Partida Rol por web

Gañanes de la Tierra Media

2. ¡LOS HOMBRES DE PACO!

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12/05/2018, 18:05
Pregonero

La Orejas había enfilao hasta donde los monteros en práticas, dejando el misterio del Neftalí el Carapija detrás. Y a la Maite tamién, la que estaba ahí ahí pa convertíse en la nueva cotilla mayor de Bree, visto que la Orejas estaba flaqueando. Pero tol mundo sabe que la señá Mela tié cuerda pa rato y que el cetro iban a tener que quitáselo de las manos agarrotás en el lecho de antes de verse las caras con Mandos. ¡Que la Orejas siempre tinía un pañuelo usao as en la manga!

Los monteros parescían ir con prisa. Y no era menos, porque la tarde estaba pasando y se acercaba el final del día. Si la Puri no aparecía pa sacar la procesión de Nuestra Señora de Lothlorien a que le diera esa noche to la luz de Earëndil ahí síba a cagar la perra. Un nuevo reino de oscuridá podría de venir y se iba a ir to lo bueno de la Cuarta Edad del Sol: llegarían los mieos, las cosechas se irían a tomar viento y las gorrinas ya no parirían de doce en doce. Amos, que en el poder de la Puri estaba el vigor de la Tierra Media. Sin reina de las fiestas de Bree no había ritual ni procesión que valiera ni un pijo y sin eso no se renovaba el ciclo de prosperidad.

Tanto poder guardao dentro de una criatura tan inocente y sencilla como la Puri, la Retrasá. Que se estaba retrasando más que nunca, copón.

¡Eh, mirar! ¡El enano cabrón!—los niños jobis porculeros que habían visto antes andaban de travesuras en el llano y sacercaron a molestar al grupo, pero sobre tó al enano—. ¡Amos a tirale pan mojao!

Y asín hicieron, a tirale pan mojao por molestar. Los niños están peor que nunca de subíos y de malamente.

¡Chopf! ¡Chopf! ¡Chopf!

—¡Una Guerra del Anillo os daba yo!—maldijo el Chato, después de comprobar que pa su desgracia el pan no estaba mojao en vino, sino en agua, un elemento que le era estraño y pernicioso.

—¡A cagar, viejo!—le dijo el niño disfrazao de Gandalf. ¡Si Gandalf estuviera asquí pa ver en qué había quedao su legado!

Entonces al Chato le cayó un chopf de pan mojao en la frente y el Pitiflu, el palomo gordo, se le subió a la cabeza aleteando pa picotealo to. Los niños se fueron corriendo partiéndose el ojal de risa que casi les daba un mal. de revolcase por los suelos. ¡Malditos niños jobis!

Pero los monteros iban a tiro fijo sin detenese, y la Orejas se enteró de que iban buscando al venerable Jorge, el cura de la iglesia de Nuestra Señora de Lothlorien. Que la iglesia estaba ahí, a las lindes del llano de Elanor y a la vera del Camino Verde. ¿Pa qué querían de velo? Pues pa preguntale unas cosicas sobre el contrato que habían visto en el ayuntamiento. La Orejas, que tié una capacidá inata de sacar información hasta a un naugrim enfadao de mientras ese naugrim no fuera el Sinpán, se enteró entonces de que el miembro del ayuntamiento que había poprici propricao proci dao pa que se trajese a los Orkos Negros y a la Orquesta Númenor de Rick Martel era el venerable Jorge, el cura con más mala leche de to Bree y parte del estranjero. Los monteros estaban un poco confundíos. De Rick Martel y los suyos na que dicir, porque tol mundo quiere tenelos cercas que son unos artitas mu grandes y mu tó. Pero ¿qué pollas tinía que decir el venerable Jorge de traer a los Orkos Negros, esos melenúos que na más hacen ruido y estropean a la juventú?

Pos en esas estaban que esquivando a tol gentío y a to el tumulto, que la que se estaba liando en el llano era mu gorda, llegaron a la iglesia de Nuestra Señora de Lothlorien, la patrona de Bree y la más quería de to la Tierra Media, que no hay nandie en to Arda que sea más devoto y más bien que la gente de Bree con su señora y más respeto y más to. Que asquí se hacen las romerías más mejores y más rebonicas.

