Partida Rol por web

El estallido de Moonchild me sobresalta levemente, pero su gruñido despierta mi instinto de manada, haciéndome gruñir con él, y me lanzo a su lado acompañándole.

María pasa delante de la línea y los demás la siguen. En ese momento, ni bien la vampiresa ha pasado sobre el suelo marcado un temblor se siente en todo el castillo. Las paredes retumban como si tratase de un terremoto sólo que nada se mueve, simplemente se siente ese atronador sonido. El mismo dura aproximadamente unos cinco minutos, que parecen eternos. Luego, todo vuelve al silencio. Sin embargo a cada uno de los miembros del grupo les da la impresión que lo presenciado es simplemente la antesala a un nuevo tipo de horror.

Todos estáis del otro lado de la línea ya, y cerca de los niños que yacen sobre el suelo.

Mientras Mark habla con Alan sobre el mejor curso de acción y le explica que hay una niña abajo pero no dos pequeños, sino un ser que no saben si es de los malos o no, un temblor se siente en todo el castillo. Las paredes retumban como si tratase de un terremoto sólo que nada se mueve, simplemente se siente ese atronador sonido. El mismo dura aproximadamente unos cinco minutos, que parecen eternos. Luego, todo vuelve al silencio.

Los tres: Alan, Eva y Mark se miran como esperando lo peor. Sin embargo no se siente ya el ruido, todo es silencio.

Me agacho tras haber intentado no caerme con el temblor y compruebo si mis temores no son ciertos con los niños. Hago la señal de la cruz antes de hacerlo y comienzo a comprobar el lugar donde estan por si puede borrarse el dibujo o algo.

Tenemos que tener cuidado. Abrire la puerta, pero procurad no entrar como locos, no quiero perder a nadie. Donde estara la maldita daga?

Eva espera con impaciencia junto a Alan, observando cómo la corpulenta gárgola baja por el oscuro pozo y vuelve a subir preocupado pero sin ningún niño, lo cuál desconcierta a la bruja hasta recibir la explicación pertinente.

-¿Estás loco? Las balas podrían rebotar o desviarse y dañar a la niña, no puedes disparar ahí dentro- niega con la cabeza convencida, momento en el que ahoga un grito debido al extraño temblor que se produce en todo el lugar, mirando el castillo de reojo con los azulados ojos abiertos como platos.

-Vamos a tener que darnos prisa... sube sólo a la niña y si ése ser empieza a seguirte estaremos listos para "recibirlo". Date prisa- apremia a Mark y se aleja apenas un par de pasos, cerrando uno de sus puños el cuál empieza a brillar con una electricidad azulada mientras en el otro aprieta la mística daga.

-Venga Mark no nos queda mucha tiempo..

Permanecía cogido del borde del pozo mientras a lo lejos se escuhaba como si un edificio se estuviese derrumbado. -¿Qué demonios será eso?..- De momento le resto importancia y solo espero que los demás se encuentren bien.

Eva parece prepararse para lo peor. Retrocedo unos pasos para dejarle espacio a la gárgala y le recuerdo otra vez lo que es mejor que haga allá abajo. -Solo tienes que coger a la niña y subir. Si algo no va como tiene que ir saca esa metralleta que tanto te gusta pero no hagas ninguna locura ¿de acuerdo?- Con la vía libre Mark puede empezar a bajar. Mi piel empieza a coger un tono mas oscuro debido a la transformación de cuco.

Está bien.... solo espero que todo salga bien, tanquilos no dispararé aunque si tuviera la daga sería una ventaja la verdad...

Comienzo a bajar de nuevo por el pozo lo más silenciosamente posible para no despertar a la bestia

Durante unos segundos permanezco agazapado con las orejas gachas a causa del estruendo que sacude los coimientos del castillo.

Asiento ligeramente con la cabeza a las palabras de María. A pesar de la rabia que corre por mis venas, la intento contener al máximo para no volver a actuar instintivamente. Visiblemente furioso me coloco tras María para que abra la puerta, flexiono mis patas manteniéndolas en tensión.

