Partida Rol por web

Después de un largo, tortuoso y muy caluroso viaje en el cuál has llegado a encontrar cadáveres caídos bajo las espadas de tu hermano por algún motivo que todavía desconoces, pero sin duda alguna ha sido él. Conoces de sobra sus técnicas...
Las murallas de Jerusalén se alzan ante ti imponentes, guardando en su interior, cómo si de un tesoro se tratara, toda la ciudad, edificios y gentes de diferente índole y creencias mezclados en el mismo lugar.
Resulta curioso ver a tan dispares razas, sin embargo sigues siendo foco de malas miradas si alguien distingue que se trata de una mujer que viaja sola y además árabe, así que debes cubrirte nuevamente con la capucha de tu capa de viaje mientras te adentras en la empedrada ciudad.
La pregunta ahora sería, ¿dónde habrá ido tu hermano...?

Jerusalen, ciudad santa...y una de las ciudades que mas batallas ha visto a sus puertas por su control: no es nada ...y lo es todo.

Bueno, parece que mi querido hermano es mas escurridizo de lo que creia en un momento, parece que tiene algo que le preocupa, venir a la ciudad santa...que buscara aqui??
Con paso tranquilo y decidido Saghira se empieza a acercar a la entrada de la ciudad, muchas miradas se desvian hacia ella, parece que llamo demasiado la atencion, debere de cubrirme mas.

COn gran habilidad, la costumbre de tener que hacerlo muy a menudo, se ata la capa alrededor del cuerpo, ocultando su traje que lleva ahora, ceñido al cuerpo para hacer amplios movimientos, y posteriormente se tapa la cara con el cuello de la capa y una capucha de la misma, ocultando su forma a todos.

Bien, ha llegado la hora de entrar, con paso decidido Saghira empieza la corta distancia que la separa de la entrada

Te adentras en la ciudad, recibiendo las sombras que producen sus edificios y algunas de sus palmeras con un grato suspiro. Por lo menos el ambiente parece menos sofocante una vez dentro...
Las calles están bastante llenas de gente, o quizá simplemente te llama más la atención después de semanas de viaje solitario... El caso es que n cualquier lugar es fácil encontrarse con pequeños grupos hablando entre sí, paradas de diferente índole y por supuesto guardias bastante dispersados, los únicos que se asentan en lugares concretos son los que custodian lugares supuestamente importantes o de posible conflicto cómo los edificios santos, la plaza y el mercado.

A simple vista, y como ya suponías, no hay rastro de tu hermano. Pero sigue siendo humano y debe sentirse igual de agotado y hambriento que tú, o eso piensas ya que le conoces bastante bien.

El ambiente de gente, las voces, los movimientos...
La soledad parecia mas propicia para mis movimientos

Con un pequeño asentimiento de hombros, Saghira continua andando por las calles de Jersusalen, sabe que no encontrara indicios de su hermanos asi como asi, por lo que se dispone a empezar a indagar en la gente...

(Paro a la primera persona que vea que parezca que es de Jerusalen)

Saghira agacha la cabeza para parecer una mujer mas de la ciudad, y rendir los tributos necesario que se supone que una mujer debe rendir

-Buenos dias amable señor, podria ayudarme un momento. Entre en la ciudad con mi hermano pero nos hemos perdido y ahora no logro encontrarle, es un hombre fuerte y atletico, pelo largo y moreno, cara fuerte y cuadrada (descripcion del principe), no habreis visto alguien parecido verdad, ...no..., la voz de Saghira se hace en este punto debil,como con un deje de miedo, hay mucha gente por aqui, si no sabe nada me podria indicar donde se encuentran las hospederias de la ciudad, quiza le encuentre en alguna de ellas, amable señor por favor...

Tras mirar alrededor cierto rato, sin precipitarte en tu decisión, te decides por un hombre algo entrado en años, que conozca bien la ciudad y no sea tan propenso a verte cómo un simple objeto de burla.
El hombre asiente mientras vas dándole los datos de la descripción de tu querido hermano, mesando su irregular blanca canosa hasta que terminas.