Delante de la iglesia estaban esperando to los de la procesión: los nazarenos, los penitentes, la banda de música, los monaguillos y cofrades a cascoporro, sus familias mu sentías y emocionás y los elfos del bosque de Lorien que venían a cantale la saeta en sindarín a la patrona. To mu lo de cada año, pero ahí se notaba una mezcla de aburrimiento, impacencia y nerviosismo, porque no estaba to como debía de estar. Vamos, que la Puri debía de estar allí desde hacía de rato pa preparase y pa la misa. Y que no había llegao la muy.

 

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14/05/2018, 17:54
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas

-¡Por Námo que todo lo sabe!- exclamó la Mela cuando estuvo a la altura de los monteros y vio que, ¡por fin!, s'abía librao de la Maite -¡Cuanto cansino hay sin na' que hacer! Os lo digo yo...-

Casi ni la esperaron los mu' desconsideraos. Ella que traía noticias frescuelas pero ellos parecían ir con prisa. Asín que los siguió sin más, con el resuello a tó tronar. Por que la Mela no s'abía dedicao al campo y estaba un poco baja de forma, vamos que tenía las patas algo cortas y tenía que dar más zancadas que la Lore.

Pensó que los malditos niñatos jobis le darían un respiro si paraban a los monteros. ¡Pero quita! ¿Qué los iban a parar?

-¿Qué... sus... ha... dao...?- preguntó y casi no le daba ni pa escuchar la respuesta

Alguien le respondió que iban a buscar al venerable Jorge pa preguntarle unas cosicas. Y tal y como lo dijeron casin parecía que se las fueran a sacar como sacaba el vitirinario las muelas a los que tenían dolores, a fuerza bruta.

Cuando por fin llegaron a la iglesia y se tuvieron que parar porque toda la mansedumbre, manchadumbre, muchosdumbre... la gente esa casi no dejaba ni pasar, la Mela aprovechó pa' soltarles el cotilleo. Que ya llevaba ella un rato sin cotillear na' y se le estaba reconcomiendo to por dentro

-Pos en el partido contra los de Entibo, al Neftalí el Carapija alguien l'a tenío que dar lo mismo que a la Japuta porque tenía el mismo color de piel, la misma pinta de endrogaizo y yo creo que estaba a punto de partir pa las estancias del Mandos. Que lo sepais-

Y luego remató con la expresión mística de cualquier cotilla

-¡Oooooghhh, ooogghh! Que si no lo cuento, reviento-

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17/05/2018, 21:42
Éuhlogio Focín, el ovejero.

Tras unos cuantos empujones aquí y allá, la conmitiva llegó a las puertas de la Iglesia, con la Mela anexá de nuevo al grupo. El tiempo se les estaba acabando y seguían más perdíos quel anillo único en el fondo del Anduin, agotando sus últimos cartuchos antes de que se confirmase la catánstrofe.

Todo dependía ahora de que su intuición de que algo raro había en que al cura del pueblo le habiese dao por contratar a un grupo de pelúos estrafalarios pa las fiestas en honor a la Patrona diese sus frutos. Unos pelúos que, pa colmo, habían desaparecío.

- ¿Y ande estaba el Carapija (*) cuando le ha pasao eso? -le preguntó a la vieja cotilla, preocupao, mientras se entraban en la iglesia pa buscar al venerable Jorge. El asunto se volvía a cada momento más misterioso y, mu posiblemente, más peligroso entoavía.

Notas de juego

(*) Por cierto, el Carapija ése ¿quién es? Que seguro quel Éuhlogio lo conoce de toa la vida, pero yo no :)

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18/05/2018, 08:35
Director

Notas de juego

¿El Carapija? Sí, hombre, sí. ¡El Carapija!

El Neftalí, el Carapija. El de la Marichu, Luz del Oeste, la del Atanasio el Cipotes, de los Toneleros de Chet. El Neftalí el Carapija era un prenda más brutaco que to, que tos los años se apuntaba a la cumpetición de cucaña porque lo gustaba de repartir tollinas y sopapos en general, pero que este año paíce que la había de tocado recebir lo suyo. En su cara así se veía, aunque era más cara de haber visto el horror de las profundidades de Utumno más que de recebir una paliza.

