Partida Rol por web

No soy muy dado a usar la violencia, pero dado que nos enfrentábamos a las fuerzas del caos seguí el ejemplo del señor del vacío y empuñe mi Hellgun a la espera de que los prebostes terminaran de abrir la puerta.

La puerta se desplomó y una nube de humo inundó el pasillo de la nave. En el interior de la habitación se veían dos figuras metálicas, iluminadas por el fuego...

     - Mi querida Tanya, eres una caja de sorpresas. Dijo el senescal con una sonrisa. - Con tu carácter no te imagino sentada tras una escritorio mas que para desmontar y limpiar un arma. Añadió con una risita. - Pero al final resulta que eres una mujer todoterreno. 

     Con el asunto de la oficina comercial solo pendiente de algunos detalles y puro trabajo administrativo, Bastian se puso manos a la obra con el siguiente punto de su agenda: localizar y reclutar un complemento psíquico para la Umbra Tigris. En éstos momentos solo disponían de Kungel y eso dejaba la nave expuesta a cualquier contratiempo como el acontecido con el atentado, pero realmente algo menor como que se pusiese enfermo, tendría el mismo efecto en los planes de Karl. Era necesario un aprendiz o ayudante para el navegante, o al menos un astrópata por si quedaban varados en el espacio. Ahora que el navegante estaba en aquella cámara, sanando sus heridas, seguramente la necesidad del astrópata sería mas acuciante. Aprovechando la ayuda de la archimilitante y del consejero, inició una campaña de adquisición de información. Dejando caer ciertas cantidades de tronos en las manos adecuadas y usando su carisma en el momento adecuado, pronto se hallaron en el buen camino.

La Schola Roja.

Para todo lo que un hombre pudiera necesitar de otro. Eso se decía en los mercados y oficianas de Footfall. Los Tutores eran maestros de la educación, compraban esclavos y los convertían en sirvientes leales y prácticos. Si uno estaba dispuesto a gastar el dinero adecuado, o realizar los favores oportunos, ellos podían proporcionar todos especialistas que fuese necesario.

Ya habían tenido un encuentro con ellos, ciertos libros que habían cambiado de manos. Tenían una actitud misteriosa, sin duda deliberada, que inquietaba a sus invitados, y estaba aquel asunto de Dios y las copas vacías...

     Una vez mas, el grupo llegó hasta el extraño edificio de la Schola Roja. Tocaba de nuevo negociar con aquellos "tutores" tan extraños en el trato. - Bien, veamos si ésta vez conseguimos sacar algo mas en claro que la anterior... dijo el senescal a sus acompañantes mientras se acercaban a la puerta.

     Al acercarse al umbral, aquel mensaje volvió a sonar, intimidante. "Sed bienvenidos a la Schola Roja; hogar de los Tutores. Si queréis entrar, no dudéis en arrodillaros ante la Voluntad de Dios. Recordad: Omnes homines serviret Deus eorum." Por desgracia tocaba repetir la humillante estampa de la vez anterior, hincando la rodilla para que les franqueasen el paso. Pero negocios eran negocios, así que miró a Tanya para que hiciese lo mismo, aunque Dray lo tendría algo mas difícil...

Los exploradores fueron más rápidos que los demás...

El señor del vacío farfulla por toda la gente que hay en medio y le impide entrar al fregao pero en su interior sabe que sin armadura puede ser un suicidio. Sabiendo lo que les ha costado a los prebostes el servidor y teniendo línea de disparo se centra en ese objetivo: Fuego a discreción, ordena

Pese a que habitualmente no respondería más que a las ordenes del capitán en este caso estaba completamente fuera de lugar y el señor del vacío tenía mas experiencia que yo, así que sin dudar ni un segundo seguí sus instrucciones y abrí fuego con mi Hellgun.

Aquello fue la guerra. Sarvus no lo dudó y abrió fuego a través de la cortina de humo, sin preocuparse siquiera por saber quién había en su interior. Regulus tampoco tuvo dudas. Entre los dos machacaron a la figura del servidor.

Una figura surgió entre el humo, un humano gigantesco cuya piel estaba recubierta de planchas de acero. Se abalanzó sobre Regulus y atacó con torpeza, pero su gran tamaño hizo que cayera sobre el tecnosacerdote, quien quedó atrapado bajo 150 kilogramos de carne y acero. La fuerza del impacto afectó a uno de los prebostes cuya arma se disparó accidentalmente, por fortuna contra el techo, pero ello no impidió que los cristales de la electrolámpara del techo cayeron, cortantes, sobre los tripulantes.

Los otros dos prebostes dieron cuenta del desplomado hombre de metal, las escopetas se dispararon a bocajarro sobre la espalda del hombre, casi apoyando el cañón sobre ellas, pero de todo el daño que debieran haber hecho sólo lograron heridas superficiales.

