Partida Rol por web

Gozushi! - Opa hostil

Partida y regreso, historia de una reina (Escena 2)

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27/08/2016, 03:34
Hwan Choi

Sabía que Queen no quería hablar con él. Y él había prometido hacerlo, aunque tras superar aquella ordalía libertiana no tuviera muchas ganas. Pero la vida es así. A veces debemos hacer las cosas, y hacerlas bien, aunque no tengamos un buen día. Kwan tenía razones para estar deprimido, pero por primera vez le escuchaba decir algo sensato.

-No estorbas, nunca lo has hecho -le dijo- Solo que eres como un crío. Pides, pides, pides. Y no das gran cosa a cambio. Siempre hemos tenido que cuidarte. Así que quiero creerte cuando dices que quieres vivir de tu esfuerzo y no pedirnos nada. Lo quiero creer, pero te he visto prometerlo muchas veces.

Levantó el dedo, como solía cuando le echaba la bronca. Y luego lo bajó, negando como con cansancio.

-Mira, he hablado con tu hermana. Vamos a darte una oportunidad. Una última oportunidad. Vendrás a Corea conmigo, y en cuanto puedas pagarte un piso o una habitación vivirás allí. Yo te ayudaré a volver a trabajar allí, como hace años, en la tele, de modelo, de lo que te haga falta. Pero vas a tener que currar duro y pagarte tus cosas, por que Wook y yo estamos cansados de que no cambies. Te ayudaremos una vez más, pero de la manera que te he dicho. Si no te lo curras, no vas a poder vivir de gorrón en mi casa como antes. Lo siento si te duele ésto... pero es que queremos que madures de una vez. Que encuentres tu camino, sea el que sea, y lo vivas. Nosotros estaremos ahí para ayudarte si tu te ayudas a si mismo. Si vemos que cambias para bien, que trabajas y te ganas el pan, aunque sea de gigoló para las ricachonas de Seúl... me da igual... Si vives tu vida así, tendrás siempre nuestras puertas abiertas para cuando quieras visitar a la familia. Y nosotros estaremos allí cuando nos necesites. Pero si no, estarás solo.

Se acercó, él estaba al borde del llanto. Él le cogió por la nuca, aunque sin apretar fuerte, y apoyó su frente en la de él, que era lo que hacía cuando eran críos.

-Se que lo sientes, y que no eres un cabrón. Se que no lo haces de mala fe, pero lo haces por que es fácil... fácil tío. Ahora te pido que hagas lo díficil, y que lo hagas por nosotros. ¿Nos quieres?

Él asintió, sin poder hablar.

-Pues haznos sentirnos orgullosos. Conviértete en una megaestrella, tío, es lo tuyo.

Sonrío, y él también.

-Quiero que luzcas en el puñetero firmamento, que se te rifen para hacer pelis y anuncios. Que te codees con lo mejor y dejes de romper corazones. Que te conozcan por tu trabajo, tío, y no por la salsa rosa. Por que de eso... de eso ya me ocupo yo, ¿Vale?

Asintió, llorando. Su hermano lo abrazó fuerte, y Hwan miró a Queen por encima del hombro de su hermano, que lloraba tanto que tenía espasmos.

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28/08/2016, 01:43
Queen Choi

La vuelta a casa fue eterrrrrrrrrrrrrrrrna y cada paso se le hacía exasperante, que si firmar el alta, que si llamar al taxi, que si el avión, que si el coche. Habría matado por un teletransporte a lo Star Quest. Le costó no parecer hosca, y eso que se alegraba de ver a los suyos, pero lo único que quería era meterse en la bañera cual langosta y luego vegetar en el sofá sobando a sus gatas. Necesitaba silencio mental, silencio espiritual, meditar durante… días. Mary y ella bromearon prometiendo no verse, por lo menos, hasta la barbacoa de César.
En el coche apenas hubo conversación, ni siquiera la radio o música, algún comentario sobre el paisaje y tonterías varias. Queen de vez en cuando bajaba la ventanilla para sentir el aire en la cara y hacerles tonterías con la mano a Tom y Amanda, otras veces se giraba hacia el asiento de atrás y les hacía cucamonas o se quedaba mirando a Golan. Disimulaba pero estaba mal, respondía esquivo a sus cariños.
Despidió afectuosamente a Amanda y le dijo su típica frase de “Si te aburres, ya sabes, llama” y a Ladlow la de “¿Una cerveza luego?”.
Al entrar en casa sus dos gatas la estaban esperando en la puerta y se pusieron a brincar entre sus pies esperando que las cogiera en brazos. Detrás llegaron Laila y Faisal también muy cariñosos.  No hay nada como el hogar… no obstante quedaba lo más cansado de todos los viajes: el rato que transcurre entre que llegas y te puedes tirar en el sofá. Lamentó no poder quedarse en bragas y no le puso mucho esmero en vestirse para los invitados, al fin y al cabo estaban en familia.
Se había olvidado completamente de Kwan, en el momento que posó su mano sobre ella cayó en la cuenta de ello. Había olvidado a su hermano… quedó pretrificada por el hecho ¿Qué clase de persona se olvida de su propio hermano, de uno al que ha criado como otro hijo? Ya ni le odiaba, simplemente le daba igual… ya no le quería...
Wook la vio ponerse blanca.

Reparó entonces en el detalle “He hablado con Golan, me ha hecho entender…”
Con… Golan… arrugó el entrecejo reprimiendo la rabia. Le pasmaba el talento natural que gastaba para hacer daño aún sin quererlo ¿Cuántas veces había hablado con él? ¿Cuántas le había, explicado, razonado, echado toneladas de paciencia? De pronto lo entendió, el defecto estaba en ella, era mujer… Para Kwan las mujeres son una cosa que podía usar y tirar, algo intrascendente sin peso real. Y la triste realidad es que si estaba así de jodido es porque le habían hecho lo mismo que él llevaba haciendo toda la vida “Duele eh?... Bienvenido a mi mundo”.
Suspiró cabizbaja, ni ganas tenía de soltarle una voz ¿Qué podía decirle? ¿Para que decir nada? Le iba a entrar por un oído y salir por el otro. Que cansada estaba del asunto.
El rollito colega-coach de Hwan le dio bastante grima, le estaba hablando como a cualquiera de los descerebrados que salían en sus revistas. Que escena tan peripatética, sobre todo por la estúpida reacción de su hermano pequeño. Parecía un norcoreano llorando por el líder.
Dejó la copa de vino en la mesita.
Estaba cansada de él, que su corazón estuviera tan herido por su culpa que las cicatrices le impidieran volver a quererle, pero despedirle con un aguijonazo en un momento de debilidad como ese suponía rebajarse a su nivel. Por eso se levantó y caminó hacia sus hermanos haciendo de tripas corazón. Frotó la espalda de Kwan y le habló en un tono suave y maternal
-¿Dices que no sabes que hacer?… Aprende que la gente a tu alrededor son seres humanos con sentimientos y dignidad y no máquinas expendedoras o muñecas de goma. Que no eres mejor ni más especial que ninguna otra persona en el planeta. Que, al final, uno siempre recibe lo que da. Y que lo mismo que ahora estas vivo, al minuto siguiente puedes estar muerto ¿Y entonces que? ¿Qué habrás dejado al mundo para que te recuerde?
Si no cambias de verdad, si es solo maquillaje… dará igual si estás aquí, en Corea o en la Luna.
Perdóname, a lo mejor me he pasado con lo de este último trabajo pero… necesitabas una dosis de realidad, no puedes seguir como estabas ¡Es destructivo!… Kwan… la vida es un regalo precioso… hazte merecedor de ese regalo, no lo desperdicies. ¿Recuerdas lo que digo siempre? Obras son amores hermanito…-

Pocas veces se había sentido tal mal, física, mental y espiritualmente. Estaba confusa ¿Qué era aquello? ¿Hipocresía? ¿Egoísmo?¿Un nuevo nivel de amor? Harta como estaba y seguía dándole consejos, los mejores que se le ocurrían, consejos que contenían lecciones para una vida entera ¿Lo entendería? ¿Lo valoraría? A saber, pero en su mano ya no estaba hacer nada más. Por lo menos dejaba la conciencia tranquila habiendo gastado hasta el último cartucho, a partir de ahora sería la lucha de Kwan, no la suya.

