Partida Rol por web

Milo sigue a Zuli hasta la playa. No sabe muy bien cómo va esto de cazar ratones o ratas ni dónde se encuentran. No sabe qué es un chiringuito o una tienda. Las pupilas de sus ojazos se dilatan al ver las ratas aparecer y moverse por todas partes, se pone detrás del bloque que sostiene una sombrilla de la terraza del chiringuito a acechar moviendo los cuartos traseros nerviosamente, esperando para saltar sobre una de ellas. Intenta cazar a la más cercana.

El olor de las alcantarillas es nauseabundo, pero Cluster parece no inmutarse. Siguiendo hacia el interior el rastro de patitas pronto se hace visible.

-Todos atentos, a ver si cazamos una rata gorda.

Si te fijabas lo suficiente se podía ver una sonrisa dibujada en el rostro de la gatita, aunque también brillaba la alegría en sus ojos al ver la comida. Definitivamente los humanos eran muy ingenuos. 

Come algunas de las cosas que le habían dejado, aunque pronto aparecen ratas para quitarle la comida y recordarle a lo que realmente había ido allí. Las ratas eran demasiado grandes para su gusto, y no contaba con unas buenas zarpas con las que asestarles algún buen golpe, por lo que sería mejor pensar en alguna otra cosa. 

-¡Eh!- gira la cabeza en dirección a los otros gatos que se habían acercado por donde ella estaba -acercaos al sitio ese donde los humanos intercambian hojas de colores por juguetes- señala hacia la tienda -y traer algún cubo o algo que valga para meter a las ratas. Irán a donde haya comida- era demasiado vergonzoso tener que explicar el por qué de su situación y por lo que debía pensar cualquier otra alternativa. 

Mira al perro con algo de lástima. Los perros en sí no le caían bien, tenían la costumbre de perseguirla mientras movían la cola de un sitio a otro, con demasiada energía para su gusto, y si no era así era ladrando o gruñendo dispuestos a morderle. Pero este parecía distinto... estaba pachucho (así lo definirían los niños de su casa), por lo que no tenía la intención de salir corriendo, es más, le tenía lástima "mmmm... si te unes al enemigo... sería muy raro, pero podría ser de ayuda en un futuro... bueno bueno, ya se verá, ahora lo importante es cazar, sí sí".

Con el culo en pompa y la parte del lomo inclinada hacia delante, Zuli se prepara para la caza, saltando directamente a por un saltamontes bastante considerable, atrapándolo entre las patas para que no tuviese hacia dónde moverse y cogiéndolo con los dientes, sacudiéndolo de un lado a otro, golpeándolo en el suelo y volviendo a por él repitiendo el proceso. 

Javier sin que nadie lo notase desde su distancia segura se asegura de saltar hacia algo gordo que había visto recientemente y creía que podría ser una rata gorda para alcanzarsela a Cluster sin que lo vean.

Keroberos miró con asco aquel desfile de alimañas. A saber que clase de enfermedades,suciedad y otras cosas infectas llevarían encima. Además estaba asqueado con la arena. No era como su preciosa arena perfumada, era más fina y se empeñaba a pegarse a su hermoso pelaje.

Así pues cuando se le dio la oportunidad de ir a por un cubo se empezó a mover rápidamente, o al menos todo lo rápido que le permitía su grueso cuerpo.

-Voy hacia allí. Dijo languidamente.

Se acercó al extraño recinto con disimulo esperando encontrar algún cubo que esté a su alcance.