.
 -También Irán tus hermanos Lucas, Lyonel y Ser Lyn estarán felices de verte así que te llevare como mi escudero y el de mi hijo si es que quiere participar en algún evento.

Como su padre no le respondiò pero comenzò a comer, no dudo en dar un buen bocado a su plata pues tras la llegada de Mèrida, asumìa que ya estaban completos. Por suerte para ella, su hermano la habìa soltado justo a tiempo para no destruir su delicada mano pero cuando estaba por comer otro bocado, escuchò a su padre recriminar a Ragnar por tener a Alas negras con èl. La joven se volviò a mirar a su padre y luego a su hermano mientras continuaba comiendo y pensaba que a ella realmente no le molestaba Alas negras. Por lo que pudo ver, a su madre tampoco o quizàs sòlo estaba disimulando; luego mirò a su media hermana porque sabìa que ella debìa andar con su arco, no lo dejaba ni para dormir. Constance entrecerrò los ojos y le sonriò a la otra pelirroja mientras volvìa a comer.

-Alas negras es imponente pero creo que nosotras estamos acostumbradas.

Dijo màs para sì que para su padre o para su gemelo. Pero entonces su padre tuvo una de esas salidas, donde les hacìa preguntas que ellos casi siempre tomaban como un reto o al menos eso creìa, ella lo tomaba asì y si no sabìa, la pròxima vez estarìa mejor preparada. Mirò fijamente a Ragnar mientras recitaba como en un cancioncilla los nombres de todos aquellos caballeros, si no eran esos, al menos su padre tendrìa que darle crèdito por recitarlos con tanta seguridad y ademàs, conocer por lo menos a todos esos. La joven levantò una ceja suspicaz y mirò a su padre, a ver si su hermano habìa ganado, aunque su madre dio el veredicto y eso significaba que si, habìa ganado: bien por ti, muchacho.

-¡Alto todo el mundo!-dijo la chica de pronto.-¿Significa que vamos a un torneo y alguien pondrà en alto el nombre de nuestra casa?

Estaba emocionada, aunque pronto pareciò pasàrsele, un torneo significarìa muchas cosas màs y ella lo sabìa. Y entonces vino la respuesta de su padre, estaba un poco contrariada y nerviosa, no porque no confiase en èl pero habìa algo que le molestaba, mirò a su madre pero si ella no decìa nada, tampoco le correspondìa hacerlo a ella. Constance soltò la comida y mirò a su padre.

-¿Ragnar tambièn competirà?

Respirò profundo y trato de pensar en los bardos.

-Sin duda espero ansiosa ese momento, padre. Quizàs podamos invitar al mejor alguna vez y realizar un torneo nosotros.

Habìa perdido todo interes por la comida.

Ragnar, a pesar de que le había mantenido la mirada a su padre, no pudo dejar de sonreír ante el error que había cometido. ¿Cómo podría haberlo olvidado? Ya no importaba.

Comenzó a comer a la par de su padre mientras atendía a lo que sucedería pronto. Sobre el torneo en sí no le interesaba nada en especial, tal vez la carrera de caballos si llevaba a "Rompefilas", pero lo que realmente le interesaba eran las posibilidades de conversaciones útiles que se podrían llevar a cabo.

-Padre, ¿sabes qué casas irán?- preguntó Ragnar -Es una muy buena oportunidad para realizar acuerdos...- soltó, pero al recordar que también estaba Lucas, prefirió no continuar. Eso se podría hablar más tarde. -¿Cuándo es el torneo?-

Al notar la preocupación de su hermana, le dijo:

-Hermana... ¿crees que estoy listo para competir? No, yo aún no competiré... hasta que no sepa que puedo ganar no lo haré, y si Tuomas puede aún ganarme sin esforzarse demasiado quiere decir que no haré el ridículo... eso sí, tal vez pueda competir en las carreras de caballos. Además Padre competirá, no hará falta que lo haga yo también... y habrá un representante de la casa, y uno imponente- 

Y luego se dirigió a su hermana bastarda.

