Partida Rol por web

Moonchild se queda atento a cualquier sonido mientras la vampiresa se comunica con la central. En segundos Ludwig atiende:

-¿Qué tienen para mí? ¿Han encontrado a Alan y Eva?

María contesta:

-No aún, pero tengo algo que no está escrito en ningún idioma que yo hable y además tiene un sello de Dragón como firma. Es muy frágil, temo romper el papel sólo con tocarlo.

La chica lee, como puede, parte de lo que está escrito. La gárgola, del otro lado de la línea, contesta:

-Es una parte transcripta del libro de los Muertos. Sólo los necromantes saben ese lenguaje y, de nuestra Coorporación, sólo los zombies y brujas avezadas saben parte del lenguaje. Pero más que nada precisamos la ayuda de uno de nuestros zombies. Mmm... deberías ir hasta el cementerio Municipal de Istar, allí encontraras a Bub, es uno de los nuestros.

María interrumpe:

-¿Y Alan y los demás?

Ludwig dice

-Moonchild deberá quedarse a buscarlos o puede que tú te quedes y el vaya. No me importa el orden, pero alguien tiene que llevar los papeles. No podemos hacer ésto por teléfono. Ah, y Stone está aquí con nosotros pero no sabemos nada de Marcus.

En cuanto Alan se propone a escuchar tras la puerta sienta abrirse una tras él. Se oculta en su forma de sombra cuando ve salir a Peter, más bien dicho Eva. El cuco sale nuevamente a la luz y la abraza con alegría. Finalmente la ha encontrado, ella parece asustada, lo que no es de extrañar. Tampoco tiene su equipo encima.

Ahora queda por revisar la puerta de la izquierda, la segunda por la que Alan iba estaba escuchando cuando salió la muchacha, todavía con la forma del pequeño, y aquel portón que da a una especie de jardín central.

El cuco no había oído nada extraño detrás de la puerta que estaba por abrir, todo era silencio.

Ire yo replico tras escuchar al jefe y miro a Moonchild antes de colgar  Voy al cementerio, tenemos una pista, Alan y Eva estan por aqui, encuentralos, hemos perdido a Marcus por lo que parece los mios estan desapareciendo, tengo un mal presentimiento, pero espero que no tan malo como el que niego sacudiendo la cabeza Me encamino hacia la puerta y salgo haciendo el mismo recorrido con calma guardando los papeles en mi chaqueta Volvere pronto con ayuda, solo resistid

-¡Alan...!- exclamó la aguda voz del pequeño Peter inundado de alegría por un momento, hasta que después de darle una abrazo le golpea en la pierna.
-Cómo vuelvas a intentar que te maten lo haré yo misma, ¿perdiste el juicio?- pregunta negando con la cabeza en tono de reprimenda. Sin duda el cuco era un caso perdido, seguiría comportándose de esa forma tan poco recomendable siempre, porque así es como era.

-¿No es extraño que te dejaran vivo? Y que conste que me alegro pero aún así...- empieza a mirar a su alrededor y las distintas puertas del pasillo, deduciendo por cuál ha venido Alan y preguntándose cual de las otras tres elegir.
-Es como un concurso de televisión... ¿con cuál nos quedamos?- observa las dos frente a ellos y finalmente la situada en el extremo, de la cuál parece provenir algo más de luz.

Sigo con la oreja pegada a la puerta tratando de escuchar algún sonido del otro lado. Sin embargo, el ruido viene en la dirección contraria y hace que giroe sobresaltado apretando el mango de la daga con fuerza entre mis dedos para ver quien es el causante del ruido.
Al ver al pequeño Peter poliformado

-¿Eva...? Al principio me quedo en mi sitio desconfiando de que esa no es Eva, pero cuando se acerca, me abraza y me da un puntapié con ese sinuoso tono de voz no hay duda de que es ella y me alegro enormente al verla ante mi y sentirla aunque tenga esa aparencia de niño.

