Partida Rol por web

-Aún hay muchas cosas de mí que desconoces...- Le contesto a Jackie en un intento de parecer enigmático, cosa que no me pegaba nada.

-Parecemos tres hijos de Hermes...- Digo caminando hacia los establos, cuando llegamos el mal olor procedente de su interior es inconfundible -En fin, enseñanos como se hace pero cuidado no vayan a venir antes...- Digo sonriendo anhelante por ver el resultado de la broma.

-Muy bien, el truco está en los nudos.-Con gestos rápidos os muestro como se hace para que podais verlo claramente.

-Luego simplemente se oculta un poco.-Lo camuflo con el suelo- Y ya está probad vosotros.

Haced una tirada con un dado de 100 y añadidle el bonificador de trampería. Dificultad media (60).

De alguna manera Eneas se las arregla para montar la trampa... con él mismo.

Un borrón de movimiento y Eneas se encuentra colgando cabeza abajo en la entrada de los establos. Ante la atónita mirada de sus amigos.

-Bueno... -Dice Johan tratando de aguantar la risa- Es otro estilo..

-Genial- Murmuro colgando cabeza abajo -¿Me váis a ayudar?- Pregunto cruzándome de brazos mientras me dejo llevar por el alambre.

-Al menos he montado la trampa... y funciona...- Digo mirando el lado positivo del asunto.

Sin poder evitarlo me rio, agarrandome el estómago con las manos.

-¡Pareces una piñata!- Sin dejar de reir saco un cuchillo para cortar el cable.

-¡No!- Exclamo -No lo hagas de golpe que me voy a...- Cierro los ojos esperando chocarme con el suelo en cualquier momento, cuando Johan corte el cable.

Agarrando el extremo corto el hilo impidiendo que caigas de golpe.

-¡Arriba!-Te subo-¡Abajo!-Te bajo-. ¿Has pensado en trabajar para el gimnasio?-Al final te bajo con cuidado-

Me desato el hilo de la pierna mientras digo -Muy gracioso...- Ya tenía bastante con haber caido en mi propia trampa como para tener que ser el objeto de gracias.

En fin... tampoco es para tanto...

Pienso finalmente.

Jackie no puede contenerse la risa y empieza a reír a carcajada limpia. 

-Ay...es que si te vieras, Eneas...-pudo decir entre risa y risa-Bueno, dicen que una forma de detectar trampas es activándola, tú desde luego lo haces de maravilla-siguió riéndose. 

Pero la siguiente imagen era mejor aún. Johan utilizando a Eneas como pesas. 

Cuando le dolía el vientre de reír tanto se acercó a los chicos. 

-Desde luego eres fuerte, herrero, nos vendrá bien para esta noche también.

Se acercó a Eneas y le ayudó a incorporarse.

-Debes admitir que ha sido muy bueno, ¿eh?
 

-Sí...- Murmuro a Jackie cuando me ayuda a incorporarme -Pero aún así... he hecho un poco el ridículo, creo que esta noche haré simplemente lo que se me da mejor, disparar con el arco.

-En fin, pongamos las trampas para mis hermanos... aunque mejor que lo haga Johan...

-Voy a intentarlo yo, a ver qué tal se me da. 

Se puso manos a la obra y, aunque tardó más que Johan, supo hacer una decente. 

-No está nada mal para ser la primera vez-se dice-. Espero haberla camuflado bien y que esos maniquíes caigan en la trampa.

Despues de un intercambio de golpes lo suficientemente largo para que ambos tengan un juego de buenos moratones al día siguiente, hago una señal para terminar con el combate.

- Sabía que serías duro pero combates mejor de lo que esperaba, no me gustaría encontrarte como enemigo ahí fuera.

El cuerno de la casa grande resuena por todo el campamento, indicando que es la hora de la reunion previa al entrenamiento.

-Cago en...- Exclamo pegando una patada a una piedra -¡Au!- Digo al hacerme daño -Bueno, no pasa nada... dejémosla ahí, tarde o temprano caerán en ella...- Termino con un toque de malicia antes de dirigirme a la reunión, no quería que me castigaran por llegar tarde.

-¿Venís?- Pregunto a mis compañeros.

-Vaya...me temo que nuestra broma tendrá que esperar.-dice decepcionada. 

Comienza a andar en dirección a la casa grande, con andar relajado. No recoge la trampa, ya caerá alguien...Aunque lamenta que probablemente no esté ahí para verlo. 

-Vamos, anda. Nos espera un gran entrenamiento.

Miro a la chica sonriendo

-¿Suele ser así de alegre, Jaqueline? Por que me se muchas mas trampas...-Rio y miro travieso a Eneas-. ¡Vamos a ello!

Me dirijo con mis compañeros a la reunión para el entrenamiento, algo decepcionado por no ver cual de mis hermanos caería en la trampa...

-Vamos- Confirmo, después en mis pensamientos me repetía una y otra vez.

Que no vuelen, que no vuelen, que no vuelen...

Se estremece al oír el nombre de Jaqueline. Odia que la llamen así, suena demasiado adulto, refinado y formal para una chica de 17 años. Pero el chico tampoco tiene la suficiente confianza para llamarla por su diminutivo, así que actúa como si nada. 

-Pues...sí, la verdad es que sí-afirma-. Soy todo oídos respecto a formas de fastidiar se refiere, así que...

Siguió andando con una sonrisa pícara en los labios. La de cosas que podría hacer si aprendiese más trampas...

Estoy saltando entre los árboles perseguido por una jauría de lobos gigantes hambrienta. Soy consciente de que no tengo mucho tiempo de reacción y que necesito defenderme, a si que salto de rama en rama con una excelente habilidad. Cuando me percato de que los lobos están a la suficiente distancia me detengo y desenvaino mi hoja negra como la noche, una espada bañada en el agua de la laguna estigia. La contemplo durante unos segundos y me lanzo de cara a los lobos bajando de un salto del árbol.

Blando el acero con gran destreza, los tajos se repiten de un lado a otro y las criaturas infernales son desintegradas a cada golpe. Podría decirse que el contacto del metal los hace sufrir de dolor, porque sus chillidos resuenan en la lejanía como si fuese un ejército siendo masacrado.

Finalmente envaino la espada que me regalaron por mi cumpleaños, frente a mi solo queda polvo negro mezclado con la tierra. Tengo una herida bastante fea en la pierna, y siento el veneno corriendo por mis venas, a si que salgo corriendo del bosque, tengo que llegar a que me curen lo antes posible.

Escucho el clamor de un cuerno y sé que debería haber llegado hace un buen rato.

Abro los ojos, estoy tumbado en la cama y vuelvo a escuchar el cuerno.

-Maldita sea - murmullo - ¡Estaba en la parte más divertida del sueño!