-Lo lamento muchacha, aquí hay tantos viajeros... Y muchos de ellos quieren pasar inadvertidos como tú, así que no puedo ayudarte, no me suena, sin embargo puedes preguntar en tabernas, posadas o paradas del mercado, la gente suele detenerse en esos lugares- entrelaza las manos detrás de su espalda con gestos calmados y entonces mira alrededor hasta señalarte una calle, después otra, y después te da indicaciones más complicadas para la última de las hospederías de la ciudad, cada una de ellas de una creencia diferente así que parece obvio que Ardashir no estará ni en la cristiana ni en la judía. Algo es algo...

Muchas gracias noble señor..., un pequeño saludo es todo lo que mas dice Saghira.

Se va alejando lentamente de la posicion en la que estaba. Mucha gente habia en aquellas calles y alguna podria estar fijandose en los movimientos suyos, mi hermano es perseguido por alguien, eso esta claro, la forma en la que se escabulle y huye da pensar en ello...y el rastro de muertes a su espalda...

Saghira se dirige rapidamente hacia la calle del mercado, abarrotada de gente, seria un buen lugar para escabullirse y dirigirse en las sombras hacia una de las posadas. Asi si su hermano estaba a la expectativa podria intentar acercarse a el para al menos pillarlo...y si habia alguien al acecho no le daria la oportunidad de ser usada como cebo... no soy tan estupida como para hacerlo todo deprisa y corriendo...he aprendido lo que es ser paciente, la calle atestada de gente es el mejor lugar para escabullirse por una de las calles perpendiculares y empezar el viaje hacia una de las posadas en las que podria estar su hermano

Te escabulles por calles, pasando desapercibida gracias a tu pequeño tamaño y tu capa de viaje sucia y desgastada entre la gente.
Entras en un par de locales en los cuáles podría haber estado tu hermano pero tras un intercambio de palabras parece evidente que no ha estado ahí... Al fin y al cabo sabes de sobra que se expondrá lo menos posible a la gente, sabe ser lo suficientemente sutil, y empiezas a pensar que quizá una posada no sería la mejor opción de todas.

Finalmente llegas hasta el pequeño edificio destinado a viajeros de origen árabe. En el interior encuentras a un par de ellos ceñudos y cabizbajos, hablando entre si rápidamente y dirigiendo algunas miradas de solsayo a su alrededor ya que el lugar está vacío exceptuando al hombre situado tras la barra de madera que te mira de arriba a abajo un par de veces.
-¿Puedo ayudarle en algo?- te pregunta finalmente en árabe sin disimular su marcado acento.

Este lugar parece mas apropiado

-Estoy buscando a un compañero de viaje, en ese momento Saghira se levanta la capa de la cabeza lo justo para que sus ojos puedan mirar directamente al posadero y causar una impresion abrumadora,es alto, apuesto y de buen talle (descripcion del principe), le conoce??

Los ojos de Saghira se clavaron fijamente en los del posadero, intentando ver algo mas de lo que diga

Al ver tu hermoso rostro, pero que a la vez delata que sin lugar a dudas eres una mujer, el posadero da un traspiés sorprendido, tras lo cuál frunce el ceño recobrando la compostura y apoyando los puños en el mostrador.
-Me temo que no señorita, ¿pero no cree que es muy atrevido pro su parte buscarle usted sola?- pregunta con cierto tono irritado, como si le molestara tu sola presencia sin un hombre al lado controlándote.
Aún así eso poco te importa y a pesar de su tensión parece que dice la verdad y tu hermano no ha pasado por ahí.

Los dos hombres se giran hacia vosotros entonces, y uno de ellos le da un manotazo al otro como si quisiera llamarle la atención. Quizá por fin sucede algo interesante para ellos en esa posada que parece muerta.

-Muchas gracias noble señor, por eso mismo le estoy buscando,para dejar de estar sola, si no le importa descansare aqui un poco y tomare algo de beber, si no es mucha molestia, esperando a que el camarero la atienda, Saghira se gira en redondo para ver la gente de aquel tugurio y ve a dos hombres mirandola, vaya, ahora levanto pasiones...podemos aprovecharlo.

