Partida Rol por web

Observabas el grisáceo paisaje a través de los sucios cristales del antiguo autobus que habías cogido apra ver a aquella ciudad, donde incontables recuerdos de tu pasado aún vagaban por las calles.

No te había fijado mucho durante todo el viaje, pero cuando decidiste alzar la vista durante unos segundos para descansar un poco la vista del monótono paisaje, observas que aquel autobus era una rica congregación racial.Unos cuatro negratas ocupaban la parte trasera del autobus, esuchando esa típica música de negros con ritmo.Una familia de chinos estaba situada a un par de asientos del tuyo, un crio d elos dos que tenían no paraba de quejarse, y lo peor es que lo hacía en esa lengua mierda que no la entendía ni Dios.Era realmente frustrante.Frente a tus asientos, se encontraba un hombre de piel pálida y ojos azules, seguramente procedente del este de Europa.Parecía ser más tranquilo y reservado que el resto, callado y de vez en cuando echando una cabezadita.A unos asientos detrás del tuyo se hayaba un hombre adulto, latino amerciano, 150 kilos y bello hasta por el último resquiciio de su piel.Sus ronquidos se unían a la melodía de los negratas y de la voz constante del crio amarillo.

Una vez más piensas que deberías haberte esperado al siguiente autobus, pues aún intentando quedarte tranquilo e intentar ignorar a todos esos peculaires personajes, se te volvía realmente difícil.Parece que el paisaje cambia de puro asfalto y campos de hierba seca, a un paisaje de pequeños, medianos y grandes edificios.Algún que otro cartel luminoso estaba encendido a pesar de que aún la luz del día ocupaba las calles.Tras parar en varios semaforos, finalmente el autobus para, y su conductor grita con su voz grave y algo hebria.

-¡Última parada...!- era un hombre con sus kilitos de sobra.Se podían apreciar las manchas de sudor guerreando en su camisa azul.Su barba de tres días le daba un aspecto más aun desagradable del que aún tenía, sin contar el el repudiable olor que soltaba esa maldito saco de grasa.Almenos no era el típico obeso amargado, mantenía una sonrisa algo extraña,pero al fin y al cabo era una sonrisa.Las puertas se abren.L único que te faltaba era coger tu posible equipaje y bajar del bus, ya estabas de nuevo en tu dulce hogar, como no, después de Escocia.Bajas las escaleras y te encuentras en la mismísima Chinatown, no había otra parada mejor....maldito gordo.

Tenías un teléfono público a unos metros, tu móvil, y la ciudad nuevamente bajo tus pies.Ya no tenía a nadie con quien confiar.Te traicionó hasta el tipo que te metió en el cotarro, ese negro te vendió, y era lo que menos te esperabas.Aunque por una parte le dabas las gracias, pues te enseño que aunque tuvieses un amigo único e inseparable, no te fies de él, no te fies de nadie en Staunton Island.

¿Qué haras?

Tras un viaje jodidamente aburrido, en un bus que parecía la puta ONU, Jimmy bajó despacio. Contempló, por unos segundos, el sitio donde estaba: Chinatown.

-Joder..

Se dijo. En el peor barrio donde podía tocarle, tuvo que bajarse. Aunque pensándolo bien, no sabía si le darían curro. Pese al problema de don Benicio ¡Los macarroni fueron los que les mataron! Él solo bebía...odiaba que se nombraran el nombre de dios en vano, como bien le enseñó su familia escosesa, de profundas raices cristianoprotestantes, y cuando Benicio se cagó en su dios, no pudo reprimir las ganas de partirle una botella en la cabeza. ¡Coño! su padre también se lo hacía de crío y ahí estaba, vivito y coleando y sano mentalmente (o eso creía él).

Jimmy anduvo hacia un lateral del bus y sacó de los bultos su petate color verde, a lo militar, y lo cargó en su hombro.

-¿Que haría ahora?

No podía contar con el negrata, se la había clavado bien por el culo sin lubricarse con aquel sucio trato que le llevó a tener que huir de la ciudad. Dios pone a todos en su lugar algún día, claro que, él iba adelantarse.

Pero para eso necesitaba muchas cosas: Para empezar, necesitaba pasta. Mucha pasta. Luego un jodido negocio. Y cuando se expanda, también necesitaría cabrones armados, a poder ser, lechosos irlandeses y escoseses como él mismo, pero puestos a pedir....

Lo que necesitaba ahora era jalar. Jalar y priba.

Jimmy se acercó a la acera y anduvo por esta.

-Quan lo....Sushi...¿donde puedo comerme un puto filete con patatas?

