Partida Rol por web

Todos los allí presentes, en ese viejo edificio abandonado, sacan sus espadas.

Adam es el más rápido y lanza una estocada rápida contra Verios, colándose parcialmente en su guardia y aprovechando el instante para propinarle un puñetazo en la cabeza -Ya voy yo a matarte a ti, traidor.

 Después del ataque de Adam, trato de aprovechar y herir el brazo de Verios, buscando incapacitar su capacidad ofensiva...

Tu espada abre una gran brecha en el cuerpo de Verios, que contraataca como puede, golpeándote con el pomo de su espada en el rostro, destrozando tu nariz. No era nada personal, simplemente pagaban bien. Pero ahora ya si lo es, capullo.

Gark se lanza con su hacha contra Damian, clavando su hacha en la pierna de este, que lanza un golpe inofensivo tratando de defenderse.

Mientras, Héctor y el otro salvaje se lanzan sendos golpes demoledores que acaban en un baño de sangre para ambos.

 Aguantando el dolor como puedo, realizo un rápido movimiento, buscando incapacitar ptonto con mi adversario y ocuparme de los demás adversarios...

Tu espada y la de Adam se clavan profundamente en el torso y rostro de Verios, matándolo inmediatamente.
Mientras Gark y Damian luchan en un combate desigual, el segundo defendiéndose torpemente y con ya demasiadas heridas en su cuerpo.
Por último Héctor y el otro salvaje luchan de una forma brutal, lanzándose golpes llenos de rabia y fuerza que, en la mayoría de los casos, son parados por el otro luchador. Sin embargo el último ataque del salvaje logra colarse en la guardia del hombre de tu casa, clavándose profundamente en su hombro izquierdo.

 Después de derrotar a mi adversario, corro a ayudar a mi compañero más necesitado, con el fin de evitar su muerte...

Damian es herido de gravedad por el arma de la bárbara, cayendo al suelo con un grito de dolor. Sin embargo las heridas de esta son tales que, al golpearla con el pomo de tu espada, consigues dejarla inconsciente.

Mientras tanto Adam falla miseráblemente su golpe al tratar de no acertar a su herido compañero Héctor, que, a pesar de sus graves heridas, consigue dar muerte al bárbaro que lo ataca. Las heridas que presentan, pese a no ser tan graves como las de Damian, son muy peligrosas y su salud es muy débil en estos momentos.

 Ordeno que aten a la prisionera y que registren su cuerpo, en busca de cualquier arma o veneno que pueda usar para quitarse la vida para evitar ser interrogada. A continuación ordeno que registren los cuerpos de los enemigos caídos, en busca de pistas, después de que los heridos sean atendidos...

Encuentras entre los ropajes de Verion una cajita con las setas venenosas. Seguramente el joven Lannister lo sorprendió observándolas y por eso lo mató. También encuentras entre sus posesiones una pequeña bolsa con diez dragones, una verdadera fortuna. La mujer, por su parte, no lleva nada más que un par de armas cortas que, evidentemente, le quitáis.

Damian se desangra y Adam apenas es capaz de detener la sangre que sale de las heridas -Mi señor, debemos llevarlo a un pueblo, si no morirá.

Héctor, a su vez, parece bastante indispuesto, aunque se está tratando las heridas el mismo -Ser Gaheris, me temo que Damian nos supondrá un gran retraso para la misión. Si lo llevamos a la ciudad más próxima debemos retroceder, marchando lento para que el viaje no acabe con él. Yo mismo seré una carga pues deberé reposar en la próxima ciudad que entremos al menos un par de días. Queda todo en vuestras manos.

 - Iremos al pueblo, no quiero que nadie más muera. Iremos lento para no poner en peligro la vida de Damian y la tuya, no quiero más muertes. También haremos turnos de guardia, yo incluido, para vigilar a la prisionera....

 Me acerco y recogo las setas y el dinero, como pruebas, de Verion, una lástima que no pueda saber quien le contrató. También cojo la espada del traidor y la examino con curiosidad...

Así se hará señor. Montáis como podéis a Damian en un caballo, atado para que no caiga, y Adam se coloca junto a él, preparado para atenderlo.

