Partida Rol por web

-La muerte... nuestra muerte siempre es inútil- Me corrijo, morir por encargo de unos dioses que apenas nos favorecían. No he olvidado a Apolo ¿y qué? Un buen dios no cambia a los otros once ¿donde está el dios de la guerra cuando lo necesitas? O mi propia madre cuando es necesaria... la respuesta es obvia: follando los dos. Es por lo único que se preocupan... y solamente hay que mirar a Johan, a quien lo último que le dije fueron bromas sarcásticas y de mal gusto.

-Continuaré... pero ya puede Hades darle un lugar en el Elíseo de verdad.

Me levanto, aún con la imagen de Johan desapareciendo debajo del gigante. No merecía eso... no se muere con dignidad, mueras en la cama como un viejo en una gloriosa batalla la muerte es la muerte. No, la muerte no es digna y no se muere de esa forma... se vive, y Johan no va a tener mas oportunidades.

Tenía la sensación de que no hacía nada más que correr, correr de un lado para otro, y estaba muy pero que muy harto de ello. Debería haberme quedado luchando contra aquel monstruo, junto a aquel chaval que parecía haber dado la vida por nosotros, pero sabía que habría sido en balde, aquello era lo que más me mosqueaba, no estar a la altura.
Casta seguía cogida a mi brazo, así que me solté, quizás con un poco de brusquedad, perono estaba de humor.
Entonces me fijé en los otros semidioses, el chico y la muchacha parecían tener los roles intercambiados, ella parecía mucho más masculino que el propio muchacho, pero preferí no decir nada.

Al menos Steve parecía que había salido vivo de esta.

-Me alegro de verte bien tío.- Le dije dándole un golpecito en el hombro, y después me dirigí al resto.- Deberíamos irnos...

Cuando paramos de correr durante un segundo, los pensamientos que había dejado atrás durante la carrera me alcanzan, golpeándome con fuera. Solo puedo ver una y otra vez el pie de ese horrible gigante golpeando a Johan y estampándolo contra la pared. En mi mente escucho el sonido de sus huesos al quebrarse y la armadura de bronce doblándose presa de su escasa resistencia... y cuando el sonido termina, vuelve a empezar, en un bucle que solo se interrumpe cuando Jaqueline me abraza.
- Sí... estoy bien... no... no te preocupes por mi, Jaque... he... he aguantado cosas peores. - Ni yo mismo me creo lo que estoy diciendo, pero la respuesta sale sola, desprovista de vida, casi de forma artificial, como si fuese ahora mismo un autómata sin sentimientos... También he llamado a la chica por su nombre, no Jasu... ahora no es el momento de esas cosas.
Escucho las palabras de Eneas, lejanas... perdidas... y Jaqueline se separa de mi para acercarse a él.
Alzo la mirada hacia el chico y la chica a los que no conozco, pero tampoco es momento de presentaciones.
- Parcela tres - murmuro, pese a que en el momento entendí que decía la cinco, ahora mismo recuerdo la frase con absoluta precisión - Allí... allí hay alguien que nos puede ayudar - añado en un susurro.
- Si no hay un lugar en el Eliseo para Johan - empiezo a decir en un tono audible para todos - Ya puede Hades esconderse, porque Holden Meyer no descansará hasta hacer justicia.
Alzo la cabeza mientras aprieto mis dientes y puños, después me acerco a Eneas y le cojo la mano.
- Johan... no voy a olvidarme jamás de él, pero ahora tenemos que irnos... hay alguien en la parcela tres esperándonos.- tiro de su mano para que se mueva - No os separéis de mi, no voy a permitir que nadie os haga daño a ninguno, ¿vale? No voy a perder más amigos, me niego.

Una vez se detuvieron lejos del reñidero, Alcander se apartó un poco del grupo, se dejó caer sobre el suelo y se sumió silenciosamente en sus pensamientos. No quería oír en ese momento lo que los demás tuvieran que decir sobre Johan.