-Creí que ya no volvería a verte de cuclillas me mantengo mirando esos ojos que si que son de Eva con ambas manos sobre sus pequeños hombros. Pensé lo mismo.. añado cuando ella desvía la mirada para mirar a su alrededor al tiempo que me levanto. ..la cosa es que sigo vivo y no creo que tarden mucho en venir a buscarnos.. sonrío hacia un lado.

La puerta que descansa tras de mí es la elegida en el concurso. Puesto que las otras ya les he examinado, excepto la del fondo que me dio a entender que daba a un lujoso jardín. -Esa de ahí da a un jardín. La otra es una cocina bastante vieja. Solo divisé algunos cacharros viejos y un caldero con caldo de un olor insportable, pero no la examiné a fonfo..
Solo queda saber que se esconde tras esta puerta. Por cierto, sería mucho pedirte que vuelvas a tu forma habitual..-

Sin ningún miramiento alargé el brazo para girar el picaporte y que la puerta se abra tan solo una pequeña brecha para poder recorrer su interior poco a poco y con seguridad..

-De ahí vengo yo y no hay nadie, puedes abrir...- le da una pequeña patada a la puerta para abrirla, provocando que Alan casi caiga de cara al suelo por lo que contiene la risa pero no una sonrisa traviesa que enseguida disimula.
-A mí también me gustaría regresar a mi cuerpo, pero aprovecharé este todo lo que pueda... Así si nos encuentran seguirán pensando que Peter está aquí, no podemos desperdiciar ese factor- suspira y entra de nuevo en la sala en la que despertó maniatada. De hehco las cuerdas aún están en medio de la sala, justo sobre la alfombra rojiza, en cuyo lado opuesto hay otra puerta.

-¿No sería más fácil intentar escapar pro el jardín?, ¿o sigue habiendo niebla...?- pregunta a su compañero mientras le sujeta el borde de la chaqueta y le estira hasta una mesa negra flanqueada por candelabros.
-¿Reconoces eso?- señala un extraño símbolo que decora el mueble.

Joder, de acuerdo ves para allá, nos reuniremos más tarde... la idea de separarnos no me agrada, pero dadas las circunstancias me veo obligado a permanecer en el lugar y  buscar a Alan y Eva. Al ver partir a María un escalofrío recorre cada centímetro de mi cuerpo. Sin dudarlo ni un segundo comienzo a caminar por la sala alerta a cualquier sonido que resquebraje el ambiente.

De nuevo un olor atenaza mis sentidos, inclino la cara hacia arriba para poder percibir tan extraño olor con mayor precisión, inspiro y expiro forzada y sonoramente, como lo haría un animal.

Mientras trataba de abrir la puerta lo mas despacio posible por si hubiera alguien en su interior, Eva, parece tener un plan entre manos al reconocer lo que guarda el interior de la dicha.
La puerta se abre con tal golpe que casi me voy al suelo de morros, menos mal que me agarré del picaporte y su deseo de verme caer no se hizo realidad.

-Puff, jajajajaja.. ¿pero tú estás loca? No era mas fácil decirme que no había nada ¿no?... A pesar de que ella ya dice que la sala está vacía trato de distinguir algo que no hubiera visto mientras ella comenta que es mejor mantenerse con esa forma de niño. Cuando me doy la vuelta la veo entrar en la habitación que deduzco que ella apareció sin una respuesta clara, vuelvo a fijarme en la sala vacía y giro sobre mis pasos.

...no, esta vez no había niebla, me da que estamos en su propia casa... Antes de que ni siquiera pueda divisar la sala me atrapa con su mano para obligarme a ver un extraño símbolo Pues... trato de estudiar el simbolo cogiendo uno de los candelabros para acercarlo aún mas a el y así recordar si lo he visto por algún sitio..

En vista de la llamada, cuelgo y me dirijo al castillo.

