Kellemport comienza a fijarse en los símbolos del suelo buscando coincidencias. Nada, parece que no tienen relación, aunque es difícil decirlo sin entender ninguno de los dos dibujos.
- ¡Padre Quintana! - llamé a voz en grito. - Necesitamos que baje a echar un vistazo a una cosa. Sally, usted también. Sólo será un momento. Pero tranquilos, el sótano es seguro. -
Mire a Herr Käpitan... puede que nuestros compañeros supieran más acerca de aquello...
- Madre de Dios... !!! susurró el padre Kintana mirando hacia el pasillo. - parece que algo ha entrado en la casa... Señor Kellemport, Kapitan !!! grito el reverendo para que los demás pudieran oirle. - Parece que algo o alguien hubiese entrado en la casa. - un vaho siniestro salía de la boca de Kintana cuando este hablaba. La temperatura de la habitación descendió por lo menos 10 grados de golpe. O al menos, eso le parecía a él.
Crucifijo en mano, el reverendo retrocedió varios pasos, hasta situarse junto a la trampilla de acceso al sótano. - Sally...! - llamó el reverendo en apenas un susurro, pero Sally parecía haberse quedado dormida junto al señor Peter.
Con la hoja todavía en la mano, saco la pistola y subo los escalones a la carrera.
-¡Voy en su ayuda!
El ruido me sobresalta y hace que pegue un bote en el suelo. Escucho las palabras del padre Kintana y del Capitán: ¿Qué ha podido ser ese ruido? Susurro, no muy segura de que alguien lo haya producido.
Al subir, el Käpitan en cuentra a Kintana junto a la trampilla, crucifijo en mano, con rostro preocupado y manos temblorosas. Parece hacer más frío que hace un rato en ese lugar. Y todavía se oyen unos golpes suaves que vienen del pasillo. "Toc... toc... toc... toc..."
Guardo el flautin junto al otro en el bolsillo de mi gabardina.
Empuñé mi revólver también y salí corriendo escaleras arriba tras el Käpitan...
Alguien había entrado en la casa y estaba más que dispuesto a averiguar quién.
- Guarde esa hoja Käpitan. Es una prueba. - susurré al ver que todavía la sostenía en la mano. Con la linterna en la mano izquierda apunté en dirección a donde escuchaba los golpes del pasillo...
Miré afirmativamente al Käpitan para asegurarme de que nos cubriríamos mútuamente y pegué mi pared junto a la entrada para sorprender a cualquier posible intruso...
Al acercaros a la zona de la que proviene el ruido, veis como la puerta principal está abierta de par en par, produciendo esos molestos ruidos a causa del viento que la empuja hacia pared produciendo ese Toc, toc, toc. Una fuerte ventisca se encuentra fuera, y por la puerta entra un frío inaguantable.
Tiradas de descubrir, ocultas.
Os incluyo solo a vosotros dos, porque creo que sois los únicos que avanzáis hacia el pasillo.
Tirada oculta
Motivo: descubrir
Tirada: 1d100
Dificultad: 70-
Resultado: 44 (Exito)
ahi va
Me guardo la hoja y asiento al detective desde la pared de enfrente.
Tirada oculta
Motivo: Descubrir
Tirada: 1d100
Resultado: 17(+25)=42
Para no hacer trampas, asumamos que dejé mi reflector sobre el escritorio del sótano y dependo de la luz de John.
Apretando el enorme crucifijo contra el pecho, el padre Kintana señalaba en dirección al pasillo, aliviado por la prontitud de respuesta de sus compañeros. - Se ha escuchado un ruido muy fuerte. - dijo sin dejar de señalar hacia el pasillo. - Y después... después este frío... Tal vez solo sea una ventana que se haya abierto por la tormenta... - dijo tratando de calmarse. Seguramente habría una respuesta lógica para aquel sobresalto. Aquella casa le ponía los pelos de punta. ¿Y si ya no estaban solos en la mansión, y si algo hubiese entrado?
Asiente de manera vehemente al escuchar la explicación del reverendo, mientras me levanto: Si, una ventana. Habrá corriente, no es nada. Susurro más para mi que para el resto.
Con la puerta abierta en la oscura de la noche os da la sensación de ver una sombra... la punta de un sombrero. Sí, parece que hay alguien ahí fuera.
- ¿Quién está ahí? Identifíquese. Voy armado. - dije en voz alta y firme. Mientras apunté con la linterna y la pistola hacia la puerta de entrada de la mansión tratando de identificar a quién quiera que estuviera allí.
Incluyo a Garibay y Sally pq supongo que me oirán dar la voz aunque yo esté junto a la entrada de la cocina con Herr Käpitan... ¿no?
Aquella sombra apenas se movió... Os pareció ver como de espaldas a vosotros tiraba un cigarrillo al suelo. La linterna no parecía alumbrar lo suficiente, pero veis como aquella forma humana permanecía frente a la casa, junto a la verja por la que entrasteis al principio, mientras el viento seguía moviendo la puerta y os ponía los pelos de punta.
Hice una seña al Käpitan y avancé rapidamente apuntando con la linterna y mi arma hacia esa misteriosa figura...
Fuera quien fuera iba a darnos explicaciones, y no le dejaría escapar.
Y dicho esto me lancé a la caza...
Confío en que el Käpitan vaya conmigo, pero no pienso dejar que escape.
Al ver a Kellemport lanzarse hacia al figura, corro también hacia ella.
Sigo a Kellemport, por supuesto.
Comenzais a caminar hacia el porche, y desde allí, hacia el exterior, sin apartar la mirada de aquella figura, iluminando con vuestra linterna. En ese momento, os da la impresión de la figura se vuelve hacia vosotros, pero parece difuminarse, desintegrándose. Os encontráis entonces allí parados, en el porche, mirando a un sitio donde no parece no haber nadie... pero hace dos segundos... allí... había alguien... ¿O no?