Antes de salir Adam y tu enterráis al chico degollado, dejando a los traidores para que sean víctima de los animales carroñeros.

Durante el camino la salvaje, atada de pies y manos, compartiendo caballo contigo, se despierta, aunque no te dice nada.

Mientras cabalgamos, miro a la mujer, tratando de no sonar demasiado duro, pero si firme:

 - ¿Quien os contrató para matarnos?. Antes de que juegues al juego de no hablar, te recuerdo que habéis fallado, así que es probable que el vuestro contratador te silencie antes de que puedas testificar contra él en un juicio, aunque realmente no tengas intención de hacerlo. Tú mejor esperanza de sobrevivir es que te sinceres conmigo, te prometo, por mi honor, que te protegeré....

La mujer se ríe ante tus palabras -Tus acciones enfadaron a alguien a quien no se le debe hacer enfadar. Deberías estar muerto y, si no eres capaz de saber quién está detrás de todo, no creo que seas alguien demasiado peligroso para la persona que nos contrató.

 - Así que es Meñique, gracias por confirmarlo... - Respondí con amabilidad. - ... Gracias por tu colaboración, has sido muy amable.

 Era la única persona con poder a la que había enfurecido hasta el punto de enviar asesinos, además los indicios estaban ahí, esta mujer debía ser uno de sus mercenarios y solo él podía haber pagado la enorme fortuna al traidor y tener los contactos y medios para conseguir las setas...

 - No te preocupes, de momento no dejaré que te mate, me eres más útil viva que muerta, pero para él no es así, te lo digo por si tienes en mente tratar de escapar...

Mi señor no me quiere muerto. Si él me quisiera muerta ya lo estaría ¿has escuchado de alguien que desafíe a Lord Arryn y siga con vida? Vas a morir-concluye Gark soltando una risa escalofriante.

 Me encogí de hombros, sonando una alegre carcajada:

 - Me confundes con uno de esos pisaverdes que tienen miedo de hasta de su sombra. A mí, desde niño, me han inculcado una filosofía muy simple: Vivir por la espada, morir por la espada. Si esperas que me asusten tus palabras, te equivocas de hombre. Si tu amo me quiere muerto, puede que lo consiga, pero que no espere que muera con miedo... - Con una sonrisa lobuna, le dí a la mujer un azote en el trasero. - ... Y si vuelves a intentar asustarme con bravatas, empiezo a cantar, te aseguro que eso si es algo cruel.

 Ahora que sé quien es mi enemigo, ya sé como solucionar el asunto: Separando su cabeza del tronco.

Gark te mira con cara de desprecio pero, tras escucharte hablar, te percatas de que la expresión de su rostro ha cambiado.

Que así sea pues. El tiempo dirá quién será víctima de quién-concluye la mujer, quedándose callada.

Durante el camino al pueblo la mujer, debilitada por la marcha a caballo, comienza a cabecear y se agarra con fuerza a tus ropajes con las manos, en un burdo intento de asegurarse con un abrazo que no llega pues sus manos están atadas.

Tras varios días más llegáis a la ciudad de la que partísteis. Damian está muy herido pero gracias a tus cuidados su vida se salvará, aunque tardará mucho en recuperarse. Héctor, a su vez, necesita de al menos tres días de cuidados. Adam, aprovechando la llegada a la ciudad, se pierde en busca de una buena taberna, un buen vino y una buena mujer.

 Dado que Héctor necesita al menos tres días para recuperarse, dejo que Adan se tome un descanso, pero antes de llegar al pueblo les alecciono sobre no hablar demasiado y evitar dar nombres. Si Meñique descubre que estamos vivos, enviará a otros a que termine el trabajo...

 Mientras que Damian y Héctor permanecen en un mismo cuarto, por precaución, siendo atendidos por un sanador, mientras yo permanezco en otro, vigilando a la prisionera, a la que le pregunto, mientras permanecemos sentados, ella encima de su cama y yo en una silla:

 - Tu amo me quiere muerto por oponerme a los planes de asesinar a su hijo. ¿Los Lannister corren igual peligro?.

Si a mi esposa le pasara algo, ese bastardo iba a conocer de primera mano el significado de las palabras dolor y sufrimiento.