Partida Rol por web

Le mire tratando de no morderme el labio, los alagos me desarman, por supuesto.

Me esforzaba como la que mas hasta el punto de que pareciese que era facil hacerlo, asi habia sido siempre y asi habia obtenido los alagos de mi padre. Y por supuesto que era buena: Tengo cualidades y trabajo mucho para ello. Sin embargo, nunca se me habia ocurrido pensar que a Mitsuo le preocupase que nadie mirase mi figura, es mas, ni siquiera habia pensado que él hubiese reparado alguna vez en ella.

-Ya se que soy buena Mitsuo, gracias.Y ya sabes que no me interesan los chicos, tengo otros planes mucho mas importantes ¿Qué mas da que me miren?-

Capte ese suspiro extraño en mi hermano ¿Quizas inseguridad? y moví mis ojos escudriñando su figura, sería la primera vez que le viera asi. Alargué mi mano para dejarla en su mejilla.

-No te preocupes, el cambio ha sido grande y esta nervioso, los socios le han dejado mucha responsabilidad y no quiere que nada salga mal. Se relajara en cuanto pase esta semana y vea lo bien que lo haces..-

Sonrei quitandole importancia

-Seguro que me ira bien hoy, al fin y al cabo tengo claro lo que quiero- Subí los pies para cruzarlos sobre el asiento delantero en una actitud mucho mas relajada- Necesito unos zapatos nuevos...-

- En ese caso seremos compañeros este año. A los extranjeros suelen enviarlos a nuestra clase.

La chica no parece muy sorprendida, aunque su gemela nekogirl si, como si no fuese tán obvio que sois del mismo centro escolar por vuestros atuendos. Mirandolas con más detenimiento, no puedes evitar fijarte en que las faldas del uniforme femenino son muy cortas, tanto, que si se agacharan demasiado o se levantara una ráfaga de viento, probablemente se les verían los pantis.

- Ibamos hacia allí ahora mismo, ¿Porque no nos acompañas, Marshall-san?

Cuando pones tu mano sobre su mejilla consigues que por un instante cierre los ojos. Despues, te toma de la mano, la retira de su rostro y te la besa, y te vuelve a sonreir.

- Tendrás todos los zapatos que quieras, unos nuevos cada semana, si te apetece.

Al igual que tu padre, Mitsuo nunca te ha acompañado de compras, era tu madre quien se encargaba de hacerlo cuando eras niña. Ahora tus padres confian en ti y te entregan dinero siempre que lo pides, para comprar toda la ropa que quieras, la necesites o no.

Tras quedarse un instante mirando por la ventanilla tintada al exterior, por la que tú tambien puedes ver a otras estudiantes con el mismo uniforme que llevas, finalmente tu hermano responde a la última de tus preguntas.

- Estaré en casa esta noche, Padre y yo tenemos trabajo, pero le convenceré de que no es conveniente llegar tarde, por ti. Le diré que de lo contrario te tocará cenar sin nosotros, y no quiero que te sientas sola. Así podrás contarme que tal te fue tu primer día.

¡Genial! Llegare acompañados de dos chicas lindas. Con esto en mente, y tras observar mejor, veo que sus faldas son muy cortas ¿Es posible que aquellas normas escolares que vi no fueran una broma? Pero… Sera mejor pensar en eso al llegar, de momento mejor evitar desviar la mirada demasiado y adoptar una cara alegre.

-Sí, claro Hirose-san. Ha sido una suerte tropezar con vosotras.- Rio ligeramente y me pongo a su altura. No mires abajo. Ojeo las orejas de Nyaru ¿Serán de verdad? Pero preguntarlo podría ser de mala educación. Bien, ya lo descubriré, esto solo lo hace más divertido.

Animado por el encuentro camino con las muchachas.-Decidme ¿Hay algo que debiera saber antes de llegar a clase? ¿Tenéis algún consejo para el nuevo?- Les pregunto con una sonrisa y tono alegre.