-Ya está… no llores más…- de pronto un sudor frío le subió por la espalda y los oídos empezaron a zumbar . Se estaba mareando. Lo último que dijo fue –Oh… mierda… - intentaba agarrarse al sofá cuando todo se fundió en negro.
 

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28/08/2016, 02:13
Director

https://www.youtube.com/watch?v=hFlHsKExcYg

Soñó con aquella playa en la India, el día de su boda. Y luego soñó con otras muchas cosas. Sitios donde había estado, y otros que todavía no había visitado. Soñó con su padre cuando era pequeña, con su tío, hasta con Raúl Cortez (sorprendente, pero cierto).

Y después de soñar durante tanto tiempo que le pareció una eternidad, abrió los ojos y se encontró en su cama. Golan no estaba allí, aunque si una de las gatas. Afuera había luz, pero las persianas estaban bajadas y la calefacción puesta, recordándole la fecha que era. Pero... ¿Que hora era?, ¿Que día era?

No conseguía acordarse bien de lo que había pasado. Quería pensar que se fue a la cama normalmente, pero luego se acordó de la discusión, del desmayo. Miró bajo las sábanas, en la casi penumbra, y vió que tenía uno de sus pijamas de invierno puestos, y una gasa en el brazo, tapando lo que parecía un pinchazo hecho por una aguja hipodérmica. ¿Que le habían inyectado? Encendió la luz de la mesita, aunque fue una bofetada con toda aquella oscuridad. Parpadeó, acostumbrándose a la luz. Se sentía algo floja, tocó con la mano la mesita, buscó su reloj de pulsera. Lo que encontró fue una ampolleta de cristal que decía "vitamina B-12". Posiblemente le habían inyectado eso.

Según el reloj eran las 15:30. Pero el día no era el siguiente. ¡Habían pasado dos! Se pasó la mano por la cara, quitándose las legañas. Madre mía... aquello si que había sido romper la cama de tanto dormir. De hecho, le dolía un poco la espalda, posiblemente tras tantas horas tumbada.

Lo primero era lo primero. Se levantó con prudencia, por que no sabía si seguía mareada. Resultó que no, aunque si tenía las piernas un poco flojas. Pasó por el baño, por que le hacía bastante falta, e hizo un completo. Se miró al espejo y vió que tenía mala cara. El móvil estaba apagado, allí al lado del cepillo de dientes, enchufado y cargado al 100%. Posiblemente Golan no había querido dejarlo encendido, para que nadie la molestara. Después de todo, tenía una secretaria que podía coger sus llamadas.

Se dió una ducha, aunque le picaba la curiosidad sobre lo sucedido. Así que fue breve. Y como estaba en su casa, se puso cualquier cosa encima y salió con una toalla envolviéndole la cabeza y el pelo, en busca de alguien en casa. Golan no estaba, ni tampoco Kwan, Hwan o Wook. Las habitaciones de invitados estaban vacías, y de hecho la maleta que Kwan tenía en uno de los cuartos, y todas sus cosas en aquella casa, que no eran muchas, habían desaparecido.

No había ninguna nota explicativa, y era extraño. En las habitaciones de los niños tampoco había nadie, pero se vió atraída por unas voces en la zona exterior. Se asomó por una ventana como una auténtica maruja, sacando la cabeza, para ver a uno de sus guardias jugando al baloncesto con Faisal. "Al menos hay alguien", pensó, y se despreocupó, aunque no del todo. Su coquetería la hizo querer "estar presentable", así que se secó el pelo con el secador, lo peinó y se puso una ropa un poco menos tirada, aunque no se arregló para salir ni nada similar.

Pasó por la cocina, por que tenía un hambre de mil demonios. Y allí si que había una nota en el frigorífico, que había dejado Golan prendida de un imán. La cogió y reconoció su letra, que era "de médico". Ella siempre bromeaba sobre que no entendía una mierda de lo que él escribía. Pero la verdad es que si te fijabas un rato lo podías descifrar casi sin problema.

Notas de juego

Cariño.

Si te despiertas mientras no estamos, he ido con Tom al aeropuerto para despedir a tus hermanos y a Wook. Lamentan no haberte podido decirte adiós, pero el médico dijo que no debíamos intentar despertarte. Sufriste un desmayo, tenías bajas las defensas y te faltaba algo de hierro. El doctor Goldberg* nos dejó instrucciones y dijo que había que inyectarte vitaminas cada 12 horas hasta que despertaras, para que tu organismo se "pusiera a tono".

Los niños se quedan en casa, por si despiertas. No te preocupes, hemos hablado con la gente, han entendido el por qué. César insistió en venir a verte, y se pasó anoche un momento pero seguías dormida. Te trajo unas cosas de México, recuerdos y comida, que tienes parte en la nevera y parte en mi estudio, metidos en el armario. Unas botellas de tequila y pulque que están en el botellero. Ha sobrado comida de mediodía, y el frigo está lleno.

Volvemos en un rato. Te quiero.

*Es un doctor que vive y trabaja en el pueblo

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28/08/2016, 02:46
Laila Choi-Fehr

Venía hablando por teléfono con una amiga cuando entró en la cocina.

-Pues si, un rollo, la verdad. Waldo me llamó el otro día, había una fiesta en casa de Kirsten. ¿Quéee? Jajajajajaja. No jodas tía.

Se topó con ella y le dió un susto considerable. Como si hubiera visto un fantasma. Se llevó una mano al pecho y emitió una suerte de chillido muy gracioso.

-Ay... Que susto me has dado.

Volvió a pegar el teléfono a la oreja.

-No, tú no. Mi madre, que ha despertado ya. Hablamos por el messenger luego, ¿Vale? Jajajajajaja. Calla, no seas mala. Veeeenga, hasta luego.

Colgó y parpadeó mirándola como algo incrédula. Iba vestida de estar por casa, aunque llevaba puesta una chaqueta por encima. Ella insistía en que si salían del edificio en invierno se pusieran una chaqueta, aunque fuera para andar unos metros hasta la piscina o cualquier otro lugar del "complejo" en el que se estaba convirtiendo aquello.

-Parecías la Bella Durmiente. Papá se preocupó mucho, creía que estabas mal. Te llevó al centro de salud pero el médico dijo que solo era un desmayo, que necesitabas descansar. Y luego te trajimos de vuelta. Fue muy gracioso, por que estabas frita todo el rato, era imposible despertarte. Pero nos dijo que no debíamos hacerlo, que el cerebro se autorepara tras un desmayo y blablabla. O sea, que había que dejarte dormir todo lo que tu quisieras.

Se acercó a la cafetera y comenzó a prepararse un capucchino.

-¿Quieres un café? Papá te dejó algo de comer... Creo que es el tupper grande con la pasta, y el ceviche que te hizo el tío-abuelo César anoche. Estuvimos hablando un montón de rato de su viaje y de cuando te conoció cuando eras joven y trabajabas en el taller. Unas historias la mar de chulas.