Sin embargo, mientras le llegaban las confusas voces de los demás sin entender sus palabras rememoró todo el viaje que habían hecho con él y lo poco que habían compartido en el campamento. A eso se le unió el recuerdo de Damian, a quien no habían tenido tiempo de llorar su muerte. Definitivamente odiaba a aquellos dioses, involucrando en sus asuntos a quien ellos quisieran, daba igual quien fuera o si moría gente, todo para no solucionar en persona sus propios problemas.

¿Porqué estaban siguiéndoles el juego? Durante un segundo pasó por su cabeza la idea de abandonar, largarse lejos de allí y que los dioses hicieran lo que quisieran, pero solo por un segundo. El objetivo de todo aquello era encontrar a Quiron, él no tenía ninguna culpa de las maquinaciones de los dioses, y además, si dejaba tirados a los demás estaría insultando la memoria de quienes ya no tenían la oportunidad de continuar.

Se levantó con una decisión y voluntad renovados y regresó con los demás a tiempo de escuchar a Holden hablar de un nuevo lugar al que ir donde recibirían ayuda. - Guíanos, Holden -

Mientras Holden os guía por las diferentes parcelas podeis ver como las cosas en el rancho se desmadran de lo lindo. En un recinto podéis ver como unos perros del infierno devoran los restos de una arpía, como una hidra es acosada por una legión de guerreros no muertos, como las benévolas acosan con sus látigos de fuego a un grifo.

Por extraño que parezca no encontráis oposición alguna para llegar a la parcela que buscábais. Un gigante de 4 metros se lanzó a por vosotros, pero fué interceptado por una jauría de perros del infierno que se dedicaron a destriparle en grandes trozos.

Una vez llegáis al lugar podéis ver unas especies de cuadras en las que hay un grupo de centauros reunidos alrededor de un barril de cerveza Steinburg. hay tanto centauros macho como hembras, pero de las cuadras surge unos ruidos... facilmente distinguibles a medio camino entre gemidos humanos y relinchos de caballos.  

En la ida a penas había tenido tiempo de pararme a contemplar el rancho, y si bien ahora no estábamos de visita turística, una vez ya no teníamos la presión de llegar como refuerzos me pude relajar un poco y contemplar lo que me rodeaba.

Aquello parece haberse convertido en un infierno, ahora las bestias luchan entre sí, bestias que parecen sacadas de películas de miedo o fantasía, o una combinación de ambas.
Afortunadamente lo único que nos sale al paso es un gigante, no tengo miedo, pues mi cuerpo me pide luchar a gritos, allí en mitad de tantas batallas nada me llama tanto como la guerra. Pero unos perros del infierno lo interceptan, por lo que no tengo que utilizar mi lanza para nada.

Finalmente llegamos a nuestro destino, pero no entiendo bien ni lo que pasa, ni que son aquellos ruidos que nos llegan.

-¿Qué ocurre? ¿qué hacemos aquí?- Pregunto algo desubicado.

Jackie tomó de la mano a Eneas para ayudarlo a levantarse, una vez ambos en pie, escuchó a Holden. En su voz no había ya apenas rastros de su tono infantil y su alegría usual. Le recordaba tanto a la voz de la derrota, de la muerte, de la amargura después de una batalla. Suspiró y se acercó al pequeño para depositar un beso en su pelo y revolverlo tal y como hacía antes, intentando recordarle que... seguía siendo un niño al fin y al cabo y que no podía renunciar a ello. 

Acto seguido, comenzaron a correr por el rancho, esquivando los ataques de los monstruos entre sí. Eso era un auténtico caos, y ella se veía tan pequeña en comparación. Pero eso no le impedía seguir adelante, preparada por si necesitaba atacar o defenderse. Afortunadamente, ese momento nunca llegó. 