Entonces una nueva lengua de fuego surgió del interior de la cámara, no era una simple llamarada, se trataba de combustible líquido, ¡un lanzallamas! Los prebostes no estaban preparados para este tipo de enfrentamiento, y el pasillo se lleno con rapidez de hombres y mujeres en llamas cuyos alaridos arrancaban el alma.

Ahí estaban de nuevo arrodillados, frente a la Schola Roja. No fue necesario que Dray se sacrificara, las puertas se abrieron como ya lo hicieron en la ocasión anterior. Mismo lugar, mismo interlocutor, distinto asunto. Las jarras de distintos contenidos estaban ahí y el tutor sonreía, divertido.

     - Bien hallado. Saludo Bastian al tutor. Cuando todos se hubieron presentado y la bandeja de bebidas hizo su aparición, se sirvió un vaso de agua con tanta decisión como educación y le dio un sorbo. - Iré al grano. Nuestro maestro necesita los servicios de un astrópata trascendente para su nave y hemos oído que su... schola instruye a individuos con habilidades especiales ¿estoy en lo cierto? Nos preguntábamos si su organización podría suplir esa carencia en nuestras filas.

Si, cierto es. Intervine brevemente. Ir acompañando a nuestro experto en diplomacia me dejaba en una situación muy complicada, pues cualquier intervención nada más lejos de ayudar a dar credibilidad o apoyo a sus palabras, haría el efecto contrario. Tan solo esperaba poder volver rápido a la nave, dejarlo todo listo, y que nuestros compañeros se recuperaran cuanto antes.

Por lo que yo sabía estábamos al alcance de la nave, así que me aparté un segundo disculpándome y en voz baja transmití directamente al comunicador de Sarvus. Había que establecer alguna comunicación para que supieran que seguíamos vivos y no se preocuparan, era un aspecto que habíamos descuidado. Tanya en la frecuencia privada. Sarvus, ¿Como van las cosas por la nave? ¿Alguna novedad? Por aquí todo bien por ahora. Cambio. Esperaba que hubiera buenas noticias, llevábamos ya tiempo sin saber de ellos.

Cuando Sarvus rueda para escapar del fuego del lanzallamas el comunicador se activa y la señorita Sokolov hace un pregunta a la que el señor del vacío se contiene para contestar: En este momento ocupado, tengo un puto servidor militar, un monstruo de carne y acero de ciento cincuenta kilos y un hijo de puta con un lanzallamas de promethio, luego hablamos.

!Oh genial! Comento muy frustrada !Y me lo estoy perdiendo! Doy vueltas por la sala cerca de la entrada como una leona enjaulada y con mucha hambre. Anda, pásalo bien y luego me lo cuentas. Cambio y corto. Le comento a Sarvus antes de cortar la comunicación y volver junto a Baild. Me muerdo el labio inferior aguantando las ganas de salir corriendo hacia la nave.

Ajeno a lo que sucedía en la nave Bastian proseguía la negociación con el Tutor, apoyado por Dray que bebía agua fresca en su copa. Tanya estaba al microcomunicador, conversando con la nave.

Nuestra Schola proporciona los más entrenados especialistas de Koronus, e incluso de Calixis y Escarus me atrevería a decir.

Un astrópata...sí, es comprensible su petición...pero ese tipo de servicios debería solicitarlos al Adeptus Astra Telephatica, estoy seguro de que a Lord Calixis le sobran algunos en Escintila. Un individuo de esas caracterísiticas es un bien muy valioso.

     Bastian sonrió ante las palabras del tutor. Quizás estaba jugando con él, o evaluandole, porque estaba claro que alguien con unos contactos y formación como la suya no podía decir aquello en serio. - Sabe tan bien como yo, que al Adeptus Astra Telepática le importa muy poco lo que ocurre mas allá del espacio Imperial propiamente dicho. Yo procedo de Malfi y se que ese tipo de especialistas no es algo que se prodiguen a entregar de buenas a primeras y menos alguien como el Lord Sector Marius Hax, empeñado como está en concentrar todo el poder posible en Escintilla. Si he acudido a la Schola Roja es porque como usted bien dice, nos han informado que puede proporcionar esa clase de servicios de calidad. Si no es así, lamento de verdad hacerle perder su tiempo, pero tendríamos que buscar en otra parte. En ningún momento su tono fue ofensivo en modo alguno, pero quería dejar claro al tutor desde el principio que no estaba negociando con un principiante o alguien falto de cultura, como parecía haber sugerido con sus palabras anteriores.

El señor del vacío volvió a disparar contra el servidor tras buscar cobertura en el marco de la puerta.