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28/08/2016, 17:16
Queen Choi

Nombres gatos: Durga y Kali

¿Qué…?
Durga maulló trotando sobre ella para darle los buenos días.
¿Dónde…? Tardó un poco en tomar conciencia. Estaba en casa.
Estiró el brazo, Golan no estaba ¿Qué había pasado? “Madre mía que drama” pensó con las manos en la cabeza al recordar la escenita ¿La habría liado más gorda? “Oh Dios! Kwan!....”
El entumecimiento de tanto tiempo en la cama afloró al incorporarse. Necesitaba andar y darse una buena ducha, que la sangre circulara.
Cumplidos los deberes fisiológicos procedió a buscar a… alguien, quien fuera, por qué la casa estaba en un silencio de lo más raro ¿Seguiría dormida? ¿Estaba soñando? ¿Le habría pasado algo a Jon? Durga trepó hasta su hombro y el pinchazo de sus uñas la sacó de dudas. Kali apareció al trote cuando vio el cuarto de Kwan vacío. Suspiró apoyada en el marco de la puerta. Comprendió la situación. Era real, se había ido…

Después de vestirse desenchufó el móvil y bajó de piso. Tenía “HAMBRE”, un hambre atroz. A lo mejor por eso se había desmayado, llevaba más de una semana comiendo fatal y vomitandolo casi todo.
Quería guassupear a Golan pero el teléfono no paraba de actualizarse. La mayoría eran mensajes de un grupo que habían creado, llamado “Bella Durmiente” en el que, después de informar sobre su estado de salud, se dedicaron a subir cantidad de fotos chorra que le habían hecho mientras estaba frita ¡Hasta un video en el que comprobaban que nada la despertaba en el coche! –Cabritos…- se reía viéndolos. Había que reconocerles la creatividad. Golan también había grabado un video, pero no lo mandó al grupo si no solo a ella, uno en el que le susurraba al oído “Te quiero”.
Después de verlo encontró la nota del frigo “defensas bajas y falta de hierro…” Estaba claro que había pasado de 0 a 100 y ya no era una veinteañera. Sonrió pensando en lo lista que es la naturaleza, entendió el sueño.
 “Pues nada, habrá que comer” -¡Regalos!- dio un saltito, a veces seguía comportándose como una cría –Ay va… no le di a Tom y Amanda los suyos…- dejó la nota sobre la encimera y abrió el frigo. No le costó distinguir los tuppers de retales, enormes. Deliciosos macarrones al limón y… ceviche!!!!!!! A César le salía de muerte. Aspiró el perfume de aquellos manjares, pero que bien cocinaban los hombres de su familia! Comenzó a salivar de tal manera que se puso como una loca a sacar todo lo que necesitaba, vino… platos… servilletas… cubiertos… Las gatas se quedaron mirándola fijamente –Vaaale, vaaaaleeee- vació para ellas una lata de deliciosos taquitos de buey cocinados en su propio jugo que olía a gloria y les acarició la cabeza. Iba a sentarse cuando reparo en una grave ausencia –¡El pan!-
Laila la pilló con el cuchillo del pan y una hogaza en las manos. Queen también emitió un gritito ante la reacción de su hija, luego rió –Buenos días cariño!-
Le dio un beso en la mejilla  -¿Fue muy gracioso? Vaaaya, cuanta preocupación…- le guiñó un ojo divertida pellizcándole la mejilla –No te preocupes- declinó el café –Me lo tomaré después de comer- dijo regresando a la encimera y cogiendo uno de los tuppers para meterlo en el frigo –espera… César contando anécdotas? ¡Virgen de Guadalupe!…- se giró con los ojos abiertos como platos, César era su otro padre! Lo sabía todo de ella, hasta cosas que ella ni recordaba porque era muy niña. Mientras se calentaban los macarrones empezó a atacar el cebiche usando pan de cuchara –A saber…- exhaló con resignación –No he visto a Jon ¿Esta en casa? Por cierto…- paró de cortar pan –Que ha pasado con los titos? ¿Cómo estaba Kwan? He visto que ya se han ido… ¿Hace mucho? No se… cuéntame en general que ha pasado estos días y tal, como está Jon… esas cosas…- arrugó los labios.
Miró el móvil, por fin habían parado las notificaciones así que mandó un guassup al grupo general con un link al video de los backstreet guys "Backstreet is back", y otro aparte a Golan -¿Por donde vais?-

https://www.youtube.com/watch?v=6M6samPEMpM

Notas de juego

La receta de los macarrones:
http://www.cocinatipo.com/recetas/receta-de-macarrones-con-limon

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28/08/2016, 20:32
Laila Choi-Fehr

La cafetera comenzó a hacer su trabajo mientras ella abría el armario en busca de unas galletas de canela que le gustaban mucho. Golan compraba en San Fierro delicatessen en varias tiendas de importación de productos europeos, por lo que ellos se habían aficionado a las marcas de bollería francesa, que incluso en envasados eran mucho mejores. Las galletas de canela, sin embargo, eran la especialidad de los ingleses.

Su madre comía con auténtica gula. Ni siquiera se esperaba a que los macarrones se enfriaran un poco. Ella, sin embargo, estaba acostumbrada a aquellos espectáculos que ella también protagonizaba de vez en cuando. En cualquier otra casa se hubieran cruzado reproches sobre "te vas a poner como un tonel", pero llevaba toda la vida viendo a su madre comer así y estaba divinamente, que no le sobraba un gramo de grasa. Es más, si no comía así al parecer le podían dar chungos como el de aquel desmayo.

-Si, está en la piscina, para variar. Fai está ahí fuera jugando con Jonas.

Parpadeó por las preguntas, mientras se servía el café en una taza muy naif con los típicos mensajes que decían "eres genial" y cosas así.

-Uf, los tios. Kwan se sintió culpable de lo que te pasó y lloró un montón. El tío Hwan se cabreó otra vez con él... en fin, un show. Pero ya se quedó más tranquilo cuando el doctor dijo que tenías falta de hierro y todo eso. Eso si, estuvo esperando hasta el último momento a ver si despertabas antes de irse. Pero el tito tenía ya los billetes que había sacado Amanda y tenía que volver a Corea por motivos de trabajo, hoy mismo.

Sopló a la taza con un gesto muy gracioso antes de probar el café.

-Pues, se fueron hace tres horas, o así. Justo después de comer. El vuelo salía a...

Miró su reloj de pulsera, que era caro de cojones (se lo habían regalado hacía dos años para su cumpleaños).

-Dentro de quince minutos, me parece. Quizá ya están dentro del avión.

No le respondían al móvil, ya que ciertamente tendrían que estar ocupados, posiblemente volviendo en el coche tras despedirlos en el check-in. Tendría que llamar directamente a Hwan.

-¿Jon? Algo tristón. Estaba muy pesado, decía que quería bajar al pueblo. Papá dijo que hasta que no despertaras era mejor que no, por que si lo hacías preguntarías por él enseguida.

Dió otro sorbo.

-Entonces... ¿La petarda existía pero tenía novio? Espero que lo hubiera hecho por dinero, o amenazada. Por que si no es para arrancarle los pelos a tirones. La muy puta.

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29/08/2016, 01:45
Queen Choi

El microondas pitó. Sacó los macarrones y la cocina se inundó de un delicioso aroma a limón. Volcó gran parte del contenido en una ensaladera, volvió los ojos de gusto al dar el primer bocado. Ambrosía. Sí definitivamente necesitaba comer.
Observó cómo Laila tomaba su café con galletas. Los hijos son para los padres la obra de arquitectura más perfecta que existe y nunca dejan de fascinarles. Comía sin pudor, le gustaba eso, normalmente las chicas andan con un montón de soplapolleces de dietas fashion y postureo alimenticio, Laila no, excelente señal.
Le explicó la que se lió tras el desmayo, lo veía perfectamente en su cabeza. Fue el detonante para que aflorara hasta el más minúsculo de los rencores. Fijo que Golan estuvo a punto de hacerlo picadillo, inclinó la cabeza. Pobre Kwan, pobre Hwan, pobre Golan… y pobres todos los que tuvieron que presenciar la escena –Joder…-.
Y ya no había tiempo de ir al aeropuerto… -que mal…- Vaya, parecía que aún seguía sintiendo algo por Kwan… suspiró mirando el móvil –Luego hablaré con ellos…-
Las gatas tontearon alrededor de la banqueta, habían terminado de comer, las separó meneando el pie y con un par de palmadas las mandó a su cuna.
-Es normal que esté así- hablaba de Jon –se ha llevado una gran decepción y si le hubieras visto cuando le encontré… menudo susto…- cerró el tupper del cebiche –A saber las circunstancias de la chavala… seguramente los chinos la habrán coaccionado de alguna manera. Jon debe sentirse muy confuso, el amor no se esfuma así como así, aunque sepa la verdad tiene que procesarlo y aceptarlo, es como el luto.- suspiró –Papá me preocupa también ¿Tú como le has visto estos días? Después de lo de los abuelos encontrarse con todo esto…- negó con la cabeza recogiendo las migas de pan en la servilleta. Dejó un poco de margen mientras echaba los cubiertos y el plato en el lavavajillas –Hmm… me parece buena idea eso de bajar al pueblo ¿Te apetece? Podemos merendar allí, dar una vuelta, salir de aquí, incluso cenar en el Rex. Así papá descansa del trajín de estos días y le damos su capricho a Jon ¿Qué me dices?- encogió los hombros simpaticamene esperando respuesta . Fue a servirse el café y ya que estaba cerca de su hija le propinó un abrazo –¿Y tú como estás?- la miró sonriente –Voy a ver a tu hermano ¿Me acompañas? O… prefieres seguir hablando de la fiesta de Kristen?…- le chinchó haciéndole cosquillas en la cintura. Luego le dio un beso en el pelo, cogió su taza, echó una galleta a la boca y sacó el móvil para seguir revisando actualizaciones y avisando a la gente de que había despertado. Ardía de curiosidad de saber si Yong había hecho algún movimiento, dos días... era demasiado tiempo de inactividad.