Con un leve gemido aviso a Helen para que se coloque a mi lado y se prepare para actuar si fuera necesario en cuanto María abra la puerta.

Con un solo movimiento me situo al lado de Moonchild, al otro lado de María, la cabeza baja, las patas en tensión, y los dientes al aire en un gruñido bajo y sordo.

La gárgola baja, despacio, intentanto no hace demasiado ruido pero una de sus alas, aunque plegada, golpea contra la pared provocando que algunas piedras se muevan y rueden hasta el suelo. Cuando termina de bajar, se queda callado, esperando. La niña lo mira y la criatura sigue durmiendo.

Mark avanza unos pasos, ahora la pequeña podrá verlo. Tiene que pensar bien cómo actuar. Puede tomarla con rapidez y volver, pero corre el riesgo de que la chiquilla se ponga a gritar y despierte a la bestia. Puede intentar tranquilizarla, puede incluso adoptar su forma humana pero necesitaría ropa para cubrirse. Lo importante es que mucho depende de él.

Eva y Alan observan todo con cautela. Alan le transmite a Eva la escena gracias a una banda de polillas que ha enviado abajo a vigilar y, mediante los ojos de los insectos, el cuco sabe lo que pasa. La bruja, por otro lado, siente que algo va a salir mal. Además le preocupa el no saber del resto de los compañeros, pero prefiere tomar una cosa a la vez.

María descubre que el dibujo no se puede borrar. Está hecho con alguna tinta especial o algo. Katherine, Moonchild y Helen tratan de sacar a los niños de los pequeños agujeros donde están durmiendo. Helen tira de la camisa del primero y con un empuje de sus patas lo saca de allí. Moonchild hace otro tanto con una pequeña y Kate toma al tercero entre sus brazos. Comenta con horror:

-Está... está frío...

María asiente.

-Está muerto. De alguna manera necesitan seis niños muertos... pero hay tres espacios más.

La vampiresa prefiere dejar las deducciones para más tarde. Ahora pueden volver por la puerta por la que entraron o intentar abrir el portón negro que se encuentra en medio de las estatuas. También tienen que ver como cargar a los tres niños si es que los van a sacar aunque han fallecido. Helen y Moonchild deberían volver para ello a su forma humana.

Mis insectos nunca me abandonan, nunca lo hacen y no dejan de transmitirme lo que ven allá abajo. Le voy diciendo como va la situación a Eva, aunque no marco mucho ese detalle ya que puede desviarme de la concentración que tengo con las polillas.

-Ya ha llegado abajo...- Le confirmo a Eva la posición de la gárgola.

Es entonces cuando le trasmito algo a mis compañeros voladores. -No dejéis que se despierte la bestia. Mantenedle dormido y haced que sueñe con un mundo lleno de flores y de bondad. No creo que sueñe peor pesadilla que eso. Venga chicos, se que podéis hacerlo..- Sin abrir los párpados trato de enviarles la imagen que tengo en mi cabeza para que se la transmita a la bestia que está durmiendo al lado de la niña, ya que es mas que probable que despierte al escuchar los fuertes movimientos de la gárgola.

Para nada intento coger a la niña, nada más llegar abajo la guiño un ojo y le hago entender que soy amigo levantando el pulgar. Acto seguido me llevo dedo a la boca en señal de silencio, señalando despues a la bestia dormida.

Acto seguido me doy la vuelta y le señalo mi espalda a la niña para que se suba y señalo hacia arriba, para que entienda que quiero sacarla de alli.

Soy amigo. Le susurro muy bajito

Eva observa por enésima vez a su alrededor con el ceño fruncido, totalmente tensa ante una situación que se le antoja demasiado larga.
-Bien, al fin...- responde a la información de Alan con un hondo suspiro y se mantiene a cierta distancia del pozo, más o menos un metro, más pendiente del jardín y de otros posibles sucesos extraños que puedan producirse a su alrededor, recordando todavía al ser de la bañera.

A fin de cuentas no puede ver el interior del pozo debido a su oscuridad y profundidad, así que prefiere dejar espacio para la corpulenta gárgola y estar lista para cubrirle de ser necesario. Algo bastante probable.