 Pos ese Carapija. Que disquen que la Mela se lo ha encontrao en el carromato de los apalizaos con to la cara de haber comío limones negros, como la Japuta.

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23/05/2018, 00:41
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

Al Sinpán ya le daba igual to. Parecía que no iba a llegar nunca a la dichosa iglesia y encima ahora resultaba que el tontopollas del Carapija tamién le había dao un arrechucho como a la Japuta.

¡Pos el cura iba a tener que dar explicaciones, que luego se las pide a él cuando recolecta to los dineros de la ofrenda de San Isildur!

Ni corto (bueno, eso sí) ni perezoso (eso igual también) Gromenauer se dirigió cada vez más enfadao a las puertas. No iba a dar una patada porque aunque estaba fuerte, las puertas de la iglesia pesan lo suyo, pero le iba a decir cuatro cosas al cura de las que igual solo entendía una o dos de ellas.

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31/05/2018, 19:15
Pregonero

El grupo se escurrió mu decidió entre las gentes y llegaron a la iglesia.

—Que el cura no quié a nandie dentro, eh—los avisó alguien.

Pero el enano iba enfilao con toa la rabia que pué tener un enano desde que Thorin y los suyos salieron de Erebor pa enfrentase a los orcos. Pero al revés, en entrando en la iglesia.

Y ahí na más que había un fresquico mu agradable y silencio. Lo que ya de por sí era raro porque el día de la procesión, como era aquel, de normal era que la inglesia estuviera abarrotá de cofrades, cargadores apretándose el fajín y otros implicaos que lo preparaban y le sacan los últimos brillos a los doraos y el último cepillao al faldón del paso.

Ese estaba ahí, donde tinía que estar. Con la imagen de Nuestra Señora de Lothlorien con to lo guapa y rebonica que es y to lo sencilla y pura que vié siendo de siempre Nuestra Señora de Lothlorien que es mu guapa y mu rebonica. Con su manto blanco más blanco que to, que casi parecía brillar de mithril, con su manica levantá como saludando y bindiciendo a tol mundo que parecía que estaba recién salía de un sueño del señor Frodo. Ahí estaba, esperando su momento pa que siciera de noche y la sacaran en misterio pa que la diera la luz de Eärendil.

Eso, claro, después de la misa de rigor. Y en esa misa tinía que estar la Reina de las Fiestas, to pura y limpia y casta, pa hacer el ritual convenío. Lo que tol mundo sabía: dicir las palabricas que tinía que dicir y invocar asín el poder del paso. Sin Reina no hay ritual, que esas runas élficas no las podía de leer cualquier moza del pueblo, igual que el ithildin de las Puertas del Oeste de Moria, que na más brillan a la luz de la luna. Po lo mismo. Pues no, destinto. Porque la Reina de las Fiestas no es la luna, es una mujén. Y no brillan ni pollas, es cosa de hablar y dicir lo que tié que dicir.

Pues eso, que ahí estaba esperando el paso dentro y to la gente fuera, a velas venir pa la misa y to el sacramento como Eru manda.

Y ahí no se veía ni a un monaguillo y estaba to mu de misterio, con los cirios encendíos y to.

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03/06/2018, 08:18
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas

La Mela siguió al resto cuando se colaron en la iglesia. 

-Bendito sea Mandos- dijo ella, haciendo un gesto mu sagrado, cuando cruzó el umbral. Y luego se quedó allí de pie. ¡Que rara se hacía la iglesia vacía en un día como hoy!

Luego se dirigió derechica a la Nuestra Señora de Lothlorien y la revisó d'arriba'bajo, como una suegra que va a casa de la nuera a buscarle lo que no'stá fregao. Pero la Mela tuvo que aguantarse por que todo estaba relimpio.

Asín que se puso a rebuscar en los bancos y el altar. ¡Pensaba entrar hasta la sacristía si era necesario! Pero la Orejas no se marchaba de allí sin sacarle los colores a quien cuidaba la iglesia* que también es función de la cotilla oficial poder dicir "¡Oooghhh, oogghh! Antes de la patrona la tiniamos más cuidá."

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Aclaremos que la Mela se encarga de la Ermita ¿eh? Y aquello sí que está re-limpísimo

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04/06/2018, 21:31
Éuhlogio Focín, el ovejero.

