Partida Rol por web

- Lo mismo digo, hermana.

Añade Jason poniéndote una mano en el hombro compartiendo tu pesar 

Tras el mutismo repetido del tipo y antes de pasar a medidas más drásticas, intento ver si realmente funciona lo que hice con el otro tipo en el pasado. Sostengo su cara fuertemente y hago que me mire fijamente a los ojos.

Más te vale cambiar de actitud, chulito. Quiero que seas lo más servicial posible a partir de ahora, ¿vale?

Su mirada de odio no parecía haber cambiado, sin embargo el joven respondió secamente

- Sí.

Realmente desconocías si habías tenido éxito, pero tu voz había sonado como aquella primera vez en el club. Sin embargo el mismo chico al que ahora te dirigías había reconocido tu truco la noche anterior y te había dicho que no tenías poder sobre él.

Sin más, Roger os miraba des de la silla atado, esperando algún tipo de interacción más por vuestra parte

Richard había sido muy persuasivo con aquel tipo, la verdad es que se mostraba colaborador, al menos por el momento. Decidí aprovechar el tirón para ir lanzando unas cuantas preguntas al aire, por establecer un punto de partida.

- Muy bien, amigo, pues vamos a empezar - le dije mirándole fijamente a los ojos.- ¿Para quién trabajas y por qué nos estás siguiendo? ¿Conoces a un tal Leslie Wilkes?

-Gracias a todos.-Digo sonriendo.-De momento he conseguido una espada con la que les voy a ir rebanando el pescuezo uno tras otro. sera la pluma con que escriba mi mejor obra.

Hago una pausa y finalmente miro de nuevo a Ed.

-Seria de utilidad localizarles.-Digo volviendo a serenarme.-Y localizar a sus familias y amigos. ¿Es posible?

Me quedo mirando la escena un poco al margen. Probablemente a Robert se le diera mejor que a mí esto de interrogar. Por mi parte era más probable que le acabara dando un golpe con rabia fruto de la falta de paciencia.

Sólo quedaba ver que tal había afectado mi orden.

Casi podíais oír sus dientes rechinar antes de responder a tus preguntas:

- Trabajo para el príncipe de la ciudad de Denver, Edward Williams.

Su mirada trataba de evitar las vuestras

- Cuando supo que había intrusos en la ciudad, mandó a sus agentes de confianza a investigar. Por eso os seguía.

Cuando escucha el nombre de Wilkes pero, parece tratar de aligerar una expresión de sorpresa

- Le conozco.

- Si supiera como localizarles te prometo que habría evitado esto Leslie.

se lamentaba tratando de mostrar algo de empatía hacia su perdida

- ¿Conseguiste sacarles alguna información personal que pueda ayudarnos? ¿...un nombre, una matricula?

Te das cuenta que el príncipe ya había estado cabilando sobre aquello largo y tendido

- ¡ni si quiera sabemos cuantos son maldita sea!

suelta encolerizado

-Uno menos de los que eran.-Digo sonriendo.-Me cobre la vida de uno como venganza.

- Williams... al fin sabemos el apellido de ese cabrón que se empeña en matarnos - así sería más fácil localizarle, aunque sólo fuera para poder escapar de él.- ¡¿Intrusos?! ¿A quién llamas intruso? Mira, chaval, yo sólo sé que una noche estaba tomando una cerveza tranquilamente y a la siguiente estaba en el sótano de un edificio en llamas luchando por sobrevivir, si ese tio para el que trabajas pretende hacernos responsables de algo que venga aquí y me bese el culo ¿me entiendes? - aquello me cabreó de verdad, cómo si se creyese el dueño de la ciudad.- A lo mejor te interesa saber que tu amiguito está criando malvas por jugar conmigo ¿Y sabes quién es el responsable? Exacto, tu maldito jefe.

El príncipe aprobó con un gesto de su cabeza la noticia de que las bajas no habían estado solo de su lado. Pero aún así su semblante seguía preocupado

- Bien hecho, tía. Les diste su merecido a esos cabrones

Jason se meneaba cuando hablaba con un cierto deje chulesco que no cuadraba mucho con su imagen.

- Tarde o temprano caerán. La que no quiero es que causen más accidentes entre tanto

su cabeza maquinaba planes impotente ante la extraña situación

- Me estas vacilando... ¿esto va en serio?

Dice entrecruzando el ceño y entornando los ojos como si así pudiera discernir lo verdadero de lo falso

- ¿Me estás diciendo que sois unos cachor.. neonatos,

rectifica a tiempo

- y que os habéis cargado a Wilkes?

El chico no cabía en sí de sorpresa

- Si decís la verdad es que estáis locos y bastante jodidos diría yo

Una chispa de suspicacia brillaba en sus ojos que seguían evitando los vuestros, mirandoos a los pies o las camisas 

Mientras avanza Robert con su interrogatorio, lo estudio atentamente. Me extrañaba como ahora había hecho efecto y antes no el efecto. ¿De qué dependería? Pero mientras dibagaba Rober suelta el dato.