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29/08/2016, 02:47
Director

Jon volvió de la piscina en unos minutos. Avisó a Faisal, y él habló con mamá. Todos estaban contentos de que estuviera de nuevo despierta. No contestaban al teléfono, y el avión debía haber salido ya, así que les dejó unos mensajes. Se arregló para bajar al pueblo y le dijo a Golan donde iba a estar. Aquello recordaba a viejos tiempos, antes del teléfono móvil cuando quedabas con alguien en un sitio determinado en vez de hacer un seguimiento exhaustivo de su persona a través de mensajes de texto.

Los niños estaban deseando de salir de la casa. Cuando llevas días ahí encerrado, y se supone que tienes que pasarte muchos más, comienzas a apreciar el "pueblucho ese" que habitualmente no te hace tanta gracia. Hasta se arreglaron un poco para salir.

¿Que tenía aquel lugar que embrujaba tanto a la familia? Ciertamente tenía una atmósfera especial, aún no contaminada por las masas de la ciudad decadente. Decían los profesores de universidad que su mundo se asemejaba a la caída del imperio romano, y que durante ella las grandes ciudades comenzaron a ser focos deficitarios, llenos de gente que demandaba mucho y producía poco, y que terminarían desplazados por un periodo en el que vida rural volvería a ser tan importante como lo fue antes del surgimiento del "feudalismo". En Paleto se daba el mismo proceso, y podía decirse que el feudalismo ya había comenzado... en su persona.

El caso es que fruto de los acontecimientos y problemas recientes, que todavía ocupaban páginas en la prensa local, nacional e internacional, les movían a valorar más aquel lugar. Razones tenían. Durante aquel atardecer de finales de febrero, cercanos ya al comienzo de la primavera, Paleto estaba precioso. Condujo con uno de sus coches sin prisa ninguna, disfrutando del corto trayecto hasta el pueblo. Las hojas seguían todavía amarillentas y rojas en aquel otoño tardío fruto del cambio climático, y la vida se desarrollaba en las calles con la languidez propia de una tarde fría con el aire limpio que salía del bosque y la humedad que venía del lago. Pasaron cerca de la bonita plaza del ayuntamientorecorrieron las calles de edificios de ladrillo, hasta la Dawson Street, esquina con la avenida Cuáquero, donde estaba la cafetería y pastelerías Leslie's, cerca del conocido restaurante "The Gallery".

No había mucha gente a aquella hora, pero la imprescindible para no sentirse solos. Los honrados currelas del pueblo salían de trabajar a aquella hora, y hacían un poco de vida social antes de volver a su casa para la hora de la cena. Margie, apenas una niña cuando ella llegó a Paleto, la hija del pastor de la iglesia metodista, le tomó nota de la comanda con una sonrisa en los labios, preguntándose ambas por la familia y la salud, ya que su madre siempre había tenido problemas con el asma.

Comieron unos pasteles y tomaron un café tranquilamente, mientras los niños miraban el móvil y ella revisaba el periódico. "Posibles conexiones con la mafia asiática internacional", decía el Daily. Eso, sin duda, era obra de Toreno. No se daban nombres, sin embargo, pero seguramente Wu Yong había bajado un poco el perfil para untar a algunos políticos, asegurándose su estancia y supervivencia en aquel país.

Hicieron tiempo, deambularon por el pueblo, saludaron al alcalde en la tienda de mascotas, a Gupta, que salía de tomar un café, incluso se cruzaron con la sobrina de Otis que salía de trabajar de la fábrica de zarzaparrilla. Era viernes otra vez, y el ambiente estaba animado. Golan contestó a sus mensajes, y quedaron en "el nuevo restaurante", abierto el año pasado y que era un competidor de altura para el Rex: el cousins.

Algo más pijo y moderno, lo que le faltaba en raciones XXL le sobraba en una cocina más decente. Admitamos que el Rex es un restaurante de fritanga, orientado a los camioneros que pasan por la cercana Ruta 69, y que por lo tanto no se iba a quedar sin clientes. Era un restaurante más familiar, por que lo contaba con detalles graciosos. Paleto crecía lentamente, aunque sin perder su esencia serrana y pueblerina, de la que estaban muy orgullosos. Se sentaron cerca del tractor, una de las mesas más solicitadas, y revisaron la carta. Todo cocina del país, con profusión de carnes a la brasa y platos de las cuatro esquinas de la geografía americana. Era uno de esos restaurantes de hamburguesas, costillas y ensaladas césar en los que quedaban las parejas jóvenes para ponerse hasta las trancas de hidratos de carbono, se celebraban cumpleaños, cenas de empresa y similar.

Tardaron un poco más de lo que habían dicho, pero al final llegaron. Golan, que le dió un beso y le hizo doscientas preguntas sobre como estaba y si se veía bien. Ladlow que traía ganas de comer, pero se mantenía silencioso como siempre, aunque más alegre. Dijo que quería volver a casa, pero ella se negó. Había traído su regalo para él, y se lo quería dar. Además, él era ya parte de la familia. Algo así como "el tío Ladlow". No iba a estar solo para lo malo, así que le invitaron a comer. La familia reunida, en Paleto, disfrutando de la compañía de los vecinos, cenando en un restaurante local, con la seguridad de que, al menos de momento, ningún loco o gilipollas llegaría allí para matarles a tiros.

La vida era buena cuando todo iba bien.

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29/08/2016, 04:06
Golan Fehr

No se había despegado de ella desde que había entrado en el restaurante. La miraba de vez en cuando, como maravillado de que estuviera bien. Tenía hambre y comía por tres, lo que significaba que estaba bien. A veces le cogía la mano o le daba un beso en la mejilla. Uno valora más lo que tiene cuando cree que lo va a perder, y aunque Golan llevaba 18 años tratándola como una reina, no dejaba de comportarse como cualquier otra persona en una situación similar.

Los niños bromeaban sobre sus tonterías, y ellos comían aquellos megaplatos llenos de patatas fritas y salsa barbacoa. Había estado triste por lo de sus padres, y en cierto sentido le seguía doliendo. Luego estaba lo de los actores, pero nada le había dicho sobre ello. Al parecer, no le echaba la culpa, y eso le daba un respiro.

-Hwan estaba muy triste pensando que estabas mal por culpa suya y de Kwan. Supongo que estarán más animados cuando lleguen a Corea, pero les faltan un montón de horas de viaje cruzando el Pacífico. Llamó otra vez el tal Lester, por si podía quedar contigo, y le dijimos lo que pasaba. Por cierto, César había dicho que si despertabas este fin de semana, el domingo a mediodía quedaríamos para barbacoa. Así que... ya no tienes excusa.

Sacó algo de la cartera, un papel doblado, y lo puso delante de ella. Era un folleto informativo del desafío de la chuleta, con unos campos en blanco para rellenar, y entregándolo servía como inscripción para aquel año.