El Éuhlogio no era muy de ir a misa ni ná, pero, como a casi tós los del pueblo, sí que le gustaba de ir a la procesión de la patrona la noche de las Fiestas, que era un acto mu emotivo y mu rebonico, y era mu majo andar a la fresca de la noche, acompañando al paso. Asín que con este bagaje y esta experiencia que había acumulao con los años, de enseguida se dió cuenta que algo no iba como de normal.

- ¿Pero ande coño se han metío tol mundo? ¿Ande están los que tién que cargar con el paso?? -Se preguntó en voz alta, mosqueao por lo raro del asunto.- ¿Cómo quel cura no quié a naide aquí dentro?

Miró a enrededor, buscando con la mirada al mosén, pa pedirle de explicaciones, que tinía unas cuantas que darles. Y luego estaban los cirios. Toa aquella ristra de cirios encendíos, añadiendo rareza y mucho de misterio al silencioso ambiente de la inglesia.

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06/06/2018, 17:55
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

¡A ver dónde está el cura, que esto no puee ser ya, copón! —gritó el enano al entrar al templo, ignorando que en la iglesia no se gritaba y que todo debía susurrarse.

Sin atenerse a nadie, Gromenauer fue enfilao al púlpito, que seguro que allí debajo estaba escondío el cura. Y si no el vino. Y si no encontraba a ninguno de los dos, pues ya iría a la sacristía.

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13/06/2018, 10:54
Pregonero

Arrebuscaron por la iglesia pasando por delante de las reliquias, las capillas y los murales de mu buena calidá, que en Bree tenemos las mejores cosas de la Tierra Media y las artes más mejores, como por ejemplo el fresco de Isildur y el Señor Oscuro...

O lel preciojímimo san Elrond Mártir, el que por llevar el anillo Vilya y estar siempre procupao se dice que rezale mientras te das una friegas es muy bueno pa las indigestiones, los aires y los reflujos. Ahí estaba nuestro san Elrond Mártir, pillao disquen que en medio de un disgusto.

La Orejas iba buscando motivos de queja. ¿Estaba to soficientemente limpio pa lo que se espera de la iglesia de Nuestra Señora? El Chato fue direto con el Sinpán al púlpito, porque había que comprobar si quedaba vino, que si no quedaba eso no podía de ser.

—Y si queda a lo mejor hay que cambialo. To sea por la buena misa de luego.

De mientas, el Éuhlogio Focín, el Ovejero, se acercaba a la sacristía pa buscar a don Jorge el Venerable. La puerta estaba justico al lao del altar mayor donde iban mirando el mago y el enano, mu bien recogía que no se viera desde la nave de la iglesia. Pero fue de tocar el pomo cuando la puerta se abrió to fuerte y ahí asomó la cara del venerable Jorge, que salió rapidíjimo de la sacristía.

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13/06/2018, 11:22
Pregonero

Doña Mela iba buscando las vrergüenzas de la que sencargara de limpiar aquello, que la Orejas la conecía mu bien y sabía que no era una beata como debía de ser una beata, de las de limpiar bien la iglesia a la que se debía. Por allí debía de haber algo que la dejara como una guarra, y no como tenía ella a la iglesia de San Isildur Labraor. ¡Como la patena la tinía! ¡Que de tanto fregar el suelo la Orejas había obligao a las brienses a ponerse sayos más largos y recataos, como corresponde y es decente, porque se reflejaba to en el mármol repulío!

Mientras el Chato y el Sinpán miraban si quedaba vino ónde estaba el cura y el Ovejero se acercaba a la puerta de la sacristía, la Orejas, que tinía a la Lore aburría detrás, encontró algo asomando por endebajo de la alfombra roja del altar, esa tan rebonica que hicieron las mujeres de Valle, que es una ciudad que está en a tomar por culo y que está hermaná con Bree y nos regalaron esa alfombra tan bien hecha pa la iglesia. Pues ahí, asomando un piquito, la Orejas encontró algo:

¿Y eso qué es lo que és? Pos una de esas cosas que usan los músico pa tocar la guitarra. ¿O era una uña negra arrancá de su deo? A saber. Pero fuera lo que fuera, eso no era propio de una iglesia limpia y ordená.