Murmuró, observando las cartas de los escaparates de los restaurantes de la zona. Tenía un par de pavos, igual podía comer una mierda amarilla de esas.

Jimmy 4 balas entró en el local, el tintineo de la puerta hizo llamar la atención de los empleados. Detestaba a los chinos, la verdad, para empezar: no sabían hablar, luego hablaban entre ellos en ese idioma de monos que tienen, y por último, se las dan de Bruce lee cuando iban a pelear. Jimmy era del plan...

*Flashback*

En una pelea callejera, Jimmy se enfrentaba a dos chinos con navajas, uno de ellos intentó apuñalarlo, pero Jimmy le tiró la botella de birra en la cara y luego le pegó una patada en los huevos a lo David Beckham. El segundo amarillo, al ver lo que pasó, echó a correr, pero ya habían cabreado a Jimmy lo suficiente como para ir detrás de él con cara de loco.

-A ver cuanto te cabe en el culo,  Jackie Chan jajaja

Dijo Jimmy cuando le dio caza al chino, lo colocó contra la pared, le bajó los pantalones, y cogió un trozo de madero del suelo para luego...

*Fin del Flashback*

Aquel recuerdo le hizo sonreir de lado, divertido, como en una gracia que solo entendía el. En fin, que Jimmy era muy suyo y tenía estilo propio. El escoces se sentó en un sitio libre y puso su petate en el asiento de al lado, mientras hacía tiempo para que el camarero le preguntara que quería comer, él rebuscó en el petate algunos de sus papeles, quizá tendria algun número de telefono de alguien que le diera curro.

Mientras el escocés buscaba distraido en su petate, se le muestra un tipo de clara procedencia china y rasgos orientales, portando un atuendo azul que le rodeaba todo el cuerpo atado con un cinturón blanco.Tenia un cuenco ente sus manos, frotándose con un paño blanco....o almenos lo era porque ahora tiraba par aun gris oscuro con algunas descosidas.Te mira algo extrañado y pensativo.

-Eh....extranjero ¿eh?- te dice algo confiado, como si lo supera todo-.¿Qué desea....?- te dice por último llendo al grano.

Jimmy sacó del petate un gran numero de servilletas de bar, papeles amarillos con pegamento por encima, e incluso, cajetillas de cerillas. Esa era su libreta de notas. La definición de libreta era:  "Cuaderno pequeño para tomar anotaciones ordenadamente."

Aquello era de todo menos ordenado. Pero lo importante era que Jimmy lo entendía. Para poder cerrrar la cremallera, tuvo que llevarse esos objetos a la boca y sostenerlos con los dientes. Mientras cerraba la mochila, se acercó un oriental a él, a punto estuvo, Jimmy, de pegar un brinco y cuadrarse con los puños arriba, pero se contuvo: era la costumbre. Una de sus manías era que nadie debía acercarse a él por detrás sin avisar.

-Hugg...

Vocalizó, pero luego se quitó los papeles de la boca y los dejó caer en la mesa.

-...decía que soy asiatico, pero del oeste...

Dijo, luego soltó una carcajada fuera de lugar y siguió.

-Quiero sopa de fideos tio. Y pan. Y una Pepsi.

Pidió. Luego su vista se volvió a los papeles. Descartó a Yamal Leroy. Puto negrata. Envolvió el papel en una bola y lo dejó en el cenicero. También apartó a Don Benicio, estaba muerto, y ahora posiblemente cogería el telefono su familia, esa gente que le quiere ver muerto. También quitó a N`Longa, el jamaicano, porque recordó haberse tirado a su hermana y eso le cabreó.

*Flashback*

La puerta de una habitación decorada a lo jamaicano, con toques verdes y amarillos, se abre, era N´Longa. Sus ojos casi le salieron de las orbitas al pillar a Jimmy tras una morena de cuerpo despampanante, en pleno acto amatorio.

-¡¡Pero que coño!!

Gritó el Jamaicano.

-¡Uso protección!

Protestó Jimmy, cogiendo la pistola de la mesilla de noche.

N´Longa metió mano a la pistola y empezó un tiroteo que no acabó con la vida de nadie, pero que sí hizo saltar a Jimmy en pelotas por la ventana, con solo una pistola en la mano como prenda..si se podía llamar así. N´Longa se asomó por la ventana y disparó su arma sin mucho exito mientras Jimmy corría, mostrando su culo blanco y lechoso al furioso negro, a lo Braveheart.

*Fin Flashback*

Jimmy negó con la cabeza, jodido. Dispararte en pleno acto era la peor manera de cortarte el rollo.

El escocés colocó los papelitos en la mesa, y los observó.

El chino te mira raro, como si le resultaras extraño, como si no fueras de ese planeta.

