Partida Rol por web

Miro el coche, preocupado, llevo la mano derecha a la espada de mi cintura izquierda y doy un codazo a Holden para que venga a ver qué quiere de Damian ese coche.

Un hombre mayor se baja del coche con gestos lentos y meditados. lleva unas gafas de sol y un traje negro de raya. Nada mas verlo notais como el miedo se hace cada vez mas grande.

-Quieto ahí niño-. Nada más fijarse en ti, el pánico se apodera de ti, dejandote la mente en blanco y los brazos entumecidos.

La mera presencia de ese hombre le ha dejado prácticamente paralizado, y aparentemente los demás tambien parecen amedrentados ante él, haciendo acopio de su voluntad saca fuerzas para dirigirse a él

- Qui.. quien eres tu?

El hombre fija su vista en Alcander, sin quitarse las gafas. Su sonrisa da escalofríos cuanto mínimo.

-Vaya vaya niño herrero, por fin alguien con el suficiente valor. Soy el miedo, me llamo Deimos. -Su voz se vuelve una octava mas mas grave-. Soy el temor, soy Phobos. 

Intento hablar y responder algo a ese personaje con doble personalidad, pero a diferencia de Alcander, soy incapaz.

Miro al tipo que habla de dos formas diferentes y entrecierro los ojos.

Deimos rie.

-No os molesteis mestizos... bastante raro ya es que uno sea capaz de soportar mi aura...- Luego mira a Damian, evaluandolo- Este se va a venir conmigo, le será muy util al señor Prometeo. Sin nigun lugar a duda... Al fin y al cabo, el es el unico que puede ofrecerte lo que deseas.

ME cojo a la mano de Lukas.

-Ese hombre da miedo... - Comento con un tono reducido.

"CO..JO..NUDO, estamos buscando a un centauro perdido en una fiesta dirigida por Hades, Deimos y Fobos, y como invitado especial Prometeo, no se me ocurre nada peor."

pronunciar cada palabra que dirige a ese individuo siniestro le cuesta todas las fuerzas que es capaz de reunir, pero aún así consigue articular de algún modo una frase.

- Pe... pero, nosotros... le buscabamos a él... todos... nos manda Hades.

Una risa macabra sale de la garganta de los dioses. Su cuerpo se retuerce en espasmos ante la frase de Alcander.

-Vosotros... con Prometeo- Su voz se agrava y el se relaja un poco mas-. Bastante diversion vais a tener con mis amigos, como para preocuparos de otra cosa.

Las puertas del coche se abren y un par de dracanae salen del coche. Del maletero emerge (de alguna forma) un gigante armado con un gran garrote. Sus buenos 5 metros no parecen molestar a la gente, que forma un circulo al rededor del grupo, obviamente intimidados por el poder del Dios.

Desenvaino ambas espadas y digo:

-Holden, ¿cuál prefieres?

Espero a ver quién se queda al combate y a quien se llevan las personificaciones del miedo y el terror. Me asombra que la gente no se asuste al ver a tales criaturas.

La proxima vez que tenga que elegir entre Dionisio y Hades, si hay una proxima vez, escogeré a Dionisio.

Empuño el escudo mientras con la otra mano saco el martillo

-No... no lo sé - Digo sin mostrar confianza, la presencia de ese hombre me intimida totalmente.

Aun así desenfundo la espada en la mano diestra y la daga en la siniestra.

Os sigue afectando la penalizacion de -20. y teneis que superar 50 (se me paso decirlo.)