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13/06/2018, 11:32
Jorge el Venerable

Don Jorge el Venerable era un dunadán y tamién el cura más respetao de to Bree, por muncho que le pese a los demás curas del pueblo, como don Manuël Ilberen, el párroco de la iglesia de San Isildur Labraor. Mosén Jorge era el más respetao porque sabía ciento y la mare de cosas y tamién el más temío, porque tenía la mala leche de siete matronas trol de Carn Dûm por lo menos. Asquí tos le hemos tenío mieo de zagales y respeto temeroso de mayores. Y eso lo recuerda tol mundo en Bree, hasta los más yayos, que paresce que don Jorge, el Venerable, ya estaba carcomío cuando el más viejo de la Colina chupaba teta. En Bree el niño que no se haya llevao un zurriagazo de don Jorge es que no es de Bree y don Jorge los repartía con gusto porque no amitía ni miaja de falta de respeto por las cosas de santos, istari, valar y tiempos antiguos. Y eso es mu bueno y mu decente y mu de como debe de ser.

Don Jorge tinía los ojos blancos y más fríos que los cojones del rey Arvedui, porque resulta que el cura era ciego y andaba asín como andan los ciegos, cabeceando y golisqueando el aire pa no caerse de boca. Pero don Jorge parecía que era ciego que no era, porque igual le hablaba a la paré pensando que estabas ahí como que te mandaba al arriate de un pescozón que a ver cómo sabía ónde darte. Misterios de la visión de cura, decían algunos, que don Jorge, el Venerable, la perdió muncho tiempo atrás pero de ver cosas que te cambian por dentro y te dan sabiduría. Por eso se le respetaba, porque sabía muncho y pa algo en la diócesis le habían dao a cuidar la iglesia de Nuestra Señora de Lothlorien ya a saber cuándo de entrada la Tercera Edad, esa edad tan oscura que por suerte pa munchos habíase ido pa no volver. Ahora to está muncho mejor. ¡Dónde va parar!

En estos tiempos, don Jorge tinía que repartir más zurriagazos que nunca antes, porque se estaba perdiendo el respeto de to y estaba la gente mu a lo suyo y poco a respetar lo que hay que respetar.

—¡A ver! ¡Qué son esas voces! ¡Aquí chitón y cabeza baja! ¡¿Qué está pasando?! ¡¿No he dicho que no quiero a nadie aquí hasta que aparezca la reina?!—don Jorge salió de la sacristía mu enjoao y revolucionao, enfadao como era de natural en él y amenazando con la vara. Le gritaba al aire, al tuntún con los ojos perdíos, pero en ese aire estaba el Ovejero pa recebir tos los espumarajos que don Jorge iba sacando al hablar. Que don Jorge, el Venerable, era mu viejo y tinía mu pocos dientes y cuando no estaba maldiciendo o poniendo mala cara de desgusto estaba mascando saliva, mirando al vacío.

—¿Han encontrado ya a la reina o no? ¿Saben ustedes lo que nos jugamos si no aparece? ¡Por por la vara de Olorin!

Golismeó el aire y de pronto miró a la Lore.

—¿Es esa? Huele a moza.

 

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14/06/2018, 21:34
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

¿Cómo que dónde está la reina? ¡Pos si a eso hemos venío, a ver dónde cojones está! —respondió el enano, encendío porque el cura le estaba dando voces. Y claro, acostumbrao a que le voceen en el bar, pos el enano contesta igual. Si fuese Don Manuël, pos igual se cortaba...

Así que como el cura estaba encarao a la pared mientras daba voces, él se arrimó a la misma pared, pa decir—. ¡Vamos a ver, a porque ha firmao los contratos de los orcos y del otro, que eso son unos ateos y unos rojos! ¡Y encima, orcos!

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16/06/2018, 13:54
Éuhlogio Focín, el ovejero.

El Éuhlogio se pasó la manga por la cara pa de secarse tos los escupitajos quel cura le había esparcío al ponerse a vocear. El Sinpán le expuso rápida y claramente el motivo de su visita, asín que el Ovejero no añadió ná más, de momento.

En vez de hablar, se puso a mirar por en detrás de la figura del párroco. Miró la puerta que daba pa dentro de la sacristía, de ande el Venerable había salío de sopetón, a ver si se la había dejao abierta del tó o, al menos, había quedao lo suficiente pa echar un vistazo al interior.