Se queda donde esta, con una pose para que sus curvas se denoten un poco mas de lo normal, y con un suspiro dice,espero que mi amigo llegue pronto,si no me empezare a aburrir

-Está bien, pero no tarde demasiado- el posadero emite un gruñido por lo bajo y acaba plantándote un vaso de barro bastante tosco en la barra con un golpe seco que derrama parte del contenido. Simple agua pero al menos tiene aspecto limpio.
Los dos hombres te miran pero tus insinuaciones no pasan desapercibidas y eso provoca que frunzan el ceño y empiecen a murmurar cosas malsonantes por lo bajo entre ellos.
No está bien visto en tu cultura ni siquiera que vayas sola, así que el comportarte como una "fulana" en lugar de facilitar las cosas puede acabar complicándolas.

Los clientes dejan unas pocas monedas sobre la mesa y se marchan al cabo de poco del pequeño local, entre enfadados y ofendidos.
-Maldita sea, ¡me ha espantado a los clientes!- exclama escandalizado mientras golpea la barra -Márchese, seguro que es un pájaro de mal agüero.

bueno al menos, ya empezaran a hablar de mi por estos lares, quizas con un poco de suerte si mi hermano esta por aqui oiga los comentarios y le entre curiosidad, esperemos que su personalidad protectora salga a la luz y venga hacia aqui.

Ante las palabras del tabernero poco se puede hacer, y Saghira lo sabe, tampoco quiere que la echen del pueblo.Muchas gracias ppor su hospitalidad amable tabernero, siento los problemas que le haya podido causar, no era mi itencion de verdad, una pequeña inclinacion de disculpa y momentos despues Saghira se pone otra vez la capa en la cabeza y sale del hostal

Una vez fuera observa todo a su alrededor,esperando ver algo extraño.
-Bueno bueno hermanito, vendras por aqui o seguiras sin dejarte ver

Saghira decide alejarse un poco de la puerta de la taberna y aprovechar la penumbra del algun callejon cercano para observar durante un rato la entrada del hostal,si no ocurriera nada deberia de volver a la callen central y volver a la busqueda desde alli.

Veamos si tenemos suerte

Esperas junto a una callejuela cercana de forma paciente, al fin y al cabo estás más que acostumbrada a ella en tus jornadas de caza. No puedes precipitarte a disparar la flecha sin un objetivo seguro.
Por desgracia para ti no parece que haya sucedido nada raro realmente. La gente prosigue su camino y de vez en cuando entran algunos clientes a la posada, aunque hay que admitir que no ves a ninguna mujer entre ellos.
Parece ser que tu pequeño "altercado" no ha sido lo suficientemente llamativo como para propagarse la ciudad, si quieres encontrar a tu hermano mediante el dicho de "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma", vas a tener que organizar algo más escandaloso o seguir buscando...

tsk, vaya vaya, parece que tendre que volver a la calle principal y hacer algo mas llamativo pero sin pasarme, que le gustaria a mi hermano..., mientras piensa el siguiente paso Saghira va en direccion a la calle del mercado,cuanta mas gente haya mas vistoso sera todo

-Para mi siguiente truco haremos algo de escenificacion

Segun camina por la calle del mercado observa los puesto existentes, decide hacercarse al de armas (si lo hay) y poner algo de interes en ellas, la capa sigue muy cerrada en torno a su cara, y bastante olgada al cuerpo para que su figura no se denote mucho

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-Buenos dias noble herrero,veo que su trabajo es excelente, cual es su mejor arma?

Caminas por las calles, que poco a poco se van vaciando según el brillo del sol se oculta en el horizonte, pero todavía faltan unas horas para que anochezca del todo.
Te acercas a uno de los pocos puestos donde pueden verse expuestas diferentes armas y escudo de tipo cristiano, al igual que el herrero que se encuentra en el yunque dando fuertes martillazos a otra larga espada (probablemente de dos manos) que todavía está creando.
En muchas de ellas pueden apreciarse cruces y símbolos que puedes identificar con algunos cruzados, otras permanecen más simples y por tanto de menor coste.

