Partida Rol por web

Constance se encontraba en su habitación de acuerdo con el Plan que habían hablado con Bastian. La acompañaba la joven Meretriz Shandi que llevaba solamente un pequeño bolso de cuero con el que decía que podía hacer lo que quería mientras lo tuviera cerca.
 
 La otra parte del plan había sido también pactada, de un momento a otro Constance debería llamar a Daeron y Shandi se "tropezaría" con el poniendo así un veneno de contacto en la piel del caballero para poder librase de el.

-Rápido Constance tenemos que apurarnos.- Apremio la joven Shandi que vestía con una túnica de color rojo y unos guantes largos del mismo color.

Constance había cubierto su cabellera color fuego con una capucha blanca y una capa de igual color, estaba nerviosa eso no lo iba a negar pero ya estaba hecho. Le dio las gracias a Shandi y de inmediato hizo llamar a Daeron, lo importante era precisamente aquel momento. Porque era la parte mas complicada al inicio de su plan, ella no dudaba que Bastian aparecería en cualquier momento.

-Todo tiene que salir bien...

Las pocas pertenencias que cupieron en un bolsito de cuero, algunos recuerdos y poco nas irían con ellos, además de su adorada yegua. Constance estaba lista para irse y olvidarlo a como diera lugar.

Daeron se hizo presente en la habitación de Constance y Shandi se levando de donde estaba sentada
-Pero que caballero tan apuesto.- Dijo acercándose a Daeron, este parecía un poco reacio a la presencia de la muchacha.

 Shandi sin perder un segundo acaricio el rostro del caballero con delicadeza e intento besarlo.

Daeron reacciono dando un paso atrás cortando así el beso de la chica.

-¿Para esto es para lo que me llamó? Dijo un poco cansado de las bromas de Constance.
 El hombre dio media vuelta y salio de la habitación sin decir más.

Shandi por su parte se saco rápidamente el guante y lo arrojo a un costado.
 -Dejaremos el guante aquí para que tengan posibilidad de encontrar la cura y el pobrecillo no muera. Dijo la mujer mirando a Constance. Eso que viste es un veneno de contacto, se llama lágrima de Lys y altamente letal si se lo ingiere y muy letal si entra en contacto con la piel, pero de ese modo tendrá más tiempo para encontrar la cura.- Shandi tomo sus cosas estate lista en cualquier minuto comenzara a dar efecto.

 No fue mucho el tiempo que esperaron, cuando Shandi comprobó que el veneno estaba haciendo efecto salieron de la habitación.
 La escena no era nada grata al salir, Daeron estaba apoyado contra la pared casi desplomado en el suelo pero aun conciente, una película de sudor cubría todo su rojo rostro intento decir algo pero sus palabras no salieron de su boca.

-Vamos, no podemos perder tiempo.- Dijo Shandi tomando del brazo de constance y sacándola del lugar.

Constance se preocupó un poco por aquel hombre, al fin él no tenia culpa alguna y aun rengueando se acercó a él y le dijo al oído.

-Ser, el veneno es lágrima de Lys... El maestre encontrará el antídoto. Tengo que alejarme de Ragnar...

Iba a decirle que les dijera a sus padres que lo sentía pero ya no tenia tiempo pero si alcanzó a decirle de Ragnar sin pensar. Siguió su camino, sin mirar atrás alcanzando a Shandi.

El primer paso estaba dado.

Shandi y Constance corrieron por los pasillos hasta que pudieron llegar a los establos, en el lugar estaba Ser Bastian con 3 caballos preparado para salir, vesía su armadura completa de laminas y a un lado de su cintura tenia su espada que cubria con la capa de lana color negro.

-Ya consegui comida y oro para llegar hasta salinas sin ninguna dificultad, alli tomaremos un barco espero tener suerte y dar con uno que nos lleve hasta Dorne.-

Ella estaba emocionada, un poco triste también pero ya no se podía echar atrás. Se acercó al caballo y miró a ambos cómplices.

-Gracias a ambos. Ser, necesitaré vuestra ayuda para montar... Esto de la pierna no ayuda.

Esperó y cuando estuvo sobre el caballo, les dijo que estaba lista. Si lo estaba o no, la decisión si esta hecha.

 Ser Bastian ayudo a Constance a subir, la chica estaba sobre un caballo que no conocia debido a que Merida le habia matado el suyo, este era muy diferente mas fibroso y menos lindo a la vista.

-Bien, yo marcare el paso ustedes me seguiran.- Dijo comenzando con un trote lento, no hicieron muchos metros antes de dar con la puerta de la salida, en al misma habia dos guardias con Alabardas que cortaron el camino del grupo.

-¿Quien va? preguntaron en un tono poco amistoso

Constance no pudo evitar llorar sin que ninguno de sus acompañantes la viese porque no creía que estuviera sobre un caballo que no era el suyo, le dolía y no podría remediar ese dolor nunca, contrario al de la pierna que si bien dolía era un dolor soportable.