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17/06/2018, 13:14
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas

A la señora Mela se le iba arrugando el morro a medida que avanzaba, hasta que lo tenía tan apretao que las arrugas del bigote hicieron que pareciese que tenía tentaculillos. Eso de que to' estuviera perfesto no le gustaba un pelo. ¿¿Así cómo iba a criticar na'??

-¿Esto qu'es lo qu'es?- se preguntó a si misma, agachándose. Lo cogió en la mano y le dio vuelta -¡Chica! Mira tú esta cosica a ver si sabes qu'es lo qu'es, anda y dinos lo que es- le pidió a la Lore pensando que igual, como era medio Elfa, sabía qué ojeto era ese* ¡A ver s'iba a ser una cosa mágica que alguno había ponío ahí para darle gafe a la iglesia! ¡Ja! Y la guarrona de la Toña, la que limpiaba la iglesia ¡no había barrido por ahí! Si ya lo sabía la Orejas...

Y mientras la Lore le echaba un ojo y les decía qué cosa era aquella, ella se fue pa donde Don Jorge. El Sinpan y el ovejero igual querían hacerle preguntas al cura, pero la Orejas lo que quería era "contar", como siempre

-¡Ay padre! ¡Que no está! ¡Que ha desapareció! Yo creo que debe andar por ahí amancillandose con alguno, por que esta juventú ni tie respeto ni tie de ná. Pero el caso es que no aparece. Si es que les dan igual las tradiciones...- comentó la Mela dándose unos golpes en el pecho, que era lo que correspondía en los actos de constricción propios y ajenos -¡Ay padre! ¿Qué vamos a hacer?- 

Pero entonces Don Jorge mencionó a la Lore y la Mela soltó lo primero que se le ocurrió

-¿Y por qué no pue ir la Lore? Vale que no ha sio nombrada la reina pero ¿y si la nombramos? A ver ¿qué hace falta?-

Que no se podía permitir que las cosechas se perdieran, los ríos se secaran, los cerdos no parieran y toas esas cosas ¿no?

Notas de juego

* Que yo iba a tirar con lo de la pua y a poner que la Lore me lo decía, pero lo de la uña de orco m'a matao y ¡coño! ¡igual estoy confundia!

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27/06/2018, 11:03
Herculano Basurto Bijiola "El Chato"

De mientras, el Chato inoraba lo que pasaba a su alrededor porque estaba ocupao en las cosas importantes. Estaba buscando en el sagrario a ver si to estaba en orden con el vino y las hostias.

Las hostias bien, pero el vino mal.

Aquí no hay vino—dijo, con un quejío lastimero. Llevaba demasiado tiempo sin refrescase el gollete y empezaba a estar nervioso y a de tener sudores. Mucho investigar en verano secaba el seso y el cuerpo.

—Aquí no hay vino… ¿capasao con el vino? Hace falta vino. Hace falta. Aquí no hay vino, eh. ¿Dónde tié el vino, mosén?

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27/06/2018, 11:04
Pregonero

Don Jorge, el Venerable, empezó a ponerse rojo con los gritos que se estaban dando en la iglesia. ¡Una destach festachatez descha… mu mal eso!

—¡Qué orcos ni qué niño muerto! ¡Fuera de aquí! ¡Qué tiene que ver eso con la reina! ¡La reina! ¡Que busquen a la reina pero ya!

Había dejao la puerta de la sacristía entorná y el pastor estiraba el cuello pa mirar en endentro, pero lo que se podía de ver era lo normal: las cosas de vestise pa misa, una mesica con cosas de litrurgia, el armarico pa el incienso y pa las hostias y el vino que no están consagraos todavía y poco más. Asín sin entrar no daba pa mucho el vistazo.

Pero entonces llegó la Orejas a meter, que siempre se podía confiar en la Orejas pa revolver en las herías y hablar sobre unos y otros. Como correspondía a su posición, lo suyo era dejar caer las cosas como con inociencia, como si no fuera con ella, pa que otros armaran la marimorena.

Le dio la cosa esa a la Lore pa que la viera.

—Una uña no es, ¿no? Pos una púa pa tocar la guitarra, ¿no? No sé, digo yo. Una púa pa tocar—respondió la muchacha.

