Partida Rol por web

-Encantada encantada.- La mujer os estrecha la mano y señala al señor de la butaca.- Este amable hombre que me acompaña es Hefaistos, y yo me llamo...

El hombre la interrumpe con una simple frase.

-Se te queman las galletas.

El olor de la cocina seguía tan delicioso como siempre pero la mujer desapareció corriendo tras una puerta como alma que lleva el diablo.

-Algún día me dejará arreglar esa chatarra a la que llama horno... Bueno eso espero. Pero seguro que un chico listo y habil podría hacerlo igual de bien ¿no Alcander?-Dice mirando significativamente al joven.

-Entonces es usted otro dios... - digo, asombrado por la cantidad de dioses que he conocido en las últimas horas.

¿Podré hacerme llamar Mesías?

Entro en la casa delante de mis amigos.

Al oir el nombre del viejo, Alcander se queda con la boca abierta y sin habla

No puede ser...

-Ah, pues encantado de conocerlo a usted también - Digo acercándome al anciano y ofreciéndole mi mano.

El hombre se queda mirando a Holden con una ceja alzada para luego coger la mano del chico con cierta reticencia. Al sentarse de nuevo en el sillon este rechina de mala manera. Hefesto lo mira con fastidio como si el simple echo de crujir al sentarse un Dios encima fuera prueba de que los mortales no saben hacer nada. 

-Yo ya os conozco jovencito. Aunque e de reconocer que a unos mas que otros.-Luego os mira detenidamente- ¿Prometeo os manda a buscar a Pandora?

Asiento, miro a Hefesto y digo:

-Es ella, ¿no?

- Mira con quien estamos hablando, esta claro que es ella.

Ahora que Alcander por fin había recuperado el habla parecía haber olvidado la cordialidad, ahora apretaba los dientes y agarraba el mango del martillo, y aunque no había llegado a desenfundarlo tenía los musculos en tensión, como preparado para utilizarlo en cualquier momento.

- ¿que se supone que haces tu por aqui? ¿disfrutar las delicias de una vida mortal?

En nombre de Zeus ¿Porque me he tenido que encontrar précisamente con él?

El dios asiente con gesto cansado. Luego junta las llemas de las manos, callosas y grandes unas con otras en gesto de paciencia.

-Chico listo aunque la duda era infima. No habeis contestado a mi pregunta.-Luego mira a Alcander con el fuego bailando en sus llamas.-Mis motivos son solo míos, niño. Recuerda quien eres y donde estás. -El dios sin cambiar su gesto neutral fija su mirada en la puerta de la cocina- Pandora habita el cuerpo de esta mortal por ahora, pero dependiendo de vuestra respuesta puedo hacer que se os complique la búsqueda. Y se hacerlo endemoniadamente bien. Ahora responded ¿Que pasaría si ella no decidiera irse?

-Pues que la insisitría un par de veces hasta que al menos fuese la hora de acostarse - Digo como si aquello fuese la endiablada parte de un plan mucho mayor.

Después me quedo mirando la barba del hombre.

-disculpe, pero le sale humo de la barba, a lo mejor se le está quemando algo debajo.

Alcander traga saliva, sabía perfectamente que seguir actuando de esa forma no le llevaría a nada bueno y ya tenían suficientes problemas sin buscarlos tan directamente.

Aparta la mano del martillo, aunque sigue muy tenso y duras penas puede controlar su tono de voz.

- Eso depende, ¿nos ayudaría a conseguir la información que nos debe Prometeo? ¿o estaría dispuesta al menos a darnos una explicación?

Justo cuando Prometeo va a responder furioso la mujer vuelve a hacer acto de presencia cargando una inmensa bandeja de galletas horneadas que huelen a gloria bendita.

-Bueno, aqui teneis caballeretes.- Dice poniendolas al alcance de vuestras manos. Luego mira a Hefesto que está mortalmente serio.

-Pero buen señor Hefaistos- Dice con tono alarmado y los brazos en las caderas- ¿Que les estas diciendo a los pobres chiquillos? ¿No estaras...?

Antes de que continue el dios levanta una mano y dice unas palabras en griego clásico. Apenas podeis entender algo similar a relajate. La mujer deja caer la cabeza y se queda quieta.

-Como iba diciendo, antes de que Pandora viniera- Dice el dios como si nada.- Conozco la obra de Prometeo ya que el y yo compartimos muchas cosas. Se su modo de actuar y no me opongo a que Pandora se vaya con el. Sabe Zeus que si los dioses no fueramos tan crueles mas de una guerra se podría haber evitado... Solo e venido a daros un par de cosas.

-Señor - Le susurro como para avisarle y le vuelvo a señalar la barba - Mire a ver qué le pasa, no vaya a ser que se le prenda y ya no tenag esa bonita barba.

Voy a coger una galleta cuando Hefestos congela a Pandora en el tiempo y se dirige a nosotros.

-Muchas gracias, señor Hefestos, pero no sé qué podría tener usted para darme.

Alcander esta vez permanece en silencio, si por fin Hefesto iva a explicarles porque estaba allí, quería oirlo.

-A vosotros dos- dice señalando a Holden y a Lukas-. Debeis andaros con ojo con lo que dice el titan. Es ladino y tratará de aprovecharse de vosotros. Es seguro que sabe donde está Quirón, puede que incluso esté metido en su desaparición. Vuestros progenitores divinos me piden que os diga que tienen un ojo puesto en vosotros.

Luego se gira a Alcander y le sonríe.

-En cuanto a ti, hijo. Bueno... algo que será util para los dos. Para ti y tu hermano. -Prometeo chasquea los dedos y en tu bolsillo notas el peso de un objeto. Al mirar dentro ves una especie de tarjeta de color metálico con un alfa y un omega a ambos lados.- Los herreros no siempre tenemos nuestro material a mano y cargarlo sería un autentico fastidio. Creo que ya sabes para que os servirá lo de tu bolsillo.

Luego el hombre se levanta con gesto de cansancio y tras un quejido se yergue contrahecho. 

-Va siendo hora de que me vaya. Cuidad bien de la joven Pandora, pero no le digais su nombre. No será bueno para nadie.

Tras esto el dios desaparece dejando un tufillo a hollín. La mujer levanta la cabeza lentamente y parpadea luego os mira.

-Odio que haga eso...

-Y se ha ido sin preocuparse de que se le queme la barba... - Digo molesto - Al final se le quemará y tendremos un disgusto.

Espero unos minutos en que voy ingiriendo galletas una a una, y al ver que nadie más dice nada, me giro hacia la señora.

-Las galletas están deliciosas, ¿con qué las ha hecho? ¿Con masa de galleta?

Cojo ahora la galleta, la pruebo y digo:

-Sí, muy buenas. ¿De qué conoce a Hephaistos? - pregunto, con curiosidad a la mujer.

A la espera de que la anciana responda, sigo comiendo galletas. Están bastante calientes, a si que me quemo la lengua, pero no me importa, el resultado merece la pena.

Alcander coge una galleta para tener algo que hacer con las manos, pero en lugar de comersela termina mirando al vacío pensativo.

-¿A Hephaistos?-La anciana se rasca la barbilla con gesto meditabundo, luego mira a Holden-. A falta de una explicacion que tardaríais un par de vidas en entender podríamos decir que es mas o menos uno de mis multiples padres.

La anciana sonrie amigablemente.

-No se por que estais aqui. De echo a parte de vuestros nombres y de que no quereis venderme nada no se nada de vosotros.