Devuelvo mi mano a mi regazo complacida.Bueno quizas con un par o dos bastará...Por un instante se me pasa por la cabeza que ya no iria mama conmigo a comprarlos pero eso tambien era parte del nuevo cambio.

El coche disminuye la velocidad y llegamos al colegio.Por un instante los nervios vuelven pero trato que no se note mientras recojo mi mochila y salgo del coche.

Sonrio para asentir a las ultimas palabras de mi hermano.

-Será estupendo- Meto la cabeza un instante para darle un beso en la mejilla y desearle un buen día y me giro.

Noto la limusina alejadose a mi espalda y la entrada llena de alumnos frente a mi, me aliso la falda, estiro la espalda y me dirijo hacía dentro.

Ante el comentario que había dicho Miyabi chan , a Yûdai se le pasó por la cabeza sobre la falda , pero enseguida volvió en sí sin saber que algo de sonrojo le llegaba a las mejillas . 

No te preocupes Miyabi chan . 

Dijo simplemente sonriendo mientras él tambien inclinaba su cabeza sobre la de su hermana ; a pesar de que estaba fresco por haberse acostado temprano , el sueño se hacia patente con un bostezo mientras que por su cabeza pasaba las ultimas horas de un videojuego que había dejado a medias antes de venir a Okinawa , tambien tenía ganas de continuar , pero posiblemente ya conocería a alguien a quien tambien le gustara . 

¿ Cuantos alumnos crees que habrá por clase ? 

Preguntó sin más para matar un poco el tiempo mientras que a lo lejos se vislumbraban las rejas del que posiblemente fuera el instituto don iban . 

No lo se, pero creo que muchos, dudo mucho que este instituto sea como el anterior, no se por que nuestro padre nos inscribio aqui, estuve revisando anoche en la red y hay otros mejores, no se que planea nuestro padre...

La velocidad de la limusina se redujo un poco, indicandonos que estabamos por llegar a nuestro destino, por las ventanas se veia un gran instituto y varios chicas y chicos caminaban hacia la entrada...

Seguro tendre que cuidarlo de esas alimañas....pensó mientras miraba a unas chicas muy guapas por la ventana...suspiro dejando de lado esos pensamientos...

Apenas logro aferrarme a la motocicleta cuando toyoda-san sale derrapando y haciendo caballito, algo que me sorprendió mucho y por que no decirlo, asusto por un momento, era la primera vez que se subía a una motocicleta  y ahora lo experimenta a toda velocidad.

No mas de 5 minutos entre obstáculos y llega a destino con una frenada espectacular, algo mareado espero que realice su entrega no, es la primera vez apenas logro responder cuando volvemos a salir a toda velocidad, aunque esta vez estaba preparado y no me afecto tanto. 

Eso seria de gran ayuda contesto mientras viajamos hacia el primer atajo, no estaba lejos de donde vivo entiendo, por las escaleras y luego a la iz... no logro terminar cuando se lanza contra la acera pasando por un estrecho callejón y tras un par de vueltas salimos al final de la calle junto al colegio, sonrío ante su comentario y bajándome de la moto si, no te retengo mas dándole el casco que me había prestado muchas gracias por traerme, por mostrarme estos caminos y por la interesante vuelta en moto con una gran sonrisa mientras saludo con una reverencia. 

Me doy media vuelta y comienzo a caminar hacia el instituto, ansioso por mi primer día de clases. 

Empezais a andar los tres juntos hacia el vuestro destino común, aunque rápidamente la chica gato se distrae con una mariposa, y empieza a andar unos pasos por delante vuestra haciendo zig-zag, intentando atraparla. Su hermana parece acostumbrada a esa actitud, y la deja divertirse.

- Estás en tu segundo año, pero aún no es tarde ¿Hay algo que se te de bien, o que quieras hacer? Debes unirte a un club, eso te ayudará a hacer amistades, y a que tus compañeros no te consideren inutil o vago.

- ¡Esfuerzate al máximo! -Añade la chica gato con un tono más infantil.

El consejo no es grán cosa, pero verla tán animada y despreocupada hace que su felicidad sea contagiosa, hasta el punto de hacer sonreir.