María se dirige al cementerio, a cumplir con los objetivos dados por la Gárgola Jefe, en ese momento ve algo en las sombras y se va a esconder cuando la figura aparece ante ella y se introduce, con la rapidez habitual de un vampiro. Marcus dice:

-Creo que me necesitan aquí, me han comentado la situación, he venido a ayudar.

María debe decidir si es conveniente que Marcus la acompañe hasta el cementerio o que siga hasta encontrarse con Moonchild. Ambos están en las puertas de entrada del enorme Castillo, no se ve niebla en el momento por la zona pero nadie asegura que no vendrá en segundos. Pensando en eso, el vampiro le comenta a la chica:

-Ludwig me dijo que tratamos de evitar las zonas con niebla densa, ¿vale?.

La joven asiente mientras recapacita en qué decisión es la mejor.

Moonchild ha decidido quedarse y, aunque un escalofrío recorre su espina dorsal al comprobar que está sólo, sabe que su decisión era la correcta. Aprovecha el momento para, como un animal, subir su cabeza y respirar con fuerza el aire que le rodea. Hay un hedor que no tiene que ver con la antigüedad del castillo o con la humedad natural, hay un olor a muerte y el lobo cree que puede identificarlo. Lo hace y entonces reconoce la pestilencia. Son los hombres de blanco, hay dos en el castillo y ese hecho hace que el hombre lobo tenga mucha precaución en no ser visto.

Sigue oliendo y entonces identifica un sutil aroma, parece un niño pero no lo es. Es Eva y está cerca. Sin embargo para seguir la ruta más directa hacia ese aroma debe pasar por la puerta del cántico. También podría probar por el portón, aunque no sabe a donde conduzca.

Alan, pese a las negativas de Eva, entra en la habitación en donde la chica estaba siendo retenida. Se acerca a la mesa, cubierta con un mantel negro y con candelabros encima, sobre la cual hay un dibujo extraño. Es un dibujo rojo, circulado por un óvalo blanco. Parece una especie de dragón con cuernos. Alan nunca ha visto nada semejante. Si tuviera su celular podría sacarle una foto y comentarle el descubrimiento a Ludwig pero, por lo pronto, debe confiar solamente en su memoria.

Eva está nerviosa, siente que cada segundo que pasa son más vulnerables pero no quiere perturbar a su compañero. Ahora les quedan dos opciones, la puerta que aún no han abierto y la que da al enorme jardín. El hecho de que la chica aún conserve su forma de crío simplemente la hace sentir más vulnerable, pero al menos no está sola. Con Alan cree que todo irá bien.

Debo ir al cementerio asi que si quieres Moonchild eta dentro y necesitara ayuda. Tal vez yo tambien, pero debo llevar esto Marcus encuentra al resto Eva esta dentro, la ha olido.

Eva observa alternativamente a Alan y la mesa con el extraño símbolo inscrito, pero tras varios segundos parece quedar claro que es tan desconocido para su compañero como para sí mismo.
-Intentemos memorizarlo, puede ser importante... Quizá represente a su organización o al que los ha invocado, quién sabe- centra nuevamente su mirada en la superficie de madera, frunciendo el ceño y observándolo de cerca hasta quedar lo suficientemente satisfecha con el análisis de cada detalle. Aún así será difícil recordarlo.

-Creo que por el jardín tendríamos más posibilidades de escapar sin más... Sin embargooo...- estira la última sílaba, suspirando hondamente -Me han quitado una daga que me entregó la mujer a la que fuimos a visitar, Lady Dashow. Dijo que contenía un secreto y debería ser usada en el momento oportuno o algo así... El caso es que creo que es importante y deberíamos intentar recuperarla- observa con seriedad a Alan, aunque bajo el aspecto de Peter resulta un poco más difícil tomársela del todo en serio.
Aún así asiente con convencimiento y finalmente se dirige a la única puerta que queda por inspeccionar, abriéndola con lentitud y cuidado para poder observar lo que tras ella.