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31/08/2016, 16:59
Queen Choi

Abrumó a sus dos hombrecitos a base de besos, Jon se dejó más dulce que de costumbre, pero el siempre revoltoso Faisal acabó zafándose sonrojado. Aunque finalmente la abrazó por iniciativa propia confesando que le había preocupado mucho.
Su preciosa camada de tigres… fue gracioso cuando las gatas quisieron unirse al festival de cariños.
Estaban aburridos así que la idea de bajar a Paleto les pareció estupenda. Se arreglaron y disfrutaron de una tarde típica de pueblo. Paseando, charlando con los vecinos, visitando comercios locales y comiendo. Comer en la familia Choi era equivalente a respirar.
Merendando la pusieron al día de cómo iba el tema de la enseñanza a distancia y ella les comentó algunas actividades que podían hacer para entretenerse (y de paso entrenar, aunque eso no lo dijo para que no parecieran más deberes) como apuntarse con Cletus, que ya no enseñaba solo paracaidismo, pues había ampliado el negocio de cara al incipiente turismo de ciudad con ganas de sentirse salvaje.
Que Golan no respondiera al móvil la había puesto nerviosa. Corriendo los tiempos que corrían la paranoia saltaba a la mínima. Por suerte fue solo eso, paranoia. El beso de reencuentro fue como lluvia después de un sofocante verano.
Él la colmaba de atenciones y ella disfrutaba dejándose querer, cuando se puso pesado preguntándole sobre su estado de salud le susurró al oído que iba a necesitar que “alguien” le pusiera unas cuantas "inyecciones" más… Golan dejó de preguntar, cuando volvieran a casa pensaba descorchar un rosado y disfrutar de una de esas noches que empiezan en el sofá.
 
Comieron como osos, hablaron de tonterías y se olvidaron del mundo, pero como era de esperar, salieron sus hermanos a colación –Me lo imagino, que rabia me da no haber podido despedirme…- respondió a su marido –Siento el susto, no lo vi venir… será el stress supongo… Me da tanta pena que se hayan ido con el disgusto en el cuerpo, llévabamos tanto sin vernos…  sin embargo, aunque suene un poco cabrón, a lo mejor sirve de acicate para Hwan. Quien sabe… - se puso un poco mohína –Bueno, siempre podemos planear un viajecillo cuando la cosa esté más tranquila-. Quiso ser optimista, la sensación era extraña, como si se hubiera ido un hijo ¿Síndrome del nido vacío? La vida y sus etapas siempre tan sorprendentes
-¿Excusa? ¿Cuándo me he resistido yo a una barbacoa de César? Es más… ¿Cuándo me he resistido a una barbacoa?- rieron todos –Ay, se me ha olvidado mirar los regalos que dejó. Lo que me recuerda…- se agachó y sacó una bolsa de papel que estiró hacia Ladlow –Un regalito de Israel, fue verlo y me acordé de ti- Los ojos de Queen centelleaban de ilusión, una de las cosas que más le gustaba era regalar cosas, dar con el regalo perfecto, ver la alegría en la cara del otro. Dentro había dos paquetes. Uno era una camisa veraniega, estilo a las hawaianas que el usaba pero con un estampado muy chulo de barquitos típicos y fauna del Mediterráneo y el otro una pulsera de marroquinería con la repro de un amuleto antiguo engastada –Espero que te gusten, en Israel hacen un algodón estupendo, super fresquito, y la pulsera me dijeron que el grabado es un hechizo antiquísimo, de tiempos del rey Salomón o por ahí. Para que te proteja- hizo un gesto muy adorable hacia Tom.
En el coche llevaba también los regalos de Amanda, le guassupeo por si le apetecía tomarse el postre con ellos o si prefería que se pasara por su casa y así darle los paquetes.

-Pobre Lester, llevo días mareandole y aún ni he mirado el dossier que me dejó- se cruzó de brazos –mañana es muy precipitado… iré el lunes a hablar con él…-
Pensaba en voz alta, impepinablemente tendría que reunirse con Amanda para organizar la agenda. Estaba absorta en la tarea de organizar mentalmente los próximos días cuando Golan dejó un folleto delante de ella. En seguida supo lo que era y sonrió como una chiquilla, hasta se sonrojó un poco. En seguida afloró su lado divo y teatral –Vaaale, vaaaale, si me lo suplicáis de esta manera… creo que podré sacrificarme y participar- hizo palmas y hasta dio botecitos en el asiento mientras lo rellenaba. Esos detalles eran la clase de cosas que la llenaban de felicidad y la hacían sentirse querida.

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31/08/2016, 21:48
Director

https://www.youtube.com/watch?v=Ng-eYklcmEM

Barbacoa con los amigos. Todos sabemos como termina eso, la verdad. Las barbacoas eran para ellos como una tradición. Daba igual que llevaran meses sin quedar todos juntos, que cuando hacían una barbacoa temblaban carnicerías y supermercados. Por eso, y por que se juntaban muchísimos y solían manchar muchos platos, las quedadas las hacían rotando "la sede" cada vez. Aunque es justo decir que Queen solía organizar la mayoría, tampoco se quedaban atrás los Vialpando. El "rancho de César", una gran propiedad en Palomino Creek, también había visto muchas de aquellas quedadas de colegas.

Se juntaron muchos, entre ellos los habituales. Aunque Zero vino solo, ya que no podían dejar al enano (demasiado pequeño para ese tipo de cosas) solo en casa, el resto de los imprescindibles estuvo. César hacía tiempo que usaba para las barbacoas un delantal con una cabra astral de Jay, Herbie, en homenaje al que ya no podía seguir disfrutando de aquellos encuentros.

Barbacoa mexicana, lo cual quería decir que se hacía mucho pollo, chuletas, carne de cerdo en general, fuentes con guacamole y salsa de tomate, montañas de tortas de trigo para hacerte tus fajitas, verduras, cebollas, pimientos cortados, queso de fundir, espetones de gambas hechas con salsa y cajas y más cajas de cervezas mexicanas, conocidas en el mundo entero como "atontaniñas". Entraban muy suaves y fresquitas, y te tomabas una, y otra, y otra.

Hablaron con los amigos de siempre, se sintieron arropados por la familia. Su extraña e interracial familia. ¡Hasta estuvo Hwo! El hombre siempre ocupado que trajo a unos chicos "para que vigilaran tranquilamente" mientras él comía y bebía muy chistoso, a veces acaramelado con su señora, que cuando estaba en casa de su papi era la hija perfecta y le ayudaba en todo. Aquellos dos eran los hombres de su vida, no cabía duda alguna.

Los primos hablaron y bebieron un poco. Los padres estaban chispados y tampoco iban a poner el grito en el cielo. Sabían que a veces salían con los amigos y bebían, aunque no tuvieran edad, y por unas cervezas "no pasaba nada". Ximena estuvo todo el día picando piedra con Jon, con más paciencia que el santo Job, interesándose por él y sus cosas, abordando una vez el tema de como estaba con lo del engaño. Luego jugaron a varias cosas de adolescentes, entre ellas el "yo nunca", y cuando los mayores estaban fritos en camas y sofás (el lugar era tan grande que había cama para todos) ellos se tiraron a la piscina vestidos, en un arranque de locura, y se dieron el primer beso. Y luego vino otro, otro... y otro. La minería a veces tiene sus recompensas.

Al día siguiente, cada uno a su ritmo, se levantó, dió cuenta de la montaña de sobras, se hizo la última carne y cada cual volvió a su casa. Pero Queen tenía cosas que hacer, y las había pospuesto desde hace mucho tiempo. Así que cuando dejó a los niños en casa, tomó uno de sus flamantes deportivos, le puso una matrícula falsa y se echó a la carretera a toda pastilla para llegar rápido a la distante Los Santos.

Se había leído el dossier, así a vuelapluma, antes de ir a la barbacoa. Tenía un cacao de nombres, conexiones, direcciones y clientelas políticas. Pero necesitaba que Lester le aclarara todo aquello, pues para eso le había pagado. Llegó a una casa, la dirección que él le había dado. Llovía y hacía frío fuera. Era una zona pija, en las colinas de la ciudad, nada que ver con su antiguo tugurio. Sin embargo, no se le escapó el detalle de que el sitio tenía una tapia alta de ladrillo y sistemas de seguridad, aunque más discretos de los que antes solía usar. Era una casa pija, se notaba que había invertido bien el dinero el último gran golpe.