Estaban tos hablando a la vez y reliándose, pero en esas que a la Lore le llegó la pregunta del cura.

—Yo que ví a ser la Puri—dijo la Lore, a la pregunta del cura—. ¡Sí hombre! ¡Lo que me faltaba ya!

La habían olisqueao de lejos y al cura le había parecío que tenía el almiscle de la mocedad fiminina. La Lore ya estaba en plena flor y mu rebonica que era, mu casadera y con los bollicos mu prietos. Como debe ser.

Pero no era la Puri, la Retrasá. Que se estaba retrasando lo nunca visto y aquello estaba pasando de castañoscuro.

Eso le recordó a la Orejas que podería de ser de buena idea poner a la Lore de reina. Pero el cura pareció enojarse más todavía.

—¡Qué dice usted! ¡Ni locos! ¡No es ortodoxo! ¡Las cosas deben hacerse bien! Además, que esta muchacha … snifsnif… ¡no es pura!

—Oy oy oyyyyy lo que ma dicho…—la Lore se puso brazo en jarras marcando cadera y no fue a arañale la cara al cura a saber por qué—. ¿Que no soy pura? ¿Y la Retrasá sí? ¿La Retrasá que sa comío más nabos que tos los jobis de la Comarca en la Fiesta del Nabo? ¿Que no soy pura? ¿Yo? ¿Con lo buena que soy y lo atá y reatá que me tié mi mare que me espanta a tos los mozos?

—¡Eso! ¡Fuera todos de aquí! ¡A buscar a la reina pero ya! ¡Todo el pueblo! ¡A buscarla!

—¡Pero el vino qué!

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01/07/2018, 17:02
Carmela Angustias Cansecillo Varces, la señá Mela, la Orejas

La Mela torció el morro. "Asín no iban a ningún lao" pensó cuando el cura se puso a berrear como el que vendía quesos en el mercado del jueves. Que igual no sabía nada de unos orcos y tampoco le parecía buena idea cambiar a la reina ¡pero algo habría que hacer!

-Mire padre, que yo no digo que sea su culpa pero alguien le esta engolviendo en esta historieta ¿eh? Por que, si no ¿c'ace aquí esta cosa de los orcos? Que por el pueblo no ha venio nadie más que toque la guitarra... sólo los melenudos esos, que son unos guarros que ni se lavan ni na- La Mela hubiera dicho lo mismo lo mismo de cualquier músico que no tocara las canciones tradicionales de los pastores o los himnos de la iglesia. -Y usted tie un olfato mu fino, más que el perro del Ulogio. Y si esos guarros melenudos han estado aquí o en 100 pies alrededor, ha tenio que notarlo. Y la Puri no aparece y ya la hemos buscao. Y si le decimos al pueblo que no hay Puri, se van a poner como ovejas que oyen aullar, que no van a saber ni qué hacer y les va a dar un tabardillo o algo peor. Si queremos una reina o elegimos a otra o nos dice lo que necesitamos saber pa encontrarla. Yo no digo na y lo digo to- sentenció La Orejas, como si eso significar algo muy importante.

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03/07/2018, 18:13
Éuhlogio Focín, el ovejero.

De mientras la Señá Mela prisionaba al cura con el tema de los orkos y de la pua que se había sacao de no sabía el Éuhlogio de ande, el Ovejero siguió con su labor de curiosear en el lugar de ande el Venerable había salío, según su parecer, de una forma sospechosamente pricipitada.

Asín que, procurando hacer el menos de ruido posible, acabó de empujar la puerta de la sacristía pa echar un vistazo más detenío al interior, anque, en prencipio, no le habiese parecío que habiese ná fuera de lugar. Es más, si el Venerable Jorge no se daba cuenta de su maniobra, incluso llevaba la idea de meterse pa dentro a investigar con mayor detenimiento en busca de algo que le resultase sospechoso.

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07/07/2018, 20:22
Gromenauer, el "Sinpán" el del Klander, de los enanos Arrecíos de las montañas

—¡Ta, pos eso hacemos, buscarla! —gritó el enano a la pared–. ¡Pero to nos lleva a que aquí, a qué to está firmao por el cura! ¡Asín que a ver qué pasa!