-Mérida, seguramente tú puedes llegar lejos en la competición- dijo sonriendo con amabilidad.

Le había costado mucho aceptar a la hija natural de su padre, pero ahora comenzaba a hacerlo más fácilmente.

Escuchaba atenta mientras comia, pero cuando Padre dirigio sus palabras a mi senti que casi moria atragantada, me relaje y antes que pudiera decir algo escucho las palabras de Ragnar y no pude evitar el sentir mis mejillas un poco sonrojadas.

Vuelvo mi mirada a ambos - Seguro dare lo mejore de mi en este Torneo - comente a ambos mirandolos con una sonrisa en mis labios - Por otro lado, no dudo en que si sigues practicando mejoraras pronto y seras bueno en la disciplina con la que te sientas mas comodo...hermano -agregue a Ragnar , no dudaba en que fuera bueno, deberia serlo despues de todo es el Heredero. Volvi a comer tranquila, pensando ¿que rayos hara Constance alla? es una pena que se aburra.

-Ira la Familia Real, o Por lo menos Rhaegar, Los Baratheon, los Lonmouth, los Hunter Arryn, Los Corbray, Los Royce, los Tyrell, Los Stark, Los Martell, Los Connington, Los Dayne, Los Tully, Los Lannister.- Dijo enumerando las casas que participarían del torneo.
 -Obviamente ira parte de la guardia Real así que podrán verme cruzar lanzas con Ser Herold Hightower, o con Ser Arthur Dayne.- Owen se detuvo en su relato y miro a su hijo.
-Me intriga saber por que tu desprecio hacia Lewyn Martell.- dijo recordando la manera en que su hijo lo nombro cuando enumeraba a la guardia.

Una vez terminada la sopa de puerros se les sirvió el plato principal.
 -También es una excelente oportunidad para que puedan hablar con las demás casas y concertar algún compromiso para Constance.- Dijo mirando a su hija. -Ya va siendo hora de que te cases, si esperamos mas pensaran que tienes algún problema de salud.- Dijo sin muchos rodeos.

-Ronald te encargo esa tarea, se que encontraras un buen hombre para mi hija.- Parecía que el Lord solo estaría abocado a la competencia

Constance mirò a su hermano y despuès que Mèrida respondiera, se atreviò a hacerlo ella.

-Yo creo que harìais un muy buen papel pero està bien, con padre ya tenemos suficiente para dejar nuestro apellido muy en alto.

Vio el segundo plato con un poco de asco y apenas removiò su contenido con la cuchara pero no comiò y luego de lo que dirìa el lord, menos hambre tendrìa. Con los ojos muy grandes se volviò a su padre, no le parecìa justo, un torneo para encontrarle esposo pero si ella no querìa eso. Luego mirò a Ronald y negò suavemente la cabeza.

-Pero vos y todos vosotros saben que no estoy enferma, que me encuentro muy bien de salud, ¡padre! Yo aùn no quiero casarme, no le hagàis la vida imposible a Ronald.

Ya se veìa que Constance tendrìa un ataque de esos voluntariosos que solìa tener, tenìa las mejillas encendidas y los puños cerrados sobre la mesa y habìa fruncido el ceño evidentemente. Se levantò de pronto y puso ambas manos sobre la mesa.

-Si ese hombre va a ser como todos los demàs, ya podèis ir despidiendote de esa boda, padre... Ninguno que conozcàis, vos o mi tìo, es capaz de soportarme. ¡No me caso y no me caso!

La pelirroja retirò su silla violentamente y comenzò a salir del salòn, mientras lo hacìa pensaba que incluso si alguien la soportara, ella podrìa ser capaz de envenenar al incauto en la primera noche o quizàs antes de tener que caer en toda una ceremonia.

Off: o_O

Guardo silencio mientras Constance daba su "opinion" del asunto. 

-Hermano no hay duda que son tus vastagos, fuertes, decididos y sobre todo impulsivos, te pido que no te molestes con ella, en el camino habra tiempo de sobra para hablar- Tomo el vaso y lo alzo levemente -Confia en mi, encontraremos al hombre indicado-