Al final la puerta se abrió. Caminó unos metros desde la tapia hasta la puerta principal, que se abrió lentamente. Pero no era Lester el que abrió, y eso la sorprendió. La sorprendió de cojones. Era una mujer de la edad de Les, rubia. Y como se cruzó de brazos, pudo ver que tenía un anillo en el dedo. Un anillo de casada.

- Tiradas (1)
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31/08/2016, 22:26
Pamela Crest

Parpadeo, momento tenso. ¿Y ésta? No sabía si se había equivocado de puerta o no.

-Tu debes de ser "Queen". Lester me ha hablado mucho de ti. Por favor, pasa, no te quedes fuera.

Pasó, mirando el interior con curiosidad. Era una casa moderna, pero estaba decorada con gusto de mujer. Nada que ver con aquel antiguo antro de Les, que parecía más bien la guarida de un orco. Así que no le extrañaba que lo hubiera vendido. La llevó al salón, y pasaron junto a un alegre perro que dormitaba frente a la chimenea. El suelo era de calefacción radiante, pero el frío apretaba y el pobre animal necesitaba cobijo.

-Se llama Pebbles, es una perra muy buena. Ella y Les salen siempre por la mañana a correr. Está poniéndose en forma ahora, dice que se hace viejo...

La invitó a sentarse y le ofreció algo, té, café, un chocolate o algo así. Luego cogió el fijo de la casa.

-Le has pillado en el taller, tenía una revisión del coche. Le diré que estás aquí y que venga en cuanto pueda.

Tuvo una conversación telefónica breve, al cabo de la cual colgó y fue a prepararle lo que ella pidió. Tuvo ocasión de ver las revistas que había en la mesa, y no eran nada parecido al "cosmopolitan" ni chorradas de esas. Eran revistas sobre armas, geopolítica, pesca y perros. Temas todos apasionantes.

Cuando regresó con las tazas humeantes, vió los papeles del dossier que tenía sobre la mesa, por que tuvo que apartarlos para que ella colocara la bandeja.

-Les fue a tu casa un par de veces, pero no estabas. Creo que no quiere que me conozcáis, para protegerme y todo eso. Es un caballero, pero se preocupa por todo. Yo le ayudé a conseguir la mitad de esa información, y estamos bien preparados en caso de que alguien intente entrar en casa.

Cogió un mando parecido al de la puerta de un garaje, y al dar a un botón se dieron la vuelta varios cuadros. Allí había unos armarios armeros con chalecos antibala, pistolas, subfusiles y otras cosas, incluídas dos máscaras antigás, unas granadas de lacrimógeno e incluso un lanzacohetes antiguo del ejército. Le volvió a dar al botón y esas cosas desaparecieron detrás de los típicos cuadros de autor local, mayormente paisajes de la ciudad, el mar y las colinas.

Ella sonrió de manera muy cariñosa.

-Supongo que en tu casa pasa algo parecido. La fachada... es importante. Pero vivimos vidas extrañas, aunque intensas. Tenía ganas de conocerte, así que me alegro de que estés aquí, a pesar de las precauciones de mi marido.

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01/09/2016, 17:32
Queen Choi

Llevó a Amanda sus regalos (un vestido veraniego con bordados tradicionales y una hamsa de ópalo azul en un cordón de plata) y un dulce del restaurante. Luego regresaron a casa contentos, los niños se desperdigaron por la casa y ellos se quedaron con el salón. Tontearon cual adolescentes , besuqueándose sin parar, escurriendo las manos bajo la ropa, chupando, lamiendo, acariciando y al final, sofocados y medio desnudos corrieron a terminar de volverse locos en la cama. Se durmieron con las primeras luces del día.
El sábado pasó plácidamente, todos hicieron el vago bien a gusto, incluida Queen que leyó el dossier con terrible desgana. Aún notaba cierto cansancio puesto que hubo cosas que aun leyéndolas cinco y seis veces no terminaba de entender.

La barbacoa fue lo que suelen ser esos saraos, risas, charlas, canturreos, piscineo, tragar como pozos sin fondo y acabar arranados entre copazos y porros contando batallitas. Hwo era un espectáculo cuando decía de soltarse, hablaba un poco más, no mucho, pero tenía una gran vis cómica. La coña recurrente de ese día fue la mano cortada de Wu Gao.

Los primos se lo pasaban siempre bien juntos, quizás esta vez la pequeña de los Choi-Vialpando se quedó un poco descolgada por ser la más niña de todos y no estar aún bajo el influjo de las hormonas.
A Mary y Queen no les pasó desapercibido el pico-pala que se traían sus hijos mayores. Igual que a la mañana siguiente supieron lo que había pasado, las madres saben eso, por eso al despedirse Queen le susurró al oído a su prima –Yo ya he cumplido, no quiero volver a oír ni una palabra del tema. Dejémosles tranquilos y no nos metamos ¿Vale?- la miró significativamente. Conocía bien a Mary y lo meticonas que pueden ser las madres mejicanas.
Por lo pronto lo importante es que se les veía felices “Una mancha de mora con otra de verde se quita”, a ver por donde salía luego la cosa ¿Estaría Jon preparado para una temperamental adolescente latina?

Dejó a la tropa en casa, se cambió de ropa y a la carretera. Como disfrutaba conduciendo.

La nueva keli de Lester no fue tan impresionante como la mujer de acero que la recibió. Al principio pensó que se trataba de una tipa a lo “tea party” pero luego, con eso de que había ayudado a hacer el dossier… empezó a pensar que se trataba de algún tipo de ex-agente  ¿NSA? ¿CIA? ¿FBI? La verdad es que eso le daba igual. Nunca había perdido el contacto con Les, principalmente una relación laboral pero nunca dejó de interesarse por su estado de salud, por cómo le iba… ¡Le invitó a su boda, maldita sea! Y sin embargo… nunca le contó nada de aquello. Ahora mismo se sentía como si estuviera en casa de un extraterrestre. Llovía fuera, muy acorde con sus sentimientos.
-Gracias muy amable. Diría lo mismo- dijo tomando el café–pero… no tenía conocimiento de tu existencia… confiaba en saber de la vida de mis amigos sin necesidad de investigarles, pero se ve que me equivocaba- intentó sonreir –perdona, no quiero ser grosera contigo, es solo que estoy… sorprendida- el café estaba muy rico, lo saboreó con gusto –Han sido días turbulentos, muchas desgracias juntas y todas de improviso. Lamento haber mareado a Les, pero no hay mal que por bien no venga, así hemos podido conocernos- tamborileó los dedos en la taza –Bueno Pamela… se me ocurren dos cosas. Podemos mantener una incómoda y artificial conversación… o podemos entrar en materia- señaló con los ojos el dossier -Estoy segura que cualquier cosa que Lester quiera decirme la sabrás tú de sobra. Además así ahorramos tiempo, me iré pronto y Les no tendrá por qué sentirse incómodo conmigo por aquí haciendo peligrar su pequeño paraíso-.
No tenía delante a ninguna ama de casa tonta y aburrida, suponía que valoraría que la tuviera en cuenta de aquella manera -¿Qué me dices?- Si lidiaba bien con su aplastante sinceridad se iban a llevar bien.

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01/09/2016, 19:21
Pamela Crest

La escuchó y la cazó al vuelo. Lester hablaba de ella como "una conocida", pero no sabía que ella tuviera aquel concepto de él, que le considerara su amigo. En realidad...

-Tienes que entender que Lester nunca ha tenido "amigos de verdad". Incluso a veces es muy distante con Michael. Le ha costado larguísimos años hacerse amigo de esos dos, por así decirlo. No es nada personal, imagino. Él no suele hablar de mi a casi nadie, y yo tampoco lo hago de él. Es nuestro... pacto. La NSA me busca desde hace años, por vender secretos y traficar con información. Si oficialmente "no existo" es mejor para todos. Por eso suelo usar una identidad falsa cuando salgo de ésta casa.

Parpadeó, bebiendo un poco de té.