-No tenemos pepsi ni pan....- te dice sin dejar de mirarte como si fueras una mierda parlante.

-Nosotros sustituimos el pan por el arroz...y la pepsi por té.Amigo, esto es un restuarante de comida tradicional china....Si quieres toda esa mierda vete al restaurante de Callahan Point...- te dice algo enojado.La verdad es que si te dabas la vuelta y observabas bien, parecía el típico chino,pero parecía que no estbaa hecho de la misma mierda al fin y al cabo.

Le enfadaba que hoy en día cualquier persona confundiera su honorable negocio con el típico chino occidentalizado.De pronto, cuando le ibas a soltar una gorda o simplemente marcharte de allí, aparece un negro abriendo al puerta, por las pintas que llevaba y sus andares parecía que se creía el rey del mundo.Te detienes unos minutos, pues su actitud te ha llamado la tención.Lanza la chusta del cigarro que se estaba fumando al suelo para acto seguido pisarla y disponerse a hablar apoyado en la barra en la cual tu estabas sentado.

Apoyado en la barra mirando iperactivamente a cualquier lado, suelta unas palabras con su voz insoportable y algo aguda de lo normal, sin duda una voz demasiada conocida por ti.

-Oye chinlu, ponme algo de comer, me de igual, lo que tengas, tengo hambre, y no tardes...- su parte superior estaba tapada por un camiseta que dejaba al descubierto sus brazos al completo, mostrando sus tatuajes, mientras que a la vez colgaban algunas cadenas de oro de su cuello.El negrata te mira también algo sorprendido.

-Jooooder, tu jeta me suena un huevo blanquito....¿Dónde coño te habré visto...?- se pregunta sin dejar de mirarte pensativo.

El chino, como si hubiera visto al mismísmo diablo, entra en la cocina pasando de tu persona completamente, como si ese negro fuera más importante que tu.Estaba claro que el chino sabía cosas que tu no sabías, y esas cosas le hacían temblar de miedo, tanto que le infundaba respeto.Pero, ¿qué persona decente le tendría respeto a tal lacra social?

Jimmy miró con ojos de asesino al chino: ¡¡Le estaba tocando las mismisimas pelotas!! esa mirada de superioridad...por menos había usado la cabeza de otro como consolador.

Sin embargo, cuando el escocés iba a saltar en ira y hacer una puta masacre nada más llegar a la ciudad. Alguien entró por la puerta. Alguien que había querido encontrar. Tenía suerte. Era Yamal. Ese hijo de puta que le había vendido. Jimmy se recostó en el asiento y siguió con la mirada al negro. Ya fue preparando la misera navaja que tenía en la mochila cuando le dirigió la palabra.

Jimmy se quedó blanco. Bueno, mas blanco de lo que era.

¡No le había reconocido aquel mamón! Quizá era normal, cuando se fue de allí, tenía la cabeza rapada como un puto Indonés y ahora tenía una buena mata de pelo. Jimmy guardó la navaja en el bolsillo y se puso en pie.

-Tengo una cara muy común, tio.

Miró luego al chino y de nuevo al negro.

-Este no es un buen sitio. No tienen pan ni pepsi. Vas a gastar tu pasta en carne de camello o de perro.

Advirtió el matón, poniéndose en pie cogiendo su petate. Pensando en lo que iba a hacer. Primero, le daría coba para despistarlo, y luego lo rajaría como a una caballa, para después petar el puto restaurante, a poder ser, con el gordo dentro.

El negro se queda mirándote pensativo durante unos instantes, mientras que con su lengua intentaba quitarse algo que tenía entre sus dientes.En cara su cuerpo hacia el tuyo.

-Tu quien coño te crees para decirme donde ostias debo gastar mi dinero blanquito de mierda.....- dice de pronto sacando una navaja de su bolsillo apuntándote.Se le había puesto gallito.

De pronto, del interior de la barra, salen un par de cuchillos dirigidos a vosotros.Era la hora de esquivar o morir.Acto seguido sale el cocinero cabreado hablando en chino, como si estuviera dando una orden para finalmente hablar en inglés.

-¡En mi restaurante no quiero a putos extranjeros!- como si de una emboscada se tratara, empezaron a salir chinos como si de cucarachas se tratara del interior del restaurante.En total había cinco chinos que rápidamente os rodearon.No tenían armas, pero sin duda, su nivel de pelea sería importante.Todos en posición de ataque.

-¡Matadlos!- grita enfurecido el chino.

Yamal hecha su tronco hacia atrás por un acto reflejo, esquivando el cuchillo que pasa volando cortando el aire hasta clavarse en una de las columnas de madera que había en el restaurante.