Finalmente llegais al centro, lo componen tres edificios a primera vista, pero en la distancia puedes ver el area deportiva. Muchísimos alumnos, al menos doscientos, chicos y chicas de uniforme, se desplanzan hacia sus propias clases. Vosotros os dirigís hacia el de la izquierda. Te percatas rápidamente que algunas chicas se fijan en ti, probablemente porque eres extranjero y, a tu manera, exótico. Los chicos miran más a las gemelas, y se preguntan quien eres y que están haciendo contigo.

Al bajar de vuestros respectivos vehiculos, unos y otros, os fijais en los demas. Amane se fija en los dos hermanos, Miyabi y Yudai casi idénticos en aspecto, y ellos pueden verla a ella mientras su limusina se aleja. Lo cierto es que habeis atraido algunas miradas llegando en vuestros lujosos medios de transporte, pero entre los casi doscientos alumnos que veis a vuestro alrededor, no destacais en exceso. Ignorais eso de momento y avanzais hacia el edificio del ala izquierda, donde sabeis que se encuentra vuestro aula. Entrais y subis por las escaleras a la segunda planta. No tardais mucho en daros cuenta de que, según parece, vais al mismo sitio...

- ¿Sois todos alumnos de esta clase? -Os pregunta un chico, que está apoyado en la ventana del pasillo, justo frente a la puerta del aula A-2.1, la que os corresponde- Aun no podeis entrar, debeis quedaros aquí fuera hasta que yo lo diga.

El chico parece de vuestra edad, y viste vuestro mismo uniforme, aunque le queda bastante ajustado al cuerpo y los brazos. No es de complexión ancha, sino más bien, está en muy buena forma, como un auténtico deportista. Os mira en detalle y con curiosidad, especialmente a las chicas.

Casi unos pasos despues me encuentro con dos chicos que han venido en un trasporte parecido al mio y enseguida me llaman la atencion, pero decido seguir buscando mi clase entre al revuelo que arman los demas chicos del instituto.

Subo las escaleras mientras me doy cuenta que tambien lo hacen los chicos que acabo de conocer, son casi iguales fisicamente. ¿Lo seran tambien de personalidad?

Llego a la puerta y tambien ellos, les sonrio con complicidad, porque al fin y al cabo hemos hecho el mismo recorrido al final. Entonces alguien nos habla y nos impide la entrada.

-Y Si no te importa ¿Tu eres..?-

- De acuerdo, entonces no hace falta que entre a aparcar. Recuerda que si necesitas algo, tienes mi teléfono. Vivo en tu mismo barrio, y aunque no esté allí y me encuentre trabajando, si es algo urgente puedo pasar con la moto.

Te bajas de la moto y te diriges hacia el centro escolar. Escuchas derrapar a Toyoda-san, que mientras se marcha te lanza un último grito.

- ¡Esfuérzate!

El centro lo componen tres edificios, a primera vista, pero en la distancia puedes ver el area deportiva. Muchísimos alumnos, al menos doscientos, chicos y chicas de uniforme, se desplanzan hacia sus propias clases. Tú te diriges hacia el edificio del ala la izquierda, aunque algo llama tu atención antes de llegar.

Ves a un hombre joven, posiblemente un profesor, pues va vestido con una bata blanca sobre la ropa, levemente inclinado hacia un lado, parece que fingiendo leer una revista que tiene entre las manos, pero en realidad, te percatas que está observando a un par de chicas que beben agua de una fuente. El uniforme escolar femenino es parecido al vuestro, salvo por la excesivamente corta falda que llevan. Tanto es así, que mientras las chicas se inclinan a beber agua, se les pueden ver los pantis, y no se percatan de las miraditas del sensei.

Nyaru parece completamente un espíritu libre persiguiendo el pequeño insecto alado. Mientras caminamos Sayuri me conmina a unirme a algún club. ¿Qué se me da bien? A mi memoria acuden sesiones de entrenamiento junto a Madre. Aparte de lo intenso y duro de alguno de ellos me pregunto si podría utilizar alguna de las habilidades para unirme a un club.