Cuando preguntaron quien iba, ella se secó las lágrimas y miró a Bastian.

-¿Mi lord?

-Buenas noches señores, mis hermanas y yo nos dirigimos a las carpas para poder descansar luego de una tarde de competencias.- Dijo Ser Bastian sin titubear.

 Los hombres se miraron, en sus caras había preocupación estuvieron un minuto en silencio inspeccionando con la mirada al grupo pero sin decir nada.

 Uno de ello asintió y ambos se apartaron para dejar paso al grupo.

-Cuide a sus mujeres Ser, esta noche esta teñida de sangre.- Dijo en un tono que mostraba preocupación

Constance escuchó no sin cierto escalofrío lo que había dicho aquel hombre pero luego dejó pasar el momento, porque al fin, lo único que importaba era que al fin estaban fuera y al parecer sin el menor problema.

-Mi lord, este caballo tiene un nombre?

La pelirroja intentaba acostumbrarse a esa montura pero no era algo fácil. El recuerdo de Arok estaba demasiado fresco y eso, más saber que estaba dejando a su familia y al hombre que amaba pero ya no había marcha atrás y tampoco quería hacerlo. Tenía que ser fuerte y aceptar que había tomado una decisión, sólo esperaba que su padre lo entendiera y la perdonase. La joven permanecía pensativa y callada, atenta a lo que sucedía a su alrededor.

-En realidad no lo se mi señora.- Dijo con sinceridad el caballero -Compre estas monturas y ni siquiera se que nombre llevan los animales, puede usted ponerle nombre si así lo quiere.

Los caballos comenzaron a pasar por la zona de carpas y notaban que había mucho movimiento por el lugar, no del que suele haber en un torneo muchos caballeros iban de aquí para allá pero ninguno estaba contento ni había ánimos festivos, sin lugar a duda algo estaba sucediendo en ese castillo

Constance se quedò en silencio y luego negò efusivamente con la cabeza. No querìa, no debìa, no estaba bien. Ella simplemente no podìa hacer aquello.

-No, no voy a ponerle un nombre. Es una traiciòn a Arok.

Entonces la joven reparò en las personas que los rodeaban, que iban y venìan. Se quedò pensando un poco y luego volviò a mirar a Bastian.

-Ser... ¿Recordàis lo que dijo el hombre en la puerta? Algo sucede, no sè què es pero algo no anda bien... Mirad a estos hombres. ¿Shandi? ¿Què opinàis vos?

La pelirroja empezaba a ponerse nerviosa.

-Yo creo que debemos salir lo antes posible de aquí.- Dijo la chica sin mucho animo, la situación estaba poniéndola nerviosa.
-Debemos apretar un poco el paso para poder llegar rápido a destino y luego viajar mas tranquilos a Dorne.

-Lady Constance ¿que hará una vez que llegue allí? no podremos pedir hospedaje en ningún castillo sino levantaremos sospechas además deberíamos cambiarnos los nombres durante toda esta aventura y armar una historia de quienes somos y por que estamos allí así si nos preguntan por separado podremos decir lo mismo.

Constance los miró a ambos, sabía que los dos tenían la razón.

-Tienes razón, Shandi, vamos marchando. Aprovechemos que la pierna casi no me duele. En cuanto a lo que vos decís, mi lord... Nadie creerá que somos hermanas vuestras, vos tenéis el cabello negro, Shandi es rubia y yo pelirroja... Una de las dos tendrá que ser vuestra esposa y la otra su doncella.

La muchacha sonrió mirándolo, la verdad que apreciaba muchísimo lo que Bastian hacía por ella.

-Entonces seremos marido y mujer.- Dijo Ser Bastian a Constance -y Shandi será nuestra dama de compañía.-

-No será prudente decir que somos del Dominio, Allí en Dorne odian a la gente del Dominio. Podríamos decir que somos de la tierra de los Ríos de una casa pequeña ahora ¿cual seria el motivo por el que un caballero su esposa y su dama de compañía viajan para Dorne?

Constance sonriò y asintiò mientras avanzaban pero luego se quedò pensando en lo que èl le habìa preguntado. Debìa ser una buena excusa, durante un rato se mantuvo en silencio, hasta que se le ocurriò algo.

-Podrìamos decir que un familiar vuestro està enfermo y vive allì... Que està a punto de morir y vamos a visitarle por ùltima vez.

Lo mirò con los ojos brillosos, a ella le parecìa una buena razòn para ir a Dorne pero èl tenìa la ùltima palabra.

-Si, esa es una buena excusa para viajar desde donde sea que seamos ahora.- Intervino Shandi asintiendo con la cabeza.

-Ahora que ya tenemos algo mas o menos pensado deberiamos ver a donde quieres ir primero, Yo te puedo garantizar que conozco casi por completo Dorne asi que puedes elegir comenzar por donde mas te guste.-