La muchacha siguió corriendo, hasta encontrarse con las cuadras y la cerveza... y los centauros. Esos sonidos tan... extraños hicieron que a la muchacha le dieran escalofríos e incluso alguna que otra arcada. Se serenó y gritó a pleno pulmón:

-¡¡QUIRÓN!!-llamó al centauro por el que habían llegado allí.-...Me niego haberme jugado el culo por él en varias ocasiones como para encima no poder interrumpirlo mientras folla o hace lo que cojones quiera que esté haciendo ahí dentro...-murmuró para sí entre furiosa y asqueada. Entonces se encamina a los establos para intentar buscar al centauro. 

Esto es como un pedazo de infierno

Con tanta bestia suelta estaba convencido de que era así, y le sorprendió que no fueran atacados durante el trayecto aunque tuvieran que agradecérselo en parte a unos de aquellos perros. Ver el cadáver de la arpía siendo devorado le recordó una escena no demasiado agradable que le impulsó a aumentar la marcha.

Al entrar en las cuadras le sorprendió ver a los centauros animados bebiendo cerveza, o bien no se habían enterado de lo que ocurría, o ya estaban borrachos antes. En cualquier caso se encaminó con Jackie hacia el interior, no tenían tiempo de que acabase la fiesta.

Del interior podeis ver como se oye un grito de cansancio y dolor seguido del llanto de un bebe. Al entrar os dais cuenta del nerviosismo reinante en la zona donde los machos piafaban cerca de la cerveza, que abandonan en seguida al ver salir a Quirón con un pequeño centauro al lado. Quirón se estaba limpiando las manos en un delantal que ponía "Mi otro coche es una silla de ruedas" pero al veros se acerca muy serio.

El centauro os mira con expresión grave y apariencia desaliñada.

-Menos mal que estais aqui chicos, me alegra mucho veros. -Otea el lugar fuera del recinto rápidamente-. Las cosas se están poniendo muy feas aqui... Aunque me alegra ver que los refuerzos llegaron a tiempo. Hay que salir de aqui cuanto antes... Un segundo ¿Donde están Lukas y Johan? No me digais que...- Su rostro palidece y cierra los ojos dolorido y muy cansado.- Cielo santo... 

-Jackie...- Digo, poniendo los ojos en blanco por la frase de la chica. Sin embargo ese es el encanto de la chica, hay que reconocer que es más bruta que una coz de un pegaso...

La sigo al interior pero es Quirón quien sale.

No respondo a la pregunta sobre Johan y Lukas, simplemente guardo silencio. Debió ser ese silencio lo que alertó a Quirón, pero estoy de acuerdo en una cosa:

-Salgamos de aquí ya, Quirón...- Digo, mirando hacia atrás -Cuanto antes estemos en el campamento mejor...

Parece que finalmente hemos encontrado a Quirón, casi había olvidado el cometido de la misión, no puedo evitar sonreír al verlo, aunque las dudas se cruzan en mi mente al ver al pequeño centauro a su lado. Pero en cuanto hace aquella pregunta me olvido de cualquier otra cosa, varios semidioses han caído para rescatarlo...

-El rubito tiene razón, ya habrá tiempo para llorar a los nuestros.- Digo algo rudo, pero el rancho parece una batalla campal, y si tardamos mucho nos puede acabar pillando de por medio.Me vuelvo a Quirón y le pregunto. - ¿estás bien? Osea, ¿puedes andar?

Jackie suspiró aliviada cuando vio a Quirón salir de entre toda esos centauros, llevando a otro más pequeñito. Sí, era un parto. Al menos la muchacha sabía que podría contar con alguien en el campamento para asistir a su parto. Pero escuchar ese grito de dolor y cansancio, seguido del llanto de un bebé hizo que la muchacha sintiese un leve mareo por lo abrumada que se sentía. Pero respiró hondo y clavó bien los pies sobre el suelo para no caer. 