-No me quiero disculpar por él, pero si decirte que lo siento. Michael cree que tengo otro nombre, al igual que Franklin, y no saben en lo que he trabajado. Ahora tu lo sabes, y aquí tienes mi número de móvil -dijo, pasándoselo con la aplicación contacless- Espero que eso sirva para no le guardes rencor. Él te aprecia de veras, aunque como ya te digo es muy despegado.

Cuando le habló del dossier y quiso entrar en materia ella sonrió.

-Bien, te hablaré de eso. Tu enemigo lleva años preparando el terreno, comprando o intentando comprar a políticos del área metropolitana de San Fierro y en Jefferson D.C para cubrirse las espaldas. El problema, su principal preocupación, es que el dinero no inspira miedo. En realidad tu no eres un objetivo prioritario para él, tiene grandes planes en éste país. Planes que involucran tráfico de influencias con altos cargos militares y venta de secretos a la República de China. Planes empresariales también, para hacerse con un conglomerado de empresas importante e ir "reventando nuestro sistema" desde dentro. Es el ojito derecho del presidente chino, y ésto en realidad es una guerra entre ambos países.

Reflexionó un momento sobre lo dicho, bebiendo más té.

-Contigo quiere dar ejemplo. No es un loco de la venganza, aunque quiere que pienses eso. El mensaje es bien simple, y sirve de advertencia para todos los que están intentando llevar un doble juego mientras cobran de sus sobornos: a él no le importa llevarse por delante a inocentes para matar a un enemigo. No le importa ser escandaloso, ni usar medios "fulminantes" para quitarse a alguien de en medio. El problema es que, has hecho lo mejor que se podía hacer para joder ese mensaje: has sobrevivido. Ahora tu vida para él es una afrenta, una afrenta que le hace perder crédito en éste país, que le está haciendo perder aliados que no están dispuestos a meterse en camisa de once varas. Por eso yo te recomiendo que, en adelante, hagas lo que hagas lo disfraces para que parezca obra suya. Y haciendo eso, irás desmontando su red de influencias como si fuera un castillo de naipes.

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02/09/2016, 17:03
Queen Choi

Sonrió.
Jugaba bien sus cartas la señora y desde luego quería a su marido, había sacrificado su máscara como muestra de buena voluntad en compensación por el feo que le había hecho Lester.
-De lo que no cabe duda es de que Lester te quiere, has logrado lo inimaginable- ladeó la cabeza de un modo desenfadado. La espinita no se la iba a quitar nadie, pero Pamela no tenía culpa, así que con esa frase cambió el rumbo de la conversación –un romance de lo más pintoresco, seguro- un hacker y una agente de la NSA… la clásica historia del agente y el criminal que se atraen, muy peliculero, aunque no conseguía imaginarse a Lester como un tío manly seduciendo a la chica. Claro que siempre se ha dicho que los más paraditos suelen ser bestias en la cama… Prefirió apartar de su cabeza la imagen de Les en medio de una escena de sexo tórrido.
Hablaron moviendo páginas arriba y abajo, cuadrando unos datos con otros. Queen asentía mientras señalaban ciertos detalles. Le comentó como había detectado submarinos en su empresa y de maniobras similares en el puerto. Negaba con la cabeza, si el Topo levantara la cabeza… su hijo un colaboracionista, nada de honor ni deber familiar, era… un chupatintas!… Claro que ahora entendía por qué actuaba con semejante impunidad “Cobarde, con un gobierno cubriéndote la riñonada cualquiera se pone chulito”. Hasta le dio un poco de pena, que lo último que quedara del linaje Wu fuera una marioneta del gobierno. Acabarían quitándoselo de en medio seguro y de la forma más perra, así eran los chinos, una máquina trituradora de gente.
Todo aquello le robó bastante brillo a la peli que se había montado ¿Qué satisfacción había ahora en acabar con él? Y lo peor ¿En que lugar quedaba ella? Resultaba que no era más que un peón? ¡NO! ¡Ella era una reina! Se sintió herida en su orgullo.
-¿No soy un objetivo prioritario para Wu? Eso duele…- puso unos morritos muy graciosos –aunque ya se habrá dado cuenta de que me ha infravalorado, espero que le quede un poco de orgullo. Espoleando su ego será fácil distraerlo- sonrió pensando maldades, disfrutaba troleando a sus contrincantes.
–No le subestimo claro… cuanto más burlado se sienta más agresivo será, pero también más descuidado. Llegará el momento en que sus cagadas no podrán disimularse y le dejarán con el culo al aire…- Miró los papeles desperdigados sobre la mesa, cantidad de nombres en ellos. Moverse iba a ser un puro ejercicio de acrobacia, como en la peli esa de ladrones en la que entrenaban en una habitación llena de hilos de lana con campanitas. Con razón Toreno estaba interesado en volver a contar con ella, aquello era mierda muy dura. Pero donde cualquier otro se habría cagado de miedo Queen se sentía cómoda, esa es la diferencia entre la gente corriente y los héroes de leyenda, o así lo veía ella.
-Intentó pintarme como la mala con lo de Chinatown y se le vio el plumero, no volverá a pasar- meneó el dedo negativamente -Ya tengo a gente tras su pista ¿Has visto los últimos titulares?- Suspiró  cruzándose de brazos–Estos chinos… que predecibles… Confucio y el puto Chin Shi Huang Di hicieron polvo el cerebro de esa gente, les extirparon la humanidad y los convirtieron en cáncer… por suerte estamos los coreanos para llevarles la contraria- sonrió –Pequeñitos pero matones. Por eso nos odian tanto. No les entra en la cabeza que David sea capaz de vencer a Goliath. Serán muy buenos en matemáticas pero aparte de eso no saben usar el cerebro para nada-
A nadie más que a Queen se le ocurriría sacar a colación a un rey que llevaba miles de años muerto y convertir su historia en una suerte de retribución histórica. Aunque no le faltaba razón, la historia habría sido muy distinta si los reinos combatientes nunca se hubieran unificado en ese monstruo que era la China actual.
-Tengo un par de cafés pendientes así que nos pondremos manos a la obra a hacer la cama- le guiñó un ojo –por cierto, sobra decir que estás invitada a venir a casa cuando quieras. A todo esto… ¿Cómo debo llamarte?-

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03/09/2016, 01:39
Lester Crest

Hablaron un rato más. Alicataron detalles, preguntó nombres concretos, detallaron conexiones. Ella comenzaba a urdir sus planes, y Pamela le señaló lo importante con postit de colores, algo que casi ya no se veía (ni entre el mundo estudiantil). Pero en esa casa eran bastante 1.0 y "Old school" por motivos más que justificados.

Quedaron en que se pasaría por Paleto a tomarse un café, posiblemente confudiéndose con la multitud en el Desafío de la Chuleta, una cita que se acercaba cada vez más en el calendario. Se despidieron con una sonrisa, mientras afuera la lluvia no hacía si no intensificarse. Al parecer, una de esas tormentas del Pacífico que cada vez eran más frecuentes había llegado a la costa todavía con fuerza suficiente para convertirse en una lluvia de tres pares de cojones.

Y cuando salió por la puerta, se cruzó con él, que tenía las llaves en la mano. Alzó la mirada, creyendo que era su mujer, pero sus ojos se cruzaron con los de ella. Y no hizo falta más. Se quedó en aquella postura estúpida unos segundos más, con la mano levantada y la llave entre el índice y el pulgar. Y luego bajó la mano, y compuso un gesto extrañado.

-¿Te vas ya? Espera poder... tomarme algo contigo.

Queen se cruzó de brazos y su mujer se asomó por detrás, haciéndole un gesto. Ambos sabían que significaba ese gesto.

-Lamento que hayas tenido que enterarte... así. Pero la quiero tanto que debo reducir el número de personas que saben de su existencia. Y tu tienes... mucha familia.

