Partida Rol por web

Hermanos, los tenemos a nuestra merced. Golpeemos sin piedad dije para dar ánimos mientras me lanzaba a por un nuevo enemigo y le golpeaba de nuevo en la cara

Mis ojos se encendieron de pura furia cuando observe como se retiraban para llevarse a sus heridos…

Me lance en picado contra otro humano descargando mi arma contra su cuerpo.

Cuando me alcanza un segundo rayo decido que es hora de cambiar de actitud así que tras dar un salto intento agarrar a uno de los soldados por la espalda para usarlo a modo de escudo mientras intento estrangularlo y rezo para que mi fuerza sea superior a la suya.

- Esperemos que funcione. - pienso.

-Muy bien, ya me habéis cansado.-Digo levantándome del suelo.-Es hora de avanzar.

En ese momento, salto sobre el guardia más cercano para golpearlo con toda mi fuerza.

Slink logra agarrar a uno y ponerlo por delante de él para evitar que sus enemigos continuaran lanzándole rayos, mientras tanto, Luthien enfurecido se lanzaba contra uno de los rivales en pie pero no lograba encajarle ningún golpe.  Puck, que se había librado por fin de la red decidió actuar, pero la electricidad le había dejado el cuerpo lleno de calambres y no pudo ayudar a sus compañeros.

En último lugar intervino Enok que golpeó al último de los enemigos que parecían atacar a Luthien, le dio un gran golpe en la mandíbula haciéndole que empezase a sangrar pero no lo suficiente como para dejarle inconsciente. 

Los dos tipos que estaban disparando a Slink dudaron un momento y prefirieron disparar contra Enok que hasta ahora era el que más daño estaba haciendo, por suerte vio venir sendos ataques y los logró esquivar. Luthien no tuvo tanta suerte y uno de esos poderosos rayos rojos le quemó uno de sus brazos. El otro se revolvía entre los brazos de Slink, pero no tenía ninguna oportunidad contra él mientras le tuviera entre los brazos.

Hice rápidos movimientos para esquivar los dos rayos que me habían lanzado. Intenté usar esos movimientos para golpear al humano, pero no lo hice bien y evitó mi ataque

-No puede ser.-Pienso.-Me han dejado atontado con esa red mágica. Debo sobreponerme lo antes posible y ayudar al resto. Si hay un mago cerca puede que no podamos vencerles. 

En ese instante trato de golpear de nuevo al guardia que se me ha escapado la primera vez.

Arrrrghhhhh un grito de rabia emano de mi garganta y mis ojos se iluminaron de pura ira, no estaba dispuesto a caer en combate con esa diferencia de potencia de fuego así que aproveche el impulso del impacto para levantar la espada y golpear con ella al molesto soldado en una violenta estocada

Aprovecho que tengo agarrado al humano para desplazarlo y golpearlo con todas mis fuerzas deseoso de acabar de una vez por todas con estos molestos insectos.

Slink aprieta con todas sus fuerzas al enemigo que tenía apresado hasta que lo deja sin aliento y le aplasta sus costilla haciendo que perdiera el conocimiento, Luthien también comenzaba a estar harto de la situación y clavó su espada en uno de esos bastardos que le estaban hiriendo, la sangre llena la escena y el resto de soldados se queda sorprendido ante semejante acto de salvajismo por vuestra parte. 

Ninguno de ellos es capaz de reaccionar, por lo que Puck y Enok frenan sus ataques por un momento.

Los soldados se miran asustados al ver el cadáver de su compañero, dan algunos pasos para atrás pero segundos después los que se habían marchado regresan de nuevo y eso da ánimos a los que estaban allí.

Los dos recién llegados llevan un par de objetos de metal redondeados en la mano, parece algún tipo de arma a distancia, o deflagadora, pero no sabéis para qué es exactamente.

Luthien había matado a uno de los humanos. Ese no era nuestro estilo. Pero no podíamos pararnos a hablar en ese momento

Intentad no matar a otro. Luthien, golpea a esos que han entrado con esas armas extrañas. Slink, tú también

Volví a centrarme en mi enemigo, al que golpeé con un rápido movimiento

-No nos gusta matar. Nunca matamos. Sin embargo vosotros nos habéis forzado a llegar hasta donde no queríamos. La muerte de vuestro compañero ha sido culpa vuestra.-Me abalanzo contra el primero que pillo.-Decidnos donde está lo que buscamos.  Dádnoslo y nos iremos sin causar más muertos. Habéis luchado con valentía, pero nada se interpondrá en nuestro camino. No es necesaria más muerte. Soltad las armas y se acabará todo.

Oigo las palabras de Enok mas para poder hacer eso tengo que encargarme primero de este que tengo aquí delante así que lo golpeo todo lo fuerte que puedo.

- A ver si conseguimos acabar con todos estos humanos de una vez. - pienso. Mis Golpes no son todo lo certeros que me gustaría.

Tienes razón hermano, pero estas criaturas me están obligando…No están atacando, míralos, no nos respetan, a nosotros que somos sus guardianes…

- ¡¡¡Vosotros me estáis obligando!!! Grite mientras descargaba un golpe violento, pero en último segundo varié la trayectoria de la espada para que no fuera un golpe mortal como debiera y solo lo retirara del combate.

Slink golpea al último de los enemigos que se estaba enfrentandose a él haciéndole una gran herida en la cara. Su compañero Luthien golpea con el canto de su espada a uno de los que traía el nuevo arma en sus manos. El hombre cae al suelo completamente inconsciente. 

Después Enok golpea también a su rival mientras que Puck prefería recurrir a otra táctica. El diálogo.

Tras escuchar sus palabras, los dos hombres que acaban de ser heridos y que aún estaban en pie bajaron sus armas y uno de ellos contestó a vuestra pregunta.

¿Qué objeto estáis buscando? ¡Dudo que seáis guardianes si actuáis así! Además, de quién sois guardianes? Y decidnos, que decís que habéis venido a buscar. ¿Qué es lo que estáis reclamando?

-Somos gárgolas.-Digo mirando a los dos hombres que no creen lo que les he dicho.-Somos los defensores de la humanidad desde tiempo inmemorial. Odiados y temidos por aquellos a quienes protegemos por causa de nuestro aspecto. Los humanos teméis aquello que no entendéis y odiais aquello que teméis. Nosotros no somos una excepción.

Llevamos desde el inicio de los tiempos velando por la humanidad y perdiendo a nuestros hermanos en el proceso. Anoche casi nos matáis a todos con vuestros rayos, emboscandonos como a animales en la azotea del edificio y hoy os quejáis de que os ataquemos sin contenernos... Gracias a mi magia pudimos salir sin tener que mataros, pero hoy no pude usarla porque no conozco la forma de salir de este edificio, así que hemos tenido que luchar.

Mi nombre es Puck, por cierto. Nací en escocia hace mil cien años.

Lo que mis hermanos y yo reclamamos es un maletín con un ordenador que fué robado de nuestro castillo hace dos noches. Se encuentra aquí, cinco plantas por debajo de la azotea al fondo del pasillo. Dadnoslo y nos iremos en paz.

No podía haberme expresado mejor. Me quedé preparado ante otro posible ataque, para que no nos pillaran desprevenidos