-Supongo que soy bueno con los deportes. De seguro algo encontrare.-Comento bastante animado por la actitud de la Nekogirl.-Puede que coincidamos en algún club.- Sentencio con una sonrisa sincera.

Ya en el instituto, me dejo conducir por las dos hermanas hasta el aula. Las miradas de compañeras y compañeros no me pasan desapercibidas y sonrió con cierta suficiencia. Yo tenia razón, fue una suerte que nos encontráramos.

- ¡Yo estoy en el club de animadoras! Aunque ahí no aceptan chicos ¿A que deporte te gustaría jugar?

Avanzais más hacia el edificio, y justo antes de llegar, la gemela gato se acerca hasta una fuente y se pone a beber algo de agua. Su hermana la deja beber tranquila, pero cuando ve que está bebiendo dando lametones al chorro, se acerca a correjirla.

- Tienes que dejar que el agua te entre en la boca, mira, así... Aaaah...

Y le hace un "ejemplo práctico" bebiendo de la fuente, como si estuviese hablándole a una niña pequeña, y aprovechando para refrescar el gaznate en el proceso.

El chico se pone de brazos cruzados enfrente de Amane, casi de manera desafiante. No es muy alto, de hecho, está en la media del resto de alumnos, pero aun y así resulta bastante imponente.

- Yo soy Tashiro Yusuke, campeón de karate del instituto y delegado de esta clase. Me encargo de impartir la disciplina aquí.

Aunque observa de reojo a los dos hermanos, luego se centra en Amane, mirandola directamente a los ojos, con un gesto bastante serio y autoritario, y se mantiene a la espera de que os presenteis todos.

Al llegar la limusina, Yûdai es el primero en bajar como de costumbre y actuando como un caballero me ayuda a salir del vehiculo ofreciendome su mano, nuestras miradas complices se cruzan en agradecimiento.

Bien, ya estamos aqui...situada a su izquierda observo el Instituto en particular a las personas que nos han mirado, una chica parece mas interesada, pero solo cruzo por segundos la mirada, espero a que mi hermano de el primer paso y le sigo.

Ambos caminamos al mismo ritmo en dirección a nuestra sala, compartimos trayecto con aquella chica de cabellos oscuros, mi postura es elegante y adecuada y la vista siempre al frente sin bajar nunca la mirada, la seguridad que expendia mi onii-san me bastaba para sertirme comoda, pese a las miradas que captabamos en camino...¿Es que nunca han visto a gemelos?...le digo a Yûdai...al llegar a la entrada de la sala, un chico nos recibe, dirigo una mirada arqueando una ceja a mi onii-san...¿Y este de donde salio?, dejo que mi hermano responda a su pregunta y solo espero su indicación pacientemente...pero la chica se adelanta y le pregunta al chico ¿quien es?...Es normal, pronto se enteraran de quienes somos...no puedo evitar esbozar una sonrisa ante la frase del chico..."Me encargo de impartir la disciplina aqui", volvi a mirar a Yûdai...Sin duda eso cambiara...

Imaginar a la chica con esa falda tan corta saltando y haciendo acrobacias de animadora, me sube los colores. Cuesta bien poco distinguir su ropa interior y tengo una visión bien clara de las piernas de ambas hermanas. Trato de mirar recto y hacia arriba, pero no puedo evitar los rápidos vistazos  que mi joven subconsciente reclama.

-Me gustan el baseball y el football. Aunque en general me apunto a cualquier deporte, también me gustaría apuntarme a algún club de artes marciales. Quiero decir, se dar un buen puñetazo pero me muevo por instinto.- Veo como Nyaru trata de beber imitando un gato. Comienzo a tener serias dudas de que sea una actuación.- Creo que sabes a qué me refiero.- Digo bromeando.

Rehuyó la fuente de mi visión, verlas inclinadas seria…poco cortes por mi parte. Definitivamente debo tener la cara roja, noto el calor propio de la vergüenza.