Macho, ¿en serio te has cargado a un tío? Joder, no te creía capaz de eso. - pero el interrogado todavía estaba de chulito, así que me dirijo a él. - A ver, bonito, como te lo explico. No se si te has dado cuenta de que el que está jodido aquí, en un primer momento, eres tú y sólo tu. He de decirte que hace algunos días que no como, y tengo bastante sed. Me pregunto como sabrás...

Tras unos segundos de silencio, mirándole fijamente, me dirijo a Robert - ¿Qué quieres hacer con este?

Cai en la cuenta de que a Richard no le había explicado lo ocurrido la noche anterior, quizás iba llegando el momento...

- Verás Richard, resulta que ayer los amiguitos de este - dije señalando al tipo amordazado.- nos estaban esperando a mi y a Attila a la salida de un bar. Eran dos, una mujer rubia tan guapa como peligrosa, y un tipo al que apenas llegué a verle la cara... - me quedé un momento en silencio y después tragué saliva para continuar.- La mujer acabó con Attila ¡Le arrancó al cabeza de un mordisco! y... bueno... el otro tio intentó sujetarme pero... desde aquella noche en el sótano soy más fuerte y tengo problemas para controlarme... no... no sé cómo pero cuando me di cuenta todo lo que quedaba de él era una masa sanguinolenta irreconocible - entonces, lejos de lamentarme como había hecho antes, me giré hacia el tipo atado y volqué toda mi ira contra él.- Y lo que ocurrió es culpa tuya y del tipo para el que trabajas, si ese cabrón nos dejase en paz esto no habría pasado... Puede que yo esté jodido chaval, pero no voy a rendirme sin luchar, si manda a otro de sus lacayos no se lo voy a poner nada fácil.

Mira a Richard de nuevo levantando la voz

- ¡Si queréis matarme hacedlo! He vivido más de lo que la mayoría puede desear, tengo casi 90 años ... ¿Podéis decir lo mismo vosotros? ...no, no lo creo.

Suspira y mira a Robert también

- No se cómo ni por qué, pero se os han concedido unos dones que no merecéis.

Y tratando de ser convincente:

- Si mataste a Wilkes no va a venir uno de sus lacayos, tendréis detrás a toda su corte. ¡Y ni si quiera sabéis como funciona todo esto! Mira... me pediste que fuera servicial. Yo hace seis décadas que conozco este mundo; puedo aconsejaros sobre cómo salir de la ciudad lo cual sería lo más sabio, y si a pesar de todo queréis quedaros, más que nunca necesitaréis mi ayuda.

Y desistiendo se hecha para atrás de nuevo y se apoya en el respaldo de la silla. Había dicho lo que tenía que decir y acataría vuestro veredicto fuera el que fuera.

Me quedo un par de segundos en shock.

Attila, ¿ha muerto? - digo mientras voy buscando un sitio donde sentarme - Oséase, que esto es serio pero de verdad. Ya no juegan con nosotros, ahora nos cazan - Mientras ellos siguen hablando intento recuperar la compostura, para luego levantarme. Todavía estoy nervioso cuando agarro al tipejo ese del cuello.

A ver, maldito desgraciado, estoy un poco hasta los mismísimos cojones de que te sobre chulería cuando tu vida pende de un hilo, sobre todo ahora que me entero de que uno de nosotros ha muerto porque a tus queridos jefes les ha salido de vete tu a saber donde que no merecemos vivir. - lo empujo de la silla y lo tiro al suelo, plantando la suela de mi zapato en su cara - Tienes razón en parte, y no sabemos como funciona esto. Tampoco sé quien es ese tal Wilkes y ni siquiera se quien es esa rubia de mierda que mató a Attila. Para empezar, no sé realmente en qué nos hemos convertido ni que consecuencias trae esto. Y tampoco sé cual es el crimen del que se nos acusa, ya que intrusos no somos, que llevo toda mi puta vida trabajando en esta maldita ciudad. Así que te queda explicación para largo antes de que me atreva a confiar en tu maldita soberbia o decida aplastarte la cabeza contra el piso. Y no me vengas con gilipolleces, aunque tengas dos mil años nadie quiere morirse así por las buenas.

Paro unos instantes a pensar mientras miro a mi alrededor. No recuerdo nada, nada que pueda ser util.

-No se, no me acuerdo.-Digo.-Creo que podre hacer un dibujo.

Segundos despues estrujo una hoja de papel con una cara pintada que en nada se parece a la de ese desgraciado.

-¿Podriamos ver si la policia recibio algun aviso?-Pregunto al fin.-Quizas alguien vio algo.

Edward se frota las sienes en un gesto cansado que denota humanidad.

Cuando levanta de nuevo la vista puedes notar como hace un esfuerzo para ser cordial

- Ponremos al corriente a nuestros contactos. Si me lo permitís, ahora me gustaría estar solo para hacer algunas llamadas

El asunto se le había ido claramente de las manos, y a partir de ahora empezaría a mover hilos des de su cuartel de operaciones.

Puedes ver como se dirige a un teléfono de la mesa caoba y marca un número llevándoselo al oído.