Se concentró en la voz de Quirón y cuando realizó esa pregunta fatal, Jackie miró el suelo y asintió con un suspiro.

-Damian también...-añadió, dejándolo en el aire. Suspiró de nuevo y sacudió la cabeza para despejarla de esos pensamientos. 

Atravesó con la mirada a Noah cuando escuchó como llamaba a Eneas. En otras circunstancias, a Jackie le hubiese dado lo mismo, pero justo después de un combate, con la adrenalina aún recorriéndole por las venas y seguramente la sobredosis de hormonas, hacían mucho. 

-Si estás bien, Quirón, será mejor irnos ya. Cuanto antes mejor.-apoya la idea. 

El venerable centauro asiente y hace un gesto para que espereis. Se dirige a sus hermanos centauros y tras hablar un rato se acerca con otros cinco centauros con camisetas con sloganes como "besa al cuadrúpedo" o "Selección de futbol de Arkan"

-Muy bien chicos, mis hermanos y yo os llevaremos. ¿Vamos al campamento? ¿O hay que ir a algún otro sitio?- Dice mirandos fijamente.

Al fin habíamos encontrado a Quirón, que era nuestro principal objetivo en el cual habíamos ido. Estábamos contentos por haberle encontrado, y todos con una sonrisa. - Por suerte estás bien... - Dije relajada. Sabía que no podíamos estar mucho más rato allí.

Por fin llegamos hasta donde se encuentra Quiron, y al verlo, sonrío.

-¡Señor Centauro! - Exclamo de nuevo con cierta alegría abalanzándome sobre él para abrazarlo - Menos mal... menos mal que te hemos encontrado...

-Kulso... Lukas... Lukas está con un paticabra, se lo estaba llevando... quizás podríamos ir a buscarlos antes, ¿no?

Al ver al centauro respiró aliviado. No sabia que esperaba encontrar, pero al fin le había encontrado, y de una pieza.

- Después de todo lo ocurrido nos debes una explicación. Pero no aquí ni ahora. - por fin se permitió un descanso para guardar el martillo, y se movió cerca de uno de los centauros. Suponía que Quirón hablaba de salir montados sobre ellos.

- Tenemos que largarnos antes de que esto se complique aún más. Más vale que vosotros conozcáis el camino - 

Suspiró con alivio al escuchar a Holden decir que Lukas seguía vivo... Sí, a veces era un idiota, pero eso no quitaba que no fuera su hermanastro y cierto aprecio le había pillado. Pero entonces su rostro cambia al ver lo que dicen los demás.

-¡No! ¡No! ¡No podemos ir al campamento!-exclama Jackie apartándose el pelo de la cara mientras bufa exasperada. Pone los ojos en blanco y bufa, golpeándose la sien con la palma de una mano con suavidad.-¿Tenéis alzheimer o qué? ¡Dioses! Si salimos vivos de esta misión al menos hagámosla bien.-"regaña" al grupo entero de semidioses, dándole la espalda a los centauros para que sus compañeros pudiesen verla mejor. 

Con un nuevo bufido, se giró a los centauros, fijándose en la camiseta de uno de ellos. No pudo evitar sonreír de medio lado. 

-"Besa al cuadrúpedo"... Necesito una de esas.-dijo poniendo los brazos en jarra y asintiendo con aprobación. Su gesto se volvió serio cuando miró a Quirón directamente a los ojos.-Nos vamos a Las Vegas, Quirón. Allí nos encontraremos con Hades...-mira por encima del hombro a sus compañeros, girando la cabeza.-como indicó al principio de la misión, señoritas.-dice refiriéndose a su despiste. 

-Es verdad...- Digo a Jackie -Había que ir a las Vegas...- Me muerdo el labio, mirando de forma interrogante a Quirón ¿nos fiamos de Hades o vamos al campamento?

-Quirón ¿qué crees que debemos hacer?- Porqu desde luego no me fio de Hades.