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04/09/2016, 02:28
Queen Choi

La profesionalidad hecha carne. Le encantó irse con el dossier bajo el brazo lleno de post-its y notas. Era como volver a la universidad. En casa Fehr-Choi no era raro ver tochos de papel encuadernados con anillas y lengüetas de colores (guiones, contratos y demás historias de las producciones de Golan). En la era de la informática el papel se había convertido en el formato más seguro, inhakeable, no en vano el gobierno alemán encabezó el retorno a los archivos en formato físico.
La reunión con Pamela había ido de maravilla y no tenía ganas de que ese buen sabor se estropeara por un incómodo encuentro con Lester. Tampoco quería llegar a las tantas a casa. Total que se despidieron encantadas de haberse conocido bajo promesa de volver a echar una tarde de cafés.
Creyó que sorteaba el encuentro cuando se topó con Lester cara a cara. Podía haberle soltado un estufido aprovechando esa coletilla de “Y  tu tienes… mucha familia” pero se conformó con la cara de bobo que se le quedó a sabiendas de que la había cagado.
-Te veo bien- parpadeó -Tienes suerte, es una gran mujer. Enhorabuena- dijo con cara de póker tirando a seria. Le palmeó el hombro, abrió el paraguas hizo un gesto simpático para despedirse de Pamela y bajó los escalones camino del coche.

Menudo tiempo de mierda se le había echado encima. Consultó el pronóstico en el móvil, le esperaban unas cuantas horas de tormenta antes de que conducir fuera seguro. No era ninguna temeraria y, aunque su coche era una máquina perfecta, los riesgos con mal tiempo se multiplicaban por cinco. Así que se quedaría por la ciudad matando el tiempo.
Guassupeo a Golan para informarle del retraso y de paso preguntó si querían que les llevara algo de Los Santos.

Resintonizando la radio mientras conducía saltó uno de esos canales nostálgicos, sonó “Why can´t we be Friends?” y entonces se le encendió la bombillita. Ya tenía algo que hacer, iría a Los Santos Rock Radio y pagaría por una semana de canciones con dedicatoria para Yong. Grandes éxitos como “I will survive”, “i don´t care anymore”, “Take on me”, “Ain´t no mountain high enough”, “Never gonna give you up” y por supuesto “Why can´t we be Friends?”.
Entonces cayó en la cuenta de que por allí andaban Michael, CJ y Franklin así que les mandó un mensaje conjunto por si les apetecía tomarse un algo con ella. Disfrutaría mandando un selfie de la reunión a Lester y hacerle sudar un poco.

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04/09/2016, 03:07
Director

Afuera caía la de Dios es Cristo. Se había refugiado en una cafetería de Bean Machine en la que pudo aparcar a unos metros de la puerta. Aún así, se mojó de camino a allí a pesar del paraguas (caía con viento racheado). Comenzó a cruzar mensajes con los demás. Sabía que cayendo aquella manta de agua no iba a seducir a muchos, pero el resultado fue un poco descorazonador. Franklin no estaba en su casa, si no en la oficina de uno de los negocios que llevaba, una compañía de taxis en la ciudad. CJ nisiquiera estaba en la ciudad, ya que como promotor musical estaba cerrando un contrato en Vice City con unas jóvenes promesas de la música latina.

El único que contestó fue Michael diciendo lo siguiente. "Gracias por acordarte de mi cumpleaños :P. Lo que queda de mi familia está conmigo en casa. Pásate si se te apetece un trozo de tarta". Revisó la fecha de su perfil de redes sociales, que normalmente le avisaba sobre los cumpleaños. Pero con todo el tema de estar out unos cuantos días apenas había mirado la sección de efemérides, ya que no le tocaba personalmente ninguna fecha cercana.

Madre mía, que palo. Reunión familiar con los hijos de Michael, y esperaba que sin su ex. Hacía tres años que, finalmente, se había "separado de mutuo acuerdo" con Amanda. Ella le había chupado hasta el tuétano antes de irse, y la referencia no era para nada sexual. Según sabía, ahora su hijo vivía con él "para cuidarle" y para no tener que pagar una casa propia. Suma eso a una hija que era una estrella de poca monta de la tele nacional, casada con un capullo pijo de Vinewood, y tenías un cóctel perfecto.

¿Ir o no ir? He ahí la cuestión.

- Tiradas (1)
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05/09/2016, 22:27
Queen Choi

Vaya papeleta, se quedó a cuadros maldiciendo su estampa por haber mandado aquel mensaje. Una cosa era quedarse colgada y otra pringar de aquella manera.
Los hijos de Michael eran el epítome de lo que ningún padre quiere. Concretamente la hija, Queen, la quería a tres metros y con un palo, representaba lo peorcito de Vinewood. No tenía ni putas ganas de aguantarla dándose ínfulas e intentando que Golan la enchufara en algo. Una cretina al estilo diChaurón pero encima ordinaria.
Sin embargo Queen sentía el deber de, al menos, tener un detalle con Michael. Le guassupeó:

-Y no prefiers q t rescate?
-:P
-Prdona l dspist
-No e mirado la agend n días
-Tengo q hacer un recado
-Pro m paso a llevart un detalle
-ok?
-:)
-Luego tiro para casa
-Qm spern unas cuants horas d viaje
-^^U

Suspiró mirando el temporal a través de la cristalera ¡Qué manera de llover!

Ya que estaba con el teléfono se puso a mensajear a todo Cristo con las típicas frases que denotan aburrimiento “Q haces?”, “Como van las cosas x casa?”, “M aburro” o “Ojalá existiera el teletransporte”.
Consultó en internet la dirección de la emisora, buscó también una enoteca  por la zona (pensaba regalar a Michael un buen champán) y, después de pagar y comprar una caja de bollos rellenos, sacó dinero de un cajero que tenían en la puerta y corrió al coche. Que desastre, con tanto viento y humedad se le iba a estropear el peinado.

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06/09/2016, 01:16
Director

Poco a poco la lluvia fue disminuyendo en intesidad. Lo que pasa cuando cae una tromba de agua semejante es que las alcantarillas se llenan de agua y ésta termina saliendo por las tapas. Un caos de drenado que hacía a los coches circular sobre auténticos ríos. No quería protagonizar una de esas escenas que salían en las noticias, pero allí estaba, protagonizándola. Iba a ser casi imposible subir a casa de Michael, ya que él vivía a pie de las colinas, y por allí bajaban ríos.

Pasó por la radio, un medio siempre "de capa caída" pero que nunca terminaba de desaparecer. Mientras hubiera gente que viviera pegada a un volante, la radio seguiría existiendo para entretenerles. No estaba muy convencida de que fuera a escuchar aquello, o que se diera cuenta. ¿Escucharía la radio alguno de sus esbirros?

Golan le dijo "vuelve a casa", estaba preocupado por lo de la tormenta, y la verdad es que era normal que lo estuviera. En realidad, salir de la ciudad era lo más fácil, por que las autopistas desaguaban enseguida el exceso de lluvia y el camino a San Fierro tenía una leve pendiente hacia arriba, que hacía que el agua no se acumulara. Se disculpó con Michael y quedó en mandarle algo por correo, un detalle "más apropiado". Él le dijo que no pasaba nada, sabía que estaba lejos y no había venido a la ciudad por él.

Condujo de regreso a casa con la sensación de haber tirado el día a la basura. De no haber acertado en nada. Y así pasó hora y media por la autovía, aburrida, escuchando música. Entonces vió un desvío que rezaba: "Monterrey Park", y se acordó de los informes. Se acordó de aquel era el feudo de Wu. Y no lo pudo evitar, quiso "echar una ojeada".

En aquella zona ya clareaba, a pesar del atardecer, y la luz era muy bonita. Se dió cuenta de que aquello, más que pueblo, era una ciudad, una pequeña ciudad. Era un lugar residencial de clase media, con un toque moderno. Aquello apestaba por doquier a blanqueo de capitales y refugio de hombres de negocios chinos del país.

Flipó bastante. Los chinos siempre querían hacerlo todo más grande, hacer ostentación de su poder y riqueza. Aunque había negocios con letreros en inglés, el toque chino se veía por doquier. Se estaba poniendo enferma por momentos. Ella, que era... vamos a admitirlo claramente, bastante racista con esas cosas, se estaba dando cuenta del chiringuito que Wu Yong tenía montado en el país que ella más amaba. Y eso la ponía putamente enferma.