-Joder amarillo cabrón, ¡casi me matas!- exclama dice mirándolo furioso.Pero de pronto se ve rodeado.

-Mierda....lo que faltaba, rodeado de pequeños amarillos de mierda...Podemos colaborar o ir por nuestra cuenta, tu elijes lechoso- le explica a Jimmy

Jimmy se quedó mirando al negro y paseó su lengua por su dentadura, sentía como la furia le iba calentando el cuerpo. Era en aquellos momentos cuando Jimmy hacía locuras. Y lo habría hecho, coño que si, de no haber visto un brillo a su espalda. El escocés se agachó, colocándose la mano encima de la cabeza cuando un cuchillo salió volando por encima de él.

¡Los chinos se habían vuelto majaras! ¡Que coño! Jimmy lo estaba más.

El negrata se acercó a él, como en los viejos tiempos...a pedirle su ayuda para luego dejarle tirado. Esta vez sería distinto.

-Solo si puedes seguir mi ritmo, mono de feria ¡¡Jajajajaja!!

Dijo el escocés, abriendo los ojos mucho, con una carcajada brutal, cosa que le daba un aspecto demencial.

-Acaso cuestiones que no pueda seguir el ritmo de tu culito blanco...- dice volviendo su cabeza exagerando su movimiento como si fuera una exageración.

-Vas a ver si puedo...- dice lanzándose hacia un amarillo para clavarle su puñal.

-¡¡Prueba mi navaja extreñido de mierda...!!- grita con furia intentando clavársela.

El chino queda sorprendido ante el movimiento imprevisto del negrata, haciéndole un profundo corte en el costado, por el cual la sangre comenzaba a brotar a raudales, y este a perder la consciencia tambaleándose hacia atrás, intentando taponarse la herida con sus manos.

-¡AAhaha! Vaya mierda de chinos...- dice mofándose delante de sus caras furiosas.

Jimmy observó al negro, le siguió con la mirada, estaba loco si, pero él lo estaba más. Alzó la mano por encima de la barra y cogió dos objetos: una botella de vino de arroz y un palillo chino. El primero se lo bebió de un trago para calentarse. Sacudió la cabeza y abrió mas los ojos, de forma que casi parecían salirse de sus orbitas.

Acto seguido, se puso en pie y de un salto sorteó la barra, cayendo frente a un chino, sin hacerle perder más el tiempo, sujetó con la zurda la mano en la que el chino portaba el cuchillo, y con la derecha empujó los palillos para meterselos por los globos oculares. Por si eso no fuera poco, golpeó el culo del palillo con el dorso de la mano para que la madera llegara al cerebro.

Todo eso, al son de un grito a lo William Wallace.

-¡¡¡¡¡YAAHHHH JIIIIIII!!!

El chino se queda observando el movimiento de Jimmy y cuando le va a atacar intenta hacerse para atrás, pero Jimmy le seguía con esa mirada que le hacía temblar.El palo no se llega a clavar en el ojo, pero si unos centíemtros más abajo, haciendo que trás el duro empujón del palo hacia adentro, el ojo saliera levemente de sus órbitas.Sólo por esto, el chino grito de dolor cayendo el suelo con el palillo aún dentro.Con cuidado como si fuerza una nena, intenta quitárselo apretando sus dientes y aspirando aire, expresando cuan era el dolor que tenía en el ojo, el cual estaba a punto de salirse.

Tras ver esto sus compañeros, dos de ellos se lanzan a por el negro burlón.Uno de esos dos (el 3) salta a una mesa para nada más tocar con un pie en la superficie de esta impulsarse hacia el negro con una bonita patada voladora hacia su mentón.

-¡KYAAAAAAH!- gritaba el chino.Mientras tanto el otro (el 4) que se le acercaba por las espaldas, estaba preparado para darle una patada barredora a sus dorpiernas cuando su compañero le diera en el mentón, así perdería el equilibrio más fáicilmente callendo al suelo.El chino que quedaba (el 5), comienza a agarrar platos para lanzárselos con maestría a la cabeza de Jimmy.Estos cogían un bonito efecto espiral dirigiéndose a su objetivo.

Yamal eleva la mirada asombrado por tal hazaña.

-Ostia, ¡los chinos vuelan!- dice para reaccionar a continuación, rodando hacia adealnte, sin embargo, la patada del chino golpea la parte superior de su cabeza, haciéndole eprder el equilibrio para caer al suelo.Se levanta furioso, aunque almenos había esquivado la dle chino de detrás.Coge una silla y corre a estampársela al chino volador en su nuca, cuando cae al suelo.

-WAAAARR...- grita furioso.