Cuando empiezas a hablar el trabajador cesa sus golpes y seca el sudor de su frente con la manga de su camisa, desgastada y de aspecto pobre, acercándose más hacia ti pero manteniendo una distancia "cordial" de unos dos metros.
-¿Mi mejor arma...?- te mira de arriba a abajo algo extrañado, parece evidente que no podías costearla pero aún así se acerca a una pared de la cuál coge un maravilloso ejemplar envainado en cuero reluciente y rojizo.
Desenvaina la espada y puedes apreciar su brillo y cómo corta el aire tan sólo con ese movimiento.
La empuñadura está formada con una mezcla de elementos de plata y oro, confiriéndole un aspecto elaborado a la vez que lujoso. Un pequeño rubí corona el extremo de la misma, probablemente aumentando su precio considerablemente.

-¿Ha saciado su curiosidad?- pregunta el joven de forma educada mientras la deja sobre una gruesa mesa de madera para que puedas verla. Pero no tocarla...

Muy bonita la espada, si señor, digna para una princesa, Saghira levanta los ojos pero sin llegarlos a dirigir directamente a los del herrero,sin quitarse la capa,una lastima que mi tesorero se haya extraviado, es un hombre alto, musculoso (descripcion del principe), no le habras visto por aqui...no, claro que no, tu trabajo requiere mucha atencion, estira la mano haciendo como que pasa los dedos por la espada, pero sin tocarla,y se denota que es el mejor de la ciudad, sin lugar a duda este arma lo demuestra, es una lasima que no pueda hacer mas que mirarla, pero un herrero como tu no creo que tenga tiempo que perder con una señorita como yo, docilmente y como si de una criatura indefensa se tratara, Saghira se cubre aun mas con la capa la cara,donde podria pasar la noche al amparo de un buen fuego, noble señor, la noche empieza a caer y creo que mi acompañante no va a aparecer, alguna taberna donde haya buen alojamiento??

El herrero te presta atención mientras sigue atentamente con su mirada cada uno de tus movimientos, mirándote de arriba a abajo cuando haces mención a que sería "digna de una princesa", con lo cuál su rostros e torna la viva imagen de la perplejidad, demostrando estar poco acostumbrado a ocultar sus reacciones.
-Me temo que no he visto a nadie así, señora. Sólo me fijo en los clientes interesados en mis artículos y le puedo asegurar que nadie con ese aspecto ha pasado hoy por aquí. Ni ayer tampoco... Por desgracia la avaricia es un mal muy extendido en estos tiempos y si decís que era vuestro tesorero quizá no volváis a verle- frunce ligeramente el ceño tras decir esto, mostrando su total desacuerdo ante tal acto.

El muchacho abre y cierra la boca un par de veces, dubitativo, y ante tus sorpresa no se jacta a pesar de que hayas dicho de que es el mejor de la ciudad. Finalmente se decide a responder tu última pregunta.
-Hay muchas posadas dispersadas por toda la ciudad además de alguna taberna, pero si vuestro dinero ha sido extraviado la mejor opción podría ser recurrir al amparo de algún edificio santo. Suelen acoger a las almas descarriadas, al menos por una noche- te sonríe cómo si pretendiera tranquilizarte un poco con ello y envaina de nuevo la espada para dejarla donde estaba al principio.

Muchas gracias noble herrero, que la dicha sea contigo y con tu trabajo, dicho esto Saghira empieza a alejarse lentamente del puesto, en un momento en el que esta no muy lejos de la vista del herrero pero que la vea tambien la gente de la calle tropieza y cae al suelo, haciendo parecer que la caida ha sido muy aparatosa y quedandose alli tendida (haciendo parecer que ha sido un desmayo)

Veamos quien se da por aludido

Saghira se queda alli esperando que alguien la ayude,pero haciendo que esta inconsciente, hay animales que se hacen los muertos para pasar desapercibidos ante su rival, espero que a mi me pase lo contrario

Distingues como algunos detienen su marcha para proseguirla enseguida, otros ni siquiera te prestan atención y algunos incluso murmuran frases de desaprobación.
Aún así, alguien se te acerca e intenta ayudarte a incorporarte. Se trata de un monje franciscano cristiano. Es fácil distinguirlo debido a su sotana sencilla y su crucifijo de madera calzado con unas sencillas chanclas.

-¿Se encuentra bien...?- te pregunta en tono paciente mientras te mira algo preocupado -Quizá debería descansar en un lugar apropiado, venga conmigo...- te invita amablemente a que le acompañes.