Se abre la última puerta que queda por descubrir. Allí parecen quedar los restos de un baño: una tina sucia llena el cuarto de pestilencias. Eva se acerca un poco y vé que está llena de un líquido negro, el mismo es de un color tan oscuro que no deja entreveer si hay algo dentro. Además de la tina, se ven escombros y algunos muebles de baño, también hay un espejo partido al medio.

Alan abre el gabinete de baño y encuentra la daga de la que la joven le hablaba. Se la muestra a Eva y la chica asiente, es la misma pero no entiende como puede estar aquí descuidada si es algo tan importante.

En ese instante se escucha un burbujeo que proviene de la tina.

-Se nota que es una habitación que no usen demasiado...- arruga y mueve la nariz con desagrado, mirando la bañera a una distancia de varios metros prudenciales, preguntándose qué diablos puede ser ese líquido, pero al menos no apesta horrorosamente cómo sería de esperar.
Asiente a Alan, pero después aldea su pequeña cabeza algo extrañada.
-¿Es la auténtica?, ¿por qué está en un sitio como este? O es falsa, o una trampa... o quizá no sepan lo que es realmente- espera fervientemente que sea esto último, empezando a sonreír sin llegar a terminar, puesto que en la bañera empieza a suceder "algo" que hace que se decante por la segunda posibilidad expuesta.

-Esto... ¿nos vamos...?- propone empezando a retroceder hacia la puerta por la que entraron, bien dispuesta a cerrarla con cuidado cuando Alan también haya salido.

Dejo el candelabro apoyado en su sitio tras haber memorizado ese símbolo al detalle, es posible que al salir de la puerta ya se me haya olvidado en cualquier caso antes de abandonar la sala soplo la vela del candelabro dejándo la sala totalmente a oscuras. A pesar de estar a oscuras aún sigo con la mirada puesta en el símbolo y dando unos pasos hacia tras buscando la mano de Peter para salir ya. -Será mejor que salgamos... prefiero no hablar de ese símbolo y eso se nota por el miedo de mis palabras.

Salimos hacia la única sala que nos queda por visitar (excepto la del jardín). Abro la puerta para aventurarme el primero por delante de Eva y vuelvo la miradar para dar un vistazo a la bruja, cuando veo al pequeño Peter dejo clara mi memoria y esbozo una sonrisa que ella no entenderá el porque de esta al esperar ver a la carismatica bruja en vez de al pequeño. Vuelvo al frente y me cuelo en el baño donde veo una daga, casualmente es identica a la daga que Eva me habló hace escasos minutos. La llamo y se la tiendo para que la visualice. Justo al marcharnos, algo se oye en el interior de la bañera..

-Espera.. susurro al percartarme de ese burbujeo. Le hago un gesto para que espere en la puerta y me acerco a la tina para ver la causa de ese extraño burbujeo similar al de una persona

Una mano de piel totalmente negra sale de la tina, tiene sus dedos largos y fibrosos y afiladas uñas, en forma de garfios salen de cada uno de sus dedos. La bañera sigue burbujeando y parte del líquido se esparce por los costados.

-Demonios, Alan, ¡no empieces...!- se queja pro lo bajo Eva, frunciendo visiblemente el ceño cuando el cuco decide acercarse a la bañera.
A veces da la sensación de ser algo masoca... ¿qué espera que vaya a salir de ahí dentro? Nada bueno, de eso no cabe duda y comprobarlo es un error.

Parece que esta vez, y por desgracia, Eva lleva razón, pues una mano putrefacta y extraña sale del agua, como si fuera el interludio de lo que vendrá después. Sinceramente, ella preferiría no estar presente para entonces.

-¡Alan...!- insiste retrocediendo tan sólo un paso, deseando fervientemente empezar a correr y salir por el jardín. Si estuviera sola ya hace rato que lo habría hecho... y sin embargo aquí está, con un cuco con complejo de héroe que parece empeñado en meterse en más problemas dentro de sus propios líos.

Al final se decide y se acerca con mayor decisión a su compañero, sujetándole del pantalón para empezar a tirar de él y largarse del cuarto antes de que sea tarde.